Despenalizaci¨®n del aborto en Colombia: la historia de lucha de miles de mujeres
La organizaci¨®n Causa Justa, que consigui¨® despenalizar el aborto en Colombia hasta la 24? semana, recoge el testigo del movimiento feminista, de Florence Thomas a M¨®nica Roa
Este lunes hubo fiesta en el centro de Bogot¨¢. Cientos de personas llenaron las calles que rodean el edificio de la Corte Constitucional, en pleno coraz¨®n de la capital colombiana. Celebraban que los magistrados decidieron despenalizar la interrupci¨®n del embarazo hasta la 24? semana. Las mujeres j¨®venes fueron las protagonistas de un festejo que varias generaciones esperaban desde hace tiempo en un pa¨ªs donde nunca ha sido f¨¢cil hablar del aborto. Florence Thomas, una de las voces m¨¢s influyentes del feminismo en Colombia, recuerda que hasta hace apenas unos a?os era un tema casi prohibido. ¡°La gente se sal¨ªa de mis charlas cuando empezaba a hablar del aborto¡±, dec¨ªa Thomas a este diario en noviembre pasado, cuando el constitucional ya estudiaba la demanda del movimiento feminista colombiano representado por la organizaci¨®n Causa Justa, que recoge el testigo de mujeres como Florence Thomas o M¨®nica Roa, la abogada que consigui¨® en 2006 la despenalizaci¨®n del aborto en tres causales.
Thomas lleg¨® de Francia a vivir en Colombia a finales de los sesenta y se encontr¨® con un pa¨ªs que no escuchaba a las mujeres. ¡°Parec¨ªa que los hombres eran los ¨²nicos que pod¨ªan hablar. Yo no entend¨ªa eso¡±. No hab¨ªa espacio para debatir sobre la interrupci¨®n del embarazo, pero los grupos feministas insistieron y lo que se logr¨® esta semana no habr¨ªa sido posible sin la rebeld¨ªa de mujeres con Florence, como todos la conocen. A trav¨¦s de su trabajo como maestra en la Universidad Nacional, como escritora, pero sobre todo como una de las l¨ªderes de la organizaci¨®n Mesa por la vida y la salud de las mujeres, ha promovido una conversaci¨®n en torno a la interrupci¨®n del embarazo y la educaci¨®n reproductiva.
Entre los a?os ochenta y noventa, se presentaron ante el Congreso ¨Crecuerda Florence¨C al menos siete proyectos de ley para despenalizar el aborto y todos terminaron archivados. ¡°La Iglesia ten¨ªa m¨¢s peso que ahora en las decisiones que se tomaban. Recuerdo que me invitaban a programas de televisi¨®n y la contraparte era cualquier antiderechos que aparec¨ªa con un feto metido en tarro. As¨ª era muy dif¨ªcil debatir¡±, cuenta la activista, que reconoce la importancia del movimiento Cat¨®licas por el derecho a decidir (CDD) en la discusi¨®n sobre el aborto en un pa¨ªs tan religioso como lo es Colombia. En 2006, los grupos feministas alcanzaron un hito con el trabajo liderado por la abogada M¨®nica Roa. ¡°Ella cambi¨® el rumbo de la historia¡±, reconoce Thomas. Roa se dio cuenta de que el camino no era el Congreso. Hab¨ªan fracasado tantos intentos all¨ª, que decidi¨® probar en la Corte Constitucional y logr¨® que los magistrados despenalizaran el aborto en tres casos: cuando la vida o la salud (f¨ªsica o mental) de la mujer est¨¢ en peligro; cuando el embarazo es resultado de violaci¨®n o incesto; o cuando una malformaci¨®n fetal hace inviable la vida fuera del ¨²tero.
Muchas libertades individuales han avanzado en Colombia a golpe de sentencias de la Corte Constitucional sobre discusiones que provocan choques de valores. La del aborto marc¨® un antes y un despu¨¦s. Para entonces, solo abrirse a la posibilidad de las causales era un avance gigantesco. ¡°?ramos bastante peque?as comparadas con el movimiento que hay hoy en d¨ªa¡±, al que admira y agradece, recuerda Roa por tel¨¦fono desde su vivienda en Madrid. En su momento tuvo que enfrentar amenazas de seguridad y mantener guardaespaldas por a?os. ¡°Siento que cada vez hay un movimiento social con una base juvenil muy grande que va haciendo suyos estos reclamos¡±.
