Las personas de mayor edad son las que menos miedo tienen a morir por covid, seg¨²n el CIS
El 52,3% de los mayores de 65 a?os afirman no sentir nada de temor, seg¨²n una encuesta sobre salud mental. Siete de cada 10 espa?oles temen perder a alg¨²n ser querido
La pandemia ha empeorado la salud mental de toda la poblaci¨®n. Los efectos del aislamiento social, la crisis econ¨®mica y el miedo a la enfermedad han disparado la depresi¨®n y la ansiedad en los adultos, mientras que el retraso en la atenci¨®n a pacientes que ya ten¨ªan alg¨²n problema de salud mental ha agravado sus problemas. Los efectos, de los que alertan los expertos, se ven en la encuesta sobre salud mental que ha realizado el Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS) entre 3.083 personas: casi uno de cada cuatro espa?oles (el 23,4%) ha sentido mucho o bastante ¡°miedo a morir debido al coronavirus¡±, seg¨²n los resultados avanzados este jueves. Sin embargo, las personas de m¨¢s edad (m¨¢s de 65 a?os), y por tanto, con mayor riesgo, son las que manifiestan menos miedo a morir. Casi siete de cada diez (68,6%) han sentido mucho o bastante miedo a perder alg¨²n familiar o ser querido.
El miedo a enfermar y morir por covid-19 es mayor entre las mujeres (28,3%) que entre los hombres (18,4%). Por edad, los que m¨¢s miedo han sentido han sido los del grupo de entre 55 y 64 a?os (26,2%). Los de la franja de edad m¨¢s elevada, la de los mayores de 65 a?os, son, curiosamente, los que muestran menos temor: solo el 21,2% dice sentir mucho o bastante miedo a morir, mientras que el 52,3% dice no sentir nada de miedo, 8,1 puntos por encima del siguiente grupo, los de 55 a 64 a?os. Los encuestados de entre 35 y 44 a?os son los que menos responden que no sienten nada de temor, solo el 34,8%.
¡°Los mayores tienen m¨¢s capacidad de relativizar: han vivido circunstancias muy complejas a lo largo de su vida y, adem¨¢s, pueden tener la vivencia de que ya han tenido una vida amplia, y todo lo ven desde otra perspectiva. Pero tambi¨¦n es verdad que los mayores de 65 a?os, excepto en el contexto de las residencias, han tenido que exponerse menos al riesgo y han podido aislarse mejor y seguir las medidas de protecci¨®n, y puede que se sintiesen m¨¢s seguros¡±, sostiene Antoni Ramos Quiroga, jefe de Psiquiatr¨ªa del Hospital Vall d¡¯Hebron de Barcelona. El estudio muestra tambi¨¦n c¨®mo la religiosidad no disminuye el miedo a la muerte: los que se declaran agn¨®sticos, indiferentes o ateos, son los que menos responden que han sentido mucho o bastante miedo (17,4%), 10 puntos menos que los otros grupos: cat¨®licos practicantes, no practicantes y creyentes en otras religiones, todos en torno al 27%.
La encuesta muestra tambi¨¦n que la poblaci¨®n tiene m¨¢s miedo a perder a alg¨²n familiar o ser querido (68,6%) que a morir ellos mismos. Nuevamente, la preocupaci¨®n es mayor entre las mujeres (74,1%) que entre los hombres (63%). Las cifras son similares cuando se pregunta si sienten temor a que se contagie alg¨²n allegado: el 72,3% de los encuestados ha sentido mucho o bastante miedo, el 77,2% entre las mujeres y el 67% entre los hombres. Adem¨¢s, durante el ¨²ltimo a?o, el 61,2% de los espa?oles dice sentirse m¨¢s preocupado por su salud que antes. ¡°La diferencia entre hombres y mujeres hay que relativizarla porque hay que corregirla con el sesgo de reconocimiento: hay m¨¢s aceptaci¨®n de las emociones entre las mujeres¡±, conviene Celso Arango, presidente de la Sociedad Espa?ola de Psiquiatr¨ªa.
