La Euroc¨¢mara propone que se exima de pruebas y cuarentenas a los turistas vacunados
El Parlamento Europeo reclama, con 540 votos a favor, 119 en contra y 31 abstenciones, PCR gratuitas a quienes se les exija para viajar, con el fin de evitar que el certificado covid sea discriminatorio
El certificado de vacunaci¨®n europeo deber¨ªa ser un verdadero salvoconducto, un documento suficiente para atravesar fronteras europeas evitando restricciones adicionales a los turistas, como cuarentenas o pruebas PCR. As¨ª lo reclamaron el mi¨¦rcoles los principales grupos parlamentarios de la Euroc¨¢mara en el debate en el que deb¨ªan fijar su posici¨®n sobre el llamado pasaporte covid, de cara a la pr¨®xima negociaci¨®n con el Consejo Europeo (que representa a los Gobiernos europeos). El resultado de la votaci¨®n parlamentaria celebrada este mi¨¦rcoles, y cuyo abrumador apoyo (540 votos a favor, 119 en contra y 31 abstenciones) se ha conocido este jueves, indica que este ser¨¢ el principal escollo en las discusiones con el Consejo, que pretende precisamente lo contrario: que los 27 Estados miembros se reserven la posibilidad de imponer restricciones y cuarentenas a los viajeros, incluso a los que lleguen provistos de un documento que acredite haber recibido una vacuna contra la covid-19.
El Parlamento, adem¨¢s, reclama que las pruebas PCR sean gratuitas y accesibles a todos los ciudadanos a los que se les exija para viajar, para evitar que el certificado resulte discriminatorio entre quienes han tenido la posibilidad de vacunarse o cuentan con anticuerpos naturales y quienes no. De lo contrario, por ejemplo, un joven de 20 a?os que no haya pasado la covid ni haya sido vacunado, al no entrar a¨²n en los planes de inmunizaci¨®n, se ver¨ªa obligado a asumir los costes de varias PCR para viajar, si as¨ª lo exigieran los pa¨ªses de destino; una persona vacunada, en cambio, no tendr¨ªa que asumir ning¨²n coste.
Como suele suceder en Bruselas, se huele ya la batalla entre el Consejo y el Parlamento a cuenta del documento llamado a relanzar los viajes, el turismo y la econom¨ªa este verano. Ser¨¢ una contienda corta, pero intensa: las negociaciones entre ambos ¨®rganos colegisladores para pulir las diferencias sobre el reglamento arrancar¨¢n en principio la semana que viene y las partes conf¨ªan en llegar a un acuerdo en junio, justo a tiempo de salvar la campa?a estival.
La Euroc¨¢mara busca acabar ¡°con la situaci¨®n ca¨®tica¡± vivida en los ¨²ltimos tiempos, seg¨²n ha expuesto ante sus colegas del hemiciclo el eurodiputado socialista Juan Fernando L¨®pez Aguilar, encargado de coordinar las negociaciones. Frente a una UE dividida, con cada pa¨ªs imponiendo medidas por su cuenta, el certificado deber¨ªa ser ¡°homog¨¦neo, unitario, v¨¢lido en todos los Estados miembros¡±, seg¨²n ha reclamado el pol¨ªtico canario y presidente de la Comisi¨®n de Justicia y Libertades Civiles; el t¨ªtulo deber¨ªa servir para poner fin a la ¡°cacofon¨ªa de medidas¡± existentes, que disuaden a las personas de iniciar sus viajes por ¡°temor a estar expuestos a medidas restrictivas adicionales adem¨¢s del certificado¡±. En definitiva, la principal batalla del Parlamento frente al criterio de los Veintisiete es sencilla: ¡°Los Estados no deben imponer medidas restrictivas adicionales; el certificado debe bastar para volver a estimular la libre circulaci¨®n¡±.
Los eurodiputados temen que la posici¨®n negociadora del Consejo, fijada a mediados de abril por los embajadores europeos, resulte en una versi¨®n descafeinada del certificado, convirti¨¦ndolo en ¡°una aplicaci¨®n m¨¢s, que a?ada burocracia¡±, pero carente de significado, seg¨²n ha apuntado Jeroen Lenaers, del Partido Popular Europeo. El acuerdo al que llegaron los Veintisiete hace dos semanas propone, al contrario, que el reglamento del certificado ¡°no debe abarcar las decisiones de los Estados miembros de imponer o eximir de restricciones a la libertad de movimiento¡±, guard¨¢ndose el margen de maniobra de la discrecionalidad.
¡°?Qu¨¦ sentido tiene impulsar un programa europeo com¨²n si luego los Estados miembros pueden ignorar el certificado cuando les venga en gana e imponer restricciones adicionales?¡±, ha planteado la eurodiputada Sophia in ¡®t Veld, del grupo liberal Renew, que ha zanjado: ¡°El Parlamento se opone a ello¡±. Los ciudadanos, ha recordado esta pol¨ªtica holandesa al Consejo, ¡°quieren sus derechos, sus libertades, quieren viajar¡±.
La Euroc¨¢mara tambi¨¦n ha lanzado un mensaje duro al Consejo sobre la discriminaci¨®n en la que incurrir¨ªa un pasaporte vacunal que exigiera pruebas costosas, pero solo a algunas personas: aquellas que no hubieran tenido posibilidad de vacunarse o que no posean anticuerpos naturales por haber superado la enfermedad. ¡°El certificado tiene que ser gratuito y los test tambi¨¦n porque son prohibitivos en algunos Estados miembros¡±, ha incidido L¨®pez Aguilar durante su intervenci¨®n. ¡°No puede ser que tenga un precio prohibitivo y discriminatorio un test que es obligatorio¡±. El socialista ya advirti¨® el lunes, en un seminario sobre el certificado: ¡°Si el Consejo no se aviene a negociar nuestra posici¨®n no habr¨¢ legislaci¨®n [del certificado de vacunaci¨®n] y eso ser¨ªa un gran fracaso¡±.
