Muere por covid el ¨²ltimo ind¨ªgena var¨®n de los juma de Brasil
El anciano Aruk¨¢ Juma, fallecido el mi¨¦rcoles en un hospital de la Amazonia, ten¨ªa tres hijas, las ¨²nicas supervivientes de una etnia que tuvo miles de miembros hace tres siglos
El ind¨ªgena brasile?o Aruk¨¢ Juma ten¨ªa entre 86 y 90 a?os cuando este mi¨¦rcoles muri¨® por complicaciones del coronavirus en la UCI de un hospital de Porto Velho, una ciudad incrustada en la Amazonia, a 120 kil¨®metros por carretera y dos horas en barco de su aldea. Su fallecimiento, como los 1.150 registrados en esa jornada en todo Brasil, fue una tragedia para sus allegados, pero Aruk¨¢ era tambi¨¦n el ¨²ltimo var¨®n del pueblo juma, memoria viva de saberes ancestrales y superviviente de una matanza para exterminar a los suyos. Las tres hijas que deja son las ¨²ltimas de un pueblo que en el siglo XVIII tuvo entre 12.000 y 15.000 miembros.
Una insuficiencia respiratoria aguda combinada con una infecci¨®n hizo que el anciano no superara la enfermedad, seg¨²n el diario digital Amazonia Real. De joven sobrevivi¨® con otros seis jumas a una masacre perpetrada por encargo de comerciantes interesados en el caucho y las casta?as de su tierra, seg¨²n la detallada informaci¨®n del Instituto Socioambiental sobre cada una de los cientos de etnias de Brasil. Cazados como si fueran monos, murieron unos 60 ind¨ªgenas. Fue el ¨²ltimo intento de exterminio masivo que sufri¨® esta tribu, descrita por los cronistas como antrop¨®fagos, perversos y feroces, y contactada a mediados del XX.
El caso de Aruk¨¢ ilustra c¨®mo la pandemia afecta a los ind¨ªgenas que viven en aldeas de Brasil, el segundo pa¨ªs donde m¨¢s estragos ha causado el coronavirus. Tres cifras resumen el drama nacional: 242.000 muertos, casi diez millones de contagios y un desempleo del 14%. Entre los ind¨ªgenas que viven en aldeas ¨Duna peque?a minor¨ªa especialmente vulnerable que habita un vast¨ªsimo territorio¡ª, la covid ha matado a 567 personas. La vida de este juma ofrece, adem¨¢s, una mirada a la historia de estas comunidades diezmadas desde la colonizaci¨®n portuguesa y que resultan esenciales para la conservaci¨®n de la Amazonia, la mayor selva tropical del mundo. Claves, por tanto, para frenar el cambio clim¨¢tico.
El antrop¨®logo Edmundo Peggion conoci¨® a los ¨²ltimos juma en los noventa. ¡°Aruk¨¢ era el ¨²ltimo hombre juma que ten¨ªa memoria de las maneras de cazar, los modos artesanales propios de su pueblo. Existe un consenso en la regi¨®n, entre los ind¨ªgenas kagwahiva, de su importancia para la memoria colectiva¡±, explica el profesor de la Universidad Estatal Paulista (Unesp) en una entrevista telef¨®nica. Kagwahiva es el grupo ling¨¹¨ªstico al que pertenecen los juma. ¡°?l era reconocido como un am¨®e, un t¨ªtulo de respeto¡±, que quiere decir abuelo en tup¨ª guaran¨ª.
El coronavirus y Jair Bolsonaro ¡ªun presidente antivacunas, que desprecia la gravedad de la pandemia y los derechos ind¨ªgenas¡ª se han sumado a las amenazas cl¨¢sicas de los nativos, como los buscadores de oro o los madereros ilegales. Las principales asociaciones de los abor¨ªgenes brasile?os culpan directamente al Gobierno de su muerte: ¡°Una vez m¨¢s, el Gobierno brasile?o se comport¨® con un grado de omisi¨®n criminal y de manera incompetente. El Gobierno lo asesin¨®¡±, dicen en un comunicado.
