Mart¨ªn Caparr¨®s y el periodismo como arma para salir al mundo

Mart¨ªn Caparr¨®s asum¨ªa estos d¨ªas que recibir un premio por la trayectoria implica, en cierta manera, que le llamen viejo. Por eso ten¨ªa la respuesta preparada para el comentario de quien le llamaba por tel¨¦fono desde M¨¦xico. ¡°Que no te den el reconocimiento, no te rejuvenece¡±, advierte con la sorna que caracteriza al periodista argentino, de 65 a?os. As¨ª, con cierto humor y ¡°feliz¡± pese a todo, pese a que ahora se tiene que mover con una silla de ruedas el¨¦ctrica, acepta Caparr¨®s, Mart¨ªn, el premio a la trayectoria profesional que el jurado de los Ortega y Gasset le entrega este mi¨¦rcoles.

Un reconocimiento que le permite formar parte de un club del que ¡°da gusto ser socio¡±, como celebra este furibundo hincha de Boca, pese a las desgracias, y de Argentina, casi pese a las alegr¨ªas que le dio ser campe¨®n del mundo hace unos meses, como cont¨® en una correspondencia con su amigo Juan Villoro en este peri¨®dico. Este nuevo carn¨¦ permite a Mart¨ªn tambi¨¦n compartir plantilla con otro ariete argentino, Tom¨¢s Eloy Mart¨ªnez, maestro, despu¨¦s amigo, a quien segu¨ªa cuando rozando los 10 a?os le¨ªa Primera Plana por los textos de Jacobo Timerman. Con el tiempo, se enter¨® de que aquella revista era reescrita casi por completo por el editor, Mart¨ªnez, ¡°as¨ª que en el fondo lo le¨ªa a ¨¦l¡±.

El jurado destac¨® que Mart¨ªn encarna la figura del ¡°periodista total, uno de los mayores exponentes de la mejor cr¨®nica latinoamericana¡±. Con casi cinco d¨¦cadas de trayectoria, ha recorrido Am¨¦rica Latina, perd¨®n, ?am¨¦rica, pero tambi¨¦n Espa?a como pocos reporteros. Y pese al tiempo transcurrido, las idas y venidas a las grandes ciudades y tambi¨¦n a los lugares m¨¢s rec¨®nditos, si algo llama la atenci¨®n, desde la vez que se le conoce en un restaurante madrile?o hasta la ¨²ltima conversaci¨®n telef¨®nica entre oc¨¦anos, es la necesidad y las ganas por seguir contando.

Asegura Mart¨ªn tambi¨¦n que le hace feliz que sea este diario quien le haya premiado, pues EL PA?S es el peri¨®dico con el que ha tenido ¡°la mejor relaci¨®n¡± en su vida, pese a que ha escrito en casi todos los posibles en lengua espa?ola. Una relaci¨®n que empez¨® como lector y que sigui¨® con una primera entrega en 1985, cuando envi¨® una cr¨®nica sobre Egipto y de paso una entrevista con Daniel Barenboim: se le public¨® esta ¨²ltima y no la cr¨®nica. La cuasi fidelidad se mantiene desde 2011, en que empez¨® a publicar de forma habitual y que hoy persiste con una cr¨®nica de este mundo desde la visi¨®n de una narradora en 2120, con un juego con las palabras cada dos semanas o enviando un texto sobre el caos argentino, sin aviso, como las mejores sorpresas, para la edici¨®n Am¨¦rica, de la que tanto est¨¢ pendiente y con la que siempre est¨¢ dispuesto a conspirar para alguna historia.

Reportero, periodista, escritor, Caparr¨®s es autor ¡ªdefinici¨®n que suele englobar su trabajo¡ª de obras monumentales como El Hambre o la m¨¢s reciente ?am¨¦rica, un recorrido por un territorio que conoce como pocos periodistas y que da pie a un t¨¦rmino, ese de ?americanos, que con el tiempo se recordar¨¢ y que vuelve a constatar su capacidad por conseguir que perduren expresiones. La pasada semana un colega argentino recordaba en la capital de M¨¦xico lo dif¨ªcil que resulta no querer copiarle a Mart¨ªn la definici¨®n de ¡°gobierno opositor¡± para referirse al Ejecutivo de su pa¨ªs.

Pese a que su trayectoria no se entiende sin la calle, Mart¨ªn aclara que tambi¨¦n a alguien en estas cinco d¨¦cadas se le ocurri¨® que pod¨ªa dirigir proyectos o equipos e ilustra la circunstancia con una acertada definici¨®n del periodismo: ¡°Una de esas profesiones en las que siempre hay alguien que, cuando haces algo bien, te pone a hacer algo distinto¡±. Es otra, sin embargo, la que define mejor a la profesi¨®n por la que ahora recibe este reconocimiento. Por la que ha estado apasionado casi 50 a?os y a la que, pese a todo, quiere seguir dedicando su tiempo: ¡°Del periodismo me gusta que da una patente de corso para ser un voyeur, para ver, enterarte de las cosas. Vivimos en un mundo chiquito, mon¨®tono, la mayor¨ªa de profesiones no te abren las puertas, te encierran. El periodismo es una justificaci¨®n para salir al mundo¡±.