Los enfermos que la pandemia ocult¨® vuelven a las consultas
La atenci¨®n primaria retoma su rutina con dolencias que dejaron de llegar a los centros de salud por miedo al contagio
El traj¨ªn de batas blancas eclipsa una sala de espera casi vac¨ªa en el centro de atenci¨®n primaria (CAP) Casernas de Barcelona. Solo Longina Villaverde, de 84 a?os, empuja cabizbaja su andador por el pasillo rumbo a la consulta de Mar¨ªa Nualart, su m¨¦dica de cabecera. Demasiadas semanas sin verse. A la anciana le duele la cabeza, est¨¢ cansada y teme que se le haya descompensado el az¨²car. Durante la pandemia, cuando se han limitado mucho las visitas presenciales, la doctora Nualart la ha ido llamando, como a cualquier otro enfermo cr¨®nico, para hacer un seguimiento de su estado. ¡°Pero Longina es muy nerviosa y por tel¨¦fono no acaba de entender. Por eso la llam¨¦ para verla y hacerle una anal¨ªtica¡±, apostilla la doctora. La prueba ha salido bien, pero era mejor asegurarse. ¡°Hay gente que se nos ha descompensado. Sobre todo, diab¨¦ticos, porque no se mueven y comen m¨¢s. He tenido que ingresar a un paciente, por ejemplo, con una situaci¨®n familiar compleja y que se hab¨ªa deshidratado¡±, advierte Nualart.
La atenci¨®n primaria no ha parado desde el inicio de la pandemia. El grueso de casos con covid-19 se atendi¨® en los centros de salud, que combinaron la atenci¨®n a la pandemia con el seguimiento telef¨®nico de enfermos cr¨®nicos y las urgencias. Pacientes como Jorge Capmopulos, que est¨¢ operado de ri?¨®n y va cada d¨ªa al centro de Casernas a cambiarse la bolsa de la nefrostom¨ªa. ¡°Ahora se ve un poco m¨¢s de gente que antes¡±, apunta.
Con la desescalada, la atenci¨®n primaria intenta retomar cierta normalidad recuperando consultas presenciales demoradas. Pacientes que, por miedo, retrasaron su consulta o personas que, ante la vor¨¢gine de la crisis sanitaria, dejaron correr ese dolor inc¨®modo. Son los enfermos que la pandemia ocult¨®. ¡°Mucha patolog¨ªa se ha quedado en casa, a veces, dolencias importantes. Atendimos a un chico que estaba en casa aguantando con un dolor abdominal que pensaba que era gastroenteritis y era apendicitis. Lo mandamos al hospital y en dos horas lo estaban operando¡±, se?ala Mari Luz Talavera, enfermera y portavoz del Foro Catal¨¢n de Atenci¨®n Primaria (Focap). El Ministerio de Sanidad tambi¨¦n ha alertado de que, pese a mantener abiertos los programas de vacunas para que los menores de 15 meses continuaran con el calendario habitual, se han detectado retrasos en la administraci¨®n de inmunizaciones a los m¨¢s peque?os.
El trasiego de pacientes ya empieza a notarse discretamente en los centros de salud, aunque la asistencia telem¨¢tica sigue primando ¡ªhay que evitar aglomeraciones en las salas de espera¡ª. Pero la bajada de tensi¨®n en el circuito covid, anima a retomar la actividad ordinaria habitual. ¡°Alguna patolog¨ªa que no hemos visto, como lumbalgias o c¨®licos de ri?¨®n viene ahora. Son problemas banales que provocan incomodidad al paciente¡±, valora Jordi Acezat, director del equipo de Casernas.
Patolog¨ªas agudas
Sin embargo, el presidente de la Sociedad Espa?ola de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), Salvador Tranche, va m¨¢s all¨¢ y apunta que tambi¨¦n les est¨¢n llegando patolog¨ªas m¨¢s agudas. ¡°A los pacientes cr¨®nicos les hemos dado mucho soporte estos meses, aunque seguro que se nos habr¨¢n quedado flecos sin cubrir. Pero lo que me sorprende es que personas con una patolog¨ªa aguda, por su propia decisi¨®n de no venir antes, lleguen ahora con una situaci¨®n cl¨ªnica complicada: alguien con dolor de pecho que no vino hasta ahora y te encuentras con un infarto¡±, apunta. La Sociedad Espa?ola de Cardiolog¨ªa ha registrado una reducci¨®n del 40% de los infartos durante el estado de alarma.
Los problemas de salud mental por el impacto del confinamiento empiezan a aflorar. ¡°Vemos un repunte que ya sospech¨¢bamos de patolog¨ªa an¨ªmica, m¨¢s ansiedad, porque la gente lo ha pasado muy mal: hay problemas laborales, p¨¦rdida de familiares¡±, sa?ala Acezat. Coincide Carlos Eirea, vicepresidente de la Asociaci¨®n Galega de Medicina Familiar e Comunitaria: ¡°Las rutinas son importantes para los equilibrios mentales y la pandemia lo desequilibr¨® todo. Hay m¨¢s ansiedad, depresi¨®n y alg¨²n brote psic¨®tico m¨¢s del que ve¨ªamos. Acabar¨¢n apareciendo casos tambi¨¦n por consumo abusivo de alcohol¡±.
El par¨®n de actividad ordinaria en los hospitales por la crisis augura, adem¨¢s, unas listas de espera m¨¢s largas y la atenci¨®n primaria empieza ya a notarlo. ¡°Son constantes las preguntas sobre qu¨¦ pasa con algunas pruebas y muchos pacientes se ponen nerviosos¡±, avisa Eduardo D¨ªaz, portavoz del sindicato m¨¦dico madrile?o Amyts. El Ministerio de Sanidad cifr¨® en 705.000 las personas en espera para operarse (121 d¨ªas de media) en diciembre de 2019, antes de la pandemia. Ahora las demoras se alargar¨¢n. ¡°Tengo una paciente pendiente de una punci¨®n de tiroides para saber si es un tumor o un n¨®dulo. Otro con piedras en el ri?¨®n que aguanta con calmantes para operarse. Hay gente en casa angustiada esperando una prueba¡±, advierte Talavera.
Las consultas telem¨¢ticas que impuso la pandemia han optimizado las agendas y aspiran a quedarse. En muchos centros, como el de Casernas, el paciente llama y son los profesionales los que deciden si la consulta se resuelve por tel¨¦fono o requiere visita presencial. ¡°Te elimina muchos ¡°ya que¡±. Gente que viene por un problema, pero ya que est¨¢n aqu¨ª te consultan otras tres cosas¡±, ejemplifica Eiroa. El tel¨¦fono ha sido resolutivo para cuestiones m¨¢s burocr¨¢ticas y banales, como un cambio en el plan de tratamiento. Pero tiene inconvenientes. ¡°Hay temas que necesitan exploraci¨®n y es dif¨ªcil manejar la incertidumbre de los s¨ªntomas sin ver la cara. Vino una paciente con una crisis hipertensiva que estaba aguantando. Empiezas a indagar y descubrimos un maltrato del marido desde el inicio del confinamiento. Eso por tel¨¦fono no lo puedes captar¡±, explica Talavera.
La pandemia ha cambiado todas las din¨¢micas y la atenci¨®n primaria enfrenta el reto de detectar y seguir los casos de covid-19, recuperar el seguimiento habitual de sus pacientes cr¨®nicos, estar pendientes de las residencias de ancianos y asumir los efectos de las listas de espera. ¡°Nos tocar¨¢ revisar lo que hemos dejado de hacer y darle salida de forma priorizada¡±, concluye Acezat.
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