Una encuesta revela que el 22% de las mujeres que tuvieron una cita a trav¨¦s de una ¡®app¡¯ sufrieron una violaci¨®n

La violencia sexual contra las mujeres se extiende a cualquier ¨¢mbito, tambi¨¦n a las aplicaciones de citas. Un lugar ¡°para establecer relaciones afectivas y sexuales cada vez m¨¢s habitual entre la poblaci¨®n joven¡±, explica el informe de la Federaci¨®n de Mujeres J¨®venes Apps sin violencia. ¡°La violencia sexual contra las mujeres ha adquirido nuevas formas en los espacios virtuales de citas, haciendo que los tradicionales modus operandi de seducci¨®n patriarcal, donde se ubica la violencia sexual, se acoplen y se rearmen¡±. Seg¨²n el estudio, el 21,7% de las mujeres que tuvieron citas a trav¨¦s de Tinder ¡ªla app que eligieron las investigadoras por ser l¨ªder entre los m¨¢s j¨®venes¡ª aseguran que ¡°fueron forzadas a tener una relaci¨®n sexual mediante violencia expl¨ªcita¡±, es decir, ¡°fueron violadas en el sentido m¨¢s consensuado socialmente del t¨¦rmino, mediando la violencia f¨ªsica¡±. Y casi el 57,9% se han sentido presionadas para mantener relaciones sexuales. La encuesta tiene ¡°una muestra total de 963 mujeres heterosexuales entre 18 y 35 a?os, usuarias de Tinder¡±.

Las cifras siguen y ¡°son alarmantes¡±, seg¨²n apuntan desde la federaci¨®n. Alrededor del 57% de las encuestadas consideraron que alguna de sus citas las hab¨ªa animado a beber con el objetivo de tener sexo; casi un 30% afirmaron que su pareja sexual continu¨® con una pr¨¢ctica tras haber manifestado ellas dolor f¨ªsico y deseo de parar, y un 40% sinti¨® lo mismo en relaci¨®n con pr¨¢cticas de dominaci¨®n sexual (BDSM).

Para el estudio se realizaron dos metodolog¨ªas: cuantitativa y cualitativa. La primera incluy¨® la encuesta en internet de m¨¢s de 40 preguntas a 963 usuarias en Tinder y la segunda consisti¨® en la elaboraci¨®n de dos perfiles, uno masculino y uno femenino, para ¡°evidenciar los estereotipos de g¨¦nero y las agresiones a las que se ven enfrentadas las mujeres¡± a la hora de relacionarse con hombres.

Uno de los principales hallazgos en los perfiles de Tinder fue la reproducci¨®n de discursos propios de un ideal femenino subordinado en el que ¡°se ha extendido una nueva feminidad en la sexualidad, que constituye la ¨²nica base de la identidad femenina¡±. ¡°No significa una sexualidad placentera, sino como una forma de poder¡±, explica una de las investigadoras del estudio, Irene Otero P¨¦rez. Adem¨¢s, apunta a que encontraron perfiles masculinos en los que destacaban su inter¨¦s por encontrar mujeres ¡°tranquilas, risue?as, princesas, cari?osas¡±, entre otros adjetivos.

Los piropos, los desnudos o las conversaciones con contenido sexual en las primeras interacciones con un usuario son comunes. Las usuarias que han recibido mensajes alusivos a su f¨ªsico llegan hasta un 92,2%. De ellas, el 87,6% dijeron haberse sentido inc¨®modas por ello. Mientras que el 79% admitieron haberse sentido inc¨®modas o presionadas para enviar fotos de desnudos y un 69,3% sintieron presi¨®n para mantener conversaciones sexualmente expl¨ªcitas contra su voluntad. Algo que para Otero es ¡°la viva imagen de la deshumanizaci¨®n de las mujeres¡±. ¡°No existe la mujer persona, sino la mujer bella¡±, apunta Otero.

Otros datos preocupantes de las experiencias es que un 65,4% aseguraron haber recibido preguntas como ¡°?eres sumisa?¡±. En el primer contacto por chat o interacciones muy recientes, el 54,6% de las mujeres afirman que se les ha preguntado sobre su inter¨¦s por el sexo violento. El 61% recibieron respuestas violentas por su rechazo a este tipo de sexo con calificativos como ¡°mojigata¡±.

Violencia sexual en los encuentros presenciales

Seg¨²n el estudio, existe ¡°una fuerte resistencia a nombrar como violencia sexual muchas de las agresiones expl¨ªcitas que sufren las mujeres¡±. En la respuesta a la pregunta sobre ?Has sufrido alg¨²n tipo de violencia sexual en una cita de Tinder?, el 86,4% de las mujeres negaron haber sufrido cualquier tipo de violencia sexual en las citas por aplicaciones. Ese dato, explican las investigadoras, choca con los resultados de otras preguntas m¨¢s espec¨ªficas, en las que por ejemplo el 50% de las mujeres dijeron haberse sentido presionadas para mantener relaciones sexuales. Las respuestas afirmativas a aquella pregunta m¨¢s gen¨¦rica (11,49%) son aproximadamente la mitad del total de las que revelan haber sido violadas (21,7%). M¨®nica Sainz Mart¨ªnez, otra de las investigadoras, explica que esto se debe al mito que hay detr¨¢s de la violaci¨®n. ¡°Esto hace que violencia sexual se identifique como aquella cometida por un desconocido en un callej¨®n oscuro¡±, apunta.

Pero la violencia sexual no solo opera as¨ª. A la pregunta expl¨ªcita de si su cita las emborrach¨® o drog¨® para tener relaciones, el porcentaje alcanz¨® el 20%. Ya durante el sexo, el 48,8% de las mujeres dijeron haberse sentido un objeto cuyo placer no importa. De ese porcentaje, el 26,3% dijeron haber vivido con frecuencia alta esa situaci¨®n.

Adem¨¢s, el 27,7% de las mujeres que tuvieron relaciones afirman que los hombres fueron violentos durante el sexo, realiz¨¢ndoles ahogamientos, abofete¨¢ndolas o insult¨¢ndolas. Y el 28,2% dijeron haber vivido alguna pr¨¢ctica que les hac¨ªa da?o y en la que, a pesar de la negativa, el hombre sigui¨®. Datos por los que la Federaci¨®n de Mujeres J¨®venes han expresado su profunda preocupaci¨®n y exigen pol¨ªticas de prevenci¨®n.