Farmacovigilancia: los rastreadores de trombos y otros efectos adversos de las vacunas
Un sistema que va desde el punto de vacunaci¨®n hasta un equipo de especialistas que analiza cada caso sirve para determinar y tratar los an¨®malos co¨¢gulos que se han producido
Los efectos secundarios m¨¢s graves de las vacunas contra la covid han supuesto una tragedia para los pocos que los han sufrido, un contratiempo para el plan de inmunizaci¨®n y un ¨¦xito del sistema de farmacovigilancia. En otras circunstancias, casos tan espor¨¢dicos podr¨ªan haber pasado inadvertidos durante a?os para las autoridades sanitarias, pero una vacunaci¨®n masiva en muy poco tiempo, combinada con un seguimiento detallado y minucioso, han permitido detectarlos, asociarlos al medicamento que los produce y tomar medidas en cuesti¨®n de semanas.
Por el momento, el ¨²nico efecto secundario grave e inesperado asociado a las vacunas han sido unos trombos venosos combinados con una bajada de plaquetas que se producen como respuesta inmune muy rara tras la inyecci¨®n de AstraZeneca (uno por cada 200.000 pinchazos en Espa?a) y, en mucha menor medida, de Janssen (menos de uno por mill¨®n en Estados Unidos).
Para localizarlos, hay un mecanismo bien engrasado que pasa por el punto de vacunaci¨®n, las consultas de primaria y especialistas, as¨ª como por las unidades de urgencias, que los notifican a un sistema centralizado de la Agencia Espa?ola de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). El proceso termina cuando, en caso de necesidad, es analizado por un equipo de expertos que confirman o descartan que el caso se deba a las vacunas.
Todo comienza antes de que empiecen las propias vacunaciones. Las autoridades sanitarias espa?olas y del resto de los pa¨ªses, junto a la Agencia Europea del Medicamento (EMA), repasan la frecuencia con que se dan en la poblaci¨®n de ciertas patolog¨ªas que, aunque no se han detectado en los ensayos cl¨ªnicos, son candidatas a aparecer tras los pinchazos cuando se aplican a millones de personas. Los trombos eran una de ellas. Saber la probabilidad de que aparezcan en una situaci¨®n normal es crucial: cuando pr¨¢cticamente toda la poblaci¨®n va a recibir un medicamento, es inevitable que estos eventos sigan produci¨¦ndose. La clave es detectar si aumenta su frecuencia con las vacunas. Ah¨ª saltan las alarmas.
Y esto sucedi¨® en Europa el fin de semana del 13 de marzo. Aunque d¨ªas antes hubo algunos avisos, los co¨¢gulos no supon¨ªan verdaderamente una anomal¨ªa con respecto a la previsi¨®n. Pero la aparici¨®n en varios pa¨ªses, Espa?a entre ellos, de estos trombos extra?os con trombocitopenia, comenz¨® a hacer pensar a los reguladores que las vacunas pod¨ªan estar provoc¨¢ndolos. Todav¨ªa eran pocos y resultaba complicado establecer sin lugar a dudas una causalidad. La EMA se puso manos a la obra y la encontr¨® tres semanas despu¨¦s: la vacuna de AstraZeneca ten¨ªa un papel en este efecto secundario.
Hasta ese momento, en el punto de vacunaci¨®n a los ciudadanos se les recomendaba (o as¨ª deb¨ªa ser) que ante cualquier efecto no esperado, pusieran en conocimiento de su m¨¦dico o de las autoridades sanitarias los que fueran m¨¢s all¨¢ de leves ¡ªdolores de cabeza, fiebre, malestar y dolor en el punto del pinchazo, entre otros¡ª. Existe una web (Notificaram) en la que tanto particulares como profesionales pueden notificar estos eventos, que pasan a los registros de la AEMPS para que investigue cuando alguno grave presente una frecuencia anormal.
Identificar los s¨ªntomas
Pero una vez que se conoci¨® que ya s¨ª hab¨ªa un efecto secundario grave identificado, se puso la lupa sobre este. Este tipo de trombos tiene unas caracter¨ªsticas muy particulares a los que tanto la poblaci¨®n vacunada como los m¨¦dicos tienen que estar atentos: puede tener un inicio s¨²bito, puede localizarse solo a un lado de la cabeza, empeora cuando el paciente est¨¢ recostado o realiza ejercicio, interrumpe el descanso nocturno y, adem¨¢s de no responder a los tratamientos habituales para el dolor de cabeza, empeora de forma progresiva. Esto sucede en los cerebrales, pero tambi¨¦n se pueden producir en el vientre, los pulmones o las piernas. V¨®mitos, hinchaz¨®n abdominal, falta de aire, tos con sangre, hormigueo, rubor, son algunos s¨ªntomas caracter¨ªsticos en estas otras partes del cuerpo, donde los trombos han sido menos frecuentes. Tanto el Ministerio de Sanidad como las comunidades aut¨®nomas tienen webs con informaci¨®n sobre estos signos. Especialmente detallada es, por ejemplo, la de Andaluc¨ªa.
