¡°Aqu¨ª no somos asesinos¡±: la dificultad de las mujeres para abortar en Colombia tras la despenalizaci¨®n

La Corte Constitucional de Colombia despenaliz¨® el aborto hasta la semana 24, pero las mujeres siguen siendo v¨ªctimas de instituciones m¨¦dicas que les niegan el derecho a decidir sobre sus cuerpos. Mientras los movimientos feministas celebraban el pasado 21 de febrero la hist¨®rica decisi¨®n, una joven de 29 a?os y madre de dos ni?os empezaba a padecer la burocracia y el moralismo de una instituci¨®n m¨¦dica que se neg¨® a atender su deseo de abortar. Juliana ¡ªno se llama as¨ª, pero prefiere usar otro nombre para no exponerse a se?alamientos en un pa¨ªs que socialmente criminaliza la libertad de las mujeres que deciden terminar su embarazo¡ª, busc¨® ayuda en un sistema de salud que se la neg¨®. Un juzgado acab¨® d¨¢ndole la raz¨®n.

El documento judicial en el que se resuelve el caso, y al que tuvo acceso este diario, evidencia los obst¨¢culos a los que se enfrentan las mujeres, aun cuando la ley est¨¢ a su favor. El 19 de febrero, tres d¨ªas despu¨¦s de enterarse de su estado ¡ª10 semanas de gestaci¨®n¡ª pidi¨® una cita en su entidad de salud para empezar el tr¨¢mite para acceder a la interrupci¨®n voluntaria del embarazo (IVE). Estaba decidida, no quer¨ªa ni pod¨ªa tener otro hijo. Ya tiene dos, no tiene pareja y tampoco dinero. En esa primera cita m¨¦dica, la atendieron virtualmente y le dijeron que deb¨ªa hablar con una trabajadora social, una psic¨®loga y una ginec¨®loga. Aunque no era tan f¨¢cil conseguirlo porque vive en una ciudad alejada de Bogot¨¢, donde el sistema de salud es limitado, logr¨® que el 23 del mismo mes la atendiera la primera de las tres especialistas. Dos d¨ªas antes, el 21, la Corte hab¨ªa despenalizado el aborto hasta la semana 24 y ordenado a todas las instituciones atender las solicitudes sin dilaciones.

Seg¨²n la tutela, el mecanismo con el que busc¨® judicialmente la protecci¨®n de sus derechos, la mujer que la escuch¨® le insisti¨® en que lo pensara mejor, que ¡°se apoyara en Dios¡±, que lo consultara con su familia. ¡°Tal vez las hormonas la tienen tan sensible¡±, le dijo la trabajadora social que la vio llorando, desesperada. Cuatro d¨ªas despu¨¦s, se encontr¨® con la psic¨®loga y se repiti¨® la escena. Le insisti¨® en que reflexionara su decisi¨®n. En la historia cl¨ªnica qued¨® el registro de una recomendaci¨®n de la especialista en la que dec¨ªa que tuviera en cuenta pr¨¢cticas de relajaci¨®n para ¡°manejar sus emociones¡±. De su voluntad de no querer ser nuevamente madre y de las razones para rechazar su petici¨®n no qued¨® ninguna anotaci¨®n.

El 3 de marzo, cuando la noticia de la Corte Constitucional llevaba varios d¨ªas ocupando titulares de prensa, la mujer fue vista por una ginec¨®loga, a quien le expuso lo que ya hab¨ªa dicho en las anteriores citas m¨¦dicas. No quer¨ªa continuar con el embarazo, no ten¨ªa c¨®mo hacerse cargo de otro hijo y estaba pasando por un mal momento econ¨®mico. ¡°T¨² lo que quieres es que aqu¨ª te ayudemos a matar a tu hijo, aqu¨ª no somos unos asesinos¡±, le respondi¨® la m¨¦dica, recuerda la sentencia que resolvi¨® el caso. Le negaron el servicio. El 8 de marzo, consult¨® a otra doctora y la respuesta fue la misma.

Juliana, que ya sab¨ªa que la ley la amparaba, argument¨® que con la decisi¨®n de la Corte deb¨ªan garantizarle sus derechos, pero la entidad de salud se excus¨® al se?alar que no hab¨ªan sido notificados de la nueva normativa, que permite el aborto sin explicaciones y tan pronto como sea solicitado. Es legal hasta la semana 24 y despu¨¦s de este plazo aplican tres causales ¡ªviolaci¨®n, malformaci¨®n del feto incompatible con la vida o riesgo para la salud f¨ªsica o mental de la mujer¡ª. ¡°[Me dijeron] que no estaba en las tres causales para poder abortar, que a ellos no les hab¨ªa llegado la sentencia y que no pod¨ªan programar la interrupci¨®n del embarazo¡±, dice la mujer en un mensaje de voz enviado a una de sus abogadas. Cuando ya hab¨ªan pasado varias semanas de espera y su embarazo ya iba por la 14, llev¨® su caso a la justicia mediante una tutela, en la que expuso en detalle lo que hab¨ªan sido sus intentos por acceder al aborto de forma legal a trav¨¦s del sistema de salud.

¡°La decisi¨®n de la Corte Constitucional ten¨ªa efectos sobre su proceso porque era de aplicaci¨®n inmediata y lo vimos con un caso que se realiz¨® bajo los nuevos par¨¢metros dos d¨ªas despu¨¦s de conocerse la sentencia en un centro m¨¦dico privado¡±, explica Viviana Boh¨®rquez, abogada que acompa?a jur¨ªdicamente a la mujer a la que el juzgado le dio la raz¨®n, al reconocer que aunque el pa¨ªs apenas est¨¢ en proceso de socializar y adaptar la nueva normativa, la Corte Constitucional ha sido clara al informar que el aborto es legal y debe ser garantizado sin necesidad de justificar nada. Solo importa la decisi¨®n de la mujer.

La justicia orden¨® a la entidad de salud practicar el aborto en un plazo de 48 horas y reiter¨® que ¡°no puede pasarse por alto que entre m¨¢s tiempo avance la gestaci¨®n que se pretende interrumpir, m¨¢s traum¨¢tico y m¨¢s riesgoso se torna el procedimiento a practicar¡±. El juzgado se?al¨® adem¨¢s que ¡°no puede desconocerse la premura y urgencia que deben acompa?ar las gestiones para autorizar y practicar el servicio¡±. La mujer tuvo que acudir a un mecanismo legal para poder acceder a un derecho. Cuando la sentencia fall¨® a su favor, a final de marzo, su embarazo ya iba por la semana 16.

¡°Las entidades de salud no est¨¢n preparadas para cumplir con los tiempos que se necesitan para este tipo de solicitudes, que deben ser tratadas como urgencias m¨¦dicas. No son citas que permitan mucha espera, pero este cambio va a tomar meses e incluso a?os, sobre todo porque hay instituciones que todav¨ªa no saben que los protocolos cambiaron, que ahora es la voluntad de las mujeres la que importa y no los certificados basados en la voluntad de un m¨¦dico¡±, se?ala la abogada. Ahora Juliana deber¨¢ decidir, libremente, si interrumpe su embarazo seis semanas m¨¢s tarde de lo que esperaba.

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