Una mand¨ªbula rota y varios dientes menos por ser gay

Pasan pocos minutos de las diez de la noche del s¨¢bado 29 de mayo en la playa del Somorrostro del barrio de la Barceloneta de la capital catalana. Dos parejas gais acaban de conocer a otra pareja heterosexual en la arena. El ocio nocturno permanece cerrado por la covid pero Barcelona no ha dejado de ser la ciudad cosmopolita de antes de la pandemia. Los seis j¨®venes se sientan en un c¨ªrculo. R¨ªen, beben algo, conversan y dejan pasar la noche. Se acercan cuatro individuos. Uno de los intrusos grita mientras se aproxima: ¡°Maricones de mierda¡±. Otro escupe alcanzando a uno de los j¨®venes sentados. Un tercero improvisa una amenaza: ¡°A quien levante una ceja le corto el cuello¡±. A partir de ese momento, se desata una tormenta de pu?etazos, patadas y golpes. Uno de los intrusos aparta a la pareja heterosexual y los agresores se ensa?an con los cuatro gais. Un golpe derriba a Israel (nombre ficticio). Intenta levantarse, pero recibe una brutal patada en la boca que lo deja semiinconsciente sobre la arena. Le han roto la mand¨ªbula y ha perdido varios dientes. Los otros tres agredidos tuvieron m¨¢s suerte y, pese a las heridas y contusiones, no precisaron de intervenci¨®n m¨¦dica.

La agresi¨®n del Somorrostro ha sido una de las m¨¢s graves que se recuerdan contra personas LGTBI en Barcelona, a la que se suman otros dos incidentes ese mismo d¨ªa, sin conexi¨®n entre ellos. Este s¨¢bado por la ma?ana se ha celebrado una protesta en el centro de la capital catalana, contra cualquier acto contra el colectivo. El presidente del Observatorio Contra la Homofobia de Barcelona (OCH), Eugeni Rodr¨ªguez, dice: ¡°No conoc¨ªamos una violencia como la del pasado s¨¢bado en el Somorrostro. Es un delito muy grave con unas lesiones grav¨ªsimas¡±. La ¨²ltima agresi¨®n de una intensidad similar tuvo lugar en enero de 2019 cuando unos j¨®venes apalearon en la estaci¨®n de metro de Urquinaona a Diego Martos despu¨¦s de gritarle: ¡°T¨² no eres un hombre, eres un maric¨®n¡±. Necesit¨® seis puntos de sutura. Martos, tras recuperarse, huy¨® de la ciudad. Barcelona se ha convertido en un lugar donde los ataques hom¨®fobos no son excepcionales y, lamentablemente, van en aumento.

Manu Peinado, presidente de la plataforma LGTBI de Catalu?a, denuncia que el crecimiento de la extrema derecha en Europa ha provocado un aumento de la violencia, y Catalu?a no es una excepci¨®n: ¡°Estamos en un momento de cultivo de odio de la extrema derecha y ese mensaje lo est¨¢ asumiendo muchos j¨®venes con resultados nefastos¡±. El concejal de Derechos de la Ciudadan¨ªa del Ayuntamiento de Barcelona, Marc Serra, explica que tambi¨¦n hay m¨¢s denuncias porque ahora se registran los datos de agresiones al colectivo, lo que no suced¨ªa hace una d¨¦cada. ¡°Tenemos un protocolo de intervenci¨®n para este tipo de delitos. La Fiscal¨ªa act¨²a y los Mossos investigan. Esto hace que se visibilice y se denuncie m¨¢s aqu¨ª que en otros lugares donde unos hechos as¨ª se hubieran catalogado como pelea, a secas, sin ning¨²n tipo de apreciaci¨®n homof¨®bica¡±.

El ¨²ltimo informe de la evoluci¨®n de los delitos de odio en Espa?a publicado por el Ministerio del Interior es de 2019. El documento destaca que ese a?o se ¡°conocieron y registraron¡± en toda Espa?a 278 delitos de odio que discriminaban por la ¡°orientaci¨®n sexual e identidad de g¨¦nero¡±. Ese a?o, el Observatorio Contra la Homofobia de Barcelona tuvo conocimiento de 160 actos homof¨®bicos en toda Catalu?a, mientras que en 2020 fueron 189.

¡°Los incidentes m¨¢s habituales son los de chavales de 16 o 17 a?os que salen los fines de semana, se encuentren a una pareja gay y la insultan, comunidades de vecinos que hacen la vida imposible a alguien solo por su condici¨®n sexual, mala praxis en el mundo laboral o insultos en las redes sociales que son la gran basura del odio¡±, explica el presidente del observatorio. En lo que va de 2021, 80 personas LGTBI en Catalu?a han sufrido las consecuencias del odio en 77 incidentes registrados. Como en el resto de a?os, solo entre el 16% y el 20% de los casos acabar¨¢ en denuncia, y muy pocos en sentencia condenatoria.

