La inmunidad de grupo contra la covid-19, una apuesta de alto riesgo en Brasil

La semana que Brasil alcanza la marca de dos millones de personas infectadas por el nuevo coronavirus (exactamente 2.012.151, de acuerdo con el Ministerio de Salud) y 76.668 fallecidos por la covid-19, solo se habla de inmunidad de grupo, tambi¨¦n conocida como inmunidad colectiva o de reba?o, expresi¨®n que alude a la din¨¢mica natural de transmisi¨®n de enfermedades infecciosas.

Seg¨²n los cient¨ªficos, esta inmunidad se produce cuando el n¨²mero de personas resistentes al virus alcanza un porcentaje de poblaci¨®n lo suficientemente alto como para que este ya no encuentre individuos susceptibles de infectarse. Las primeras estimaciones cient¨ªficas se?alaban un porcentaje de entre el 60% y el 70% de infectados para frenar la propagaci¨®n, pero nuevos estudios han despertado optimismo al presentar unos modelos matem¨¢ticos que reducen esa tasa hasta un 43% o incluso un 20%. No obstante, los especialistas ponderan que el hecho de simplemente esperar a la inmunidad de grupo, sin llevar a cabo pol¨ªticas de control de la pandemia, tiene un alto coste humano ¡ªhasta millones de muertes¡ª y no es (o no deber¨ªa ser) una estrategia de pol¨ªtica p¨²blica.

¡°Empec¨¦ a creer hace un tiempo que la estrategia de Brasil es la inmunidad de grupo por incompetencia. Puesto que el pa¨ªs no somete a test a la poblaci¨®n ni aplica medidas eficaces de aislamiento social, solo resta la salida por defecto, que es lo que ocurre cuando no se hace nada: la inmunidad colectiva¡±, comenta el bi¨®logo Fernando Reinach. La estrategia de esperar la progresi¨®n natural del nuevo coronavirus hasta que se alcance la inmunidad colectiva la adoptaron pa¨ªses como Reino Unido y Suecia, los cuales, debido al aumento de muertes, dieron marcha atr¨¢s.

En Brasil, aunque se no haya asumido claramente esta pol¨ªtica, el presidente Jair Bolsonaro siempre se ha mostrado en contra del distanciamiento social y a favor de la reapertura del comercio. ¡°Todos dicen que al menos el 70% de la poblaci¨®n se contagiar¨¢. Hay que tener cuidado con las personas mayores, pero, en alg¨²n momento, ellos tambi¨¦n se contagiar¨¢n¡±, insist¨ªa Bolsonaro en su canal de YouTube este jueves. ¡°Con lo cual, lo que llegue antes, la vacuna o la inmunidad de grupo, soluciona el problema¡±, apostilla Reinach.

Los primeros estudios sobre la covid-19 estimaban que se llegar¨ªa a la inmunidad colectiva con un 60% de contagiados, considerando una poblaci¨®n homog¨¦nea. Un estudio publicado en la revista Science a finales de junio redujo ese porcentaje al 43%, considerando una poblaci¨®n heterog¨¦nea, con diferentes grados de aislamiento e interacci¨®n social. Otro modelo matem¨¢tico, publicado en mayo y con participaci¨®n deinvestigadores brasile?os, sostuvo que se puede llegar a la inmunidad de grupo con entre un 10% y un 20% de la poblaci¨®n contagiada.

Reinach considera que tal inmunidad colectiva puede estar cerca en algunos lugares de Brasil, como Manaos, capital del estado de Amazonas. En esa ciudad, el elevado n¨²mero de casos y fallecimientos por covid-19 provoc¨® el colapso de los sistemas sanitario y funerario, pero ahora ve c¨®mo se reducen las infecciones.

