La bicicleta divide a Lisboa en un amargo debate
La r¨¢pida ampliaci¨®n de la red de carriles bici y la muerte de una ciclista de 16 a?os agitan la pol¨¦mica sobre las alternativas de movilidad en la ciudad
Los lisboetas salieron de sus casas el pasado mayo tras dos meses de encierro por el confinamiento general y el mundo que encontraron era otro. En una ciudad en la que el autom¨®vil es central (cerca de la mitad de los desplazamientos se hacen en coche, una cifra elevada para los par¨¢metros europeos), result¨® absolutamente pol¨¦mico encontrarse con que los veh¨ªculos motorizados estaban perdiendo carriles para ced¨¦rselos a las bicicletas. La transformaci¨®n se encuadraba en un antiguo proyecto de la alcald¨ªa para pasar de cerca de 80 kil¨®metros de carriles bici a una red de m¨¢s de 200. La pandemia hizo que el plan se acelerara este a?o para que la ciudad se adaptase a la nueva normalidad. Los conductores no estaban nada satisfechos. Luego un fatal accidente encendi¨® a¨²n m¨¢s el debate.
Un coche arroll¨® la noche del pasado 10 de julio a una ciclista de 16 a?os que atravesaba un paso de cebra frente a la Biblioteca Nacional portuguesa. La joven, una baloncestista del equipo sub-18 del Sporting de Portugal, muri¨® dos d¨ªas despu¨¦s. Las organizaciones de ciclistas de la ciudad y de otras regiones del pa¨ªs organizaron protestas para exigir mayores garant¨ªas en la v¨ªa p¨²blica. Las demandas fueron claras: menos velocidad para los coches en las ciudades, m¨¢s seguridad y mejores carriles bici. De inmediato el secretario de Movilidad de Lisboa, Miguel Gaspar (Partido Socialista), escribi¨® una tribuna en el diario P¨²blico en la que afirmaba que la capital portuguesa quer¨ªa pasar a tener un l¨ªmite de velocidad de 30 kil¨®metros por hora en la mayor¨ªa de las calles. M¨¢s le?a al fuego de la amarga discusi¨®n que divide a Lisboa. La C¨¢mara Municipal ha aprobado adem¨¢s esta semana la creaci¨®n de un fondo de tres millones de euros para ayudar a los particulares a comprar bicicletas. La empresa que gestiona el sistema de bicicletas p¨²blicas ha anunciado asimismo que quiere pasar de las 700 que hay disponibles a 1.500 este a?o.
¡°En este momento solo el 1% de los viajes en la ciudad se hacen en bicicleta¡±, explica Rosa F¨¦lix, experta en movilidad del Instituto Superior T¨¦cnico de la Universidad de Lisboa. ¡°La idea es que para 2025 pasemos al 4% y que en 2030 lleguemos al 10%¡±. La ciudad portuguesa baja a los ¨²ltimos puestos en un estudio sobre el uso de la bici en capitales de la UE que public¨® en 2017 la Comisi¨®n Europea (con cifras de 2015, las ¨²ltimas disponibles para comparar toda la regi¨®n). En cambio es la s¨¦ptima de estas ciudades que m¨¢s se desplaza en autom¨®vil, de acuerdo con el mismo documento. En lo que tiene que ver con los carriles bici, pese a los 112 kil¨®metros con los que seg¨²n el Ayuntamiento cuenta la ciudad, a¨²n est¨¢ por debajo de lugares como Barcelona (209) o Valencia (156) ¡ªsi bien supera con holgura los exiguos 43 kil¨®metros de Madrid¡ª y sigue a a?os luz de gigantes como ?msterdam (767) o Berl¨ªn (1.000).
Vecinos de los barrios en los que se han construido o se van a construir los carriles bici ¡ªya van 12 kil¨®metros este a?o, seg¨²n el Consistorio¡ª, en particular aquellas ciclov¨ªas denominadas pop-up, para las que solo hace falta sustraer un carril a los coches con conos separadores y pintura, se quejan de que el reducido flujo de ciclistas no justifica el dolor de cabeza. ¡°Los comerciantes de la zona no tienen c¨®mo hacer las descargas de mercanc¨ªa; eso sin contar que los compradores est¨¢n dejando de ir porque no hay espacio para los coches¡±, critica un vecino de 56 a?os que prefiere no dar su nombre. ¡°Solo quiero que quede clara una cosa: no estamos en contra de las bicicletas ¡ªal fin y al cabo ese es el futuro, ?no es cierto?¡ª. Estamos en contra de la mala planificaci¨®n. ?Qu¨¦ van a hacer con todas las personas mayores que viven en Lisboa? ?Decirles que anden en bicicleta?¡±.
