Las peticiones de auxilio de menores por violencia o problemas psicol¨®gicos se disparan por la pandemia
La Fundaci¨®n Anar ha atendido a trav¨¦s de su chat 2.421 casos en el ¨²ltimo a?o, m¨¢s del doble que en el anterior, y alerta de que son solo la punta del iceberg
La pandemia ha disparado el n¨²mero de menores que piden auxilio. La Fundaci¨®n Anar (Ayuda a Ni?os y Adolescentes en Riesgo) ha detectado gracias el chat que gestiona a trav¨¦s de su web 2.421 casos que requer¨ªan intervenci¨®n en el ¨²ltimo a?o, m¨¢s del doble que en 2019, que cerr¨® con 1.122. El 44% de las situaciones atendidas entre noviembre de 2019 y octubre de 2020 son por violencia contra los ni?os y adolescentes. Si bien las agresiones no siempre se producen dentro del hogar, en estos casos la desprotecci¨®n se multiplica. El entorno supuestamente seguro es el mismo que ha dado la espalda a estos cr¨ªos. Pero adem¨¢s, la fundaci¨®n alerta de los graves problemas psicol¨®gicos que padecen muchos menores, y de un incremento de quienes tienen ideas suicidas.
La fundaci¨®n habilit¨® en 2017 este chat que funciona las 24 horas, gestionado por psic¨®logos que asesoran a quienes piden ayuda, al igual que su tel¨¦fono gratuito, el 900 20 20 10. Desde entonces, su uso ha ido en aumento. M¨¢s durante el confinamiento, cuando los menores estaban encerrados en casa con sus padres y no ten¨ªan a nadie m¨¢s a quien recurrir. Los especialistas han detectado que se sienten m¨¢s c¨®modos contando sus problemas por escrito, bajo la condici¨®n de anonimato. Los mensajes se borran autom¨¢ticamente seg¨²n se van enviando, solo permanece el ¨²ltimo. Muchos escriben solo como toma de contacto, para preguntar por alg¨²n recurso puntual. En ocasiones, varias personas alertan a los especialistas del mismo problema que sufre un ni?o. Si bien tanto adultos como menores pueden recurrir a ellos por problemas relacionados con la infancia, tres de cada cuatro usuarios son ni?os o adolescentes, en su mayor¨ªa de 12 a 17 a?os. Este a?o han recibido 5.534 peticiones. Desde su creaci¨®n, han sido 11.643, que dieron pie a detectar 4.500 casos.
¡°Si llamo [por tel¨¦fono], me ver¨¢n y me escuchar¨¢n. No le digan nada a nadie, por favor¡±, ped¨ªa angustiada una ni?a v¨ªctima de abuso sexual a trav¨¦s del chat. ¡°No nos pod¨ªan llamar sin ponerse en riesgo, porque estaban en casa, pero en cambio s¨ª escrib¨ªan¡±, explica Benjam¨ªn Ballesteros, director de Programas de Anar, que alerta de que el confinamiento multiplic¨® la vulnerabilidad de los menores que sufren violencia en casa, ¡°que estaban solos con sus agresores¡±. Subraya que los datos de la fundaci¨®n son solo la punta del iceberg de todos los problemas que permanecen ocultos.
¡°De verdad que no quiero hablar del tema, me ha costado mucho poderlo contar a otra persona y siempre me ha sido m¨¢s f¨¢cil escribir, no me siento capaz de hablar ahora¡±, escrib¨ªa un ni?o de 11 a?os que sufre maltrato, seg¨²n recoge el informe presentado este martes por Anar con los datos del chat. Este es parte del problema. La violencia contra la infancia est¨¢ invisibilizada. A los menores les cuesta pedir auxilio. La fundaci¨®n ha detectado que el 46% de los ni?os y adolescentes que lo hicieron hab¨ªan guardado silencio durante un a?o hasta que se atrevieron a alzar la voz. Y eso que m¨¢s de la mitad de los atendidos padec¨ªan el problema a diario. ¡°Es una de las peores experiencias que puede tener un ser humano, una situaci¨®n traum¨¢tica que viven todos los d¨ªas, durante mucho tiempo y sin poder cont¨¢rselo a nadie¡±, sostiene Ballesteros.
Cuando un menor contacta con Anar, se activa un riguroso protocolo. El primer paso, cuando la familia no es el foco del problema, es acudir a su entorno. Muchas veces los padres no saben lo que les ocurre a sus hijos. El segundo, informarles sobre la red de recursos p¨²blicos a los que pueden acudir para solicitar auxilio. El ¨²ltimo paso, en las situaciones m¨¢s extremas, es recurrir a las autoridades. As¨ª ha ocurrido en 436 casos de extrema gravedad en los ¨²ltimos cuatro a?os, cuando la fundaci¨®n ha intervenido con fuerzas y cuerpos de seguridad y servicios de emergencia para evitar un desenlace fatal.
En total, desde 2017 se han realizado 12.423 derivaciones a recursos jur¨ªdicos o sociales (pueden recomendar m¨¢s de un servicio por cada caso). De las m¨¢s de 11.000 peticiones atendidas, el 89% ten¨ªan una gravedad media o alta, lo que implica situaciones con una especial amenaza para los ni?os, por ejemplo, aquellas que se puedan repetir en el mismo d¨ªa. El 81% de los casos, requer¨ªan actuar con una urgencia media o alta, es decir, situaciones que requieren una intervenci¨®n inmediata con servicios sociales o incluso con cuerpos de seguridad. ¡°Hay casos muy graves que sufren los ni?os, que necesitan herramientas para poder comunicarlos¡±, apunta Ballesteros.
El principal motivo por el que piden ayuda es la violencia. As¨ª fue en el 42% de los casos atendidos a trav¨¦s del chat, impulsado con el apoyo de la Fundaci¨®n ¡°La Caixa¡±. El maltrato f¨ªsico y psicol¨®gico en el hogar es la principal forma de violencia que manifiestan, constituyen un 12,6% y un 10% de las solicitudes respectivamente. Pero tambi¨¦n les contactan por acoso escolar (7%), abusos sexuales (4,7%), violencia de g¨¦nero (3,1%) y casos de abandono (2%).
Desconexi¨®n con la familia
Mientras que la familia, los centros escolares y otros adultos consultan a trav¨¦s del chat, en mayor medida, por cuestiones juri?dicas relativas a la separacio?n o por pautas educativas, los ni?os y adolescentes cuentan, sin embargo, problemas psicol¨®gicos graves. El 8,2% de los menores ha manifestado tener ansiedad; el 6,2%, han tenido ideas o intentos de suicidios; un 4,4% se han autolesionado. La fundaci¨®n ha percibido un aumento de estos problemas durante la pandemia. ¡°Hemos detectado un alto grado de desesperaci¨®n, incluso piensan en terminar con su vida para salir del problema que viven¡±, apunta Ballesteros.
Estos problemas psicol¨®gicos preocupaban tres veces m¨¢s a los ni?os y adolescentes que a los adultos. Anar ha detectado que los menores emplean m¨¢s el chat para comunicar estos problemas, as¨ª como casos de acoso escolar, dificultades para relacionarse, problemas sentimentales e ideas o intentos de suicidio. Ballesteros cree que hay una desconexi¨®n con la propia familia. ¡°Muchos adolescentes viven en una soledad acompa?ada, en la que los padres no se dan cuenta del grado de desesperaci¨®n en el que est¨¢n sus hijos. Debemos ser conscientes del miedo que sufren¡±, subraya.
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