Dos a?os de c¨¢rcel por intentar comprar un trozo de h¨ªgado para un trasplante
La Audiencia de Valencia sentencia a los acusados tras un pacto con la Fiscal¨ªa. Los condenados podr¨¢n eludir entrar en prisi¨®n
La Audiencia de Valencia ha condenado a cuatro hombres por un delito de facilitaci¨®n de trasplante ilegal de ¨®rganos humanos, al haber intentado comprar un trozo de un h¨ªgado a personas "especialmente vulnerables por su penuria econ¨®mica". Su oferta m¨¢s alta ascendi¨® a 40.000 euros.
Las penas son relativamente bajas para un delito que puede acarrear hasta 12 a?os de prisi¨®n. Los tres hombres que buscaron a los candidatos han sido condenados a dos a?os de c¨¢rcel, y el enfermo que precisaba el ¨®rgano y realiz¨® el encargo, un rico empresario liban¨¦s, solo a uno. El motivo es que la transacci¨®n, prohibida por la legislaci¨®n espa?ola y que hubiera entra?ado un grave riesgo para la salud de los donantes, no lleg¨® a concretarse. Aunque no por falta de acuerdo de las partes. Los dos hospitales espa?oles donde el aspirante a receptor intent¨® que se realizara la operaci¨®n lo rechazaron, al sospechar que no se trataba de una donaci¨®n altruista entre vivos, una f¨®rmula aceptada por la legislaci¨®n. Y tambi¨¦n porque los cuatro acusados han admitido los hechos en el marco de un pacto con la Fiscal¨ªa, lo que supone evitar el juicio y suele llevar aparejado una rebaja de la pena.
Se trata del segundo fallo de este tipo en Espa?a, despu¨¦s del que la Audiencia de Barcelona dict¨® en 2016. En aquel caso la pena se elev¨® a seis a?os de c¨¢rcel.
La nueva sentencia de la Secci¨®n Segunda de la Audiencia de Valencia establece que Hatem Akouche, un hombre de negocios liban¨¦s que sufr¨ªa una enfermedad hep¨¢tica y necesitaba un trasplante de h¨ªgado, pidi¨® en 2013 a varios familiares que viv¨ªan en Valencia que le ayudaran a encontrar un donante vivo. El sistema espa?ol de trasplantes no permite que un extranjero reciba un ¨®rgano extra¨ªdo a un cad¨¢ver, pero s¨ª puede recibirlo de un familiar o un allegado que se lo ceda de forma altruista.
Un acuerdo judicial ventajoso
A Hatem Akouche le fue trasplantado finalmente un trozo del h¨ªgado de su hijo. Ambos, junto a los otros dos condenados, fueron detenidos en enero de 2014 y poco despu¨¦s de quedar en libertad con cargos, volvieron a L¨ªbano. El ventajoso acuerdo que han suscrito este lunes con la Fiscal¨ªa estuvo condicionado por la posibilidad, deslizada por sus abogados, de que no se personar¨ªan en el juicio si se expon¨ªan a penas que implicaran ingresar en prisi¨®n. Conseguir su extradici¨®n desde L¨ªbano hubiera sido, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas, muy dif¨ªcil.
Uno de los sobrinos del acaudalado enfermo, Hassan Akouche, que era gerente de Intermarmor, una industria cer¨¢mica con sede en Novelda (Alicante), el hijo del enfermo, Ali Hatem Akouche, y un conocido suyo, el palestino Adel Al Baraka, buscaron candidatos entre "personas sin recursos", a quienes ofrecieron dinero, trabajo o ayudar a sus familiares. La mayor¨ªa de los candidatos estaban en Espa?a de forma irregular.
Ocho potenciales donantes llegaron a someterse a pruebas m¨¦dicas en la cl¨ªnica privada Quir¨®n de Valencia, para comprobar si sus h¨ªgados eran compatibles con el paciente hep¨¢tico. Se les realizaron anal¨ªticas, resonancias magn¨¦ticas y TAC abdominal. Las facturas sumaron 12.000 euros y fueron pagadas con una tarjeta de cr¨¦dito de la empresa de Novelda, Intermamor.
Prefer¨ªan a un hombre
La primera elegida fue una mujer que result¨® compatible con el trasplante y a la que ofrecieron 40.000 euros. Pero finalmente fue descartada porque, seg¨²n la sentencia, los condenados "hab¨ªan encontrado un var¨®n y lo prefer¨ªan". Al hombre en cuesti¨®n, de nacionalidad rumana, le ofrecieron darle trabajo en L¨ªbano y tambi¨¦n acept¨®. Pero tras superar las pruebas m¨¦dicas en la cl¨ªnica de Valencia fue rechazado por el comit¨¦ de ¨¦tica del Hospital Universitario de Pamplona, donde estaba ingresado el enfermo que esperaba el trasplante. Tampoco lleg¨® a obtener la autorizaci¨®n judicial, otro filtro que deben pasar las peticiones de trasplante entre vivos.
