Piropos en la calle, ¡®nudes¡¯ no solicitados y otras siete cuestiones sobre la ley del ¡®solo s¨ª es s¨ª¡¯
En torno a la Ley de Libertad Sexual, el consentimiento y los l¨ªmites en las relaciones sexuales han surgido ideas confusas y dudas que se enmarcan en lo que se han llamado ¡°zonas grises¡±
Hace poco m¨¢s de 48 horas que el consentimiento como eje en las relaciones sexuales, la voluntad de las mujeres y su libertad para decidir son ley. La de Garant¨ªa Integral de Libertad Sexual que el Congreso de los Diputados aprob¨® de forma definitiva la tarde del pasado jueves por 205 votos a favor, 141 en contra (84 del PP, 52 de Vox, uno del PNV y cuatro del grupo mixto) y tres abstenciones (dos de la CUP y una de PRC). Durante el debate previo a aquella votaci¨®n, los partidos de la derecha, los que votaron no, hablaron de la nueva norma como una que ¡°puede traer consigo inseguridad¡±, lo hizo Marta Gonz¨¢lez, del Partido Popular; o como una legislaci¨®n cuyo ¡°objetivo no es proteger a la mujer, sino destruir al hombre, al blanco heterosexual, en torno a una idea de consentimiento indemostrable cuyo ¨²nico fin es que el hombre blanco caiga¡±, como dijo Carla Toscano, de Vox.
Eso que ocurri¨® en la tribuna de la C¨¢mara baja, tambi¨¦n est¨¢ en la calle, en la sociedad. Ideas confusas sobre la nueva legislaci¨®n, sobre el consentimiento y sobre los l¨ªmites en las relaciones sexuales que se denominan ¡°zonas grises¡± entre quienes alegan que no siempre est¨¢ claro cuando se est¨¢n cruzando esos l¨ªmites. Pero en realidad esas zonas grises no existen, de ah¨ª que fuese el ¡°solo s¨ª es s¨ª¡± tantas veces escuchado durante los ¨²ltimos seis a?os lo que condensara el esp¨ªritu de esta norma.
No hay zonas grises en ninguna situaci¨®n que no sea en la que una desea estar. Porque una de cada dos mujeres ha sufrido en alg¨²n momento violencia sexual, y esa cifra indica solo lo que se conoce, lo que se denuncia. Pero seg¨²n la estimaci¨®n del Ministerio de Igualdad, m¨¢s de un 80% no lo hace. En parte, y a veces, porque la violencia sexual no se identifica como tal, ni por parte de quien agrede ni de quien es agredida.
Aqu¨ª, algunas de esas preguntas y dudas que sobrevuelan en torno a la nueva ley y que, en algunos casos, son cuestiones que ya est¨¢n reguladas en el ordenamiento jur¨ªdico espa?ol.
Si me estoy yendo a la cama con alguien, ?le tengo que preguntar expresamente si quiere tener sexo conmigo?
El consentimiento es el eje fundamental de la nueva norma. Lo define as¨ª: ¡°Solo se entender¨¢ que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atenci¨®n a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona¡±.
Esto, que ha dado lugar a discursos sobre ¡°contratos que firmar¡± y otros tantos argumentos sarc¨¢sticos, es, en realidad, sencillo. Seg¨²n se extrae de la nueva norma, existe consentimiento siempre que no exista violencia, ni intimidaci¨®n, ni abuso de una situaci¨®n de superioridad o de vulnerabilidad, ni que se haga cuando una mujer se halle privada de sentido, ¡°o de cuya situaci¨®n mental se abusare¡±, o cuando se tenga anulada por cualquier causa la voluntad.
Sin embargo, en las relaciones sexuales ¡ªmayoritariamente en las heterosexuales¡ª, pueden darse desigualdades derivadas de una sociedad estructurada todav¨ªa desde el patriarcado con una percepci¨®n machista en este ¨¢mbito. En Ciudadelas de la soberbia. Agresi¨®n sexual, responsabilizaci¨®n y reconciliaci¨®n (Paid¨®s, 2022), la profesora de Derecho y ?tica de la Universidad de Chicago, Martha C. Nussbaum, explica que ¡°ante ese trasfondo de sensaci¨®n de ¡®creerte en tu derecho¡¯ y de instrumentalizaci¨®n, es muy f¨¢cil negar la plena autonom¨ªa de la otra persona (ignorar la ausencia de consentimiento) y su subjetividad (creer que ¡®no significa s¨ª¡¯)¡±.
?Cada vez que vayamos a hacer algo distinto tengo que volver a preguntarle si quiere?
