Estados Unidos da el primer paso para acabar con el cambio de hora

Como es costumbre, el pasado domingo, segundo de marzo, Estados Unidos adelant¨® sus relojes una hora para ingresar en el horario de verano, y a las 2.00 fueron las 3.00. As¨ª que esta es la semana en la que, con algo de sue?o a?adido, empieza a anochecer m¨¢s tarde y aquellos m¨¢s sensibles a la falta de luz recuperan la fe tras los meses m¨¢s crudos del crudo invierno. Pero esta vez no solo est¨¢n de enhorabuena por eso. El Senado estadounidense ha aprobado este martes por unanimidad la ley que permitir¨¢ que, a partir de noviembre de 2023, no haya m¨¢s cambios de hora. Si la iniciativa legislativa prospera tras su paso por el Congreso (y todo hace pensar que eso est¨¢ hecho), el pa¨ªs se quedar¨¢ para siempre en el horario de verano.

La norma tiene el po¨¦tico t¨ªtulo de Sunshine Protection Act, la ley de la protecci¨®n del sol, y ha sido adoptada por unanimidad por los 100 miembros de la C¨¢mara alta. Y eso tambi¨¦n es noticia. En un momento en el que la confrontaci¨®n pol¨ªtica entre republicanos y dem¨®cratas (y entre dem¨®cratas y dem¨®cratas) bate r¨¦cords de polarizaci¨®n, la iniciativa ha cosechado todos los apoyos en una sesi¨®n dirigida por la dem¨®crata Kyrsten Sinema, senadora por Arizona. En su Estado, la hora no cambia en oto?o y primavera (tampoco lo hace en rincones como Alaska, Haw¨¢i o Puerto Rico).

Synema (junto al tambi¨¦n dem¨®crata Joe Manchin, de Virginia Occidental, la legisladora que m¨¢s quebraderos de cabeza ha proporcionado a Biden desde sus propias filas al oponerse a varias de sus iniciativas m¨¢s ambiciosas) ha levantado acta de la unanimidad alcanzada con un gesto victorioso. Ahora falta que la ley sea aprobada por el Congreso, que vuelva al Senado y que el presidente de Estados Unidos la firme. La Casa Blanca no se ha pronunciado sobre si apoya la idea.

La ley obedece a un empe?o del republicano Marco Rubio, senador por Florida (que en Estados Unidos recibe, ahora con m¨¢s motivo, el sobrenombre del Estado del Sol). En la pr¨¢ctica, implica que anochecer¨¢ m¨¢s tarde en los meses de oto?o e invierno. ¡°Los efectos de las tardes oscuras en nuestra salud mental y f¨ªsica pueden ser graves¡±, explica Rubio en una justificaci¨®n escrita y colgada en su web oficial. ¡°La transici¨®n bianual de ¡®saltar hacia adelante¡¯ y ¡®retroceder¡¯ interrumpe los patrones de sue?o circadianos, y causa confusi¨®n, trastornos del sue?o e incluso un riesgo elevado para la salud del coraz¨®n... El horario de verano durante todo el a?o tambi¨¦n podr¨ªa disminuir la probabilidad de accidentes automovil¨ªsticos fatales, que aumentan un 6% en los d¨ªas posteriores al cambio de horario, seg¨²n un estudio de 2020 de la Universidad de Colorado¡±, a?ade. En el debate celebrado este martes, Rubio tambi¨¦n habl¨® de ventajas como la prevenci¨®n de siniestros con peatones, la reducci¨®n del crimen y la depresi¨®n y en la lucha contra la obesidad infantil.

El final del cambio de hora tambi¨¦n traer¨¢ consigo amaneceres m¨¢s tard¨ªos. En el inevitable debate que ha seguido a la noticia en las redes sociales, los contrarios a la decisi¨®n han aducido argumentos cient¨ªficos y de ahorro de energ¨ªa y han recordado que en algunas ciudades situadas en los extremos occidentales de los tres husos horarios del pa¨ªs ver¨¢n la luz del sol a horas tan tard¨ªas como las 8:35 (en Tallahassee, Florida), las 8:43 (Atlanta, Georgia), las 9:00 (Louisville, Kentucky), las 9:01 (en Detroit) y las 9:06 (en Indian¨¢polis, capital de Indiana). Tambi¨¦n quedar¨¢ alterada la diferencia horaria con Espa?a (donde el cambio se produce el ¨²ltimo domingo de marzo), que ser¨¢ de seis a nueve horas la mitad del a?o, y de cinco a ocho el resto.

Si la nueva ley prospera en el Capitolio, no ser¨¢, con todo, efectiva hasta 2023. Los legisladores han decidido otorgar esa pr¨®rroga para dar tiempo a sectores como el del transporte ferroviario, los programas nocturnos de entretenimiento o la aviaci¨®n comercial a adaptarse a los nuevos (y m¨¢s inm¨®viles) tiempos.

Una iniciativa similar a la estadounidense encall¨® en Bruselas en octubre pasado. La Comisi¨®n Europea aprob¨® hace tres a?os un proyecto de directiva para poner fin a los saltos horarios que regul¨® a partir de 1980. Pero los Veintisiete no lograron ponerse de acuerdo, pese a que el Parlamento Europeo se ha pronunciado repetidamente en contra del cambio horario, y una consulta p¨²blica en la que se pronunciaron 4,5 millones de ciudadanos dio como resultado que el 76% aseguraba ¡°tener una experiencia negativa¡± con el vaiv¨¦n de los relojes.

No es la primera vez que Estados Unidos se atrever¨¢ a jugar con el tiempo. El 14 de diciembre de 1973 el Capitolio vot¨® mantener el horario de verano fijo durante dos a?os, como ya se hab¨ªa hecho durante la II Guerra Mundial. El presidente Nixon firm¨® el proyecto de ley al d¨ªa siguiente, en plena crisis del petr¨®leo. Y The Washington Post titul¨® en enero ¡°Cuando el horario de verano es la hora m¨¢s oscura¡± una cr¨®nica en la que alertaba de un aumento de los accidentes con ni?os que, somnolientos, deambulaban por la ciudad camino del colegio, a¨²n de noche. El Watergate se llevar¨ªa ese verano y en esas mismas p¨¢ginas por delante a Nixon. El consenso sobre las bonanzas del experimento con las manecillas del reloj tampoco sobrevivi¨® mucho m¨¢s tiempo.

Suscr¨ªbase aqu¨ª a la ¡®newsletter¡¯ de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n.