El 30% de los universitarios no encuentra trabajo cuatro a?os despu¨¦s de graduarse
Espa?a es uno de los pa¨ªses de la UE donde m¨¢s titulados superiores tienen empleos poco cualificados
Tener un t¨ªtulo universitario en Espa?a no es, ni mucho menos, garant¨ªa de una vida resuelta. En 2018, el 27,7% de los titulados (de un total de 233.626) que finalizaron sus estudios en 2014 no ten¨ªa empleo. As¨ª se desprende del informe?Inserci¨®n laboral de los egresados universitarios presentado hoy por el Ministerio de Ciencia, Innovaci¨®n y Universidades. A ese dato se suma otro igualmente alarmante: Espa?a es uno de los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea donde los licenciados desempe?an en mayor medida trabajos de baja cualificaci¨®n, un?37,1% frente al?23,2% de media europea, seg¨²n datos del informe de la Fundaci¨®n CYD de 2017.
"Los est¨¢ndares de calidad educativa son altos y los programas acad¨¦micos muy parecidos, lo que demuestra que ah¨ª no est¨¢ el problema: la formaci¨®n con la que salen los alumnos espa?oles de la universidad es muy similar a la del resto de Europa", se?ala Francisco Michavila, consejero de Educaci¨®n de Espa?a ante la OCDE. En su opini¨®n, la gran diferencia est¨¢ en el mercado laboral, "muy distorsionado" en el caso espa?ol. "Un informe europeo de hace 15 a?os [el proyecto Reflex,?The Flexible Professional in de Knowledge Society] ya lo se?alaba, las empresas grandes se comportan de forma parecida, pero hay muchas peque?as y medianas que no tienen capacidad para investigar o innovar y eso se traduce en trabajos menos ajustados a la formaci¨®n universitaria. Los mejores se quedan en las empresas potentes, el resto hace de todo", asegura Michavila, hasta 2017 director de la c¨¢tedra Unesco de Gesti¨®n Universitaria.?
El informe del ministerio, en el que se han analizado los datos de inserci¨®n laboral?de los egresados universitarios del curso 2013-2014 durante los cuatro a?os posteriores a la finalizaci¨®n de sus estudios, muestra que el 72,3% de ellos estaba dado de alta en la Seguridad Social en 2018 y que, de esos, solo el 9% en r¨¦gimen de aut¨®nomos. La tasa de afiliaci¨®n aumenta seg¨²n transcurren los a?os despu¨¦s de terminar los estudios. Del 47% del primer a?o, se pasa al 72,3% del cuarto. Entre los egresados, el 72% de los que consiguieron un contrato fueron hombres y el?71,9% mujeres.
Los campos con menor empleabilidad son Bellas Artes (50,5% de afiliados despu¨¦s de cuatro a?os), Otras lenguas extranjeras (50,8%), Lenguas modernas y aplicadas (54,2%), Historia del Arte (55,2%), Historia (55,6%), Derecho (55,8%), Filosof¨ªa (56,1%), Traducci¨®n e Interpretaci¨®n (56,5%), Humanidades (58,3%) y Criminolog¨ªa (59,1%). Al contrario, los de empleabilidad m¨¢s alta son Medicina (91%), ?ptica y optometr¨ªa (90,2%), Podolog¨ªa (88,9%), Ingenier¨ªa el¨¦ctrica (85%), Inform¨¢tica (84,6%), Logopedia (84,5%), Ingenier¨ªa mec¨¢nica (84,1%), Farmacia (84,1%), Ingenier¨ªa electr¨®nica industrial y autom¨¢tica (83,8%) e Ingenier¨ªa agraria y agroalimentaria (83,7%).
El informe no analiza la situaci¨®n personal del 27,7% que no encontr¨® empleo, pero se?ala que "cada vez es m¨¢s frecuente" que al finalizar los grados se inicien estudios de m¨¢ster y que eso "podr¨ªa explicar que los primeros a?os el n¨²mero de altas laborales sea menor". Tampoco se contabiliza cu¨¢ntos trabajan en el extranjero.
Mar¨ªa, que prefiere no dar su nombre real, tiene 28 a?os y vive en Madrid. Hace cinco que acab¨® sus estudios en Publicidad y Relaciones P¨²blicas y ahora est¨¢ en el paro, pero por decisi¨®n propia. "Encaden¨¦ trabajos precarios, de falsa aut¨®noma, y cuando por fin consegu¨ª mi primer contrato me di cuenta de que no quer¨ªa vivir enfadada, con horarios imposibles y sin casi poder de decisi¨®n. Mi creatividad estaba estancada". Por eso, decidi¨® dejar su empleo y preparar oposiciones. "Soy joven y tengo la suerte y los recursos econ¨®micos para poder decidir un futuro mejor. No todos los que no trabajamos es porque no encontramos, algunos preferimos seguir estudiando", cuenta.?
M¨¢s trabajo para Ingenier¨ªa y Arquitectura
Por ramas de especializaci¨®n, las tasas de afiliaci¨®n a la Seguridad Social en 2018 fueron del 77,7% en los grados de Ingenier¨ªa y Arquitectura, del 76,8% en Ciencias de la Salud, del 71,5% en Ciencias Sociales y Jur¨ªdicas, del 68,6% en Ciencias y del 57% en Artes y Humanidades. Sobre el tipo de contratos, en 2018 el 51,3% fueron indefinidos y el 48,3% temporales. La mayor temporalidad se dio en Ciencias de la Salud (un 67%) y la menor en Ingenier¨ªa y Arquitectura,?con un 67,2% de contratos indefinidos.?
