Santi Palacios: ¡°Hac¨ªa tiempo que no ve¨ªa im¨¢genes que se me quedaran grabadas as¨ª¡±

Cuenta Santi Palacios (Madrid, 37 a?os) que desde el minuto uno supo que la foto funcionaba. Fue de las primeras que public¨® en la revista 5W sobre la matanza perpetrada por el ej¨¦rcito ruso en la ciudad de Bucha, al noroeste de la capital de Ucrania, Kiev. Era 2 de abril. Palacios, como tantos de los reporteros que trataban de llegar a la localidad, logr¨® al fin entrar en Bucha junto a un grupo de colegas griegos. Los uniformados rusos hab¨ªan huido hacia la frontera norte, no sin antes descerrajar sus armas contra decenas de civiles. M¨¢s de 400 personas fueron asesinadas. ¡°Es una imagen muy at¨ªpica¡±, relata el fotoperiodista, ¡°y tiene que ver con el silencio que transmite, con que muestra algo extra?o: varios cad¨¢veres en mitad de una calle sin nada alrededor¡±. A simple vista se cuentan cinco cuerpos sin vida, pero, seg¨²n describe de memoria Palacios, al fondo hay m¨¢s. Utiliz¨® una lente corta y se pierden en la profundidad del campo que capt¨® su objetivo hasta sumar una decena de muertos.

Esa imagen ha sido galardonada con el premio Ortega y Gasset a la mejor fotograf¨ªa, que ha recogido Palacios este mi¨¦rcoles en el CaixaForum de Valencia. La calle de Bucha que inmortaliz¨® el fotoperiodista madrile?o se llama Yablunska. Esa v¨ªa, una humilde calzada junto a casas de tejados a dos aguas, tan tradicional en la Ucrania, alejada de la gran urbe, es ya uno de los s¨ªmbolos de la despiadada invasi¨®n rusa. Pero eso a¨²n no lo sab¨ªa Palacios cuando tom¨® la calle aquel segundo d¨ªa de abril.

Ya hab¨ªa visto cad¨¢veres en los patios de algunas casas; hab¨ªa escuchado los relatos de vecinos, de supervivientes. ¡°Al llegar a este lugar, lo impresionante fue que no hab¨ªa ruido¡±, narra Palacios. ¡°Me qued¨¦ parado junto a mis compa?eros mirando, intentando reconstruir lo que hab¨ªa pasado, hasta que vimos a un soldado y le preguntamos por aquello. Nos dijo que no sab¨ªa lo que hab¨ªa sucedido, que hab¨ªa llegado detr¨¢s de nosotros.¡±

Palacios, volcado en documentar crisis migratorias y clim¨¢ticas, ha llegado a Valencia tras unos d¨ªas en el Cono Sur trabajando en un nuevo proyecto para Sonda Internacional, una publicaci¨®n online de la que es fundador. Este licenciado en Sociolog¨ªa, que pronto quiso unir su pasi¨®n por la foto y el periodismo, ha ganado un World Press Photo (2017) y, en dos ocasiones, el Premio Nacional de Fotoperiodismo (2015 y 2016). ¡°Hac¨ªa tiempo que no ve¨ªa im¨¢genes que se me quedaran grabadas como las de Yablunska¡±, admite el reportero gr¨¢fico, aunque no es lo peor a lo que se ha enfrentado junto a su c¨¢mara. ¡°He trabajado mucho en los rescates en el Mediterr¨¢neo y es m¨¢s dif¨ªcil para m¨ª cuando hay gente en riesgo de muerte¡±, explica, ¡°es algo que est¨¢ pasando, es m¨¢s duro¡±.

¨D?C¨®mo digiere algo como lo de Bucha?

¨DSiempre me ha ayudado mucho saber que mi trabajo cumple una funci¨®n, que esas im¨¢genes ser¨¢n publicadas. Ellos mismos, los supervivientes, est¨¢n muy interesados en que lo cuente. Hay mucho periodismo que aportar y eso me ayuda a estar concentrado.

El fotoperiodista madrile?o insiste durante la conversaci¨®n en hablar de los ¡°detalles¡± que hay detr¨¢s de una fotograf¨ªa como la de aquella calle Yablunska. ¡°El primer d¨ªa fue tan salvaje¡±, relata, ¡°nos pod¨ªamos imaginar algo as¨ª, pero no tanto. No hubo tiempo para detalles, todo era muy gr¨¢fico¡±. Palacios regres¨® a Bucha un d¨ªa, y otro, y otro. ¡°Volvimos a por los detalles¡±, prosigue, ¡°fui a visitar a esos supervivientes, conocer a los familiares que llegaban. Ah¨ª surgen los relatos de la violencia, las violaciones del ej¨¦rcito ruso, e historias como, por ejemplo, la de un hijo que encontr¨® muerta a su madre en una residencia¡±. Los detalles, contin¨²a, que con su trabajo pueden ser prueba ante la justicia de posibles cr¨ªmenes de guerra.