Holanda se prepara para afrontar el trauma y los peligros de ¡®los ni?os del ISIS¡¯
Hay unos 200 menores de padres con lazos holandeses en Siria y Turqu¨ªa. El Gobierno no los repatria de forma activa pero ha preparado planes de acogida y terapias
Unos 3.000 menores de familias originarias de unos 43 pa¨ªses y afines al Estado Isl¨¢mico (ISIS), viven en malas condiciones en campos de refugiados abiertos al noreste de Siria, seg¨²n c¨¢lculos de Unicef. Unos 200 hijos de padre o madre nacidos en Holanda, o bien residentes de larga duraci¨®n, est¨¢n en suelo sirio y en Turqu¨ªa. Casi tres de cada cuatro vinieron al mundo en los dos ¨²ltimos lugares, y m¨¢s de la mitad no ha cumplido a¨²n los cuatro a?os de edad, indican los servicios secretos holandeses (AIVD). La repatriaci¨®n de los ni?os del ISIS divide a los Gobiernos europeos.? El holand¨¦s no los retorna de forma activa. Sin embargo, el Consejo para la Protecci¨®n del Menor, dependiente del Ministerio de Justicia y Seguridad, ha elaborado ya un centenar de planes de regreso y est¨¢ en contacto con los abuelos y otros parientes cercanos de estos peque?os para facilitar su integraci¨®n si vuelven.
La iniciativa del retorno est¨¢ en manos de los padres que permanecen en Siria y Turqu¨ªa. Ellos deben ponerse en contacto con la embajada holandesa para pedir el viaje de vuelta, y luego se eval¨²a su situaci¨®n y se hacen pruebas de ADN para ver si los hijos que les acompa?an son suyos. ¡°Hemos visto que la mayor¨ªa de los que se sumaron a ISIS hablan con sus familiares en Holanda, ya sea a trav¨¦s de Skype o por tel¨¦fono. En esos casos, animamos a los abuelos de aqu¨ª a que se muestren ante sus nietos para que les reconozcan si retornan. Los adultos que siguieron al ISIS saben que investigamos su situaci¨®n. Al mismo tiempo, todas las instancias de la cadena oficial dedicada al menor est¨¢n en contacto para atenderles si regresan, y efectuar el seguimiento de las terapias que necesiten. Se prev¨¦ instalar a los m¨¢s peque?os con sus parientes, o bien en hogares de acogida¡±, dice Richard Bakker, portavoz del Consejo para la Protecci¨®n del Menor. Si bien la ayuda prestada estar¨¢ en manos de las autoridades locales, se pedir¨¢ consejo externo, desde psic¨®logos infantiles a expertos en traumas, islamismo o procesos de radicalizaci¨®n.
Aunque el trauma de la guerra sufrido por un menor no es nuevo, y menos en Europa, el precedente de los ni?os del ISIS es escaso. Concurre aqu¨ª un factor de riesgo a?adido ¡°para la seguridad nacional¡±, esgrimido por Justicia: a partir de los nueve a?os, han podido recibir instrucci¨®n militar y pueden saber usar armas. A los padres les espera el ingreso en una c¨¢rcel y las investigaciones necesarias para averiguar si participaron en actos terroristas, y tambi¨¦n si est¨¢n capacitados para ocuparse de su prole sin adoctrinarlos. Los menores solo pueden ser internados en Holanda en centros adecuados a partir de los 12 a?os, donde ser¨¢n atendidos.
Situaci¨®n diferente cuando vienen con las madres
La situaci¨®n var¨ªa si regresan solo con sus madres De momento, el Gobierno asume que ellas viajaron voluntariamente a territorios controlados por ISIS, y deben ser investigadas para ver qu¨¦ hicieron. Los lactantes permanecen con ellas en c¨¢rceles apropiadas, pero si no est¨¢n enfermos o tienen otras necesidades especiales, la separaci¨®n inicial es inevitable por las sospechas de terrorismo que pesan sobre las mujeres. Sin embargo, Margrite Kalverboer, defensora del Menor sostiene que ¡°cada caso y cada ni?o debe ser estudiado por separado¡±. Por eso ha pedido que una comisi¨®n independiente investigue sus necesidades ¡°uno por uno a la hora del retorno¡±. El titular de Justicia, Ferdinand Grapperhaus, le ha contestado que no es el momento porque ir en su busca es muy peligroso.
¡°Hay experiencias con los problemas padecidos por los hijos de los holandeses que se sumaron a los nazis durante la II Guerra Mundial, y luego tenemos los tratamientos para los ni?os soldados africanos. Lo esencial es que estos menores del ISIS no sean separados de sus madres una vez en Holanda, sino que los detengan con ellas. Han pasado por un gran trauma all¨ª, y si les quitan a la madre aqu¨ª ser¨ªa a?adir otro da?o despu¨¦s de una experiencia terrible. Es lo que el psicoanalista Hans Keilson llam¨® traumatizaci¨®n secuencial [o trauma psicosocial del Holocausto, que cifra la posibilidad de una vida satisfactoria en el apoyo y seguridad recibidos despu¨¦s en el hogar adoptivo]¡±, asegura Akke Veerman, psic¨®loga cl¨ªnica y psicoanal¨ªtica infantil.
¡°Aunque es verdad que los ni?os m¨¢s mayores pueden haber manejado armas, y la sensaci¨®n de inseguridad que ello produce es comprensible, el tratamiento que reciban debe ense?arles a diferenciar entre lo que hacen y lo que piensan. Los ni?os tienen que saber que puedes querer o pensar en cosas horribles, pero no traducirlo en hechos reales. El trauma conlleva una quiebra que deriva en ver a la gente solo como buena o mala, y esa es una base para el terrorismo. Dejarlos en Siria supondr¨ªa perder una generaci¨®n. En un campo de refugiados, sin gu¨ªa y en p¨¦simas condiciones, hay peligro de que se radicalicen y lo vean todo blanco o negro, bien o mal. Hay que investigar si los padres, o bien las madres, est¨¢n capacitados para la cercan¨ªa y el afecto. De no ser as¨ª, hay que tratarlos a ellos tambi¨¦n y buscar otras posibilidades. Un ni?o est¨¢ en desarrollo constante y es m¨¢s f¨¢cil favorecer un cambio positivo, que evite el af¨¢n de venganza, en un buen ambiente¡±, dice. A continuaci¨®n, a?ade que de una pesadilla se puede salir con ayuda. ¡°Si se puede hablar, hay futuro¡±.
Sin dar cifras concretas, el Consejo para la Protecci¨®n del Menor indica que ¡°han vuelto ya algunos ni?os con sus madres, y tambi¨¦n han sido repatriados dos hu¨¦rfanos, de dos y cuatro a?os¡±. Ambos aterrizaron a principios de junio en el curso de una operaci¨®n liderada por el Ejecutivo franc¨¦s, que recogi¨® en Siria a otra decena de ni?os con un nexo galo. El ministro Grapperhaus explic¨® al Congreso que los dos peque?os estaban sin tutela parental, y no se les considera un peligro por su edad. En marzo de 2019, Geert Cappelaere, director regional para Oriente Medio y el Norte de ?frica, de Unicef, pidi¨® que ¡°no se estigmatice como terroristas a los ni?os que crecieron en el autoproclamado califato del grupo Estado Isl¨¢mico¡±. ¡°No se puede ignorar el destino de estos hijos de yihadistas, porque el mensaje de que son indeseables va en aumento. No son terroristas y merecen una infancia y una oportunidad¡±, declar¨®, en una conferencia de prensa en Beirut.
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