¡°La crisis de la escuela es la crisis de la democracia¡±
El pedagogo estadounidense Henry Giroux reclama una reforma del sistema educativo para que el pensamiento cr¨ªtico impregne todas las asignaturas
Henry Giroux (Providence, 1943), uno de los acad¨¦micos m¨¢s reconocidos en Canad¨¢ y uno de los impulsores de la llamada pedagog¨ªa cr¨ªtica, tiene un discurso radical sobre los fallos del sistema educativo. ?l no habla de los resultados de las pruebas PISA ¡ªque miden el conocimiento en ciencias, matem¨¢ticas y comprensi¨®n lectora de los alumnos de 15 a?os en los pa¨ªses de la OCDE¡ª. De hecho, cree que las pruebas estandarizadas son una estrategia de la derecha para desviar la atenci¨®n del "verdadero" problema de la educaci¨®n: no fomentar el pensamiento cr¨ªtico para crear ciudadanos "conformistas" que no reclamen nada a las administraciones.
Afincado en Toronto, Giroux es conocido por sus publicaciones conjuntas con Paulo Freire, uno de los pedagogos de referencia del siglo XX?por su teor¨ªa de la pedagog¨ªa del oprimido, donde propone la rebeli¨®n de los m¨¢s desfavorecidos a trav¨¦s del acceso a la educaci¨®n. Giroux, investigador en la McMaster University de Ontario, fue incluido en la obra?Fifty Modern Thinkers on Education: From Piaget to the Present (Routledge, 2002), que nombra a los 50 pensadores que m¨¢s han contribuido al debate educativo en el siglo XX.
Giroux, que acaba de publicar el libro?La guerra del neoliberalismo contra la educaci¨®n superior (Herder), critica que las universidades est¨¢n siendo atacadas con recortes continuos en su financiaci¨®n, especialmente los departamentos de humanidades, para que dejen de ser centros de pensamiento. La semana pasada, tras dar una conferencia?en el Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona, atendi¨® a este diario.?
Pregunta. ?Qu¨¦ es la pedagog¨ªa cr¨ªtica?
Respuesta. No es un m¨¦todo que se pueda aplicar en los colegios. Es una revisi¨®n del tipo de escuela que queremos. Es un intento por reconocer que la educaci¨®n es siempre pol¨ªtica y el tipo de pedagog¨ªa que se usa tiene mucho que ver con la cultura, la autoridad y el poder. La historia que contamos o el futuro que imaginamos se refleja en los contenidos que ense?amos. La pedagog¨ªa tal y como est¨¢ planteada ataca en lugar de educar. Es un sistema opresivo basado en el castigo y en la memorizaci¨®n, que persigue el conformismo. Hay que desarrollar otros m¨¦todos que formen alumnos capaces de desafiar las pr¨¢cticas antidemocr¨¢ticas en el futuro.?
P.?Desde hace unos a?os, ha habido una ola de innovaci¨®n educativa que ha transformado muchos colegios. ?No cree que est¨¦n cumpliendo esa funci¨®n?
R. Las escuelas est¨¢n siendo atacadas, especialmente desde Gobiernos fascistas y de derechas. En Brasil, Bolsonaro ha animado a los estudiantes a denunciar a los profesores de izquierdas de un supuesto adoctrinamiento y quiere eliminar todas las referencias a Paulo Freire de los temarios. Acaba de anunciar un recorte en las carreras de humanidades como filosof¨ªa y sociolog¨ªa para priorizar profesiones que "generen un retorno al contribuyente". La crisis de la escuela es la crisis de la democracia. Los gobiernos de derechas no quieren que la gente piense y la educaci¨®n tiene un papel central en la lucha contra las narrativas t¨®xicas y el surgimiento de ideolog¨ªas ligadas a la supremac¨ªa blanca.?
Los ex¨¢menes forman parte de un discurso de opresi¨®n, son una forma de disciplinar a los alumnos
P. ?C¨®mo se puede aterrizar el cambio que propone? ?Cree que los partidos de izquierda s¨ª est¨¢n a la altura?
R. Primero el inter¨¦s tiene que venir de la calle, de la comunidad de vecinos y de los propios profesores. El poder se tiene que tomar la educaci¨®n en serio. La izquierda es muy est¨²pida en lo que se refiere a la educaci¨®n. No se dan cuenta de la importancia que tiene. En Estados Unidos, Obama replic¨® el programa de los republicanos, el teaching for the test (focalizar la ense?anza en la superaci¨®n de ex¨¢menes estandarizados).?Los ex¨¢menes forman parte de un discurso de opresi¨®n, son una forma de disciplinar a estudiantes y a profesores y restan imaginaci¨®n a los alumnos. Se tiene que potenciar el di¨¢logo, la construcci¨®n de identidades y c¨®mo encajar a los otros, por ejemplo, a la minor¨ªas.?
