Los secretos de Gema, ¡°una chica sin miedo a vivir¡±

Una foto de un latigazo en la pierna con el cable del tel¨¦fono, otra de la marca del pomo de la puerta clavado en los ri?ones, o la huella en la piel de un golpe con el tel¨¦fono m¨®vil en el costado... Un whatsapp a un amigo que dice: ¡°Estoy harta, he llegado a casa y est¨¢ otra vez tirado y borracho¡±. Y otro: ¡°Ha vuelto a gastarse todo el dinero en las tragaperras¡±. Y uno m¨¢s: ¡°Ha vuelto a pegarme¡±... Son algunos de los mensajes que Gema Villalba Ruiz, de 22 a?os, mand¨® a algunas de sus amistades a lo largo de su noviazgo con Florian R., de 27, con quien mantuvo una relaci¨®n de aproximadamente un a?o y medio en Mannheim, una ciudad del suroeste alem¨¢n, adonde la joven de Fuenlabrada (Madrid) se fue en octubre de 2015: ¡°Me fui a ser feliz, no s¨¦ cuando vuelvo¡±, escrib¨ªa entonces en su Facebook. Su red social est¨¢ repleta de publicaciones de rechazo a la violencia contra las mujeres y a las desigualdades de g¨¦nero.

Gema fue hallada cosida a pu?aladas el pasado 17 de agosto en el apartamento que comparti¨® con Florian cuando estaban juntos. ?l, alem¨¢n de origen liban¨¦s, se tir¨® por el balc¨®n de ese quinto piso en el barrio de Neuhofer cuando los polic¨ªas llamaron a su puerta. La chica llevaba muerta un d¨ªa y medio, seg¨²n fuentes pr¨®ximas a la investigaci¨®n. ?l permanece ¡°muy grave, con riesgo de muerte¡± ¡ªseg¨²n fuentes policiales alemanas¡ª en un hospital de Mannheim, sin que los agentes hayan podido a¨²n tomarle declaraci¨®n.

Pero antes de todo eso, y de que todos esos mensajes y fotograf¨ªas rebotadas recalaran en el tel¨¦fono de un familiar de Gema y se descubrieran los secretos mejor guardados de la joven, ocurrieron muchas cosas.

La tarde del 16 de agosto, unas horas antes de que su ya exnovio (desde hac¨ªa un mes) la esperara en el apartamento que compartieron ¡°con la excusa de que fuese a recoger sus cosas o se las tirar¨ªa¡±, Gema tomaba caf¨¦ con su amiga Macarena, otra espa?ola que hab¨ªa conocido en Alemania y con quien hab¨ªa compartido los vaivenes de una relaci¨®n que comenz¨® en un gimnasio y que se fue tornando cada vez m¨¢s violenta.

Alguna vez Macarena hab¨ªa llegado a retirarle incluso la palabra a su amiga ¡°porque no le hac¨ªa caso y no dejaba a ese chico que le hac¨ªa la vida imposible¡±. ¡°La oblig¨® a salirse de Instagram¡±, ¡°la insult¨® por llevar ropa escotada¡± y ¡°cuando lo denunci¨® por malos tratos ante la polic¨ªa, la convenci¨® de retirar la denuncia porque ¨¦l le dijo que ten¨ªa antecedentes penales y que pod¨ªan meterlo en la c¨¢rcel, y a ella le dio pena¡±, relatan sus familiares.

Pero aquel d¨ªa estaban las dos juntas muy felices. Gema, por fin, lo hab¨ªa dejado y se hab¨ªa ido a vivir a una habitaci¨®n en un apartamento compartido; su jefa en Zara, la tienda de ropa en la que trabajaba a media jornada, le hab¨ªa ofrecido incluso que se fuera a su casa mientras le buscaban un puesto en un establecimiento de la marca en otra ciudad y se distanciaba del hombre que la acosaba. ¡°La llamaba decenas de veces al d¨ªa desde tel¨¦fonos diferentes para que no lo identificara¡±, cuentan sus familiares. Gema, que ya se hab¨ªa sacado el t¨ªtulo de Alem¨¢n C-1 y quer¨ªa ser traductora, acababa de ser admitida en la Universidad de Heidelberg.

