El Parlamento alem¨¢n refuerza el poder de Merkel para imponer restricciones uniformes en todo el pa¨ªs

La canciller alemana, Angela Merkel, quer¨ªa imponer medidas comunes para luchar contra el coronavirus en toda Alemania, y est¨¢ a un paso de conseguirlo. El Bundestag aprob¨® este mi¨¦rcoles una reforma de la Ley de Protecci¨®n de Infecciones que aumenta el poder del Gobierno federal para aplicar restricciones uniformes en todos los Estados. El texto incluye medidas controvertidas, como el toque de queda nocturno, que hasta ahora no se hab¨ªa aplicado en Alemania. A partir de una incidencia semanal de 100 casos por 100.000 habitantes, tambi¨¦n ser¨¢ obligatorio hacer dos test de ant¨ªgenos a la semana en las escuelas y se limitar¨¢n los contactos sociales.

El Parlamento aprob¨® la reforma con los votos de los partidos que forman la gran coalici¨®n que gobierna Alemania, conservadores y socialdem¨®cratas, que tienen mayor¨ªa. Los Verdes se abstuvieron porque creen que las medidas se quedan cortas, y la formaci¨®n ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) vot¨® en contra y acus¨® al Gobierno de recortar las libertades individuales y de aprobar una ley antidemocr¨¢tica. Cerca del Bundestag se concentraron m¨¢s de 8.000 personas para manifestarse en contra de la reforma. La Polic¨ªa, que hab¨ªa desplegado a m¨¢s de 2.200 agentes, tuvo que disolver la concentraci¨®n, practic¨® m¨¢s de 150 detenciones y us¨® gas pimienta contra algunos manifestantes.

La reforma de la ley a¨²n tiene que pasar por el Bundesrat, la C¨¢mara de representaci¨®n territorial. Lo har¨¢ probablemente el jueves. Las nuevas normas, conocidas como freno de emergencia porque implican dar marcha atr¨¢s a la desescalada cuando se dispara la incidencia, podr¨ªan entrar en vigor el pr¨®ximo s¨¢bado. El Ejecutivo de Merkel podr¨ªa encontrarse con m¨¢s dificultades en el Bundesrat, ya que alguno de los 16 Estados federados no ve con buenos ojos que el Gobierno federal invada sus competencias en sanidad y educaci¨®n. Es especialmente problem¨¢tico el toque de queda, sobre todo para los Estados del este de Alemania, la antigua RDA. El ministro del Interior de Turingia, el socialdem¨®crata Georg Maier, por ejemplo, se ha opuesto a la medida.

El Ejecutivo de Angela Merkel considera que el freno de emergencia es imprescindible para luchar contra la tercera ola de la pandemia, que a¨²n no ha llegado a su pico. Alemania se acerca a los 3,2 millones de contagios (menos que los 3.,4 de Espa?a con casi el doble de poblaci¨®n), seg¨²n datos del Instituto Robert Koch, competente en la materia. Este mi¨¦rcoles se registraron casi 25.000 casos nuevos y 331 fallecidos. Desde el inicio de la pandemia han muerto 80.634 personas con coronavirus. La incidencia acumulada, que en Alemania se calcula a siete d¨ªas, es de 160 casos por 100.000 habitantes (Espa?a est¨¢ en 107). Lleva unos d¨ªas estancada despu¨¦s de haber subido desde el mes de marzo. A mediados de febrero la incidencia rondaba los 65. Las sociedades m¨¦dicas de cuidados intensivos han alertado de que las UCI de los hospitales est¨¢n cada vez m¨¢s llenas y sometidas a demasiada presi¨®n.

Situaci¨®n ¡°muy grave¡±

¡°La situaci¨®n es grave, muy grave¡±, dijo el ministro de Sanidad, Jens Spahn, durante el debate parlamentario. ¡°Si podemos evitar el sufrimiento, debemos hacerlo¡±, a?adi¨® tras dar el dato de que hay m¨¢s de 5.000 pacientes ingresados en unas UCI muy tensionadas. Spahn asegur¨® que la vacunaci¨®n avanza a buen ritmo y que en pocas semanas uno de cada tres alemanes habr¨¢ recibido una primera dosis. Pero dijo no entender por qu¨¦ hay quien defiende que se llenen las UCI antes de tomar medidas. ¡°La vacunaci¨®n y las pruebas por s¨ª solas no son suficientes para romper la tercera ola¡±, asegur¨®. Alemania est¨¢ vacunando a medio mill¨®n de personas diario. El 20,8% de la poblaci¨®n ha recibido al menos una dosis de inmunizaci¨®n.

En la calle, manifestantes llegados de toda Alemania trataban de acercarse a la zona del Bundestag para protestar por la reforma de la ley. Algunos llevaban pancartas en las que se le¨ªa ¡°Libertad¡± y ¡°No a la dictadura¡±. Entre los congregados, m¨¢s de 8.000 seg¨²n c¨¢lculos de la Polic¨ªa, hab¨ªa negacionistas de la pandemia, ultraderechistas, creyentes en teor¨ªas conspirativas y tambi¨¦n ciudadanos que simplemente est¨¢n descontentos con la gesti¨®n de la pandemia que est¨¢ haciendo el Gobierno de Angela Merkel.

¡°Hemos venido a defender nuestra libertad¡±, dec¨ªan Michaela y Hans, ¨¦l jubilado y ella esteticista. Cuando hablaron con EL PA?S, acababan de llegar a Berl¨ªn despu¨¦s de conducir cuatro horas desde Hannover y caminaban por la avenida del 17 de Junio hacia la puerta de Brandenburgo. ¡°No votamos a ning¨²n partido. Ninguno nos representa¡±, dec¨ªa Michaela. ¡°Necesitamos un sistema de democracia directa, sin partidos¡±, apuntaba ¨¦l. Ambos estaban en contra del uso obligatorio de mascarillas en las escuelas. Igual que Svenja Wegemer, de 41 a?os, llegada de Essen, una ciudad al oeste de Berl¨ªn: ¡°Est¨¢n imponiendo una dictadura en Alemania. Merkel quiere crear otra RDA¡±. Wegemer asegura que no hay ninguna pandemia y que el coronavirus es un pretexto para someter a la poblaci¨®n.

Entre los manifestantes tambi¨¦n hab¨ªa personas como Dana, contable de 31 a?os, que hab¨ªa viajado desde un pueblo de la regi¨®n de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, al norte de Berl¨ªn, con su marido. ¡°Claro que el virus es real, el coronavirus existe, pero tenemos que aprender a vivir con ¨¦l. Tenemos que recuperar la normalidad y la de nuestros hijos¡±, dec¨ªa. Ni ella ni su marido son votantes de AfD: ¡°Soy bosnia y vine a Alemania tras la guerra. Este pa¨ªs me acogi¨®¡±. La mayor¨ªa de personas con las que habl¨® EL PA?S no hab¨ªan tenido ning¨²n caso cercano de enfermedad grave o muerte por coronavirus. Tampoco Bettina, de 54 a?os, bibliotecaria, que aseguraba tener miedo por la supervivencia de la democracia en Alemania. ¡°Espero que esta pesadilla acabe este a?o¡±, dec¨ªa, tras poner en duda que los test realmente detecten el virus.