El consentimiento no es vitalicio e irreversible, sino espec¨ªfico, informado y alterable, cuestiones definidas y sentadas por instituciones y organizaciones internacionales. ONU Mujeres, por ejemplo, explica as¨ª la especificidad: ¡°El consentimiento contempla situaciones espec¨ªficas. Tienes derecho a consentir una cosa y no otra. Puedes estar de acuerdo en besar o tocar un d¨ªa y no al d¨ªa siguiente. Lo que consientes es s¨®lo decisi¨®n tuya y puede variar¡±. As¨ª su reversibilidad: ¡°El consentimiento se puede retirar. Puedes cambiar de idea en cualquier momento. Y el consentimiento es importante incluso entre las parejas que ya han mantenido relaciones sexuales antes¡±.
Y as¨ª el hecho de que sea informado: ¡°S¨®lo puedes consentir si conoces todos los hechos. Por ejemplo, cuando una persona dice que va a utilizar protecci¨®n durante la relaci¨®n sexual, pero no lo hace, no hay sexo consensuado¡±. Esa pr¨¢ctica, llamada stealthing, cont¨® en Espa?a en 2019 con una sentencia que sent¨® precedente, cuando un juzgado de Salamanca conden¨® a un hombre por quitarse el preservativo sin el consentimiento de una mujer como autor de un delito de abuso sexual.
Con la nueva norma, esta pr¨¢ctica ya solo podr¨¢ ser juzgada como agresi¨®n, puesto que se elimina el abuso y todo ser¨¢ considerado agresi¨®n en distintos grados.
?Si una chica me denuncia, c¨®mo puedo demostrar que no la he agredido?
Esta cuesti¨®n entra de lleno en la presunci¨®n de inocencia. Un principio jur¨ªdico que partidos como Vox o el PP han argumentado que la nueva ley podr¨ªa vulnerar. ?La raz¨®n? La definici¨®n concreta de consentimiento. Uno de los argumentos de quienes se opon¨ªan era que esa descripci¨®n ¡°invert¨ªa la carga de la prueba¡±, como aludi¨® el pasado mayo en el Congreso la diputada popular Marga Gonz¨¢lez: ¡°La definici¨®n de consentimiento pone en riesgo la presunci¨®n de inocencia, que trae consigo la inversi¨®n de la carga de la prueba: ser¨¢ el denunciado quien tenga que demostrar que no lo hizo y no al rev¨¦s¡±.
Sin embargo, esto ya fue tratado cuando se abri¨® el debate del solo s¨ª es s¨ª por juristas, especialistas, t¨¦cnicas y parte del propio Ministerio de Igualdad. Entonces, tras el informe del Consejo General del Poder Judicial sobre la ley, la delegada del Gobierno contra la Violencia de G¨¦nero, Victoria Rosell, explic¨® que ¡°ninguna definici¨®n legal puede invertir la carga de la prueba porque no puede afectar al derecho constitucional, a la presunci¨®n de inocencia¡±; y que ¡°ser¨¢ el fiscal o la acusaci¨®n quien deber¨¢ probar [el delito] y no la defensa¡±. Record¨® tambi¨¦n entonces Rosell que ese argumento era ¡°parecido¡± al que el Poder Judicial y ¡°muchos juristas¡± usaron durante la tramitaci¨®n de la ley de violencia de g¨¦nero de 2004.
?Ya no puedo entrarle a una chica por la calle o decirle un piropo?
Puede ser considerado un delito. La nueva norma modifica los apartados 1 y 4 del art¨ªculo 173 y considerar¨¢ autor de un delito leve a quienes ¡°se dirijan a otra persona con expresiones, comportamientos o proposiciones de car¨¢cter sexual que creen a la v¨ªctima una situaci¨®n objetivamente humillante, hostil o intimidatoria, sin llegar a constituir otros delitos de mayor gravedad¡±. Y Espa?a no ser¨¢ el primer pa¨ªs que regule estos comportamientos. En Francia, por ejemplo, la Asamblea aprob¨® en 2018 multar con hasta 750 euros a los hombres que silben a mujeres en la calle; y en Per¨², desde 2015, los piropos, tocamientos y gestos se castigan por ley.
Aunque los piropos son una pr¨¢ctica a¨²n extendida en Espa?a, como en otros pa¨ªses, y entendida como algo banal e incluso positivo por quienes todav¨ªa los profieren, son en realidad un juicio, en este caso de car¨¢cter sexual, y puede suponer, dependiendo de c¨®mo se profiera, una situaci¨®n de miedo para quien lo recibe, de intimidaci¨®n e incluso de limitaci¨®n de la libertad de las mujeres, que pueden llegar a cambiar sus trayectos o su vestimenta por no verse sometidas a ellos.
?Mandarle una foto de mis genitales a una chica sin que me lo haya pedido es delito?
