El fin del celibato, la revoluci¨®n cat¨®lica que se inicia en la Amazonia
El Papa convoca a los obispos de la regi¨®n y a expertos para debatir este octubre en Roma sobre la ordenaci¨®n de curas casados y c¨®mo proteger el ecosistema y a sus moradores
Ninguno de ellos tiene aspecto de revolucionario, pero s¨ª vocaci¨®n. Son parejas felizmente casadas a las que sus hijos han hecho abuelos. Una maestra jubilada ind¨ªgena piratapuia, Mar¨ªa Ana Albuquerque, que durante a?os viaj¨® en lancha a aisladas aldeas de la Amazonia brasile?a para dar catequesis y llevar la comuni¨®n a feligreses que solo ven al cura de a?o en a?o o, en el mejor de los casos, cada varios meses. Fieles entregados como Denis Gama da Silva, 41 a?os, ind¨ªgena tucano, padre de familia, que se gana la vida como guarda de seguridad y hace una d¨¦cada asume infinidad de tareas eclesi¨¢sticas e incluso, cuando no hay sacerdote, oficiar lo m¨¢s cercano a una misa que las normas le permiten. O Socorro Oliveira, de 54 a?os, casada con un di¨¢cono permanente, lo m¨¢s similar a un cura cat¨®lico. La principal diferencia es que ¨¦l no puede dar la eucarist¨ªa, la extremaunci¨®n ni confesar. Todos gozan de la confianza de sus obispos y de sus comunidades pero reclaman al Vaticano que vaya m¨¢s all¨¢.
Los cat¨®licos de la Amazonia han logrado que el Vaticano debata oficialmente una propuesta para ordenar a hombres casados como sacerdotes; y a mujeres como di¨¢conas. Recogieron el guante del Papa cuando convoc¨® a sus obispos a un s¨ªnodo y les pidi¨® propuestas ¡°valientes e innovadoras¡± para proteger la naturaleza y a los moradores de este territorio inmenso, de parroquia dispersa, falto de curas y de vocaciones, y terreno f¨¦rtil para los evang¨¦licos. La cita es este octubre en el s¨ªnodo de la Amazonia, que se celebra a 9.000 kil¨®metros de aqu¨ª, en Roma.
Si Francisco bendice la propuesta, ser¨ªa un paso con potencial revolucionario porque significar¨ªa el fin del monopolio del celibato adoptado hace un milenio en la Iglesia cat¨®lica, apost¨®lica y romana. El s¨ªnodo, en el que el Pont¨ªfice y los obispos amaz¨®nicos tambi¨¦n debatir¨¢n sobre c¨®mo proteger a las poblaciones nativas y este riqu¨ªsimo conjunto de ecosistemas, tiene tan ocupados como esperanzados a los cat¨®licos brasile?os. Las asambleas preparatorias se suceden hace meses. Una de las ¨²ltimas fue en Manaos, una de las ciudades m¨¢s peligrosas de Brasil, que sin embargo tiene un espectacular teatro de ¨®pera herencia del esplendor del caucho. Incrustada en un paisaje de tupida vegetaci¨®n y sinuosos r¨ªos, aqu¨ª las carreteras asfaltadas son una rareza y el ferrocarril, inexistente. Se viaja en barco.
Antes de partir para Roma, el obispo de S?o Gabriel da Cachoeira, Edson Dami¨¢n, de 71 a?os, detalla durante la reuni¨®n de Manaos a qui¨¦nes tiene en mente esta propuesta. ¡°Son esos l¨ªderes que est¨¢n al frente de comunidades aisladas, que celebran hace mucho tiempo la palabra, que transmiten la catequesis¡ Queremos que con la formaci¨®n debida puedan ser ordenados padres y que la eucarist¨ªa est¨¦ presente en vez de negarla como ahora¡±. El documento de trabajo del s¨ªnodo, fruto de un largo proceso asambleario en el que han participado 87.000 personas de los nueve pa¨ªses por los que se extiende la regi¨®n, precisa que esos nuevos curas deber¨ªan ser ¡°preferentemente ind¨ªgenas¡±, ¡°aunque tengan familia constituida¡±. Se trata de que los sacerdotes vivan con sus feligreses en las aldeas m¨¢s aisladas, donde ahora van en espor¨¢dicas y fugaces visitas.