El secretario general de Universidades, Jos¨¦ Manuel Pingarr¨®n, cree que este informe sirve para que los estudiantes conozcan la empleabilidad de cada grado, pero no para tomar decisiones sobre cierre de carreras. "Eso hay que estudiarlo con calma. No sabemos qu¨¦ empleos se demandar¨¢n dentro de 15 a?os y, sobre todo, la Universidad no solo debe formar trabajadores sino ciudadanos con conciencia cr¨ªtica. Si solo se tuviese en cuenta la empleabilidad desaparecer¨ªan grados", sostiene Pingarr¨®n.
"Hay una serie de t¨®picos que hay que desterrar, como que el estudiante tiene que ser buen¨ªsimo en Matem¨¢ticas y F¨ªsica para hacer una Ingenier¨ªa (donde hay m¨¢s contratos). No es as¨ª. Hay que hacer la campa?a en la secundaria", indica Michavila.
En una d¨¦cada (2008-2018) las?carreras t¨¦cnicas han perdido 74.000 alumnos en Espa?a. "Las empresas no paran de?demandar egresados cualificados y se da la tormenta perfecta: bajan las vocaciones cuando m¨¢s se necesitan¡±, opina?Francisco Mora, rector de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia. Para paliar esa situaci¨®n,?su universidad tiene una escuela de verano en la que se imparten talleres de arquitectura, rob¨®tica o f¨ªsica a 1.800 ni?os de tres a 14 a?os con la intenci¨®n de despertar vocaciones tecnol¨®gicas y cient¨ªficas.
¡°En el caso de las ni?as, creemos que hay un margen de mejora en los porcentajes de graduadas en ingenier¨ªas¡±, apunta?Nekane Balluerka, rectora de la Universidad del Pa¨ªs Vasco. Este a?o celebran un campus?para ni?os de 14 a?os en ?lava y Gipuzkoa para despertar vocaciones, convencidos de que con 16 a?os ya tienen una decisi¨®n tomada sobre lo que quieren estudiar y es demasiado tarde.
Menos y peores contratos para ellas
Es la segunda edici¨®n del informe (la primera es de 2015), con datos cruzados de universidades y la vida laboral de los afiliados a la Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, por primera vez se han desagregado los datos por sexo. En el curso 2017-2018, de los 1,2 millones de estudiantes universitarios espa?oles, el 55,1% eran mujeres. Ese mismo curso se graduaron m¨¢s de 290.000 alumnos, de los cuales el 57,9% eran mujeres. Adem¨¢s de ser mayor¨ªa, ellas tambi¨¦n obtuvieron mejores notas en todas las ramas de conocimiento (Ciencias Sociales, Ingenier¨ªa, Artes y Humanidades y Ciencias de la Salud), excepto en Ciencias. Sin embargo, los datos se?alan que cuatro a?os despu¨¦s de graduarse, ellas obtuvieron menos contratos indefinidos que ellos (un 46% frente a un 58,9%) y un sueldo medio inferior: 24.445 euros anuales frente a los 27.000 de ellos.
"Las carreras con m¨¢s empleabilidad, las STEM [Ciencias, Tecnolog¨ªa, Ingenier¨ªas y Matem¨¢ticas], son a las que menos optan las mujeres. Ah¨ª empieza una brecha que luego se convertir¨¢ en salarial. Ellos est¨¢n en los ¨¢mbitos donde hay m¨¢s trabajo y mejor pagado, por eso es tan importante que desde primaria y secundaria se les cambie el estereotipo. No puede haber ¨¢mbitos feminizados y otros masculinizados", indica Eva Alc¨®n, rectora de la Universidad Jaume I de Castell¨®n y primera delegada de igualdad de la conferencia de rectores (CRUE).
Otro punto a analizar es qui¨¦n contrata, qui¨¦n se encarga de la selecci¨®n de candidatos en las empresas, a?ade Alc¨®n. "La percepci¨®n cultural no se cambia de la noche a la ma?ana. La sociedad es mucho m¨¢s consciente, pero eso no significa que la soluci¨®n sea a corto plazo". Cuando los estudios de Inform¨¢tica pasaron a llamarse Ingenier¨ªa Inform¨¢tica cayeron las matriculaciones femeninas en toda Espa?a. ¡°La palabra ingenier¨ªa provoca miedo¡±, se preocupa Francisco Mora, rector de la Polit¨¦cnica de Valencia. De hecho en su grado Dise?o y Tecnolog¨ªas Creativas tienen muchas m¨¢s alumnas que en el de Ingenier¨ªa Inform¨¢tica.?
Balluerka, del Pa¨ªs Vasco, cree que son las empresas las que tienen que tomar medidas para frenar la disparidad en las condiciones de trabajo por g¨¦nero. "Lo que determina la brecha es que las mujeres tienen en mayor medida contratos a tiempo parcial. Con la nueva ley que obliga a que los hombres se cojan la baja de paternidad esas cosas se ir¨¢n regulando, pero las empresas tienen un papel muy importante". En el Pa¨ªs Vasco la diferencia de inmersi¨®n laboral entre hombres y mujeres no es significativa. El 83% de quienes se graduaron en el 2014-2015 de media est¨¢ trabajando. "Diferentes investigaciones cient¨ªficas han demostrado que si mandas el mismo curr¨ªculum con nombre de mujer las posibilidades de que te contraten son menores. El sesgo de g¨¦nero es clar¨ªsimo", critica.
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