¡°Mi vida ¨ªntima con mi pareja nunca ha vuelto a ser la misma¡±
El hospital de Fuenlabrada caus¨® graves da?os en los genitales a un paciente al reutilizar un bistur¨ª el¨¦ctrico de un solo uso
¡°Estuve m¨¢s de nueve meses de baja, pero volv¨ª a dar clase. Las quemaduras eran muy dolorosas, pero con paciencia y calmantes sal¨ª adelante. Lo que ya nunca ha vuelto a ser lo mismo tras la operaci¨®n es la vida ¨ªntima con mi pareja. Ni la cirug¨ªa ni la terapia psicol¨®gica han conseguido que recuperemos nuestra actividad sexual¡±.
As¨ª resume Carlos, maestro de educaci¨®n primaria de 63 a?os que pide permanecer en el anonimato, el episodio que ha marcado su vida desde 2014, cuando una operaci¨®n en el hospital de Fuenlabrada le caus¨® graves quemaduras en los genitales que, entre otras secuelas, le han provocado un acortamiento y una curvatura anormal del pene.
Un peque?o tumor en la vejiga, que result¨® ser benigno, llev¨® a Carlos al quir¨®fano el 3 de septiembre de ese a?o. La operaci¨®n ten¨ªa que ser poco invasiva. Los bistur¨ªs el¨¦ctricos actualmente en uso permiten acceder por la uretra hasta los tejidos a extirpar, que son sometidos a corrientes de alta frecuencia. Pero en esta ocasi¨®n ¡°una transmisi¨®n inadecuada de la energ¨ªa¡± provoc¨® ¡°una quemadura que atravesando la uretra lleg¨® hasta la piel ventral del pene¡±, seg¨²n recoge una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).
La causa de los da?os fue un problema en el resector del bistur¨ª el¨¦ctrico, la parte del instrumental que se introduce por la uretra. Seg¨²n Olympus, fabricante del aparato, la pieza ¡°es de un solo uso y el hospital incumpli¨® la lex artis¡± al reutilizar la pieza en m¨¢s de un paciente. La lex artis es el conjunto de reglas t¨¦cnicas a que ha de ajustarse la actuaci¨®n de un profesional en el ejercicio de su arte u oficio, seg¨²n el diccionario jur¨ªdico de la RAE.
El centro, en un breve escrito aportado a la investigaci¨®n, admite este hecho: ¡°El Servicio de Urolog¨ªa ha observado la pr¨¢ctica habitual [de] examinar la integridad de las asas y sustituirlas en caso de defecto. El n¨²mero de usos no es precisable, ya que las condiciones de uso no siempre son superponibles y su resistencia al desgaste, muy variable¡±.
Un portavoz del hospital explica ahora que el centro sanitario ¡°ha adoptado todas las medidas para revisar los protocolos y procedimientos para evitar que este tipo de efectos adversos, inherentes a la pr¨¢ctica m¨¦dica, vuelvan a producirse¡±.
Tras salir del quir¨®fano, los m¨¦dicos explicaron a la familia de Carlos que ¡°la operaci¨®n hab¨ªa ido bien, pero que por un problema se hab¨ªa producido una peque?a quemadura del tama?o de una moneda de uno o dos c¨¦ntimos, que esperaban que tuviera buena evoluci¨®n¡±, recuerda el afectado.
Las complicaciones, sin embargo, fueron agrav¨¢ndose a medida que pasaban los d¨ªas. La quemadura creci¨® ¡°hasta superar los cuatro o cinco cent¨ªmetros¡±, Carlos dej¨® de orinar de forma natural, requiri¨® ¡°curas constantes¡± y ¡°tras seis meses de evoluci¨®n compleja y muy limitante¡± fue sometido a una segunda operaci¨®n, seg¨²n recoge la sentencia. El objetivo de esta intervenci¨®n fue acometer ¡°una reconstrucci¨®n del pene y la uretra¡±. En total, Carlos tuvo que llevar ¡°durante nueve meses una sonda vesical y una bolsa colectora de la orina¡±.
Todo ello, seg¨²n la demanda, ha provocado graves secuelas f¨ªsicas y psicol¨®gicas al paciente: ¡°Tiene evidentes alteraciones anat¨®micas y est¨¦ticas, con acortamiento e incurvaci¨®n peneana muy significativa como consecuencia de la lesi¨®n y la cirug¨ªa reconstructiva. Ello le condiciona las relaciones sexuales, menos satisfactorias para ¨¦l y su pareja, precisando adem¨¢s de medicaci¨®n para mantenerlas¡±, resume el texto al detallar estas y otras consecuencias de la intervenci¨®n.
Ante la gravedad de los da?os, la Consejer¨ªa de Sanidad de la Comunidad de Madrid acept¨® en 2017 indemnizar a Carlos con 138.081,82 euros y a su pareja con otros 6.000. Sanidad asumi¨® la responsabilidad patrimonial al considerar que las lesiones eran consecuencia directa de la deficiente asistencia m¨¦dica prestada a Carlos.
La familia recurri¨® al considerar que Sanidad valor¨® de forma insuficiente algunos da?os e ignor¨® otros. ¡°La consejer¨ªa cuantific¨® los da?os seg¨²n el baremo utilizado por las aseguradoras en accidentes de tr¨¢fico¡±, explica la abogada de la familia, Victoria Bl¨¢zquez. ¡°Esto es algo habitual, pero en casos como este no valora adecuadamente la magnitud de las secuelas psicol¨®gicas, entre otras consecuencias¡±, a?ade.
La Secci¨®n 10? de lo Contencioso-Administrativo del TSJM ha desestimado las pretensiones de la familia, que reclamaba aumentar la indemnizaci¨®n hasta los 327.000 euros. El tribunal considera, sin embargo, que la cantidad fijada por la Comunidad de Madrid se ajusta a derecho.
Segunda condena al hospital Rey Juan Carlos de M¨®stoles
El hospital Rey Juan Carlos de M¨®stoles ha sido condenado por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid a indemnizar con 350.000 euros a un paciente que sufri¨® graves quemaduras en el aparato urinario durante una intervenci¨®n de pr¨®stata tambi¨¦n con un bistur¨ª el¨¦ctrico.
Es la segunda condena que recibe el centro por este motivo, despu¨¦s de que un juzgado le obligara a principios de a?o a indemnizar a otro enfermo con 121.000 euros. Los dos afectados forman parte del grupo de cinco pacientes que a finales del a?o 2012 y principios de 2013 sufrieron graves da?os por el mal funcionamiento del bistur¨ª, de la marca Olympus, uno de cuyos pilotos no se activ¨® para alertar del fallo.
En este caso, compa?¨ªa y hospital se culpan mutuamente en los tribunales por lo ocurrido. Olympus alega que el centro hizo un uso deficiente del equipo, mientras el hospital cree que la m¨¢quina tiene un defecto de f¨¢brica. El tribunal, sin embargo, considera que el centro es en ¨²ltimo t¨¦rmino responsable de los da?os.
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