Didier Reynders, comisario europeo de Justicia y responsable del proyecto de reglamento sobre el pasaporte, ha pedido durante el debate no atascarse ¡°en argumentos sobre si hay que eliminar las restricciones para los que disponen de este certificado¡±. De lo contrario, ¡°no podremos resolverlo con el tiempo disponible¡±, ha alertado. ¡°Tenemos que garantizar que se pueda desplegar antes del verano¡±. Sobre el elevado coste de las PCR, Reynders ha argumentado que queda fuera de las atribuciones de la UE: ¡°El reembolso de este gasto es una competencia de los Estados miembros¡±, ha dicho.
Ana Paula Zacar¨ªas, secretaria de Estado de Asuntos Europeos de Portugal, cuyo pa¨ªs asume este semestre la presidencia rotatoria del Consejo, ha asegurado que tanto este ¨®rgano como los Veintisiete ¡°son muy conscientes¡± de la importancia de reducir los costes de estas pruebas, pero ha propuesto acudir a mecanismos que ya existen para abaratarlos, como la reducci¨®n o supresi¨®n del IVA o la compra masiva de test a trav¨¦s de una contrataci¨®n conjunta a nivel europeo.
El Parlamento ha dejado claro este mi¨¦rcoles que plantar¨¢ cara de manera firme desde la primera l¨ªnea del proyecto legislativo. Ni siquiera le gusta el nombre que propuso la Comisi¨®n en su iniciativa: certificado verde digital, como lo denomin¨® el Ejecutivo comunitario, tratando de evitar el uso cada vez m¨¢s generalizado de la palabra pasaporte. ¡°Este certificado nunca ha sido verde, solo en la parte digital¡±, ha rebatido el popular Lenaers, que ha asegurado no haber recibido una respuesta convincente sobre el nombre propuesto por la Comisi¨®n. La Euroc¨¢mara, en cambio, prefiere llamarlo certificado covid-19 de la UE.
La Eurocam¨¢ra, seg¨²n ha indicado L¨®pez Aguilar, tambi¨¦n se bregar¨¢ para defender el pleno respeto a los derechos fundamentales de privacidad y confidencialidad de los ciudadanos, asegur¨¢ndose de que los datos que queden ligados al certificado no puedan ser almacenados por ninguna Administraci¨®n central europea ni usados a ning¨²n otro efecto, ni siquiera explotados internamente por los Estados miembros.
Apoyo de los ciudadanos espa?oles
Espa?a, donde la econom¨ªa se la juega en la campa?a tur¨ªstica de verano, se encuentra entre los pa¨ªses europeos m¨¢s a favor del pasaporte de vacunaci¨®n, seg¨²n un reciente estudio de Ipsos elaborado para el Foro Econ¨®mico Mundial, en el que se incluye un panel de pa¨ªses del mundo, pero no la UE al completo. El 75% de los encuestados en Espa?a cree que con ese certificado ser¨ªa seguro viajar y acceder a eventos masivos (por detr¨¢s de Italia, con un 76%) e incluso un 55% (en Italia un 60%) estar¨ªan de acuerdo en que este documento fuera un requisito para entrar en restaurantes, tiendas y oficinas.
Espa?a prev¨¦ tener listo a finales de junio su propio certificado, que permitir¨¢ a los ciudadanos europeos que lo tengan entrar a Espa?a sin necesidad de pasar cuarentenas ni hacerse pruebas diagn¨®sticas. El Ministerio de Sanidad no ha concretado c¨®mo avanza el desarrollo log¨ªstico de este pase ni si contempla otorgar a los portadores del documento m¨¢s privilegios que el evitar cuarentenas y pruebas a las personas que llegan a Espa?a.
En cualquier caso, tampoco hay consenso entre las comunidades sobre las posibles atribuciones de un pasaporte vacunal. As¨ª, si bien el Pa¨ªs Vasco, por ejemplo, pide que se use ¡°con fines exclusivamente sanitarios y no tur¨ªsticos¡±, Andaluc¨ªa quiere ir un paso m¨¢s all¨¢. El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, ha reclamado que se tramite un certificado com¨²n en toda Espa?a que permita la movilidad de las personas completamente inmunizadas de una comunidad aut¨®noma a otra.
Andaluc¨ªa, de hecho, ya dispone de un c¨®digo QR propio que pueden descargarse las personas vacunadas y, aunque el Gobierno regional quiere que se use para facilitar la movilidad entre comunidades y la asistencia a eventos culturales, todav¨ªa no se han concretado sus funciones. Galicia, por su parte, exige que el certificado de vacunaci¨®n que emite el Servicio Gallego de Salud a las personas inmunizadas sirva para viajar o acceder a sitios que exijan una PCR reciente. Otras autonom¨ªas, como Asturias o Castilla y Le¨®n, emplazan a discutir y adoptar una decisi¨®n conjunta sobre los usos del certificado en el seno del Consejo Interterritorial de Salud.
Con informaci¨®n de Jessica Mouzo, Sonia Vizoso, Juan Navarro, Mikel Ormazabal y Eva Saiz.
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