De ser padre a ¡°quedarse embarazado¡±
Varios solicitantes de las 16 semanas por paternidad en el Pa¨ªs Vasco empiezan a sufrir las discriminaciones que padecen las mujeres
Jos¨¦ Salas no le dec¨ªa a su mujer que empujara. Le rogaba lo contrario durante el parto de su tercera hija: ¡°Aguanta, Katerin, aguanta¡±. Faltaban unos minutos para el 1 de noviembre, y esos minutos pod¨ªan cambiar la vida de ambos durante las siguientes semanas. Si Sof¨ªa nac¨ªa el d¨ªa 1, su padre se convertir¨ªa en el primero de los 8.000 vascos que el Gobierno auton¨®mico estima que se acoger¨¢n cada a?o al permiso de 16 semanas por paternidad, algo que est¨¢ previsto en el resto de Espa?a para 2021. En su empresa no le pusieron ninguna pega a prolongar el permiso. A Antonio, nombre figurado, le sugirieron la pasada semana que si lo ped¨ªa no le garantizaban el puesto. "Es un avance en materia de igualdad porque hasta ahora los hombres dec¨ªan en la empresa que iban a ser padres y les daban la enhorabuena, pero ahora es como si dijeran que est¨¢n embarazados porque pueden solicitar el mismo tiempo al que tienen derecho las madres", explica la directora de la Federaci¨®n de Familias Numerosas de Euskadi, Hirukide, Natalia Diez-Caballero.
Sof¨ªa naci¨® un minuto despu¨¦s de la medianoche en la capital guipuzcoana y ese hecho convirti¨® al trabajador vasco de origen boliviano de 25 a?os, de Correos Express, en beneficiario de la nueva norma que suma ocho semanas de excedencia pagada por el Gobierno vasco por paternidad a las ocho iniciales de permiso que regula la administraci¨®n central y paga la Seguridad Social. ¡°Los minutos se hicieron eternos¡±, bromea Jos¨¦ Salas en su casa en San Sebasti¨¢n. Sab¨ªa que si nac¨ªa el d¨ªa que entraba en vigor el decreto del Gobierno vasco podr¨ªa disfrutar de cuatro meses remunerados para responsabilizarse de los cuidados de su hija, y hacer durante ese tiempo lo que hasta ahora asumen de forma mayoritaria las mujeres: los cuidados del beb¨¦, las revisiones m¨¦dicas, las visitas al pediatra, las vacunas, limpiar la casa, las comidas y esa larga lista que se suma al cuidado de los otros dos hijos que ya ten¨ªa. "Ahora empiezo a entender lo que mi mujer pas¨® despu¨¦s del nacimiento de mis otras dos hijas, lo que pasan todas las mujeres. Es muy injusto", reconoce.
Pero no solo se trataba de trabajo y de responsabilidad extra. Apenas han pasado unas semanas desde la aprobaci¨®n del decreto del Gobierno vasco y ya hay algunos hombres que empiezan a sufrir la discriminaci¨®n laboral y las presiones que las mujeres conocen desde hace d¨¦cadas. "No vas a pedir las 16 semanas, ?verdad? Sobra gente en el concesionario, y no te puedo garantizar nada", le dijeron la pasada semana a Antonio, nombre figurado de un comercial de automoci¨®n de Vitoria que prefiere mantenerse en el anonimato. Fue en el despacho del responsable de Recursos Humanos. Y no es el ¨²nico caso.
Otras dos personas consultadas por este peri¨®dico han manifestado que la respuesta empresarial a su anuncio de solicitar las 16 semanas no fue precisamente de buena acogida. Sin embargo, no quieren poner su nombre junto a la cr¨ªtica, pese a que uno de ellos lleva en plantilla con un contrato indefinido tres a?os. Est¨ªbaliz Montero, la responsable de la secretar¨ªa de Mujer en Comisiones Obreras del Pa¨ªs Vasco, explica que todav¨ªa no han recibido denuncias concretas, pero que estaban esperando esa respuesta de una parte del empresariado "porque es lo que nos ha pasado a nosotras toda la vida. Ahora toca que los hombres se metan, al menos un poco, en nuestra piel", explica. Si hasta ahora una pregunta reiterativa a la hora de contratar a una mujer era si iba a tener hijos, "ahora tambi¨¦n se lo van a preguntar al hombre", explica Montero.