No en todos los ritos cat¨®licos es sacrosanto el celibato. Ni lo fue siempre en la Iglesia de Roma. ¡°Ser¨ªa rescatar lo que funcion¨® durante 1.100 a?os¡±, dice por tel¨¦fono desde Cruzeiro do Sul, otra di¨®cesis amaz¨®nica, su obispo, Flavio Giovenale. Es m¨¢s, recalca este religioso nacido en Italia, solo dos o tres de las 23 ramas del catolicismo no tienen curas casados. A los maronitas de L¨ªbano o los coptos de Egipto el matrimonio no les aparta del sacerdocio. Subraya que tambi¨¦n hubo di¨¢conas. Fue siglos antes del descubrimiento de Am¨¦rica, adonde los misioneros cat¨®licos llegaron de la mano de los conquistadores en 1500. Lo primero que hicieron los portugueses al pisar lo que ser¨ªa Brasil fue celebrar misa.
El obispo Dami¨¢n deja claro que, de prosperar, los curas casados ser¨ªan solo para la Amazonia. Entre los jerarcas y fieles de la Iglesia de Brasil ¡ªla mayor del mundo aunque en declive, son el 62% de la poblaci¨®n¡ª nadie menciona que sus contrapartes alemanes ¡ªla Iglesia m¨¢s rica del mundo¡ª han decidido debatir sobre el celibato, la ordenaci¨®n de mujeres y la homosexualidad pese a la oposici¨®n vaticana.
La actual coyuntura ¡ªcon la emergencia clim¨¢tica en el centro de la agenda p¨²blica y un presidente ultraderechista en Brasil¡ª ha dado una relevancia pol¨ªtica inesperada al s¨ªnodo convocado en 2017 por este Papa ecologista para analizar c¨®mo preservar el bosque tropical, a sus habitantes y el catolicismo en un territorio donde las muy din¨¢micas iglesias evang¨¦licas e intereses econ¨®micos depredadores ¡ªadjetivo que repite la Iglesia¡ª avanzan veloces.
El presidente Jair Bolsonaro, que considera a la Iglesia cat¨®lica un peligro para la soberan¨ªa nacional, ha ordenado al espionaje interno que vigile sus actividades en la Amazonia. ¡°La Iglesia no es masoner¨ªa, no tenemos nada que esconder, que vengan a ver. Nos gustar¨ªa que todas las instituciones participaran de la defensa de los pueblos m¨¢s fr¨¢giles y de la Amazonia¡±, proclama Dami¨¢n. Muchos ind¨ªgenas brasile?os como Da Silva conf¨ªan en que el Papa interceda por ellos. ¡°Necesitamos que nos defienda porque nos est¨¢n quitando nuestros derechos y nuestras tierras. Y a las ONG les preocupa la naturaleza, no las personas que viven en ella¡±.
El marido de Oliveira, Afonso Brito, 54 a?os, fue uno de los primeros hombres casados ordenados di¨¢conos permanentes en la Amazonia. Suman 418 ahora. Ella le acompa?a desde el inicio. ¡°Es nuestro intento de poblar espacios donde no existe un padre oficial¡±, dice ¨¦l. Ambos hacen trabajo pastoral pero, como explica Oliveira, el Vaticano no los trata igual: ¡°Nos formamos juntos, pero a m¨ª no me impusieron las manos. Aunque el obispo dice que yo autom¨¢ticamente lo soy tambi¨¦n¡±, a?ade entre risas. Si Francisco aceptara ordenar di¨¢conas, poco cambiar¨ªa en la rutina de estas mujeres. Se trata de oficializar lo que ya hacen.
Como las vocaciones son insuficientes en esta tierra con numerosos obispos llegados de Europa hace d¨¦cadas, sumar a padres de familia y a mujeres se vislumbra como una soluci¨®n. ¡°Ser¨ªa un cambio muy necesario porque tenemos realidades muy desatendidas¡±, explica la soci¨®loga Marcia Oliveira desde Boa Vista, tambi¨¦n en la Amazonia brasile?a. ¡°La Iglesia ha perdido en 30 a?os la mitad de lo conquistado en 500 a?os de evangelizaci¨®n¡±, sostiene esta catedr¨¢tica que participar¨¢ en el s¨ªnodo como experta. ¡°O cambia sus m¨¦todos y legitima a las personas que acompa?an a los fieles o va a seguir perdiendo mucho espacio¡±, advierte.
