Las heridas ocultas de la covid en Wuhan, un a?o despu¨¦s de que empezara todo

El matrimonio Chao cerr¨® su tienda de textiles en una zona tur¨ªstica de Wuhan el 20 de enero de 2020 por vacaciones del A?o Nuevo lunar. Aquella noche en el telediario de la cadena estatal, la m¨¢xima autoridad epidemiol¨®gica del pa¨ªs, Zhong Nanshan, confirm¨® una bomba: el coronavirus detectado en esa ciudad un mes antes, que ya hab¨ªa infectado de manera oficial a m¨¢s de un centenar de personas, s¨ª era contagioso entre humanos. Los Chao nunca volvieron a abrir aquella tienda, no como tal. El d¨ªa 23, hace exactamente un a?o, Wuhan quedaba confinada. Pasar¨ªan 76 d¨ªas hasta que volviera a abrirse.

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En busca de la ¡®zona cero¡¯ de la pandemia

Un a?o despu¨¦s, y mientras la pandemia se encuentra fuera de control en Occidente, el foco original del coronavirus apenas muestra a simple vista se?ales de aquel trauma que dej¨® sus calles vac¨ªas y desbord¨® sus hospitales. La ciudad ha recuperado su bullicio, sus atascos y su actividad industrial, y prepara con entusiasmo la llegada del A?o Nuevo lunar en un par de semanas. Las zonas m¨¢s populares de comercios se llenan de multitudes en los d¨ªas y horas de ocio. Sin l¨ªmites de aforo, los restaurantes aseguran que han recuperado los niveles de antes de la pandemia. El a?o nuevo se ha celebrado con fiestas masivas. Mecas de la m¨²sica en directo como Wuhan Prison, en la zona universitaria, se abarrotan d¨ªa s¨ª y d¨ªa tambi¨¦n hasta el amanecer. Los controles de temperatura y de la aplicaci¨®n de rastreo a la entrada, que han vuelto despu¨¦s de meses de relajaci¨®n, son el ¨²nico indicio de que China registra su mayor n¨²mero de casos desde marzo pasado. Oficialmente, la ciudad no registra nuevos casos desde mayo.

¡°?Es el lugar m¨¢s seguro del mundo!¡±, afirma Deng, una entusiasta joven de 25 a?os, repitiendo una frase que se escucha una y otra vez en la ciudad. ¡°Impusimos medidas de control muy estrictas, se hicieron pruebas masivas de covid y ahora tenemos tambi¨¦n vacunas propias. Eso demuestra que China es un pa¨ªs poderoso y ha hecho un buen trabajo controlando el virus. Yo estoy muy tranquila¡±, asegura durante su paseo diario por el parque de Jiangtan, a la orilla del r¨ªo Yangtz¨¦.

Seg¨²n las cifras estatales, los casos en el pa¨ªs son casi 90.000 personas infectadas y 4.635 muertos, la mayor¨ªa de ellos (unos 50.000 infectados, 3.869 fallecidos) en Wuhan, aunque un estudio oficial de seroprevalencia indica que en esta ciudad el n¨²mero real de contagios pudo estar cerca del medio mill¨®n.

Chen, una ejecutiva de 38 a?os, concuerda con Deng tras concluir su sesi¨®n de jogging, un deporte que empez¨® a practicar tras el fin del confinamiento para combatir la ansiedad. ¡°Si hay un sitio donde tenemos experiencia de c¨®mo derrotar la covid, es este¡±, asegura.

Aunque el nerviosismo est¨¢ a flor de piel. Hace dos semanas se alert¨® de que un contagiado de covid en otra provincia hab¨ªa viajado brevemente a la ciudad antes de que se le detectaran s¨ªntomas. La calle comercial por la que pas¨® se cerr¨® temporalmente, y se hicieron pruebas a 8.000 personas que pudieron haber coincidido con el enfermo. Los grupos de amigos en las redes sociales se llenaron de advertencias pidiendo cuidado.

Este aniversario no va a conmemorarse en los calendarios oficiales. C¨®mo se gestionaron aquellas primeras semanas de contagios, desde que se detectaron los primeros en diciembre hasta que se confin¨® Wuhan, es a¨²n objeto de debate, denuncias y reproches entre Pek¨ªn y gobiernos occidentales. Coincidiendo con el aniversario del cierre, esta semana un panel independiente ha se?alado a China y la Organizaci¨®n Mundial de la Salud para asegurar que ambas pudieron haber actuado m¨¢s r¨¢pido para atajar la enfermedad antes de que se propagara por el resto del mundo. Una misi¨®n de la OMS, de momento cumpliendo cuarentena, se encuentra en la ciudad para investigar el origen de la enfermedad.

La prensa local no est¨¢ dedicando espacio a recordar que se cumple un a?o del bloqueo. Tan solo estaba previsto el estreno, este viernes, de un documental sobre la pandemia, D¨ªas y noches en Wuhan, que seg¨²n la televisi¨®n estatal CCTV ¡°muestra el hero¨ªsmo de los trabajadores en primera l¨ªnea, pero tambi¨¦n la fuerza de los lazos familiares¡±. Desde octubre, en uno de los pabellones que se habilitaron como hospitales provisionales durante la pandemia, una exposici¨®n recuerda tambi¨¦n aquellos d¨ªas para subrayar el papel del Partido Comunista -y del presidente Xi Jinping- en el ¨¦xito de la lucha contra el virus.

