¡°La gente no se vacuna hasta que no tiene miedo a la enfermedad¡±
El epidemi¨®logo del Hospital Cl¨ªnic asegura que es ¡°sorprendente¡± el avance del sarampi¨®n
Los casos de sarampi¨®n se triplican desde al a?o pasado, seg¨²n los datos provisionales publicados hoy por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud. La enfermedad v¨ªrica ya se hab¨ªa eliminado en el continente americano y en gran parte de Europa, pero ahora est¨¢ en aumento en todo el mundo. El epidemi¨®logo Antoni Trilla (Barcelona, 1956), jefe de Medicina Preventiva en el Hospital Cl¨ªnic e investigador en el Instituto de Salud Global de Barcelona, un centro impulsado por La Caixa, considera los nuevos datos una clara se?al de alarma.
Pregunta. ?Se esperaba esta incidencia del sarampi¨®n en la primera mitad de 2019?
Respuesta. No me sorprende que haya habido un aumento, pero s¨ª la magnitud del incremento. Todos pens¨¢bamos que el sarampi¨®n ya ten¨ªa muy mala pinta el a?o pasado, y que quiz¨¢s este a?o llegar¨ªamos al doble de casos. Pero nos encontramos con el triple de casos, y sabemos que en la Organizaci¨®n Mundial de la Salud son muy prudentes con estos datos provisionales.
P. Uno de los principales problemas es de distribuci¨®n y acceso a la vacuna. ?Este problema existe en los pa¨ªses desarrollados?
R. Francia e Italia son dos pa¨ªses con un nivel sanitario tremendo y, sin embargo, siguen arrastrando problemas con el sarampi¨®n. ?Tienen acceso a la vacuna? S¨ª. ?La dan gratuitamente en los sistemas sanitarios p¨²blicos? S¨ª. No es una barrera de accesibilidad. Una parte peque?a de la gente decide, en base a informaci¨®n inconsistente, no vacunar. Es triste porque aqu¨ª no podemos aducir que tengamos un desastre de sanidad como en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo. La gente no se vacuna hasta que no tiene miedo a la enfermedad.
P. ?Deber¨ªan ser obligatorias las vacunas?
R. No es la soluci¨®n, la soluci¨®n es intentar convencer a la gente. Necesitamos buenas t¨¦cnicas para transmitir el mensaje, tenemos un claro problema de comunicaci¨®n. Sin embargo, yo dir¨ªa que se puede obligar en situaciones de riesgo para la salud p¨²blica muy bien contrastadas, me parecen bien estas medidas. En Espa?a, por ejemplo, tenemos un nivel muy bueno de cobertura vacunal: m¨¢s vale seguir insistiendo en comunicaci¨®n, porque aqu¨ª, obligar para ara?ar un par de puntos porcentuales puede ser incluso contraproducente. Algunos pa¨ªses tienen f¨®rmulas muy originales, como retirar subvenciones a las familias que no vacunan a sus hijos.
P. Seg¨²n la OMS, la incidencia del sarampi¨®n puede aumentar aunque ascienda la cobertura vacunal, debido a la inequidad. ?C¨®mo funciona este fen¨®meno?
R. En algunos pa¨ªses o regiones, por las razones que sea, la cobertura vacunal no es uniforme, no llega al conjunto. En pa¨ªses que entran en conflicto, o que tienen una crisis gubernamental, a veces se dan peque?as bolsas o zonas enteras donde la cobertura vacunal no es buena y favorece los brotes de enfermedad. Tambi¨¦n puede ser gente n¨®mada, o pueden ser comunidades que rechazan la vacuna por motivos religiosos, como los jud¨ªos ortodoxos de Nueva York.
P. ?Es realista el objetivo internacional de eliminar el sarampi¨®n en 2020?
R. Claramente, no. Ojal¨¢ me equivoque, pero no creo. Desgraciadamente, vamos para atr¨¢s en lugar de avanzar en la eliminaci¨®n del sarampi¨®n: est¨¢bamos m¨¢s cerca de lograr ese objetivo que ahora. Cualquier campa?a va a tardar a?os.
P. ?C¨®mo cree que avanzar¨¢ el sarampi¨®n en el futuro, entonces?
R. Nos lo hemos de tomar muy en serio. La eliminaci¨®n del sarampi¨®n es un trabajo muy complejo, pero se puede alcanzar. La OMS cita el ejemplo de Madagascar: reconocen que despu¨¦s de la epidemia el pa¨ªs ha implantado un programa de emergencia de vacunaci¨®n y, con ayuda de la comunidad internacional, est¨¢ controlando la situaci¨®n. Es un mal ejemplo por el brote que ha sufrido pero un buen ejemplo por el control de ese brote. Cada sistema sanitario debe hacer esfuerzos para llegar a su nivel m¨¢s alto de cobertura, porque, si no, vamos a caer como piezas de domin¨®.
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