El env¨ªo de los llamados nudes sin que nadie los haya pedido tiene un nombre, cyberflashing. En pa¨ªses como Reino Unido, M¨¦xico o Argentina ya est¨¢ tipificado como delito en sus respectivos c¨®digos penales. En Espa?a, a¨²n no est¨¢ considerado como tal, aunque el pre¨¢mbulo de la nueva norma especifica que, ¡°se prestar¨¢ especial atenci¨®n a las violencias sexuales cometidas en el ¨¢mbito digital, lo que comprende la difusi¨®n de actos de violencia sexual, la pornograf¨ªa no consentida y la infantil en todo caso, y la extorsi¨®n sexual a trav¨¦s de medios tecnol¨®gicos¡±.
Por ahora, es denunciable dentro del art¨ªculo 37.5 de la Ley de Protecci¨®n de la Seguridad Ciudadana: ¡°La realizaci¨®n o incitaci¨®n a la realizaci¨®n de actos que atenten contra la libertad e indemnidad sexual, o ejecutar actos de exhibici¨®n obscena, cuando no constituya infracci¨®n penal¡±.
Si el env¨ªo de esas im¨¢genes es a una persona menor de 16 a?os y en esas im¨¢genes hay o se representa a un menor, est¨¢ regulado en el apartado dos del art¨ªculo 183 ter del C¨®digo Penal: ¡°El que a trav¨¦s de internet, del tel¨¦fono o de cualquier otra tecnolog¨ªa de la informaci¨®n y la comunicaci¨®n contacte con un menor de diecis¨¦is a?os y realice actos dirigidos a embaucarle para que le facilite material pornogr¨¢fico o le muestre im¨¢genes pornogr¨¢ficas en las que se represente o aparezca un menor, ser¨¢ castigado con una pena de prisi¨®n de seis meses a dos a?os¡±.
Tambi¨¦n puede quedar recogido, para menores de edad, en el C¨®digo Penal dentro de los delitos de exhibicionismo y provocaci¨®n sexual. Seg¨²n el art¨ªculo 186, ¡°el que, por cualquier medio directo, vendiere, difundiere o exhibiere material pornogr¨¢fico entre menores de edad o personas con discapacidad necesitadas de especial protecci¨®n, ser¨¢ castigado con la pena de prisi¨®n de seis meses a un a?o o multa de 12 a 24 meses¡±.
Si le escribo a una chica y no me contesta, y le vuelvo a escribir una y otra vez, ?me puede denunciar por acoso?
Este supuesto podr¨ªa ser un delito al amparo del C¨®digo Penal, dentro del Cap¨ªtulo III, de las coacciones. Lo que hace la nueva ley es eliminar el adverbio ¡°gravemente¡± del art¨ªculo 173 ter, que dice as¨ª: ¡°Ser¨¢ castigado con la pena de prisi¨®n de tres meses a dos a?os o multa de seis a veinticuatro meses el que acose a una persona llevando a cabo de forma insistente y reiterada, y sin estar leg¨ªtimamente autorizado, alguna de las conductas siguientes y, de este modo, altere gravemente el desarrollo de su vida cotidiana¡±.
Esas conductas son: que ¡°la vigile, la persiga o busque su cercan¨ªa f¨ªsica¡±, que ¡°establezca o intente establecer contacto con ella a trav¨¦s de cualquier medio de comunicaci¨®n, o por medio de terceras personas¡±, que ¡°mediante el uso indebido de sus datos personales, adquiera productos o mercanc¨ªas, o contrate servicios, o haga que terceras personas se pongan en contacto con ella¡±, o que ¡°atente contra su libertad o contra su patrimonio, o contra la libertad o patrimonio de otra persona pr¨®xima a ella¡±.
Si estoy tomando chupitos con una chica y ella acaba borracha, ?me puedo acostar con ella? ?Ser¨ªa un delito?
En este caso, el consentimiento puede ser v¨¢lido, o puede estar viciado por la intoxicaci¨®n por alcohol o directamente no existir. As¨ª, podr¨ªa no ajustarse a la definici¨®n de la ley y si as¨ª fuera, la norma ha introducido expresamente ¡°como forma de comisi¨®n de la agresi¨®n sexual la denominada sumisi¨®n qu¨ªmica o mediante el uso de sustancias y psicof¨¢rmacos que anulan la voluntad de la v¨ªctima. Igualmente, y en l¨ªnea con las previsiones del Convenio de Estambul, se introduce la circunstancia cualificatoria agravante espec¨ªfica de g¨¦nero en estos delitos¡±.