En Espa?a no existe un observatorio contra la homofobia estatal, pero en 2016 s¨ª que se cre¨® uno en Madrid. Su director, Rub¨¦n L¨®pez, asegura que en la capital de Espa?a hay entre 270 y 300 incidentes de este tipo al a?o. ¡°Lo que me preocupa de Barcelona es que hay una agresividad que nosotros solo conocimos al principio de la creaci¨®n del observatorio madrile?o. Creo que ah¨ª hay mucha visibilidad del colectivo, como en Par¨ªs y en Berl¨ªn, y eso les pone en el punto de mira de los violentos¡±, lamenta. El director del observatorio madrile?o asegura que la mayor¨ªa de agresores son menores de 35 a?os ¨Dtanto en Madrid como en Barcelona¨D, que ya ¡°han conocido la igualdad y hasta han llegado a ver a un ministro gay¡±. ¡°Creo que el problema es que ven un homosexual y lo asocian a una posici¨®n pol¨ªtica de izquierdas. La sociedad con el auge de la ultraderecha est¨¢ muy polarizada y eso nos pone en mala situaci¨®n¡±, reflexiona.

Cristian Carrer es psic¨®logo social y coordinador t¨¦cnico del OCH de Barcelona. Fue uno de los primeros en atender a las v¨ªctimas del Somorrostro. ¡°Israel es el que ha sufrido las consecuencias m¨¢s graves. Es incapaz de repetir lo que le pas¨® porque se revictimiza continuamente. Le han agredido por su condici¨®n sexual, le han roto la boca, solo en esta semana lleva m¨¢s de 500 euros en dentistas. Un dinero que no tiene. Le han jodido la vida solo por ser gay¡±, denuncia. El herido es de origen colombiano y vive con su pareja en Terrassa. No tiene trabajo, se encuentra en una situaci¨®n muy vulnerable y todav¨ªa no sabe c¨®mo va a acabar de pagar la reconstrucci¨®n de su boca. ¡°La mayor¨ªa de los afectados sufren estr¨¦s postraum¨¢tico. Cualquier ruido, cualquier persona que no les encaje les pone en situaci¨®n de alerta, tienen dificultades para dormir, piensan 24 horas al d¨ªa sobre lo sucedido. Evitan algunos lugares y por seguridad intentan disimular su condici¨®n sexual¡±, lamenta el psic¨®logo.

Nadie ha identificado a los agresores. No utilizaron armas aunque uno de ellos se met¨ªa continuamente la mano en el bolsillo como si fuese a esgrimir una navaja. Durante el ataque uno perdi¨® una bandolera que est¨¢ en manos de los Mossos d¡¯Esquadra. ¡°Tienen entre 25 y 35 a?os. No tienen est¨¦tica skin ni ultra. Las v¨ªctimas aseguran que ser¨ªan capaces de reconocerles. Tras la agresi¨®n se fueron tranquilamente. El resto de grupos que hab¨ªa no intervinieron en ning¨²n momento. Incluso cuando se acercaron las v¨ªctimas para pedir ayuda, un grupo les dijo que se apartaran porque no quer¨ªan problemas¡±, denuncia el psic¨®logo.

El presidente del OCH de Barcelona recuerda que Espa?a necesita que se potencien pol¨ªticas contra la homofobia y advierte de que el n¨²mero de agresiones e insultos que no se denuncian es muy elevado. ¡°Hemos naturalizado que nos puedan insultar, interpelar, acosar, discriminar¡­¡±, lamenta. ¡°En Espa?a si te llaman maric¨®n de mierda no est¨¢ castigado penalmente¡±, recuerda Rodr¨ªguez. ¡°Nuestro colectivo necesita el convencimiento de que nuestra seguridad est¨¢ garantizada y de que podemos visibilizarnos por la calle¡±, reclama el activista.

La agresi¨®n del Somorrostro no fue la ¨²nica del pasado 29 de mayo en Barcelona. Por la ma?ana, un joven result¨® agredido en el barrio de Gr¨¤cia porque a otra persona le molest¨® encontrarse con un homosexual en la v¨ªa p¨²blica. Por la tarde, un joven recibi¨® un pu?etazo en la nariz, por el mismo motivo, cerca del Auditori de Barcelona. Fueron actos sin conexi¨®n entre s¨ª perpetrados por diferentes agresores y no requirieron de intervenci¨®n sanitaria. Las denuncias est¨¢n en manos de los Mossos d¡¯Esquadra. El concejal de Derechos de la Ciudadan¨ªa, Marc Serra, advierte: ¡°Los agresores deben saber que no habr¨¢ impunidad, en esta ciudad, contra aquellos que ejercen el odio y la intolerancia¡±.

Al acto celebrado este s¨¢bado en repulsa por las agresiones hom¨®fobas en el barrio de Sant Antoni de Barcelona han acudido dirigentes del PSC, ERC, Comunes, Cup y Junts adem¨¢s del consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, y la consejera de derechos sociales, Violant Cervera.