Un concejal brasile?o se inspira en EE UU y se suma a la ofensiva para dificultar el aborto legal
Fernando Holiday presenta en S?o Paulo un proyecto que ¡°constri?e¡± y ¡°tortura¡± psicol¨®gicamente a las mujeres v¨ªctimas de violaci¨®n, seg¨²n activistas y especialistas
Brasil permite que las mujeres aborten en tres situaciones muy espec¨ªficas: cuando el embarazo es producto de una violaci¨®n, cuando peligra la vida de la mujer o cuando el feto es anencef¨¢lico. En cualquier otro supuesto, la interrupci¨®n se considera un delito y las penas llegan hasta tres a?os de c¨¢rcel para la gestante y de cuatro para el m¨¦dico. Para un creciente n¨²mero de pol¨ªticos conservadores, esos derechos constitucionales son excesivos y deben restringirse. Animados por la ola que llev¨® al presidente Jair Bolsonaro al poder, congresistas de varias religiones, principalmente cat¨®licos y evang¨¦licos, seducen con proyectos para limitar los derechos de las mujeres y utilizan el tema del aborto para movilizar a sus bases, en un movimiento que llega ahora a la C¨¢mara de los Concejales de S?o Paulo. Inspirado en el endurecimiento de las leyes sobre el aborto en algunas regiones de Estados Unidos, como Alabama, el concejal Fernando Holiday, miembro del conservador Movimiento Brasil Libre (MBL) y afiliado al partido Dem¨®cratas, ha propuesto un proyecto de ley que determina una serie de requerimientos para que las mujeres ¡ªsobre todo las que han sido violadas¡ª puedan interrumpir voluntariamente el embarazo en la sanidad p¨²blica municipal.
El proyecto de Holiday, que incluye exigencias consideradas inconstitucionales por los especialistas, ha provocado inmediatamente las quejas no solo de activistas proaborto, sino tambi¨¦n de especialistas en sanidad p¨²blica y psicolog¨ªa. Tal ha sido la cantidad de cr¨ªticas, incluso de la derecha, que el concejal del MBL ahora promete, en una entrevista para EL PA?S, que modificar¨¢ parte del texto. ¡°El proyecto se inspir¨® en la legislaci¨®n de algunos estados norteamericanos, principalmente el de Alabama. Pero tambi¨¦n en pa¨ªses que permiten el aborto en casos m¨¢s amplios, como Alemania, donde las mujeres reciben asesoramiento sobre las implicaciones del procedimiento¡±, justific¨® el concejal. ¡°Es una mezcla de lo que sucede internacionalmente y el intento de adaptarlo a S?o Paulo¡±, continu¨®.
Holiday, fruto de un movimiento de matriz liberal que dio un giro a la derecha con relaci¨®n a las costumbres para ampliar su electorado, sabe que el tema es un reclamo en Brasil, incluso en los medios y en las redes: seg¨²n una encuesta divulgada en enero por el Instituto Datafolha, el 41% de la poblaci¨®n est¨¢ en contra del aborto en cualquier circunstancia. En el Congreso, el frente parlamentario antiabortista consta de 200 nombres y, como mostr¨® el reportaje de la Agencia Patr¨ªcia Galv?o publicado por EL PA?S en mayo, goza de un amplio apoyo aunque tambi¨¦n presi¨®n, incluso por parte de empresas y juristas. En el Senado, se ha resucitado la propuesta de enmienda constitucional, ya conocida como PEC de la Vida, que pretende restringir el aborto como nunca. Con este movimiento, intentan anticiparse al Supremo Tribunal Federal, que, en las pr¨®ximas semanas, puede decidir sobre la interrupci¨®n del embarazo hasta la duod¨¦cima semana de gestaci¨®n. En la C¨¢mara de los Diputados, un proyecto de ley que dificulta el acceso a la pastilla del d¨ªa despu¨¦s en los ambulatorios ya est¨¢ listo para que se vote en sesi¨®n plenaria.