El bi¨®logo subraya, con todo, que sin test para confirmar el n¨²mero real de personas infectadas cualquier apuesta es una simple hip¨®tesis. ¡°Estudios realizados en S?o Paulo demuestran que la cantidad de infectados es hasta 10 veces mayor que las cifras oficiales, por ejemplo. Si ese trabajo est¨¢ correcto, es posible que, en algunas ciudades, estemos acerc¨¢ndonos a la inmunidad de grupo, pero es imposible afirmarlo con seguridad sin saber el n¨²mero real de personas infectadas¡±, explica.

El director del departamento de enfermedades transmisibles de la Organizaci¨®n Panamericana de la Salud (OPS), Marcos Espinal, afirm¨® el pasado martes que no hay pruebas de que alguna ciudad brasile?a haya alcanzado la inmunidad colectiva contra la covid-19. Para ¨¦l, ¡°se estima que entre el 50% y el 80% de la poblaci¨®n de determinado lugar necesita haber sido inmunizada o infectada por el virus¡±. Pese a no estar de acuerdo con los c¨¢lculos de los cient¨ªficos, Espinal tambi¨¦n destac¨® que apostar por la protecci¨®n colectiva como estrategia para luchar contra la pandemia es una equivocaci¨®n. ¡°El coste en vidas humanas, en la econom¨ªa, en la salud y en la sociedad ser¨ªa alt¨ªsimo¡±, afirm¨®, mencionando asimismo la falta de consenso cient¨ªfico sobre el tiempo que dura la inmunidad de los pacientes recuperados. De acuerdo con un estudio del King¡¯s College de Londres, los anticuerpos empiezan a desaparecer tres meses despu¨¦s de que el paciente adquiera la enfermedad.

Alcanzar la inmunidad colectiva no significa el fin de la pandemia, explica Rodrigo Corder, doctorando del Instituto de Ciencias Biom¨¦dicas de la Universidad de S?o Paulo (USP) y coautor del trabajo que consider¨® en un 10% el piso de contagiados necesario para alcanzarla. Corder asegura que, en el modelo matem¨¢tico, se considera que la inmunidad de grupo se alcanza cuando un infectado transmite el virus, en media, a menos una persona, con lo que la enfermedad no tendr¨ªa potencial para crecer y tender¨ªa a desaparecer con el paso del tiempo. ¡°Aun as¨ª, cada individuo podr¨ªa transmitir la enfermedad a 0,9 personas, por ejemplo, si no hubiera medidas control, como el aislamiento¡±. En vista del actual escenario brasile?o, con medidas contrapuestas en relaci¨®n con la mayor flexibilizaci¨®n o restricci¨®n del distanciamiento social, el cient¨ªfico considera la posibilidad de brotes en algunas ciudades o, incluso, en diferentes barrios de una misma metr¨®polis, como S?o Paulo, donde el 16% de la poblaci¨®n perif¨¦rica ya se ha contagiado de la covid-19.

Hasta que el pa¨ªs llegue a la tan esperada inmunidad colectiva, las muertes derivadas de la enfermedad pueden llegar a millones, y afectar¨ªan, principalmente, a los m¨¢s vulnerables ¡ªla tasa de mortalidad por la covid-19 en Brasil es de un 80% entre negros y mestizos sin estudios, contra un 19% entre los blancos con educaci¨®n superior, de acuerdo con un estudio de la universidad PUC-Rio.

Para Fernando Reinach, la estrategia ideal para mitigar la propagaci¨®n de la enfermedad es la adoptada por pa¨ªses como como Suiza y Alemania: el control por rastreo de contactos. Seg¨²n este plan, ante cualquier indicio de gripe, el enfermo acude a un centro de salud donde se le realiza el test y se lo pone en cuarentena. Si el resultado fuese luego negativo, se le avisa para que puede salir. Caso contrario, sigue confinado e informa las personas con las que estuvo en contacto. Dichos contactos se localizan y se someten al mismo proceso. ¡°Es la ¨²nica forma de reabrir la sociedad y mantener el n¨²mero de casos bajo¡±, afirma el bi¨®logo.