El Departamento de Justicia llevar¨¢ ante el Supremo la pol¨¦mica prohibici¨®n al aborto en Texas

La pol¨¦mica ley del aborto en Texas se encamina nuevamente hacia la Suprema Corte de Justicia. El Departamento de Justicia ha informado este viernes de que llevar¨¢ ante el tribunal constitucional la norma que castiga la terminaci¨®n de un embarazo desde que se registra actividad cardiaca del feto, un plazo alrededor de los seis meses de gestaci¨®n. El anuncio llega horas despu¨¦s de que el jueves el Quinto Circuito de Apelaciones permitiera seguir en vigor la ley, que provoc¨® decenas de manifestaciones y protestas con su entrada en vigor a inicios de septiembre. El Gobierno del presidente Joe Biden prometi¨® luchar en los tribunales en contra de la iniciativa fabricada por los republicanos, a la que considera la mayor afrenta a la legalizaci¨®n del aborto que dej¨® la hist¨®rica sentencia de Roe contra Wade hace casi 50 a?os. El camino hacia el Supremo ser¨¢ complejo. La mayor¨ªa conservadora del tribunal permiti¨® su entrada en vigor hace un mes.

Dos de los tres jueces que conforman el panel del Quinto Circuito de Apelaciones decidieron dejar en vigor la norma promovida por los senadores republicanos locales, conocida como la Ley 8 de la c¨¢mara alta. Esta es la tercera ocasi¨®n que los togados, considerados por los expertos como integrantes de una de las cortes m¨¢s conservadoras del pa¨ªs, evitan que la pol¨¦mica iniciativa quede sin efecto. Otra impugnaci¨®n dej¨® la norma sin efecto por 48 horas la semana pasada hasta que fue reinstalada por este mismo panel. Los jueces han aceptado escuchar argumentos de ambas partes, algo que suceder¨¢ en los pr¨®ximos meses. La ley ha sido criticada, entre muchas cosas, porque no contempla excepciones para casos de violaci¨®n o incesto y abre la posibilidad a una demanda a cualquier ciudadano que ayude a una mujer a abortar: m¨¦dicos, enfermeros, secretarias de las cl¨ªnicas de aborto y hasta conductores de Uber.

¡°Estamos muy agradecidos con el tribunal¡±, ha asegurado Kim Schwartz, portavoz del grupo antiderechos Texas Right to Life, el principal promotor de la norma. ¡°Creemos que saldremos victoriosos¡±, a?adi¨® en referencia de la sesi¨®n en la que podr¨¢n exponer ante los jueces los argumentos, una sesi¨®n que a¨²n no tiene fecha. Planned Parenthood, una de las redes de cl¨ªnicas de educaci¨®n sexual y reproductiva m¨¢s grandes del pa¨ªs, rechaz¨® el fallo. ¡°El Quinto Circuito ha demostrado una vez m¨¢s que no est¨¢ dispuesto a tomar acciones para frenar el inmenso da?o que los tejanos enfrentan¡±, ha dicho Helene Krasnoff, vicepresidenta de la organizaci¨®n, que ha llamado ¡°c¨®mplices¡± a los integrantes del tribunal de apelaciones. El Departamento de Justicia ahora puede buscar una apelaci¨®n de emergencia del Supremo que deje sin efecto la decisi¨®n del circuito de apelaciones.

El fallo de este jueves sorprendi¨® a pocos. Los legisladores texanos dise?aron la norma para que su impugnaci¨®n en tribunales est¨¦ llena de obst¨¢culos. Tal y como est¨¢ sucediendo. Esto porque ninguna autoridad local, ni la polic¨ªa ni la fiscal¨ªa tejanas, est¨¢ encargada de impedir que las mujeres aborten. Esta responsabilidad, en cambio, recae sobre cualquier ciudadano de a pie, quien puede iniciar un juicio civil en contra de la acusada o quien le haya asistido. La redacci¨®n de la ley permite a quien acusa, si es que gana la querella, obtener hasta 10.000 d¨®lares para cubrir sus gastos legales (algo que no obtienen los acusados). La norma ha obligado a decenas de mujeres a conducir cientos de kil¨®metros para poder abortar en entidades vecinas como Oklahoma.

La norma contin¨²a su camino hacia la Suprema Corte, quien deber¨¢ determinar su constitucionalidad y si esta puede coexistir junto al emblem¨¢tico fallo de Roe contra Wade, que permite el aborto hasta los seis meses de gestaci¨®n. El Supremo discutir¨¢ tambi¨¦n en los pr¨®ximos meses una norma del Estado de Misisipi que proh¨ªbe el aborto despu¨¦s de la semana 15. La Corte, de mayor¨ªa conservadora tras la profunda transformaci¨®n que sufri¨® en el Gobierno de Donald Trump, tienen en sus manos el futuro del derecho al aborto en Estados Unidos.