¡°Es verdad que ni todos quieren ni todos pueden¡±, responde Rosa F¨¦lix, del Instituto Superior T¨¦cnico, experta en transporte en bicicleta. ¡°Pero el objetivo es que una persona que va en coche a su trabajo y que s¨ª tiene la opci¨®n de cambiarse a la bici se vea incentivada a hacerlo. Si por delante tiene una fila de coches todos los d¨ªas y al lado una v¨ªa para bicis segura y despejada lo m¨¢s probable es que lo haga. Cuantas m¨¢s personas se pasen a la bici habr¨¢ menos congesti¨®n y la movilidad mejorar¨¢¡±. La investigadora precisa que en esta din¨¢mica no est¨¢n contemplados los desplazamientos largos. La distancia media de los viajes dentro de la ciudad es de ocho kil¨®metros y el 60% de los que se hacen entre Lisboa y los municipios vecinos regularmente son de menos de cinco, seg¨²n cifras del INE portugu¨¦s que cita la profesora Patr¨ªcia Melo, del Instituto Superior de Econom¨ªa y Gesti¨®n de la Universidad de Lisboa.
¡°Nosotros estamos atentos al tema de las cargas y descargas de mercanc¨ªas en los barrios¡±, afirma el secretario de Movilidad, Miguel Gaspar. ¡°Adem¨¢s hay servicios de la C¨¢mara Municipal que ya hablaron puerta a puerta con los comerciantes para afinar con rigor ese tema. Ahora bien, un carril bici crea tambi¨¦n valor econ¨®mico. Hay varios estudios sobre esto ¡ªpor ejemplo, en Londres¡ª en los que se muestra que el tr¨¢nsito en bicicleta produce m¨¢s ventas que el tr¨¢nsito en coche. Aqu¨ª, en el caso de la transformaci¨®n de la Avenida da Rep¨²blica, que le quit¨® mucho espacio al coche y lo cre¨® para los peatones y las bicicletas, vemos que el n¨²mero y el valor de las transacciones bancarias de esta zona aument¨® a un ritmo m¨¢s r¨¢pido que en el resto de la ciudad¡±. Pedro Sanches, dirigente de MUBi, una de las organizaciones de ciclistas m¨¢s visibles del pa¨ªs, concuerda con el secretario Gaspar. ¡°Es m¨¢s que sabido y est¨¢ m¨¢s que probado que el comercio local se beneficia [con estos cambios]¡±, afirma.
¡°La movilidad de una ciudad es un sistema complejo, con muchas ramificaciones. El transporte p¨²blico es estructurante y el autom¨®vil tambi¨¦n tiene su lugar¡±, ahonda Sanches. Y agrega: ¡°Una red de carriles bici dentro de la ciudad, por s¨ª sola, contribuir¨¢ para el proceso de mejor¨ªa, pero no ser¨¢ suficiente. Ser¨¢ necesario resolver las conexiones tambi¨¦n en las periferias de la ciudad, as¨ª como mejorar el transporte p¨²blico. Y habr¨¢ que tomar otras medidas, como los estacionamientos seguros para las bicis, de corta y larga duraci¨®n, para guardarlas de noche¡±.
El transporte p¨²blico ha sido precisamente uno de los dolores de cabeza del ¨¢rea metropolitana de Lisboa, de alrededor de tres millones de habitantes, tras el fin del confinamiento obligatorio (19 barrios siguen bajo el estado de emergencia). Los expertos han identificado la reducci¨®n de la frecuencia de las rutas como uno de los principales causantes del aumento de los contagios de covid-19 en la regi¨®n. La semana pasada mejoraron las cifras por primera vez desde finales de mayo, pero la Gran Lisboa sigue concentrando la mayor¨ªa de las nuevas infecciones. La bicicleta se presenta entonces como una opci¨®n para descongestionar metros y buses.
¡°Creo que despu¨¦s del confinamiento las cosas cambiaron¡±, se?ala la investigadora Rosa F¨¦lix. ¡°Nos encontramos una ciudad con el aire m¨¢s limpio. Una cosa es segura: no se quiere volver al estado anterior¡±, a?ade. La ciudad ya no es lo que era y no lo volver¨¢ a ser en el futuro pr¨®ximo. En la nueva normalidad lisboeta, la bicicleta quiere mandar.
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