Las olas de entonces ya empiezan a hacer marea. ¡°Esto que pasa hoy va a tocar la vida de much¨ªsimas personas en Colombia, y les va a dar una oportunidad de imaginar un pa¨ªs en donde todas las maternidades sean deseadas¡±, celebra Roa sobre la decisi¨®n de la Corte, que califica como un paso de gigante, o un salto cu¨¢ntico. ¡°Desde hace muchos a?os hay una triada de pa¨ªses que son M¨¦xico, Argentina y Colombia, que van halando la vanguardia en Latinoam¨¦rica¡±, valora. Sin embargo, reconoce con la perspectiva que da el tiempo los l¨ªmites del denominado litigio estrat¨¦gico, y que las causales han demostrado no ser suficientes. ¡°Los procesos de cambio social son eso, procesos. No ocurren de la noche a la ma?ana. Una cosa es convencer a una mayor¨ªa de jueces de la Corte Constitucional y otra lograr remover los obst¨¢culos institucionales y culturales del sector de la salud, la educaci¨®n, la funci¨®n p¨²blica y todos los que sean relevantes para que todas las mujeres que necesiten un aborto conozcan sus derechos y los puedan ejercer de manera digna y oportuna¡±.
A¨²n est¨¢ pendiente hacer realidad la promesa que la Constituci¨®n de 1991 le hace a las mujeres y ni?as. ¡°Solo cuando se logren remover los obst¨¢culos institucionales y culturales para tener plena educaci¨®n sexual, acceso a anticonceptivos, protecci¨®n frente a la violencia sexual, aborto libre, digno y responsable y practicado lo antes posible, servicios de maternidad segura, y justicia para los abortos forzados, podremos promover ciudadan¨ªas libres y responsables, y familias con relaciones sanas que construyan pa¨ªs, desarrollo y bienestar¡±, concluye.
Desde que se promulg¨® la Constituci¨®n de 1991, el mayor hito en torno al aborto era esa sentencia del 10 de mayo de 2006, en la que la Corte Constitucional le puso un piso a la despenalizaci¨®n. El tribunal se?al¨® que no era posible revocar esas tres causales, pero el Congreso pod¨ªa avanzar en una despenalizaci¨®n mayor siempre y cuando respetara esos m¨ªnimos ¨Clo que nunca ocurri¨®¨C. En aquel momento, la dignidad humana comenzaba a tener un mayor peso en la jurisprudencia, y prevaleci¨® en la decisi¨®n, recuerda el exmagistrado Manuel Jos¨¦ Cepeda, quien emiti¨® entonces una recordada aclaraci¨®n de voto. ¡°El punto de partida, y lo esencial, es la dignidad humana. Por eso las tres excepciones que abre la Corte en ese momento tienen las caracter¨ªsticas que tienen¡±, explica el jurista. Destaca que son momentos distintos, pues mientras en 2006 la controversia estaba planteada contra la penalizaci¨®n absoluta, ahora se ha planteado en la necesidad de ir m¨¢s all¨¢. ¡°Las mujeres no est¨¢n pudiendo acceder a¨²n cuando se encuentran leg¨ªtimamente en esas tres causales. Entonces, dentro del esp¨ªritu de la sentencia anterior hay que avanzar para que se quiten las barreras de acceso. Y la ¨²nica manera es que la mujer pueda, en ejercicio de su dignidad y autonom¨ªa, tomar la decisi¨®n¡±, se?ala Cepeda. ¡°Lo que est¨¢ en juego ac¨¢ es el goce efectivo del derecho. En la pr¨¢ctica, no exclusivamente a nivel jur¨ªdico. Para los magistrados es fundamental que los derechos no se queden en el papel¡±.