Comentaban contentas las dos amigas que hac¨ªa cuatro d¨ªas que Florian no daba se?ales de vida. Pero esa tarde lo hizo con insistencia: ¡°Si vas a estar tranquilo, ir¨¦ a por mis cosas; si no, ir¨¦ con la polic¨ªa¡±, le advirti¨® Gema, ante la urgencia de sus llamadas. Macarena quiso acompa?arla, pero ella le dijo que no, que ¡°en una hora o as¨ª¡± estar¨ªa de vuelta. No regres¨®, pero su amiga pens¨® que ¡°se habr¨ªan arreglado de nuevo¡±. Sin embargo, la falta de noticias y el hecho de que no respondiese a sus llamadas le empez¨® a inquietar m¨¢s y m¨¢s al d¨ªa siguiente. Y ya por la tarde del s¨¢bado llam¨® y urgi¨® a la polic¨ªa, que en otras ocasiones anteriores hab¨ªa acudido a esa direcci¨®n por trifulcas entre la pareja, a que fuese de nuevo.

¡°Gema no pudo defenderse, la atac¨® en la habitaci¨®n, tiene al menos una profunda lesi¨®n en el cuello y heridas de defensa en los brazos¡±, se?alaba un familiar. ?l, en cambio, ten¨ªa la ropa impoluta, sin manchas de sangre de ella, lo que hace sospechar a los investigadores que se cambi¨® y que pod¨ªa estar pensando en huir de all¨ª.

¡°Apenas nos han dejado estar con ella en el tanatorio dos horas, son muy estrictos aqu¨ª, nos han echado pr¨¢cticamente, pero al menos la hemos visto¡±, se lamentaba un familiar. Han ido a buscarla a Alemania su madre, Carmen, y sus t¨ªas, Mar y Asun, que tanto la advirtieron, que tanto la aconsejaron: ¡°Nos ten¨ªa en vilo, la ¨²ltima vez que la vimos fue en mayo¡±, cuando estuvo en La Carolina (Ja¨¦n), el pueblo natal de su familia materna.

Las tres han estado arropadas en todo momento por una legi¨®n de amigas y amigos all¨ª en Mannheim. ¡°Macarena y Alba ¡ªmuy cercanas a Gema¡ª han sido nuestros ojos, nuestros o¨ªdos y nuestra voz aqu¨ª, para llevar a cabo todos los complejos tr¨¢mites burocr¨¢ticos¡±, contaban. ¡°Las compa?eras de Zara nos han facilitado mucho las cosas para la repatriaci¨®n de sus restos¡±, explicaban. Alexander, su primer novio alem¨¢n, y su familia, ¡°se han volcado en atenciones¡±, dec¨ªan.

No ha habido presencia de ninguna autoridad espa?ola, que ellas sepan. Para lo ¨²nico que se han dirigido a la embajada es para ver si le facilitan el viaje de vuelta a Lola, la gata de Gema. ¡°La adoraba, se la qued¨® ¨¦l, y la chantajeaba con ella, pero como no la cuidaba finalmente se la dio a una vecina¡±, cuentan.

Si todo va bien, viajar¨¢n de regreso a Espa?a este domingo las cinco. Gema, la joven ¡°positiva, alegre, simp¨¢tica, lista, trabajadora¡±, ¡°una chica sin miedo a vivir¡±, que se fue valientemente a hacer su vida a Alemania lejos de otros fuertes ruidos familiares, volver¨¢ en una urna, hecha cenizas. ¡°Yo no quiero que me entierren, me da miedo¡±, le escribi¨® casualmente d¨ªas antes de los hechos a un amigo. ¡°Que planten mis cenizas junto a un ¨¢rbol para seguir creciendo y dando vida¡±.