?Le molesta el cambio de hora? Estos espa?oles viven dos cada d¨ªa: ¡°Salgo a las 9.00 y llego al trabajo a las 8.40¡±
Cientos de personas traspasan diariamente la frontera m¨¢s antigua de Europa para acudir a su empleo. La madrugada de este domingo los relojes cambiar¨¢n de nuevo: a las dos ser¨¢n las tres
Antonio S¨¢ez sale de su casa a las 9.00 y llega a su trabajo a las 8.40. Literal. ¡°Hago una especie de viaje en el tiempo¡±, cuenta por tel¨¦fono. Vivir y trabajar a pocos metros de la frontera m¨¢s antigua de Europa tiene sus propios l¨ªos mentales. La l¨ªnea imaginaria que separa a Espa?a de Portugal, conocida como La Raya, cuenta con dos husos horarios diferentes, un caso ¨²nico en Europa. S¨¢ez es profesor de Literatura en la Universidad de ?vora, a casi una hora en coche de Badajoz, donde reside. ¡°Al ir para all¨¢ est¨¢ muy bien porque ganas tiempo, pero a la vuelta tardas el doble¡±. El extreme?o S¨¢ez, de 52 a?os, tiene un truco. En el reloj de pulsera lleva la hora portuguesa y en el del coche, la espa?ola: ¡°No falla. Solo me he equivocado dos veces en 27 a?os¡±.
Este fin de semana, los espa?oles y portugueses que cruzan esta muralla invisible volver¨¢n a girar sus agujas otra vez, como el resto. Ser¨¢ la madrugada del domingo 27 de marzo. Los relojes se adelantar¨¢n una hora. A las 2.00 ser¨¢n las 3.00. Los canarios, eso s¨ª, lo har¨¢n una hora antes: a la una ser¨¢n las dos. Es decir, que en los boletines radiof¨®nicos de esa noche se recalcar¨¢ que a las tres realmente ser¨¢n las dos y, por tanto, la una en Canarias. En s¨ªntesis y para evitar los l¨ªos de cada a?o: que esa noche se dormir¨¢ 60 minutos menos. Que a partir del domingo amanecer¨¢ y anochecer¨¢ m¨¢s tarde. Que as¨ª ser¨¢ hasta el pr¨®ximo oto?o y hasta nueva orden. Que vaya jolgorio. Y eso que solo se cambia dos veces el a?o¡
¡°S¨ª, ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil con un ¨²nico horario¡±, cuenta Ernesto Copete, pacense y de 26 a?os, que tambi¨¦n vive a caballo entre Extremadura y Portugal. Copete reside en Badajoz, pero trabaja en la ciudad portuguesa de Elvas, a 20 kil¨®metros, unos 20 minutos en coche. Todo ser¨ªa mucho m¨¢s sencillo en la vida de estos extreme?os si la pen¨ªnsula ib¨¦rica tuviera el mismo huso horario. Aqu¨ª y all¨¢. Pero no es el caso. Al adentrarse en Portugal, los m¨®viles y los relojes se cambian, de golpe. Y al salir vuelven a girarse, de nuevo, como este fin de semana. Una hora menos, una hora m¨¢s, continuamente. ¡°Cuando llegas por primera vez al trabajo, siempre lo hablas y dices: ¡®El reloj no avanza, no me jodas¡¯¡±, cuenta por tel¨¦fono Copete.
El cambio de hora, dice, se da por asumido si se acepta trabajar al otro lado. ¡°Cuando son las ocho de la tarde no ves la hora de salir¡±. Las ocho, claro, son las nueve en Espa?a. Copete trabaja como teleoperador para una subcontrata de Vodafone. ¡°Televenta, vamos¡±.
¡ª?De los que llaman a la hora de la siesta en cualquier huso horario?
¨DB¨¢sicamente, s¨ª.
Su horario de trabajo es el siguiente. De lunes a viernes de 15.00 a 21.00 hora espa?ola. ¡°Pero que, en realidad, es de 14.00 a 20.00 hora portuguesa¡±, matiza. Un c¨¢lculo mental continuo. ¡°Te tienes que ir acostumbrando, pero esto solo ocurre al principio¡±. En realidad, enfatiza, se tarda una semana en amoldarse a los cambios horarios de un lado para otro. ¡°Mi turno, que es por la tarde, no es malo¡±. Otra cosa es el salario. Cuando trabajaba en Espa?a, adem¨¢s de que no cambiaba el reloj, cobraba 200 euros m¨¢s al mes. ¡°Por las mismas funciones eran 950 euros, mientras que en Portugal son 642¡±.
El ¨²ltimo recuento oficial de cu¨¢ntos extreme?os y portugueses est¨¢n en una situaci¨®n parecida se dio en 2017. La agencia Efe public¨® un teletipo donde indicaba que m¨¢s de 1.400 portugueses estaban inscritos en la Seguridad Social de Extremadura, mientras que 650 extreme?os trabajaban de modo itinerante en el Alentejo, la regi¨®n portuguesa del sur del pa¨ªs que aglutina a ciudades como Portalegre, ?vora y Beja. La mayor¨ªa, en las universidades y en los centros de salud. S¨ª existe, sin embargo, un reciente estudio transfronterizo de la Universidad de Murcia y el Instituto Carlos III de Madrid que muestra, por primera vez, qu¨¦ supondr¨ªa vivir con el mismo horario en la pen¨ªnsula.
Han participado 294 espa?oles de Huelva, Lugo y Ponferrada y 135 portugueses de Coimbra. Todos, mayores de 65 a?os. La edad media ha sido de 71,8 a?os y 72,1, respectivamente. Estos ciudadanos han llevado un dispositivo en la pulsera durante una semana en 2021. Les han tomado la temperatura de la piel, la exposici¨®n natural al sol y una serie de algoritmos de Inteligencia Artificial para saber c¨®mo duermen, cu¨¢ntas horas de sue?o tienen, la hora a la que se despiertan, desayunan, comen y cenan. Si influir¨ªa mucho el horario unificado, en definitiva. El informe concluy¨® el pasado 31 de diciembre y se har¨¢ p¨²blico en unas semanas. ¡°La situaci¨®n en la pen¨ªnsula es excepcional¡±, cuenta Mar¨ªa de los ?ngeles Rol, profesora en la Universidad de Murcia y coautora del estudio. ¡°Espa?a y Portugal est¨¢n pegados y les separa una hora. Aqu¨ª el problema est¨¢ con el reloj biol¨®gico¡±.
Rol se?ala que han encontrado las principales diferencias a partir de la comida. ¡°Los espa?oles comemos m¨¢s tarde que los portugueses y la cena, a¨²n m¨¢s tarde. Nosotros vamos sumando tiempo, continuamente¡±. El horario portugu¨¦s permite un mejor aprovechamiento de la luz solar. En las horas de sue?o apenas han encontrado diferencias. Antonio S¨¢ez, el profesor pacense que sale de su casa de Badajoz a las 9.00 y llega a sus clases de Literatura de ?vora a las 8.40, ha encontrado el equilibrio perfecto: ¡°Mi est¨®mago ya es biling¨¹e. Se ha adaptado perfectamente a los horarios y a la comida de ambos pa¨ªses¡±.
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