Un obispo ind¨ªgena
El obispo Dami¨¢n sue?a con que su sucesor al frente de la di¨®cesis de S?o Gabriel da Cachoeira, en la frontera con Colombia, sea ind¨ªgena. Es lo que corresponde, dice, porque es una de las que tiene m¨¢s proporci¨®n de fieles nativos. Seis de ellos, cada uno de una etnia, asistieron con ¨¦l a la reuni¨®n con otros religiosos, laicos y obispos en Manaos. Recorrer los 800 kil¨®metros que separan ambas ciudades lleva entre dos y cuatro d¨ªas en barco. Depende de si uno toma el r¨¢pido o el barato. Los privilegiados pueden llegar en avioneta. Gracias a esa lejan¨ªa, es de las que mejor ha resistido el embate de las ¨¢giles iglesias evang¨¦licas.
Aunque el presidente Bolsonaro fue bautizado en la fe cat¨®lica como buen descendiente de italianos y sigue fiel al Vaticano, ha forjado una estrecha alianza pol¨ªtica con los principales l¨ªderes de las iglesias evang¨¦licas. Su hostilidad a la jerarqu¨ªa cat¨®lica es evidente desde la campa?a electoral. Los considera unos izquierdistas. El ultraderechista admiti¨® recientemente que la Agencia Brasile?a de Inteligencia (Abin) vigilaba los preparativos del s¨ªnodo porque el Gobierno es extremadamente sensible al asunto de la soberan¨ªa de la Amazonia y considera que el encuentro con el Papa ¡°tiene mucha influencia pol¨ªtica¡±. Los obispos son conscientes de esa desconfianza, que atribuyen a los enormes intereses econ¨®micos y pol¨ªticos que entra?a la cuesti¨®n, y por eso han celebrado varios encuentros con representantes de las Fuerzas Armadas. La agencia de inteligencia convoc¨® a los representantes de C¨¢ritas para que les explicaran de primera mano su trabajo. Nunca lo hab¨ªan hecho.
Pese a que los jerarcas cat¨®licos no mencionan a los evang¨¦licos, la Iglesia es perfectamente consciente de la eficacia con la que estas nuevas iglesias de inspiraci¨®n estadounidense entran en las comunidades ind¨ªgenas. En un abrir y cerrar de ojos, forman y env¨ªan un pastor, una pastora o un matrimonio de pastores que se queda a vivir entre los fieles. Y ah¨ª est¨¢n con la parroquia en las alegr¨ªas y en las penas. Cosa que no ocurre con los cat¨®licos, que pueden contar con sus sacerdotes para celebrar sus bodas y bautizos pero no en los peores momentos, cuando enferman o afrontan la muerte.
La Asamblea de Dios, la m¨¢s poderosa de las iglesias evang¨¦licas de Brasil, naci¨® en la Amazonia en 1911. Pero existen cultos enfocados exclusivamente en los ind¨ªgenas como la Misi¨®n Nuevas Tribus de Brasil, que ha creado m¨¢s de cien iglesias lideradas por miembros que pertenecen a 44 de las m¨¢s de 300 etnias de Brasil, seg¨²n su p¨¢gina web.
Gerardo Trinidade, 31 a?os, es una rareza entre los curas brasile?os porque es ind¨ªgena. Es un baniwa. Ordenado hace un a?o, se ocupa de 17 comunidades rodeadas de aldeas donde los evang¨¦licos son mayor¨ªa. ¡°Solo las visito cuatro veces al a?o y son visitas con muchas prisas¡±, explica en Manaos. B¨¢sicamente llega, mantiene una reuni¨®n, echa un partidillo de f¨²tbol con los aldeanos, pone una pel¨ªcula, da una charla, celebra misa, administra la comuni¨®n¡ Tras hacer noche toma la lancha para la siguiente comunidad.
La ¨²ltima palabra es del argentino Jorge Bergoglio, el primer latinoamericano y jesuita en el papado. Hay mucho en juego dentro y fuera de la Amazonia. Al final de la ¨²ltima misa que reuni¨® a los participantes en el encuentro presinodal, los fieles de S?o Gabriel hicieron un ritual ind¨ªgena para proteger a sus obispos durante la misi¨®n al Vaticano.
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