Se ha de diferenciar, adem¨¢s, dos tipos de sumisi¨®n qu¨ªmica. Una, la oportunista, que defin¨ªa as¨ª en un reportaje en este diario Llu?sa Garcia-Esteve, psiquiatra y presidenta de la comisi¨®n de violencia intrafamiliar y de g¨¦nero del hospital Cl¨ªnic de Barcelona: ¡°Vas con dos botellas de vino, cuatro chupitos y yo te ofrezco otro. Cuando ya est¨¢s intoxicada y no te puedes defender ni puedes consentir, aprovecho y te agredo sexualmente¡±. Esa, seg¨²n la experta y los datos disponibles, es la m¨¢s com¨²n; la proactiva, la que consiste en drogar directamente a otra persona para abusar de ella, ¡°es dif¨ªcil de identificar y supone solo una parte de los casos¡±.
?Es ilegal usar una foto ¨ªntima de tu pareja en una discusi¨®n para amenazarla con difundirla, aunque realmente no tengas intenci¨®n de hacerlo?
Esto, relacionado con la llamada pornovenganza, puede constituir un delito de amenazas, tipificadas ya en los art¨ªculos 169, 170 y 171 del C¨®digo Penal: ¡°El que amenazare a otro con causarle a ¨¦l, a su familia o a otras personas con las que est¨¦ ¨ªntimamente vinculado un mal que constituya delitos de homicidio, lesiones, aborto, contra la libertad, torturas y contra la integridad moral, la libertad sexual, la intimidad, el honor, el patrimonio y el orden socioecon¨®mico, ser¨¢ castigado¡± con penas que pueden ir desde los seis meses a los cinco a?os dependiendo de las circunstancias.
Si en esas amenazas se incluyese alguna petici¨®n o prohibici¨®n a cambio de no difundirlas, el delito ser¨ªa de coacci¨®n (art¨ªculo 172 del CP): ¡°El que, sin estar leg¨ªtimamente autorizado, impidiere a otro con violencia hacer lo que la ley no proh¨ªbe, o le compeliere a efectuar lo que no quiere, sea justo o injusto, ser¨¢ castigado con la pena de prisi¨®n de seis meses a tres a?os o con multa de 12 a 24 meses, seg¨²n la gravedad de la coacci¨®n o de los medios empleados¡±.
Ahora, adem¨¢s, la nueva ley ha eliminado el adverbio ¡°gravemente¡± del art¨ªculo 173 ter, que dec¨ªa as¨ª: ¡°Ser¨¢ castigado con la pena de prisi¨®n de tres meses a dos a?os o multa de seis a veinticuatro meses el que acose a una persona llevando a cabo de forma insistente y reiterada, y sin estar leg¨ªtimamente autorizado, alguna de las conductas siguientes [como vigilarla o atentar contra su libertad] y, de este modo, altere gravemente el desarrollo de su vida cotidiana¡±.
Y tambi¨¦n ha incluido un punto en el art¨ªculo 172 ter del CP ampliando el espectro de la violencia digital: ¡°El que, sin consentimiento de su titular, utilice la imagen de una persona para realizar anuncios o abrir perfiles falsos en redes sociales, p¨¢ginas de contacto o cualquier medio de difusi¨®n p¨²blica, ocasion¨¢ndole a la misma situaci¨®n de acoso, hostigamiento o humillaci¨®n, ser¨¢ castigado con pena de presi¨®n de tres meses a un a?o o multa de seis a doce meses¡±.
Si me estoy acostando con mi pareja y ella me dice que no, y yo insisto, ?se puede considerar violaci¨®n aunque sea mi novia?
S¨ª. Con la nueva ley, adem¨¢s, la violencia sexual en la pareja se considerar¨¢ un agravante que se introduce en art¨ªculo 180 del CP: ¡°Cuando la v¨ªctima sea o haya sido esposa o mujer que est¨¦ o haya estado ligada por an¨¢loga relaci¨®n de afectividad, aun sin convivencia¡±.
En cualquier caso, una relaci¨®n de afectividad no es excluyente en los delitos sexuales. Negar que puede existir violaci¨®n dentro de una pareja equivale, seg¨²n el Tribunal Supremo, a ¡°afirmar que el matrimonio es la tumba de la libertad sexual de los contrayentes¡±. Lo dict¨® en una sentencia fechada el 21 de mayo de 2019 en la que conden¨® a nueve a?os de prisi¨®n por agresi¨®n sexual y otros nueve meses por maltrato a un hombre que una noche, en julio de 2014, lleg¨® a su casa, exigi¨® a su mujer mantener relaciones sexuales y, ante la negativa de esta, le dijo: ¡°Es tu obligaci¨®n, ya est¨¢ bien de ningunearme¡±.
Aunque ya exist¨ªa previa a esa sentencia numerosa doctrina al respecto de las agresiones sexuales dentro de la pareja, esa sentencia sent¨® jurisprudencia y fue la primera vez que incluy¨® una reflexi¨®n tan extensa y detallada sobre este hecho.
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