La contaminaci¨®n se ceba en las ¨¢reas m¨¢s pobres de las grandes ciudades europeas
Un estudio internacional constata mayores ¨ªndices de poluci¨®n en zonas con niveles de desempleo o criminalidad m¨¢s altos
La contaminaci¨®n se ceba en las ¨¢reas m¨¢s desfavorecidas de las grandes ciudades europeas. As¨ª lo constata un estudio internacional publicado en la revista cient¨ªfica Environmental Pollution tras cruzar los ¨ªndices de poluci¨®n y los indicadores socioecon¨®micos de varios municipios del ¨¢rea metropolitana de nueve urbes europeas. La investigaci¨®n vuelve a poner el foco sobre el complejo fen¨®meno de la desigualdad ambiental en Europa, que cuenta con conclusiones dispares dentro de la literatura cient¨ªfica. Este ¨²ltimo estudio, no obstante, avanza en la l¨ªnea de lo que ya anunci¨® la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) en el conjunto del planeta: las zonas m¨¢s desfavorecidas tienen una peor calidad del aire.
¡°Se observan niveles m¨¢s altos de di¨®xido de nitr¨®geno en las ¨¢reas socioecon¨®micamente desfavorecidas de las metr¨®polis europeas, que se reflejan en los niveles m¨¢s altos de densidad de poblaci¨®n, la poblaci¨®n nacida fuera de la Uni¨®n Europea, la delincuencia y las tasas de desempleo¡±, reza el estudio internacional recientemente publicado. Los investigadores analizaron las desigualdades ambientales en las conurbaciones de nueve ciudades europeas: Atenas, Barcelona, Berl¨ªn, Bruselas, Lisboa, Londres, Par¨ªs, Estocolmo y Tur¨ªn.
Para llevar a cabo el estudio, los expertos recopilaron diversos par¨¢metros socioecon¨®micos como la tasa de desempleo juvenil y la global, la tasa de envejecimiento, el ¨ªndice de fumadores, la densidad de poblaci¨®n, la criminalidad o el nivel de estudios de la poblaci¨®n, entre otros criterios, de los municipios que conforman las ¨¢reas metropolitanas de estas ciudades. Estos datos los cruzaron, a su vez, con los niveles de di¨®xido de nitr¨®geno de estas zonas. En el caso de Barcelona, se analizaron la informaci¨®n ambiental y socioecon¨®mica de 23 municipios metropolitanos; Atenas incluy¨® 40; Par¨ªs, 150.
¡°Para todas las ¨¢reas metropolitanas separamos los municipios en cuatro grupos en cada uno de los indicadores analizados. Y miramos si el grupo con el nivel m¨¢s alto de paro, por ejemplo, tiene m¨¢s concentraci¨®n de di¨®xido de nitr¨®geno, que los municipios que est¨¢n en el nivel m¨¢s bajo de tasa de paro¡±, explica Marc Mar¨ª-Dell'Olmo, investigador de la Agencia de Salud P¨²blica de Barcelona (ASPB) y uno de los autores del estudio. Luego, compararon los resultados globales de todas las metr¨®polis y encontraron que, en conjunto, las ¨¢reas situadas en el escal¨®n m¨¢s alto en funci¨®n del desempleo ¡ªcon las tasas de paro m¨¢s elevadas¡ª ten¨ªan un 15,8% m¨¢s de exposici¨®n a di¨®xido de nitr¨®geno que aquellos municipios con niveles de desempleo m¨¢s bajo. En esta l¨ªnea, las zonas de rentas familiares m¨¢s bajas mostraban casi un 5% m¨¢s de contaminaci¨®n que las ¨¢reas de altos ingresos. La densidad de poblaci¨®n fue uno de los par¨¢metros m¨¢s significativos, pues las zonas metropolitanas m¨¢s pobladas ten¨ªan hasta un 48,7% m¨¢s de poluci¨®n que las menos pobladas.
Mar¨ª-Dell'Olmo se?ala que los datos son ¡°representativos de las ¨¢reas metropolitanas¡± pero admite limitaciones en el estudio. ¡°La potencia del estudio est¨¢ en reunir muchas ¨¢reas metropolitanas, pero tenemos que tener en cuenta que estamos trabajando con ¨¢reas. No podemos individualizar. Y adem¨¢s, algunas ¨¢reas son muy grandes y otras muy peque?as. Algunas tienen un mill¨®n de habitantes y otras 10.000. As¨ª que en las grandes puede que no se vean las diferencias o las heterogeneidades porque todo se concentra dentro del mismo valor¡±, matiza. Otra de las limitaciones es que las ¨¢reas metropolitanas parten de una realidad socioecon¨®mica distinta y no son comparables entre s¨ª. De esta forma, por ejemplo, los niveles de desempleo en Barcelona oscilan entre el 16,9% (lo m¨ªnimo) y el 36,6% (m¨¢ximo). Estocolmo, en cambio, juega con cifras entre el 1,4% y el 9,9%, cualquiera de ellas muy por debajo de los mejores ¨ªndices de Barcelona.
En esto coindice B¨¦n¨¦dicte Jacquemin, investigadora de ISGlobal, un centro impulsado por La Caixa. Ella tambi¨¦n ha estudiado el fen¨®meno de la desigualdad ambiental. En su investigaci¨®n, publicada en 2017 en la revista Environment International, se concluy¨® que el nivel socioecon¨®mico no necesariamente est¨¢ ligado a una mayor exposici¨®n a la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica. ¡°Aqu¨ª las ¨¢reas son muy grandes. En nuestro estudio lo hicimos a escala geogr¨¢fica m¨¢s peque?a y con informaci¨®n individual. Mir¨¢bamos para cada participante su exposici¨®n ambiental y sus datos socioecon¨®micos y tambi¨¦n el nivel socioecon¨®mico contextual. A nivel micro esta diferencia no es tan clara¡±, justifica la investigadora. Con todo, Jacquemin apunta que en su estudio, cuando se miraban los datos socioecon¨®micos de contexto (no los particulares de cada individuo) tambi¨¦n se ve¨ªa ¡°una tendencia¡± a que las personas que viv¨ªan en zonas m¨¢s desfavorecidas estuvieran m¨¢s expuestas a la contaminaci¨®n.
La investigadora de ISGlobal se?ala que en Europa no hay muchos estudios que comparen estos elementos y las metodolog¨ªas empleadas, en cualquier caso, son muy diferentes. ¡°En Estados Unidos s¨ª que se hicieron, pero los resultados depend¨ªan de las ciudades que se ten¨ªan en cuenta. En ciudades at¨ªpicas como San Francisco o Nueva York no se encontraban estas asociaciones¡±, apunta. Jacquemin defiende que parte de estas desigualdades no responden solo a elementos socioecon¨®micos, sino tambi¨¦n a ¡°la organizaci¨®n de las ciudades¡±.
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