La epidemia se extendi¨® veloz por los r¨ªos de la Amazonia. Y los invasores de tierras son un foco de contagio. Aunque la vacunaci¨®n est¨¢ llegando a aldeas ind¨ªgenas remotas, existe desconfianza hacia los sanitarios. Y la falta de dosis amenaza la inmunizaci¨®n en todo Brasil. R¨ªo de Janeiro tuvo que parar las inyecciones el lunes.
Aruk¨¢ fue trasladado a un hospital en enero e intubado. Es tambi¨¦n uno de los brasile?os que fue tratado con lo que el Ministerio de Salud denomina tratamiento precoz. Medicamentos como la cloroquina, cuya eficacia contra la covid-19 no est¨¢ cient¨ªficamente demostrada, convertidos por Bolsonaro en pol¨ªtica de Gobierno. Hasta el punto de embarcar a las Fuerzas Armadas en la fabricaci¨®n de millones de comprimidos.
La muerte del anciano ind¨ªgena ¡°es una p¨¦rdida devastadora. La historia de su vida fue y sigue siendo un s¨ªmbolo de la tremenda lucha que libr¨® el pueblo juma¡±, afirma en una entrevista Edson Carvalho, de la ONG Kanind¨¦, desde Porto Velho, la ciudad donde Aruk¨¢ falleci¨®.
Ser¨¢ enterrado en su aldea, ubicada en la Tierra Ind¨ªgena Juma, al sur del Estado de Amazonas, donde estaba cuando sinti¨® los primeros s¨ªntomas en enero. Un lugar muy alejado de cualquier ciudad. La creaci¨®n de esta reserva ind¨ªgena de 38.000 hect¨¢reas fue una ardua batalla culminada tras a?os de tr¨¢mites. Las autoridades no estaban convencidas de que aquel territorio con un pu?ado de habitantes mereciera la protecci¨®n legal que impide explotar sus recursos.
Antes, a finales de los noventa, los ¨²ltimos juma fueron sacados por las autoridades de sus tierras. Aruk¨¢, sus tres hijas, un cu?ado y la esposa de este fueron trasladados contra su voluntad a los dominios de los uru-eu-wau-wau, explica el antrop¨®logo, que en aquella ¨¦poca tuvo contacto estrecho con ambos grupos. All¨ª las hijas se casaron con varones de este otro pueblo con el que los juma comparten lengua. Abandonar su h¨¢bitat ¡°caus¨® un impacto muy grande en la vida de todos los juma¡±, cuenta Peggion, que a?ade que la pareja mayor falleci¨® poco despu¨¦s del traslado. ¡°En aquellos a?os fuera de su territorio, Aruk¨¢ estuvo muy deprimido, ten¨ªa una enorme a?oranza de su territorio¡±, seg¨²n el investigador.
Tras librar otro duelo con las autoridades, este abuelo ind¨ªgena logr¨® regresar a las tierras donde creci¨® y que sus ancestros poblaron durante muchos siglos. Le acompa?aron sus hijas (jumas), los maridos de estas (de etnia uru-eu-wau-wau) y los hijos de las tres parejas. La ONG Kanind¨¦ sostiene que, como en este caso la etnia la transmite el padre, ellas son las ¨²ltimas del linaje. La primog¨¦nita, Boreh¨¢, es la nueva cacique del diezmado grupo.
Fiel a su promesa de campa?a, Bolsonaro no ha dado protecci¨®n legal a un solo cent¨ªmetro m¨¢s de tierra ind¨ªgena en los dos a?os que lleva en la Presidencia. Los expedientes en tr¨¢mite est¨¢n paralizados mientras disminuyen los inspectores en Amazonia, los ¨®rganos que velan por la protecci¨®n del medio ambiente y de los ind¨ªgenas que lo protegen desde hace incontables generaciones.
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