El confinamiento fatal de Ver¨®nica, rociada con alcohol y prendida fuego

Desde el asiento de atr¨¢s del coche de su madre, camino al hospital, Ver¨®nica Soul¨¦ lleg¨® a musitar: ¡°Me quiere sacar a los chicos¡±. Estaba en shock y casi ni se mov¨ªa. Su cuerpo hab¨ªa sido rociado con alcohol y prendido fuego. Se hab¨ªa quemado en un 88%, informar¨ªa posteriormente el m¨¦dico. Una semana despu¨¦s de entrar en las urgencias, la mujer de 31 a?os muri¨® en un hospital en la ciudad argentina de Rosario. Su novio, un hombre de 32 a?os a quien la familia de ella y varios vecinos acusan de haberla golpeado durante a?os, est¨¢ bajo investigaci¨®n por el hecho. De momento contin¨²a en libertad, al cuidado de los dos hijos de la pareja, una ni?a de 12 a?os y un ni?o de nueve.

¡°Mi hermana no se fue, nos la sacaron¡±, solloza Andrea Soul¨¦, hermana de la v¨ªctima, al otro lado del tel¨¦fono. La medianoche del 17 de marzo los vecinos de Casas, un poblado de seis cuadras de largo por cuatro de ancho en la provincia de Santa Fe, llevaban un rato escuchando a Ver¨®nica y su pareja discutir. Hac¨ªa calor esa noche y una de las vecinas tomaba aire en el patio de su casa cuando oy¨® una explosi¨®n seguida de gritos. Graciela, la madre de Ver¨®nica, no escuch¨® nada, pero salt¨® de la cama como a la una de la madrugada cuando el novio de su hija irrumpi¨® en su casa mostrando sus manos y gritando: "Mire c¨®mo estoy por salvarle la vida a su hija¡±.

¡°?l lleg¨® a la casa de mi mam¨¢ diciendo que ella se hab¨ªa prendido fuego y que ¨¦l la hab¨ªa salvado, le preocupaba m¨¢s que le crey¨¦ramos, que la vida de mi hermana", recuerda Andrea. ¡°Entonces mi mam¨¢ y mi otra hermana salieron corriendo a buscarla¡±. Tras recorrer los 50 metros que separan una casa de la otra, la imagen que encontraron era desgarradora. La mujer yac¨ªa en el suelo del comedor de su casa sobre un charco de agua mezclada con cenizas. Ten¨ªa el cuerpo casi calcinado. "Ella se quem¨® y estuvo mucho rato ah¨ª. Ten¨ªa solamente una bombacha puesta, pero no estaba quemada, estaba impecable. ?l le hab¨ªa cambiado la ropa, porque las prendas quemadas estaban tiradas en el ba?o¡±, asegura. ¡°No sabemos cu¨¢nto tiempo pas¨® entre el momento en que la prendi¨® fuego y nos avis¨®¡±.

La madre y la hermana de la v¨ªctima la cargaron a un coche y la llevaron al hospital. La otra frase que Ver¨®nica pudo pronunciar en el veh¨ªculo fue: ¡°A Ca?ada no, por favor¡±. Ca?ada Rosqu¨ªn es el pueblo m¨¢s cercano a Casas con un servicio de emergencia, a unos 10 kil¨®metros, pero all¨ª viven los padres del novio. ¡°No quer¨ªa ir all¨¢ porque la familia de ¨¦l tiene mucha influencia¡±, explica la hermana. Para que se sintiera segura, la madre tuvo que hacer 40 kil¨®metros, hasta el pr¨®ximo pueblo con atenci¨®n sanitaria.

La pareja de Ver¨®nica no volvi¨® a aparecer hasta dos d¨ªas despu¨¦s del episodio, cuando se pas¨® por el hospital a ver c¨®mo estaba. Un vecino hab¨ªa denunciado ante la polic¨ªa que la noche de ese 17 de marzo, horas despu¨¦s del hecho, el novio y dos hombres m¨¢s fueron a la vivienda a ¡°limpiar todo¡±, cuenta Andrea. ¡°Los vieron cargar la ropa de los chicos, limpiar todo e irse¡±. Los agentes, que tardaron una semana en tomar la denuncia y que le dijeron a la madre que se vaya y vuelva ¡°cuando est¨¦ m¨¢s tranquila¡±, perit¨® la casa semanas despu¨¦s. ¡°Cuando fueron ya no hab¨ªa nada, no estaba ni la botella de alcohol¡±, dice Andrea. La denuncia de ese vecino, junto a otros que testificaron el comportamiento violento del hombre, forman parte ahora de la causa judicial.

El infierno de Ver¨®nica hab¨ªa comenzado cuando ella ten¨ªa 15 a?os, cuando se puso de novio. ¡°Mis padres se hab¨ªan separado y nosotras viv¨ªamos pr¨¢cticamente solas. En ese entonces ¨¦l ya la zamarreaba. Le dej¨® el ojo negro tantas veces, que ella siempre me dec¨ªa que se hab¨ªa golpeado con el ropero, y yo le respond¨ªa: '?Qu¨¦ tonto ese ropero!¡±. Andrea recuerda incluso que cuando sol¨ªan estar ellas dos solas con los hijos de Ver¨®nica, el ni?o le preguntaba a su madre: ¡°Mami, ?esta noche vas a llorar de vuelta?¡±.

La justicia, ralentizada por la llegada de la pandemia, investig¨® primero el hecho como un suicidio. Pero tras una fuerte presi¨®n de las organizaciones feministas, el fiscal fue relevado y la causa fue llevada a la Fiscal¨ªa de Violencia de G¨¦nero. La car¨¢tula de la causa ahora es por femicidio, un delito que contempla pena de perpetua en el pa¨ªs.

La familia insiste en que nunca crey¨® la historia que contaba el hombre: "Todos sab¨ªamos que le pegaba, vimos lo que le hac¨ªa¡±, dice Andrea. Tras el revuelo, el Gobierno provincial le facilit¨® a la madre asesor¨ªa legal y le puso dos abogadas a su disposici¨®n para llevar la querella de la causa judicial. Adem¨¢s, los dos ni?os, que estaban presentes en la casa en el momento del hecho, ser¨¢n sometidos a pruebas psicol¨®gicas para determinar qu¨¦ vieron o escucharon.

El nombre de Ver¨®nica es uno de una larga lista de mujeres asesinadas desde la llegada de la pandemia. El 17 de marzo, ya se hab¨ªan registrado contagios de coronavirus en Argentina y pese a que la cuarentena obligatoria no era oficial a¨²n, el Gobierno llevaba semanas apelando al confinamiento voluntario. ¡°Si hubiese sabido que dejarla en su casa terminaba con su muerte, me la hubiese tra¨ªdo conmigo¡±, dice Andrea. Desde el inicio de la cuarentena, unos 57 feminicidios ocurrieron en el pa¨ªs, seg¨²n el recuento de la organizaci¨®n Casa del Encuentro. ¡°La violencia de g¨¦nero aumenta en la convivencia obligada siendo la vivienda el lugar m¨¢s inseguro¡±, ha alertado la ONG feminista.

El movimiento Ni Una Menos cumple este mi¨¦rcoles cinco a?os en Argentina. Andrea, su madre y sus otras dos hermanas han preparado carteles con la leyenda ¡°Justicia por Vero¡± para sumarse a las protestas virtuales del aniversario. ¡°Solo pido justicia, que este hombre pague por todo lo que sufri¨® mi hermana, y que los ni?os puedan tener una vida feliz, como ella quer¨ªa¡±.