La cachimba y el jubilado: historia de un contagio de verano
Relato de una infecci¨®n por coronavirus que a¨²na los elementos que, seg¨²n los expertos, han provocado el repunte en Espa?a: ocio nocturno, un falso negativo y falta de seguimiento de la cuarentena
Esta es la reconstrucci¨®n de un contagio de verano. Uno cualquiera en el que se dan casi todos los factores detr¨¢s de la segunda ola. Ocio nocturno, un espacio cerrado de trabajo, retraso en la PCR y falta de control en la cuarentena. Le sucedi¨® a Manuel (nombre ficticio), que pas¨® las primeras semanas de su jubilaci¨®n confinado leyendo El Quijote en Zaragoza, cuando Arag¨®n era la comunidad en el ojo del hurac¨¢n de los rebrotes. Y todo comenz¨®, seg¨²n apuntan todos los indicios, con una cachimba.
¡°En mi ¨²ltima semana de trabajo yo tuve que ense?ar las tareas de ese puesto a un chico joven que hab¨ªan contratado hace poco. Est¨¢bamos los dos en la misma mesa con el mismo tel¨¦fono y compartimos el teclado, papeles...¡±, relata Manuel, de 63 a?os, que trabajaba en la distribuci¨®n de productos de limpieza. Cuando estaban a cierta distancia, se quitaban la mascarilla. La infecci¨®n se pudo dar por las superficies compartidas o por el aire, algo que la OMS admiti¨® como posibilidad hace solo unas semanas.
El mi¨¦rcoles su compa?ero comenz¨® a sentirse mal. En pleno verano, ten¨ªa escalofr¨ªos y fiebre. El jueves no fue a trabajar y el viernes comunic¨® que hab¨ªa dado positivo por covid. ¡°El fin de semana anterior hab¨ªa estado de vacaciones en Pe?¨ªscola y hab¨ªa compartido cachimba con unos amigos¡±, comenta Manuel. En esos d¨ªas, el director del Centro de Coordinaci¨®n de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Sim¨®n, anunciaba que el ocio nocturno se hab¨ªa convertido en la principal preocupaci¨®n. Un discurso que ha mantenido hasta ahora. ¡°El riesgo se da porque mucha gente se une en lugares a menudo con mala ventilaci¨®n, donde es necesario gritar para hablar y el uso de la mascarilla es muy bajo. Si a eso le unimos el consumo de alcohol¡ Y ya una cachimba en la que se comparte boquilla, ni te cuento¡±, apunta el epidemi¨®logo Pedro Gull¨®n.
La edad media de los positivos ha bajado de los 62 a los 35 a?os. Los datos son vol¨¢tiles y es muy dif¨ªcil saber cu¨¢ntas infecciones se han producido a lo largo de estos meses por las salidas nocturnas. Seg¨²n las ¨²ltimas cifras facilitadas por Sanidad, existen activos 58 brotes asociados a locales de ocio, con 2.700 casos relacionados. En una de sus ¨²ltimas menciones al respecto, Sim¨®n asegur¨® que los contagios generados en el ¨¢mbito social (reuniones familiares y ocio) representan el 40% del total.
Cinco d¨ªas para recibir el resultado de la PCR
El d¨ªa del positivo de su compa?ero, Manuel y otro trabajador informaron a sus centros de salud y se sometieron a una PCR. El resultado lleg¨® tres d¨ªas m¨¢s tarde. ¡°En ese momento sali¨® negativa, pero yo advert¨ª de que ya hab¨ªa comenzado a tener s¨ªntomas¡±, relata Manuel. ¡°Creo que uno de los fallos ha sido hacer los test de los contactos demasiado pronto, porque ha dado lugar a muchos negativos que despu¨¦s han sido positivos. Y aqu¨ª tal vez se han producido problemas de comunicaci¨®n, porque mucha gente no ha entendido que aunque en ese momento no se confirme el contagio, debes guardar la cuarentena de todos modos¡±, apunta Gull¨®n. Manuel la guard¨®, algo que no siempre sucede. Tardaron 10 d¨ªas en repetirle la prueba que confirm¨® que padec¨ªa covid. En ese tiempo, el sistema empez¨® a dar los primeros s¨ªntomas de saturaci¨®n. El resultado tard¨® cinco d¨ªas en llegar y confirm¨® que se hab¨ªa contagiado. Aunque mantuvo todas las precauciones, en ese tiempo contagi¨® a su mujer. Un ejemplo de la dificultad de mantener un aislamiento efectivo.
Aquello sucedi¨® la tercera semana de julio. Arag¨®n se convirti¨® en la comunidad m¨¢s afectada por los rebrotes con 333 positivos. Una semana antes hab¨ªa detectado solo 83. El Gobierno auton¨®mico ya hab¨ªa decretado la vuelta a la fase dos de varios territorios, incluyendo la capital. ¡°En un primero momento, se hac¨ªan pruebas y daban resultados en un periodo de 48 horas, pero en cuanto ha aumentado la demanda se han saturado muchos servicios, especialmente en Catalu?a, Arag¨®n y Madrid¡±, detalla Gull¨®n. Espa?a ha realizado cerca de 5,9 millones de PCR, 482.000 de ellas en la ¨²ltima semana. Pr¨¢cticamente todas las comunidades han aumentado semanalmente su n¨²mero de test. La contrataci¨®n de personal para llevar a cabo las pruebas no siempre ha ido en consonancia con estos incrementos. El 22 de julio Arag¨®n reconoci¨® que no ten¨ªa capacidad para contratar a m¨¢s personal m¨¦dico.
Durante el mes que Manuel se mantuvo confinado, solo recibi¨® dos llamadas: para confirmar el contagio y para recibir el alta cuando hab¨ªan pasado 14 d¨ªas desde el positivo. Nadie comprob¨® que estaba cumpliendo la cuarentena, algo que semanas despu¨¦s se ha demostrado como algo fundamental para detener la transmisi¨®n. Varias comunidades han puesto ahora el foco en hacer que los infectados cumplan y mantengan el aislamiento. Algo que Arag¨®n trata de conseguir con visitas presenciales, la Comunidad Valenciana y Catalu?a con declaraciones de responsabilidad firmadas, y Madrid, por la v¨ªa judicial.
Algo que se hizo bien fue el rastreo de los contactos de Manuel, que result¨® muy sencillo porque fue un posible caso muy responsable. Se qued¨® en casa ante la m¨ªnima sospecha. A finales de julio, Espa?a contaba con menos de la mitad de los rastreadores considerados necesarios, algo que satur¨® la atenci¨®n primaria todav¨ªa m¨¢s. Madrid, por ejemplo, recurri¨® a un contrato de urgencia para incorporar a 22 rastreadores ya en agosto y aligerar as¨ª la jornada de los m¨¦dicos de familia. El Gobierno acaba de poner ahora al servicio de las comunidades 2.000 militares para realizar esta labor.
Tanto Manuel como su mujer superaron el coronavirus sin s¨ªntomas o con afecciones leves. Un final feliz para una historia que ilustra qu¨¦ ha tra¨ªdo a Espa?a la ¨²nica ola que nadie deseaba en verano.
Informaci¨®n sobre el coronavirus
- Aqu¨ª puede seguir la ¨²ltima hora sobre la evoluci¨®n de la pandemia
- As¨ª evoluciona la curva del coronavirus en Espa?a y en cada autonom¨ªa
- Desc¨¢rguese la aplicaci¨®n de rastreo para Espa?a
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.