Adem¨¢s, los ultraconservadores del Partido Social Liberal de Bolsonaro, la segunda mayor bancada de la C¨¢mara, tambi¨¦n hacen sus experimentos con el tema para ver la reacci¨®n de la opini¨®n p¨²blica. El diputado federal M¨¢rcio Labre, del partido del presidente, present¨® un proyecto de ley que proh¨ªbe el aborto menos en el caso de que la salud de la madre corra peligro, reduciendo las conquistas ya alcanzadas. El mismo diputado present¨® otro texto que clasificaba anticonceptivos como el DIU, la minip¨ªldora y la p¨ªldora del d¨ªa despu¨¦s como ¡°microabortivos¡± y prohib¨ªa su comercializaci¨®n y distribuci¨®n en la sanidad p¨²blica. La repercusi¨®n negativa provoc¨® que retirara el proyecto.
Los efectos del proyecto
¡°Los derechos de las mujeres se utilizan como moneda de cambio. Hay un movimiento global, pero tambi¨¦n los hay locales, de grupos conservadores o populistas. El tema cabe en diferentes agendas¡±, dice la antrop¨®loga y profesora Debora Diniz, una de las principales defensoras de la descriminalizaci¨®n del aborto en el pa¨ªs. En el caso de Estados Unidos, Alabama ha aprobado una de las leyes m¨¢s restrictivas del aborto, aunque la Suprema Corte entienda que es un derecho constitucional. ¡°Es la estrategia del lawfare, la guerra de leyes. La idea es que se recurra la decisi¨®n y el caso llegue al Supremo, que actualmente tiene una mayor¨ªa conservadora, justo antes de las elecciones presidenciales¡±, explica Diniz.
La antrop¨®loga no cree que la medida de Holiday se apruebe en la C¨¢mara de S?o Paulo, pero cree que existe riesgo de ¡°infundir el p¨¢nico, haciendo que muchas mujeres tengan miedo de que se les denuncie u hospitalice¡± en un pa¨ªs que registra m¨¢s de 1.300 casos de violaci¨®n al d¨ªa. El impacto potencial no es trivial: un estudio de la ONG Art¨ªculo 19 muestra que, de los 176 hospitales p¨²blicos brasile?os, solo 76 (el 43%) dicen que realizan abortos en los casos previstos por la ley. Tal situaci¨®n ha llevado al Ministerio P¨²blico Federal y a la Asociaci¨®n Brasile?a de Agencias de Publicidad a realizar la campa?a ¡°Ley del Minuto Despu¨¦s¡± para explicar los derechos de las v¨ªctimas de violencia sexual. ¡°La informaci¨®n sobre el aborto legal es irrisoria, muchas mujeres no saben que tienen el derecho de hacerlo. Ning¨²n Gobierno brasile?o ha avanzado en este tema, ya sea de izquierda o de derecha¡±, afirma Paula de Souza, abogada de oficio del N¨²cleo Especializado de Promoci¨®n y Defensa de los Derechos de la Mujer (NUDEM) de S?o Paulo.
En su entrevista para EL PA?S, Holiday ha garantizado que ha entendido las cr¨ªticas y har¨¢ cambios sustanciales en el texto. Entre ellos, el de no tener que pasar por determinados procedimientos antes de abortar. ¡°Tras las cr¨ªticas en la prensa e incluso hablando con mujeres, me di cuenta de que esa reflexi¨®n no puede ocasionar un sufrimiento mayor a las mujeres¡±, a?adi¨®. Todav¨ªa no se ha presentado el nuevo texto.