¡°La gente ya ha olvidado¡±, comenta Zhou, un wuhan¨¦s muy cr¨ªtico con el Gobierno y que durante los primeros d¨ªas de la pandemia quiso grabar v¨ªdeos sobre lo que ocurr¨ªa para que la posteridad pudiera verlo. ¡°En cuanto ha vuelto la normalidad, han pasado p¨¢gina y ya no quieren saber nada (¡­) Las autoridades est¨¢n convencidas de que han apagado el incendio y rechazan escuchar opiniones contrarias, escondiendo la cabeza en la arena. Este aniversario se ha convertido en un tab¨²¡±.

Excluido del relato oficial queda el mercado de Huanan, considerado al principio el origen de la enfermedad y que a¨²n hoy contin¨²a cerrado. Tambi¨¦n las amonestaciones a los m¨¦dicos que quisieron alertar, a sus c¨ªrculos o m¨¢s all¨¢, sobre el peligro. Y quienes criticaron la gesti¨®n de las primeras semanas de la pandemia. Blogueros y periodistas ciudadanos como Chen Qiushi o Fan Bing, detenidos desde entonces, la exabogada Zhang Zhan -condenada a cuatro a?os de c¨¢rcel por ¡°buscar pelea¡±- o el ejecutivo inmobiliario y exmiembro del Partido Ren Zhiqiang, sentenciado a 18 a?os de c¨¢rcel por corrupci¨®n tras criticar la gesti¨®n de Xi contra el virus.

O familiares de los fallecidos que piden justicia. Uno de ellos es Zhang Hai, un antiguo ejecutivo inmobiliario de 51 a?os que en los primeros d¨ªas de la pandemia, y confiado en lo que dec¨ªan entonces las noticias -que no hab¨ªa indicios de contagios entre personas, que todo estaba bajo control- llev¨® a su padre, enfermo de Alzheimer, a su ciudad natal el 17 de enero para que recibiera tratamiento para una pierna rota. Tras quedar ingresado, el padre, un antiguo militar, contrajo covid y muri¨® el 1 de febrero. Su fallecimiento, cree su hijo, se podr¨ªa haber evitado si se hubiera informado a tiempo sobre la gravedad de la situaci¨®n.

Zhang ha intentado, sin ¨¦xito, levantar un monumento en memoria de las v¨ªctimas y demandar en los tribunales a las autoridades locales de Wuhan y su provincia, Hubei, a las que acusa de todos los errores -ocultaci¨®n de informaci¨®n, mala gesti¨®n de los hospitales- del comienzo de la crisis. Ha enviado una carta -sin respuesta- al propio Xi Jinping, para pedir que esos funcionarios, hoy destituidos, comparezcan ante los tribunales.

¡°Las autoridades locales sab¨ªan de la existencia del virus y decidieron ocultar informaci¨®n, eso es un delito. Alguien tiene que asumir la responsabilidad y corregir los errores¡±, denuncia Zhang, ¡°Ya sufrimos una epidemia de SARS (en 2002-2003, en la que el Gobierno chino trat¨® durante meses de encubrir lo que ocurr¨ªa), ?qu¨¦ hemos aprendido de aquello? A los funcionarios chinos no les interesa la gente, les interesa su puesto¡±, asegura el antiguo ejecutivo, hoy dedicado a tiempo completo a su lucha. Pese a todo, Zhang defiende al Gobierno central y cree que si Xi llega a conocer su situaci¨®n, impartir¨¢ justicia. ¡°Absolutamente¡±, enfatiza.

Como Zhang, Han Chunhua (nombre supuesto) tambi¨¦n perdi¨® a su padre, que muri¨® antes de poder recibir tratamiento y, por tanto, no figura en los registros oficiales. Ella tambi¨¦n reclama una investigaci¨®n exhaustiva sobre los errores de entonces. Antes de la pandemia, sostiene, ten¨ªa fe en las autoridades: ¡°cre¨ª todo lo que dec¨ªan las noticias y los funcionarios. Ahora, despu¨¦s de criticarles, me he convertido en una enemiga de las autoridades, algo que no me hubiera imaginado nunca¡±. Pero tampoco ¡°hubiera cre¨ªdo nunca que las autoridades quisieran suprimir la verdad¡±.

En el centro de Wuhan, los Chao intentaron reabrir su comercio cuando se levant¨® el bloqueo en abril. No pudo ser. ¡°Con el coronavirus, no pod¨ªamos importar los tejidos que vend¨ªamos, as¨ª que hubo que reinventarse¡±, cuentan. Cambiaron las telas por pasteles. ¡°El negocio nuevo va bien, m¨¢s o menos como antes de la pandemia. No nos podemos quejar¡±, aseguran. Y repiten lo que ya se ha convertido en un lugar com¨²n: ¡°Wuhan es la ciudad m¨¢s segura del mundo¡±.

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