Lo primero, cuando a un m¨¦dico se le presenta un cuadro anormal, antes siquiera de notificarlo, est¨¢ tratarlo. Lorenzo Armenteros, portavoz de la Sociedad Espa?ola de M¨¦dicos Generales y de Familia (SEMG), explica que tanto las comunidades como la propia farmac¨¦utica anglosueca, a trav¨¦s de las sociedades m¨¦dicas, se han esforzado en informar a los facultativos de los s¨ªntomas de estos trombos para que no pasen inadvertidos y se traten de forma adecuada con celeridad.
Los pacientes tienen fundamentalmente dos v¨ªas para que les atiendan cuando presentan estos s¨ªntomas: el m¨¦dico de primaria o urgencias. En estas unidades hay establecidos protocolos para que el tratamiento sea adecuado. Juan Gonz¨¢lez del Castillo, portavoz de la Sociedad Espa?ola de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes), explica que lo primero que se hace cuando se detectan los s¨ªntomas antedichos es preguntar si ha recibido la vacuna entre 3 y 21 d¨ªas antes. De ser as¨ª, se analiza si hay bajada de plaquetas. Entonces, el tratamiento para el trombo no es el que se aplicar¨ªa normalmente, ya que este s¨ªntoma, muy anormal, hace que los anticoagulantes frecuentes sean contraproducentes.
¡°Tras hacer una serie de an¨¢lisis, usamos anticoagulantes que no sean heparina en casos de sospecha. Tambi¨¦n evitamos transfundir plaquetas¡±, se?ala Del Castillo. Identificando de forma adecuada la enfermedad, las probabilidades de ¨¦xito en el tratamiento son muy altas.
Tras el abordaje cl¨ªnico se hace un an¨¢lisis de sangre para buscar anticuerpos plaquetarios. Esto es signo de que se ha producido una reacci¨®n inmunol¨®gica que ha afectado a las plaquetas. Todo esto es analizado por un equipo de expertos que asesora a la AEMPS y determina si los casos est¨¢n relacionados con la vacuna o no.
Este equipo est¨¢ formado por media docena de especialistas ¨Chemat¨®logos, neur¨®logos y de farmacolog¨ªa cl¨ªnica¨C designados por la Federaci¨®n de Asociaciones Cient¨ªfico M¨¦dicas Espa?olas (Facme). La responsable del grupo de vacunaci¨®n de esta instituci¨®n, Cristina Avenda?o, explica que la colaboraci¨®n con la AEMPS es constante, pero que en cuanto se sospech¨® de este tipo de efectos secundarios recurrieron a ellos. ¡°Es muy importante buscar los expertos adecuados para cada caso, y eso hacemos nosotros, junto a las sociedades m¨¦dicas. No se trata de tener a un equipo de especialistas para cualquier cosa, sino seleccionar a los mejores. Lo hacemos para analizar efectos de otros medicamentos, pero en el caso de las vacunas estamos dando una respuesta en tiempo real¡±, subraya.
Este equipo analiza cada caso: toda su historia cl¨ªnica, an¨¢lisis, pruebas, en contacto con los especialistas que los han tratado. Fuentes de la AEMPS se?alan que los principales marcadores para determinar la relaci¨®n de los trombos con la vacuna es la bajada de plaquetas y la presencia de este tipo espec¨ªfico de anticuerpos, que son los que dan la pista definitiva de que la vacuna ha desencadenado esta respuesta inmunitaria. Con esta metodolog¨ªa, seg¨²n los ¨²ltimos datos proporcionados por la agencia, se hab¨ªan identificado en Espa?a 20 casos y cuatro fallecimientos. Uno m¨¢s estaba en estudio. Todos causados por AstraZeneca.
Al equipo llegaron tambi¨¦n cuatro casos de trombos extra?os tras recibir Pfizer, pero no cumpl¨ªan todas las caracter¨ªsticas necesarias para relacionarlos con el medicamento, por lo que determinaron que ocurrieron despu¨¦s, pero no estaban vinculados. Hab¨ªa correlaci¨®n, pero no causalidad. Y esta es la clave. Porque las vacunas no van a evitar que se sigan produciendo trombos, infartos, c¨¢nceres o accidentes de coche. La clave de la farmacovigilancia es detectar si est¨¢n asociados a ellas.
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