Los condenados lo intentaron con el mismo donante en el Hospital Cl¨ªnico de Barcelona, pero tampoco col¨®. Los m¨¦dicos no creyeron en su supuesto "car¨¢cter altruista", recelosos, seg¨²n el fallo, de que ambos hombres no pudieran comunicarse sin int¨¦rpretes en ninguna lengua ni hubieran acreditado "ning¨²n tipo de v¨ªnculo" personal.
Los autores confesos del delito previsto en el art¨ªculo 156 bis del C¨®digo Penal siguieron buscando entre los necesitados y contactaron con una mujer, refugiada, que, como su marido, estaba en paro. A cambio de una porci¨®n de su h¨ªgado, prometieron ayudarla a conseguir un empleo. La mujer acept¨®, pero las pruebas m¨¦dicas revelaron que estaba embarazada, lo que hizo inviable la operaci¨®n. Probaron despu¨¦s con un hombre, al que propusieron traer a sus hijos, palestinos, a Espa?a, que se ech¨® atr¨¢s. Y con otro, al que aseguraron que recibir¨ªa "un buen regalo", pero que, tras ser advertido por un m¨¦dico de los riesgos a los que se expon¨ªa, respondi¨® que no.
Hatem Akouche recibi¨® finalmente el ¨®rgano de su hijo. Ambos hab¨ªan descartado inicialmente tal posibilidad, que s¨ª es legal, porque, seg¨²n alegaron, en L¨ªbano los m¨¦dicos les hab¨ªan dicho que el h¨ªgado de Ali Hatem Akouche era demasiado "peque?o". Sus gestiones para adquirir el ¨®rgano hab¨ªan llegado para entonces a o¨ªdos de una ONG de Valencia, que avis¨® a la polic¨ªa. La investigaci¨®n, en la que particip¨® la Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes, llev¨® en enero de 2014 a la detenci¨®n de los cuatro hombres ahora condenados.
Los tres filtros para una donaci¨®n
Cuando una persona quiere donar un ¨®rgano a otra se inicia un sistema de tres filtros para asegurar que se trata de una acci¨®n voluntaria, altruista y libre de coacciones, ya sean econ¨®micas o de otro tipo, tal y como recoge la legislaci¨®n espa?ola. Seg¨²n Beatriz Dom¨ªnguez-Gil, directora de la Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes (ONT), "no existe otro pa¨ªs m¨¢s garantista".
El proceso de supervisi¨®n de trasplantes entre vivos comienza con la revisi¨®n de un m¨¦dico ajeno al caso que revisa si existe alguna contraindicaci¨®n o complicaci¨®n posible en la salud de los dos implicados. Es el primer filtro. Paralelamente, el comit¨¦ ¨¦tico del hospital realiza un informe psicosocial, se analiza la relaci¨®n entre donante y receptor y se hacen entrevistas a ambos si fuera necesario. El tercer paso, si el comit¨¦ ha dado el visto bueno, es ante un juez: el donante tiene que comparecer para ratificar que todo se ejecuta conforme a la ley y que no existen motivos econ¨®micos ni de otro tipo que no sean el altruismo para realizar la operaci¨®n.
Quiz¨¢s por este celo en el proceso, los intentos de fraude son infrecuentes. Cada a?o se realizan unos 300 trasplantes entre vivos, pero en la historia de la ONT solo ha abierto tres investigaciones: una que se sald¨® con una condena en 2016 en Barcelona; la causa que se acaba de sentenciar en Valencia y el caso del futbolista Eric Abidal, que est¨¢ a la espera de nuevas diligencias para confirmar si hubo irregularidades. Se reabri¨® tras unas escuchas entre el expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell y un interlocutor en la que hablaban de la compra ilegal de un h¨ªgado.
"En los dos casos que se han sentenciado a las v¨ªctimas [que no donantes, matiza] no se les lleg¨® a realizar la extracci¨®n del ¨®rgano; es una muestra de que el sistema funciona", subraya Dom¨ªnguez-Gil. La ONT se present¨® como acusaci¨®n particular en el caso de Valencia y fue apartada, pero su directora asegura que est¨¢n estudiando junto a la Abogac¨ªa del Estado recurrir la sentencia de solo dos a?os de prisi¨®n, escasa desde su punto de vista.
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