Argentina, una pandemia a dos velocidades
El interior del pa¨ªs apenas padece la propagaci¨®n del virus, mientras Buenos Aires y su ¨¢rea metropolitana concentran nueve de cada 10 nuevos casos

La nueva normalidad en el interior de Argentina se parece mucho a la vida de siempre, pero con un mont¨®n de reglas, un par de guantes y una mascarilla. ¡°Tres clientes m¨¢ximo, por favor espere afuera¡±, dicen los carteles de las tiendas en el centro comercial Patio Olmos en C¨®rdoba, la segunda ciudad m¨¢s grande del pa¨ªs por detr¨¢s de Buenos Aires. Al menos medio centenar de personas se paseaba este lunes por los pasillos del lugar. Todos con tapabocas, manteniendo una distancia prudencial y siguiendo unas flechas que indican el sentido del paso, para evitar cruces o aglomeraciones. Desde hace algunas semanas, C¨®rdoba ha iniciado su regreso a la normalidad. Pero con precauci¨®n: pese a que solo ha registrado 1.000 contagios en la provincia desde el inicio de la pandemia en marzo, el miedo a los brotes persiste.
Argentina registra 100.000 casos de coronavirus. El interior del pa¨ªs concentra puntos preocupantes, como la provincia de Chaco (norte), con 2.500 contagios, pero el resto de los 22 distritos suma menos de 5.000 infectados. Las cifras totales apenas superan el n¨²mero de positivos registrado en una sola jornada entre la ciudad de Buenos Aires y su extrarradio, donde viven 14 millones de personas (un tercio de la poblaci¨®n total del pa¨ªs). Alejandro Costa, subsecretario de Estrategias Sanitarias del Gobierno nacional, dice que el 85% del territorio argentino registra casos aislados de coronavirus, sin circulaci¨®n comunitaria sostenida del virus. ¡°La diferencia entre la regi¨®n metropolitana de Buenos Aires y el resto del pa¨ªs est¨¢ en la cantidad y densidad de poblaci¨®n. Otro punto es la movilidad y circulaci¨®n de personas. En Buenos Aires hay una alta concentraci¨®n de la actividad industrial y comercial, y el flujo de mercanc¨ªas para exportaci¨®n¡±, explica.
Catamarca detect¨® su primer caso de coronavirus hace solo 10 d¨ªas y hoy suma poco m¨¢s de 40 positivos. Durante el fin de semana pasado, todos los test dieron negativo. La vida en esa provincia del noroeste es tranquila para sus 400.000 habitantes y la pandemia apenas ha alterado las rutinas sociales de pueblos y ciudades. ¡°Tomamos las primeras medidas una semana antes que el Gobierno nacional¡±, dice el gobernador Ra¨²l Jalil, en referencia a la cuarentena que la Casa Rosada dispuso el 20 de marzo. ¡°Como ten¨ªamos casos de dengue en las provincias vecinas ya hab¨ªamos cerrado las escuelas y control¨¢bamos la frontera. Con el coronavirus fuimos los primeros en decretar el uso del barbijo [mascarilla], pero mantuvimos una vida normal, con los bares y los gimnasios abiertos y las caminatas de ocio permitidas¡±, explica Jalil.
La ¨²ltima semana, con la aparici¨®n de algunos casos, se encendieron algunas alarmas. Catamarca dispuso entonces el cierre de comercios y limit¨® la movilidad, pero el Gobierno conf¨ªa en que las restricciones durar¨¢n poco tiempo. ¡°Por ahora solo tenemos contagios por contacto estrecho. Est¨¢bamos funcionando en un 90% y pensamos que de ac¨¢ a una semana, si no tenemos circulaci¨®n comunitaria, vamos a volver a un 90%¡±, dice Jalil. La ciudad de C¨®rdoba (centro del pa¨ªs) tiene casi cuatro veces la poblaci¨®n de toda Catamarca. Aun as¨ª, ha logrado dejar atr¨¢s el confinamiento obligatorio que dispuso desde el inicio de la pandemia. ¡°Es el resultado de una pol¨ªtica agresiva de testeos¡±, explica Diego Cardozo, ministro de Salud de la provincia. ¡°Nosotros hacemos entre 10.000 y 12.000 pruebas a la semana y el 95% de los diagn¨®sticos que damos son presintom¨¢ticos¡±, agrega. Los pocos casos se reflejan adem¨¢s en la baja ocupaci¨®n de camas en los hospitales, que se mantiene en un 10%, asegura el funcionario.
La nueva normalidad, sin embargo, se tambalea ante la aparici¨®n de nuevos brotes en los ¨²ltimos d¨ªas, con 44 el lunes y 43 el martes. Las cifras est¨¢n a a?os luz de los 3.500 casos positivos que cada d¨ªa suman entre la ciudad y la provincia de Buenos Aires. Pese a eso, el miedo existe. ¡°No queremos interrumpir las actividades productivas, pero sabemos que un condicionante es que la gente cumpla las normas¡±, dice Cardozo. En el centro de la ciudad, son evidentes las secuelas de tres meses de par¨¢lisis. ¡°La gente se est¨¢ cuidando much¨ªsimo, no quiere entrar si no se ponen alcohol en gel en las manos¡±, cuenta Florencia, empleada de una tienda de productos de cuero de Patio Olmos. Los comercios de la capital cordobesa volvieron a abrir en mayo, pero la afluencia sigue siendo baj¨ªsima. ¡°Hay muy poca gente en las calles, algunos no tienen plata y otros le tienen miedo al virus¡±, agrega.
¡°Somos unos valientes¡±, bromea Roc¨ªo N¨²?ez, una mujer de 54 a?os que ha salido con su marido a comprar unos zapatos y ha terminado sentada tomando un caf¨¦ en un comercio cercano. La escena de la pareja parece normal, excepto el metro y medio de distancia que mantienen entre ellos y las mascarillas, que solo se quitan para dar un sorbo. ¡°Da un poco de miedo, pero en alg¨²n momento hab¨ªa que empezar a salir¡±. La apertura de los bares, autorizada la semana pasada, est¨¢ condicionada a la evoluci¨®n de la situaci¨®n.
¡°El miedo para nosotros es absoluto¡±, reconoce Sebasti¨¢n Gullo, due?o de siete bares en la ciudad. ¡°Estamos todos fundidos, debemos much¨ªsima plata que no hay forma de pagar ni en 10 a?os. Queremos trabajar¡±, dice sentado en la mesa de uno de sus establecimientos. A su alrededor, los meseros ofrecen a los clientes leer el men¨² en sus celulares, a trav¨¦s de c¨®digos QR, y les solicitan completar una declaraci¨®n jurada en la que deben reportar si tienen s¨ªntomas o no. Las mesas est¨¢n distanciadas por dos metros y en la puerta un hombre toma la temperatura de quienes entran. ¡°Nos preguntamos si la gente iba a tener ganas de vivir toda esta situaci¨®n, pero la gente tiene tantas ganas de salir que el primer d¨ªa ya ten¨ªamos las reservas de toda la semana¡±, cuenta.
La mayor parte del interior argentino ya ha vuelto a la actividad. Buenos Aires, en cambio, est¨¢ paralizada desde hace casi cuatro meses y hace dos semanas ha vuelto a una cuarentena m¨¢s restrictiva tras unos t¨ªmidos intentos de apertura. Alejandro Costa, sin embargo, advierte de que es pronto para declarar al resto de las provincias a salvo de la pandemia: ¡°Vemos brotes, reducciones de casos, rebrotes. Todo eso puede variar con el tiempo¡±. El empinamiento de la curva no trae buenos augurios.
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