Dos ensayos demuestran que se puede controlar el VIH con inyecciones mensuales
Los trabajos solo utilizan dos f¨¢rmacos, mientras que el protocolo actual estipula que se empleen tres
Las personas con VIH de los pa¨ªses ricos podr¨¢n tener que elegir dentro de no mucho entre dos opciones sobre c¨®mo quieren controlar la infecci¨®n: si hacerlo mediante una pastilla al d¨ªa, o si hacerlo con dos inyecciones al mes. Lo primero es lo que sucede actualmente; lo segundo, lo que se acerca seg¨²n los datos de dos ensayos que se han presentado en la Conferencia sobre Retrovirus y Enfermedades Oportunistas (CROI) que se celebr¨® la semana pasada en Seattle (Washington, EE UU).
Ambos trabajos utilizan la misma combinaci¨®n de dos medicamentos que se administran mediante una inyecci¨®n intramuscular, en un caso para personas que ya estaban en tratamiento (el ensayo FLAIR) y en el otro, como primera opci¨®n de terapia (el ATLAS). Y la conclusi¨®n despu¨¦s de 48 semanas es que los resultados no son peores que los obtenidos mediante la combinaci¨®n de antivirales ya establecida.
Aunque los f¨¢rmacos que se emplean son de dos de las familias que ya existen, la distinta forma de administraci¨®n y la posibilidad de espaciar las tomas hacen que esta aproximaci¨®n sea considerada muy interesante por los especialistas. Las posibles ventajas, seg¨²n un trabajo cualitativo previo, son la facilidad de seguir el tratamiento, que evita que haya que estar pendiente de tomar las pastillas cada d¨ªa o de llevarlas cuando se va de viaje, lo que disminuye la posibilidad de que haya que dar explicaciones en personas que no quieren revelar su estatus. El inconveniente es, claramente, que hay que ponerse las inyecciones, aunque los ensayos han detectado que el principal efecto adverso es el local en el sitio de la punci¨®n.
El otro avance es que demuestran que se puede controlar la infecci¨®n con dos f¨¢rmacos en lugar de con tres, lo que disminuye la toxicidad asociada a unos productos que hay que tomar durante toda la vida, y puede abaratar el coste del tratamiento.
¡°Son unos estudios excelentes con datos muy s¨®lidos y muy relevantes para los pacientes¡±, ha dicho Marisa Montes, de la junta directiva de Gesida (Grupo de Estudios del Sida de la Sociedad Espa?ola de Infecciosas y Microbiolog¨ªa Cl¨ªnica).
¡°Los resultados son de gran importancia ya que suponen el mayor cambio de paradigma en el tratamiento antirretroviral de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas. Estos estudios han demostrado en un gran n¨²mero de pacientes que no son necesarios tres f¨¢rmacos para el control de la infecci¨®n por el VIH, ya que un r¨¦gimen de dos f¨¢rmacos es comparable en t¨¦rminos de eficacia a la triple terapia tradicional¡±, ha dicho Mar Masi¨¢, del hospital de Elche, que ha participado en ambos trabajos.
¡°Los pacientes se podr¨ªan beneficiar en un futuro gracias a la posibilidad de utilizar un r¨¦gimen que incluye un menor n¨²mero de f¨¢rmacos. Al tratarse de una terapia que se va a tener que administrar de por vida, supone una clara ventaja en t¨¦rminos de reducci¨®n de toxicidad a largo plazo. Adem¨¢s, la administraci¨®n por v¨ªa intramuscular con periodicidad mensual facilita la adherencia y el riesgo de olvidos y de que existan por tanto niveles infraterap¨¦uticos del r¨¦gimen y, sobre todo, mejora la calidad de vida del paciente, ya que le permite evitar la dependencia del recuerdo de la toma diaria del f¨¢rmaco, mejora su libertad de movimientos, les permite olvidar que tienen la infecci¨®n, etc¨¦tera¡±, ha a?adido Masi¨¢.
En el mundo hay unos 37 millones de peronas con VIH, seg¨²n las ¨²ltimas estimaciones, de las que unas 140.000 viven en Espa?a (la cifra nunca es exacta porque se calcula que hay alrededor de un 18% de personas con el virus que no lo saben). Del total, alrededor del 40% a¨²n no recibe ning¨²n tratamiento, en parte por el coste, en parte por la falta de sistemas sanitarios accesibles, pero, tambi¨¦n, como explic¨® Lelio Marmoa, presidente de Unitaid, en una visita reciente a Madrid, porque pertenecen a colectivos perseguidos en sus pa¨ªses (gais, personas que se dedican a la prostituci¨®n, consumidores de drogas) para las que facilitar que se hagan la prueba (la organizaci¨®n va a repartir 20 millones de equipos de autotest) y que reciban la medicaci¨®n posterior es clave.
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