El proyecto de Holiday se ha considerado, en su mayor¨ªa, problem¨¢tico. Est¨¢ el art¨ªculo que determina que el municipio exigir¨¢ una autorizaci¨®n para que se practique la interrupci¨®n del embarazo, que la Fiscal¨ªa General del Municipio, si lo cree conveniente, podr¨¢ recurrir. Diniz afirma que este procedimiento ¡°no est¨¢ previsto en la norma t¨¦cnica del Ministerio de Justicia o de Sanidad, un contrasentido legal ya que no se comete ning¨²n delito¡±. Adem¨¢s, clasifica ese itinerario jur¨ªdico como una ¡°tortura psicol¨®gica¡± y alerta que puede exceder el tiempo en que la interrupci¨®n del embarazo puede realizarse.
El concejal garantiza que sustituir¨¢ la obligaci¨®n de tener una autorizaci¨®n por la de haber realizado la denuncia de la violaci¨®n. ¡°Es lo m¨ªnimo que podr¨ªa exig¨ªrsele a alguien que ha sido violada¡±, afirma, aunque no exista esa exigencia por ley. Incluso con ese cambio, la abogada de oficio Paula de Souza, no est¨¢ de acuerdo con la posici¨®n del concejal. ¡°El Ministerio de Sanidad dice expresamente en su norma t¨¦cnica que la denuncia en una comisar¨ªa no tiene que ser una exigencia. ?Por qu¨¦ la palabra de una mujer tiene que ser validada por otro ¨®rgano?¡±, cuestiona. Adem¨¢s, al denunciar la violaci¨®n, se abre autom¨¢ticamente un proceso judicial. ¡°Las mujeres tienen derecho a no querer emprender una causa criminal. Los agresores est¨¢n dentro de casa, principalmente cuando hablamos de adolescentes. Crear esa exigencia puede hacer que esas mujeres se callen, por miedo¡±, a?ade Souza.
El proyecto de ley determina que, una vez se tenga la autorizaci¨®n, la mujer debe, en el plazo de 15 d¨ªas, someterse a ¡°un asesoramiento psicol¨®gico para disuadirla de la idea de abortar¡±; ¡°un asesoramiento psicosocial que le explique la posibilidad de dar al ni?o en adopci¨®n, en lugar de abortar¡±, ¡°pruebas de imagen y sonido que demuestren que el feto tiene ¨®rganos vitales, funciones vitales y pulso¡±; y ¡°una demostraci¨®n de las t¨¦cnicas abortivas, con explicaciones sobre la destrucci¨®n, el troceado y la succi¨®n del feto, as¨ª como la reacci¨®n del feto a tales medidas¡±.
Souza alerta que una intervenci¨®n obligatoria con el objetivo de convencer es ¡°contraria al c¨®digo de ¨¦tica de la profesi¨®n¡± y legitima una violencia practicada por parte del Estado.
Otro art¨ªculo considerado problem¨¢tico es el que prev¨¦ la hospitalizaci¨®n psiqui¨¢trica en caso de que en la consulta m¨¦dica se detecte ¡°un embarazo en que las condiciones sociales y psicol¨®gicas de la gestante indiquen una propensi¨®n al aborto ilegal¡±. El concejal garantiza que se refer¨ªa a mujeres drogodependientes y sintechos que, bajo la influencia de sustancias, quieran abortar y, al imped¨ªrselo los profesionales de la sanidad p¨²blica, lo hagan ilegalmente. Tambi¨¦n asegura que el nuevo texto del proyecto especificar¨¢ estos puntos. Sin embargo, Souza destaca que este art¨ªculo tambi¨¦n ¡°viola un c¨®digo de ¨¦tica de la medicina que determina la confidencialidad entre el paciente y su m¨¦dico, que no debe transmitir informaci¨®n sobre ¨¦l a ning¨²n otro ¨®rgano¡±, y adem¨¢s ¡°criminaliza a los drogodependientes¡± y a las personas socialmente vulnerables. Diniz tambi¨¦n destaca un ¡°marcador de clase important¨ªsimo¡±: al ser un proyecto municipal, afecta sobre todo ¡°a las mujeres m¨¢s vulnerables y pobres que dependen de la sanidad p¨²blica¡±.
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