La obesidad duplica el riesgo de necesitar ventilaci¨®n en los afectados con covid

Los contagiados con covid-19 tienen el doble de probabilidades de necesitar ventilaci¨®n mec¨¢nica cuando padecen obesidad y el doble de riesgo de acabar hospitalizados si recibieron radioterapia por un c¨¢ncer en el ¨²ltimo a?o, seg¨²n los primeros y dispersos datos sobre empeoramiento de enfermos de coronavirus que van a apareciendo ¡ªtodos preliminares pero coherentes en su conjunto¡ª.

La Sociedad Espa?ola para el Estudio de la Obesidad (Seedo) ha elaborado un resumen de la evidencia cient¨ªfica publicada hasta ahora y la relaci¨®n es clara: las personas con sobrepeso u obesidad que se infectan por el coronavirus tienen peores ¨ªndices de supervivencia y una peor evoluci¨®n que el resto, comenta Francisco Tinahones, presidente de la sociedad.

La lupa est¨¢ puesta sobre esta cuesti¨®n desde el principio de la pandemia. Ya en China un primer trabajo calcul¨® que el 88% de los fallecidos por covid ten¨ªa un ¨ªndice de masa corporal (IMC, un valor que se obtiene dividiendo el peso de una persona tomada en kilos por el cuadrado de su altura en metro) mayor de 25, que se considera el l¨ªmite a partir del cual empieza el sobrepeso. Este porcentaje es superior a la media de personas con sobrepeso u obesidad en el pa¨ªs, que es de alrededor del 54% de la poblaci¨®n. Entre los supervivientes, el 91,1% estaba por debajo de ese valor.

Tambi¨¦n un estudio franc¨¦s, el m¨¢s relevante sobre el asunto hasta la fecha, seg¨²n Tinahones, ha determinado una relaci¨®n entre el sobrepeso y la obesidad con la necesidad de utilizar respiradores en personas con covid-19. Y el resultado fue que el 75% de quienes precisaron ese tratamiento, que se da ya cuando la neumon¨ªa por el coronavirus avanza y es grave, ten¨ªa sobrepeso u obesidad (en el conjunto de Francia lo tiene alrededor del 50% de la poblaci¨®n, seg¨²n los datos de la OCDE), y su necesidad de respiradores llegaba a duplicar al del conjunto de los afectados.

Tinahones cree que detr¨¢s de esta incidencia hay dos factores. El primero es de tipo f¨ªsico: la persona con obesidad respira peor, ya que su propio peso dificulta el funcionamiento de la musculatura que debe ayudar a los pulmones. Pero hay factor biol¨®gico que cree que hay que vigilar: las c¨¦lulas del tejido adiposo, lo que se conoce popularmente como la grasa del cuerpo, tienen sobreexpresada una prote¨ªna de su membrana, la ACE2, que se sabe que es la v¨ªa de entrada del coronavirus en las c¨¦lulas del sistema respiratorio que infecta. Por eso Tinahones cree que en personas con sobrepeso u obesas este tejido puede actuar de reservorio de la covid-19, haciendo m¨¢s dif¨ªcil que se elimine y m¨¢s f¨¢cil que las personas afectadas se mantengan como focos de contagio durante m¨¢s tiempo.

Relacionado con esto, Tinaones apunta a que una de las posibles causas de la diferencia de la infecci¨®n en Espa?a e Italia con respecto a Corea del Sur y China, por poner dos pa¨ªses con mucha menor letalidad, puede estar en la prevalencia de sobrepeso y obesidad. Por ejemplo, en Corea del Sur alrededor de un tercio de la poblaci¨®n tiene sobrepeso u obesidad, mientras que en Espa?a, seg¨²n los datos del Ministerio de Sanidad, est¨¢n afectados el 53% de los adultos (el porcentaje aumenta con la edad, y llega al 63% entre mayores de 65, que es cuando m¨¢s peligrosa es la covid-19).

Otras de las relaciones que empiezan a cuantificarse es el agravamiento de los infectados del virus por haber recibido quimioterapia o un stent (un muellecito que mantiene abiertas las arterias tras una insuficiencia cardiaca). La aseguradora Sanitas ha elaborado un curioso estudio en el que se comparan algunas condiciones de salud entre 675 de las casi 4.000 personas que han atendido por covid-19, seg¨²n explica el director m¨¦dico de la divisi¨®n de hospitales de la compa?¨ªa, Domingo Marzal. En concreto han medido la probabilidad de acabar ingresado de aquellos con alguna condici¨®n frente al conjunto de los pacientes que trataron, tomando datos de los mayores de 60 a?os. As¨ª han visto que haber recibido radioterapia multiplicaba por dos el riesgo; haberse implantado un stent en los ¨²ltimos 12 meses lo multiplicaba por cuatro y haberse sometido a una cirug¨ªa o terapia respiratoria lo hac¨ªa por cinco.

La metodolog¨ªa de este trabajo es un tanto peculiar. Por ejemplo, se toma el haber acudido a radioterapia como un indicador de que se tiene un c¨¢ncer, pero eso o quiere decir que sea ese tratamiento el que determina la evoluci¨®n de la infecci¨®n por covid-19, indica Marzal. Lo mismo suceder¨ªa, por ejemplo, con el implante de stents, que indica que ha habido un problema cardiovascular.

De hecho, la Sociedad Espa?ola de Oncolog¨ªa Radioter¨¢pica (SEOR), por ejemplo, est¨¢ haciendo un estudio para ver si dosis bajas de radiaci¨®n ayudan a eliminar el coronavirus.

Marzal admite que no se trata de un estudio en el sentido estricto, pero valora que la diferencia entre el porcentaje de afectados que acaban ingresados sin tener esos condicionantes y los que s¨ª es tan grande que confirma la relaci¨®n entre estas patolog¨ªas y la evoluci¨®n de la infecci¨®n por coronavirus, dando adem¨¢s una idea de que el efecto no es menor, sino muy importante.

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