Una de las formas en las que se expresa la tensi¨®n vivida durante la pandemia es el llanto: el 35,1% admite que ¡°ha llorado debido a esta situaci¨®n¡±, con una clara diferenciaci¨®n por sexos: lo reconocen un 16,9% de los hombres y un 52,8% de mujeres. Por edad, los m¨¢s j¨®venes, de 18 a 24 a?os, son los que m¨¢s dicen haber llorado, un 42,8%. ¡°A m¨ª lo que me sorprender¨ªa es que la gente no estuviese preocupada. Esta encuesta no refleja trastornos mentales, sino reacciones y respuestas emocionales a una situaci¨®n que es preocupante¡±, matiza Arango.
Desde que empez¨® la crisis sanitaria, un 41,9% de los encuestados ha tenido problemas de sue?o, un 51,9% se ha sentido cansado o con pocas energ¨ªas, y un 38,7% ha tenido dolores de cabeza, entre otros problemas como taquicardias, mareos o desmayos. ¡°Son reacciones normales, fisiol¨®gicas, ante una situaci¨®n traum¨¢tica para una persona. Son se?ales de alarma porque las personas m¨¢s vulnerables a desarrollar un trastorno de salud mental est¨¢n en ese grupo, pero la mayor parte de ese grupo no tendr¨¢ ning¨²n trastorrno¡±, apunta Arango.
Ramos Quiroga coincide: ¡°Eso es lo que vemos en el d¨ªa a d¨ªa. El insomnio, la fatiga y llorar son s¨ªntomas de lo que llamamos depresi¨®n o ansiedad. Pero eso no significa que todo el mundo desarrolle un trastorno. La depresi¨®n son muchos s¨ªntomas que alteran tu funcionamiento diario: no disfruto, no me concentro, tengo fatiga, no duermo bien, pierdo peso, estoy triste... Y todo ello, altera tu vida diaria¡±. El psiquiatra de Vall d¡¯Hebron a?ade, adem¨¢s, que ¡°la prevenci¨®n¡± es clave para que esos s¨ªntomas espor¨¢dicos no se conviertan en un problema grave de salud mental: ¡°Tienes que tener una buena higiene del sue?o y mantener el contacto social. Si no puedes f¨ªsicamente, llamar por tel¨¦fono a tus amigos o familia, mantener el contacto con gente con la que puedas hablar de lo que te pasa y c¨®mo est¨¢s¡±.
La encuesta tambi¨¦n muestra que la pandemia ha afectado a ni?os y adolescentes. Un 52,2% de los padres con hijos menores de edad (843 entrevistas de la muestra) han notado cambios en la manera de ser de sus hijos. Entre estas familias, un 72,7% ha observado en sus hijos o nietos ¡°cambios de humor¡±, un 78,6% ¡°cambios en los h¨¢bitos de vida¡± y un 30,4% ¡°cambios en el sue?o¡±. ¡°Si hemos cambiado los adultos, ?c¨®mo no van a cambiar ellos? Hay que entender que esta pandemia en los menores tambi¨¦n tendr¨¢ un impacto y no escandalizarse. S¨¦ flexible, generoso y si ves una alteraci¨®n de la conducta, ac¨¦rcate a ¨¦l con cari?o. Y en los adolescentes, seamos respetuosos con su espacio y observemos¡±, apunta Ramos Quiroga. Al igual que en el caso de los adultos, la alerta de que el menor puede estar desarrollando un trastorno de salud mental la da el impacto que tienen los s¨ªntomas: el problema surge cuando esas alteraciones en el rendimiento acad¨¦mico, el aislamiento, la irritabilidad, los cambios de peso o el llorar a menudo, alteran su d¨ªa a d¨ªa.
El trabajo, realizado entre el 19 al 25 de febrero, ha contado con la direcci¨®n cient¨ªfica de Bonifacio Sand¨ªn, catedr¨¢tico de la UNED, especializado en personalidad, evaluaci¨®n y tratamientos psicol¨®gicos, y de Jos¨¦ Luis Pedreira, psiquiatra, psicoterapeuta y profesor de Psicopatolog¨ªa de la UNED. Ambos autores han destacado el tama?o de la muestra, 3.083 encuestados, representativo de la poblaci¨®n que incluye todos los rangos de edad, seg¨²n un comunicado del CIS.
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