P. ?Cu¨¢l es el peligro de los ex¨¢menes?
R.?Son una estrategia para hacer ciudadanos menos cr¨ªticos. A los profesores se les ha dicho que no son intelectuales, que son tecn¨®cratas y que est¨¢n ah¨ª para medir el conocimiento de los alumnos, que lo que importa son los ex¨¢menes. Parece que la evaluaci¨®n es el centro del sistema educativo. Pero la funci¨®n de la escuela deber¨ªa ser conseguir crear ciudadanos tolerantes, con capacidad de di¨¢logo. El colegio es el lugar donde se crean las identidades. ?Qui¨¦n quieres ser? Cuando el profesor y los contenidos son incuestionables, est¨¢n inculcando una forma autoritaria de entender la sociedad. Silenciar las dudas sobre lo que viene dado desde arriba.?La derecha sabe tomar ventaja de eso.
P. Canad¨¢ es un ejemplo de inclusi¨®n en las aulas. ?Cree que es un referente?
R. Canad¨¢ tiene un sistema muy progresista, pero tampoco se salva. En Ontario el nuevo primer ministro, Doug Ford, del partido conservador, ha suprimido las clases de educaci¨®n sexual y ha obligado a volver al plan de 1990. Quiere centrar el sistema en educar para el trabajo. Los gobiernos transforman la educaci¨®n en algo que no deber¨ªa ser.??
Las universidades cada vez funcionan m¨¢s como empresas. Los estudiantes se han convertido en clientes
P. ?No cree que las escuelas deben preparar a los alumnos para las habilidades que pide el mercado de trabajo? Van a encontrar un terreno muy competitivo.
R. No les tienen que preparar para el trabajo que tendr¨¢n en el futuro, sino para el tipo de sociedad en la que quieren vivir. Te ofrezco las habilidades digitales para que trabajes en Google o en Facebook, pero vivir¨¢s en una sociedad fascista e intolerante. Eso no vale. Hay que priorizar que aprendan a ser ciudadanos informados cuando hay partidos de extrema derecha que est¨¢n ascendiendo al poder.
P.?Le podr¨ªan acusar de tener una visi¨®n demasiado ut¨®pica.
R. Sobrevivir no es solo encontrar el trabajo adecuado, es reclamar un buen sistema p¨²blico de salud o el derecho a una vivienda digna. El sistema escolar, basado en la competitividad entre iguales y en la idea de ganadores y perdedores, ense?a a creer que cuando tienes un problema la culpa es tuya. Que los problemas son individuales. Las personas no pueden trasladar los problemas personales a carencias del sistema. As¨ª surgen individuos alienados que se culpan a s¨ª mismos de su situaci¨®n desgraciada. "No hice lo suficiente en el colegio, por eso me va mal", piensan, en lugar de mirar al estado del bienestar, ver si se est¨¢ desmantelando.?Hay que ense?ar a luchar y a exigir a la administraci¨®n que cumpla sus obligaciones.
P. En su ¨²ltimo libro hace una cr¨ªtica muy dura al trato que dan los Gobiernos a las universidades.
R.?Trump ha amenazado con retirar fondos federales de universidades que cree que est¨¢n copadas por liberales e izquierdistas y?ha propuesto reducir el presupuesto educativo en 7.000 millones en 2020. El 70% de los profesores de educaci¨®n superior en Estados Unidos tienen contratos a media jornada.Eso afecta a su libertad de expresi¨®n, piensan que si hablan pueden ser despedidos. Tienen miedo de movilizarse contra la administraci¨®n. La universidad deber¨ªa ser un espacio para el di¨¢logo. Las universidades cada vez funcionan m¨¢s como empresas, no contratan intelectuales para liderarlas, sino CEOs. Los estudiantes se han convertido en clientes. La gente joven es un valor en el que merece la pena invertir, una inversi¨®n a largo plazo. Pero los pol¨ªticos, tanto de izquierdas como de derechas, solo buscan resultados a corto plazo.
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