El paso del Constitucional llevaba tiempo madurando. ¡°Tenemos un presidente de derecha que ha impedido cualquier avance en materia de regulaci¨®n, pero al mismo tiempo estamos en un momento en que globalmente hay una movilizaci¨®n feminista importante y ha habido cambios legales en muchos sitios, entonces pol¨ªticamente es un escenario con oportunidades y restricciones¡±, valora la acad¨¦mica Isabel Cristina Jaramillo, profesora de Derecho de la Universidad de Los Andes que ha sido asesora de Causa Justa. ¡°Lo que se esperaba en el 2006 era volver este un debate m¨¢s laico, y eso se ha logrado. El debate contempor¨¢neo es laico, y en materia de derechos de las mujeres¡±, apunta la tambi¨¦n autora de La Batalla por el Derecho al Aborto, que adem¨¢s ha sido postulada como magistrada del Constitucional. Se?ala que, bajo las circunstancias actuales, los m¨¦dicos revisan las causales y tienden a interpretarlas de la manera m¨¢s restrictiva. ¡°Frente al abandono del Congreso, las mujeres tenemos que buscar nuestra protecci¨®n de los derechos frente al ¨®rgano que est¨¢ encargado, que es la Corte Constitucional. Hay personas muriendo, yendo a la c¨¢rcel, por algo que ya se defini¨® en la sociedad colombiana, y es que impedirle a las mujeres abortar en ciertas circunstancias es vulnerarles su dignidad¡±.
Figuras como Thomas, que ha dedicado su vida a hablar del aborto, aplauden lo que han hecho las mujeres m¨¢s j¨®venes para lograr que la despenalizaci¨®n, as¨ª no sea total, hoy sea una realidad. ¡°Cuando empezamos no ten¨ªamos redes, ni internet, solo ten¨ªamos las calles y ah¨ª sal¨ªamos a gritar. Cuando veo ahora a las j¨®venes me alegra saber que ellas tienen m¨¢s opciones para impactar¡±, dice.
Catalina Mart¨ªnez es una de las voces de la generaci¨®n que en los ¨²ltimos a?os ha llevado las banderas a favor del aborto en Colombia. Es la directora regional del Centro de Derechos Reproductivos y desde all¨ª ha acompa?ado legalmente a madres que han visto morir a sus hijas tras un aborto clandestino o a mujeres acusadas judicialmente por haber interrumpido su embarazo. ¡°[Llegar aqu¨ª] es el resultado de muchas luchas feministas y de haber dado pasos contundentes durante todos estos a?os. El Congreso colombiano se ha quedado corto frente a la oportunidad de legislar sobre los derechos de las mujeres, por eso la Corte Constitucional se convirti¨® en la puerta para materializar y acceder a nuestros derechos¡±, dec¨ªa Mart¨ªnez el pasado noviembre cuando estaba por vencerse uno de los plazos que ten¨ªa la Corte para fallar.
Causa Justa logr¨® abrir una conversaci¨®n p¨²blica sobre el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos que jam¨¢s se hab¨ªa visto en Colombia. Hoy solo el 20% de los ciudadanos est¨¢ de acuerdo con que las mujeres vayan a la c¨¢rcel por abortar. Artistas, l¨ªderes de opini¨®n y pol¨ªticos se han unido al movimiento a favor del aborto y han hecho de este un espacio m¨¢s diverso. ¡°La causa va m¨¢s all¨¢ de grupos feministas. Esto se trata de un tema de salud, de derechos humanos, de democracia¡±, dice Mart¨ªnez.
Mariana Ardila es otra de las abogadas que ha contribuido al avance en los derechos de las mujeres en Colombia. Desde Women¡¯s Link ha liderado la lucha por el aborto libre desde hace m¨¢s de una d¨¦cada. ¡°El pa¨ªs no ha cambiado por arte de magia, esto ha sido el resultado de un trabajo sostenido de varias organizaciones para investigar, hacer litigio estrat¨¦gico, hablar con m¨¦dicos¡±. La despenalizaci¨®n del aborto hasta la semana 24 es el m¨¢ximo logro de un trabajo de muchos a?os y del esfuerzo de muchas personas. ¡°No s¨¦ si la gente dimensiona lo que hay detr¨¢s de la historia que se escribi¨® hoy. No somos unas cuantas. Somos miles. Somos cada vez m¨¢s. Lo pusimos y lo dejamos todo. ?Y este es el resultado!¡±, escribi¨® en un tuit Mariana Ardila tras conocer la noticia. Colombia hoy es un pa¨ªs m¨¢s justo gracias al movimento feminista.
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