Lo mismo sucede en los sindicatos UGT y LAB, que han desplegado sus antenas por todos los comit¨¦s de empresa para frenar ese tipo de actitudes. "Las denuncias llegar¨¢n a partir de febrero, cuando se empiecen a solicitar las segundas ocho semanas, las que tiene que pagar el Gobierno vasco y que empezar¨¢n a solicitarse ese mes", explican desde UGT. Ainhoa Etxaide, miembro de la Secretar¨ªa Feminista del sindicato LAB, cree que todav¨ªa es pronto para que haya denuncias, pero s¨ª han detectado que las empresas est¨¢n poniendo muchas pegas a los hombres que piden flexibilidad horaria para cuidar a sus hijos. "El mercado laboral no avanza hacia esa filosof¨ªa y la precariedad no ayuda para flexibilizar la organizaci¨®n del trabajo, pero las empresas se van a tener que acostumbrar", advierte.
Diez-Caballero reconoce el avance que supone la medida para la igualdad real entre hombres y mujeres, para avanzar en la corresponsabilidad en el cuidado de los peque?os y para fortalecer el v¨ªnculo del menor con ambos progenitores, pero cree que todav¨ªa hay algunos problemas que resolver. "La norma tambi¨¦n tiene algunas cuestiones t¨¦cnicas y limitaciones que hay que seguir trabajando para mejorar", explica.
La federaci¨®n de familias numerosas Hirukide consigui¨® que el Gobierno vasco eliminara como condici¨®n excluyente para acogerse a la excedencia que el solicitante tuviera una empleada de hogar, pero no logr¨® remover la declaraci¨®n jurada del padre solicitante de que su hijo no est¨¢ matriculado en ninguna guarder¨ªa. "Nos parece l¨®gica, pero quiz¨¢s se podr¨ªa ir un poco m¨¢s all¨¢ porque en este tipo de centros los ni?os necesitan dos semanas de adaptaci¨®n, y para eso necesitas tiempo, y con este esquema volvemos a lo mismo, cuando el ni?o o la ni?a empiecen, va a ser la madre la que va a tener que ir", lamenta Diez-Caballero. Pero hay otras. Si la madre no tiene un contrato de m¨¢s de media jornada el padre no puede acogerse a las 16 semanas, y algunas parejas se lo piensan porque la excedencia se paga ¡ªes competencia del Gobierno vasco¡ª al final del periodo, y hay parejas que no pueden esperar dos meses esos ingresos.
Durante las ocho primeras semanas, la Seguridad Social abona al trabajador el 100% de la base reguladora del sueldo ¡ªes decir sin dietas ni pluses¡ª, y las ocho siguientes las pagar¨¢ el Gobierno vasco en cantidad similar. El Ejecutivo estima que el coste en 2020 ser¨¢ de unos 20 millones de euros. Los aut¨®nomos pueden acogerse a la ampliaci¨®n de las ocho semanas siempre que contraten a un sustituto, como m¨ªnimo a media jornada. En los supuestos con discapacidad y familias monoparentales, el permiso se podr¨¢ extender a 17 y 24 semanas respectivamente.
"No cambio el permiso por nada", asegura Salas, que est¨¢ compartiendo las cuatro primeras semanas con su mujer. "Te das cuenta desde el primer d¨ªa del esfuerzo adicional que supone la corresponsabilidad", explica. A partir de las cuatro primeras semanas en las que los dos progenitores pueden coincidir los permisos y excedencias de ambos tienen que ser alternos, es decir, ya no pueden coincidir. La excedencia podr¨¢ disfrutarse en los 12 meses inmediatamente posteriores al nacimiento.
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