Menos de la mitad de las nuevas terapias contra el c¨¢ncer aumentan la supervivencia del paciente
Una investigaci¨®n de expertos espa?oles pone en evidencia la necesidad de reforzar los sistemas de evaluaci¨®n econ¨®mica de los medicamentos para garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario
Las cr¨®nicas de la lucha contra el c¨¢ncer describen miles de peque?as victorias frente a un enemigo que, pese a todo, sigue ganando la mayor¨ªa de las grandes batallas. Cada a?o mueren 1,3 millones de europeos por una enfermedad que, en realidad, engloba a cientos de procesos cl¨ªnicos distintos. Hay f¨¢rmacos que funcionan bien durante un tiempo en algunos pacientes, aunque m¨¢s adelante pierden eficacia por las resistencias desarrolladas por los tumores. Otros consiguen mejoras relativamente peque?as, pero el efecto combinado de varios puede convertir algunos tipos de c¨¢ncer en enfermedades cr¨®nicas. Y, por ¨²ltimo, quedan los casos m¨¢s agresivos, aquellos frente a los que la medicina todav¨ªa puede hacer poco, pero cuyos pacientes tambi¨¦n necesitan tratamientos.
Este escenario supone un gran reto para la medicina y es tambi¨¦n un enorme desaf¨ªo para los gestores de las cuentas p¨²blicas. La proliferaci¨®n de nuevas terapias, con precios cada vez m¨¢s elevados y a menudo una eficacia incierta, ha disparado el gasto farmac¨¦utico sin que las mejoras cl¨ªnicas avancen en la misma proporci¨®n. La sostenibilidad de los sistemas sanitarios est¨¢ en juego y la soluci¨®n, coinciden los expertos, pasa por una precisa evaluaci¨®n de los tratamientos para saber cu¨¢les funcionan y merece la pena financiar con fondos p¨²blicos.
Un equipo de farmac¨¦uticos de hospitales espa?oles ha analizado ahora los tratamientos oncol¨®gicos aprobados desde 2010. Los resultados, muy desiguales, revelan que menos de la mitad de las terapias (el 43,7%) incrementa la supervivencia del paciente, apenas el 49,8% tiene un ¡°beneficio cl¨ªnico relevante¡± y muy pocos (cerca del 10%) mejoran la calidad de vida de los enfermos. Las conclusiones, publicadas en la revista de referencia The European Journal of Health Economics, tambi¨¦n muestran que los tratamientos oncol¨®gicos han conseguido ganar una supervivencia mediana de 4,5 meses en estos 12 a?os.
¡°Las ganancias cl¨ªnicas son en general peque?as, no es una visi¨®n muy optimista de c¨®mo se est¨¢ avanzando frente al c¨¢ncer, y muestran la necesidad de seguir avanzando en los sistemas de evaluaci¨®n para identificar y financiar aquellos tratamientos que aportan un mayor valor cl¨ªnico a los enfermos¡±, sostiene Beatriz Gonz¨¢lez L¨®pez-Valc¨¢rcel, catedr¨¢tica en Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y una de las voces espa?olas m¨¢s reputadas en el campo de la Econom¨ªa de la Salud.
Los autores han analizado los ensayos cl¨ªnicos de 73 mol¨¦culas con 197 indicaciones frente a tumores s¨®lidos (han sido excluidos los llamados tumores l¨ªquidos, como las leucemias). Para medir el beneficio cl¨ªnico, el estudio se basa en la Escala de Magnitud de Beneficio Cl¨ªnico de la Sociedad Europea de Oncolog¨ªa M¨¦dica (ESMO), que punt¨²a de 1 a 5 las terapias frente a tipos de c¨¢ncer incurables. La m¨¢xima nota, el 5, supone que un f¨¢rmaco mejora la supervivencia y la calidad de vida del enfermo. Si solo lo logra en una de estas dos variables, el resultado puede ser un 4, pero a¨²n se considera relevante. Con ganancias menores (puntuaci¨®n de 1 a 3) el beneficio ya no es sustancial. Para los tipos de c¨¢ncer que s¨ª pueden curarse, se utiliza una escala similar con letras que van de la A a la C.
¡°La gran mayor¨ªa de los tratamientos obtiene una nota de 3 o 4 en la escala de la ESMO, es decir, est¨¢n justo por arriba o por abajo del l¨ªmite del beneficio cl¨ªnico. Esto demuestra que en general los avances son peque?os. Tambi¨¦n que no estamos en una dicotom¨ªa en la que es f¨¢cil decir qu¨¦ f¨¢rmacos aportan y cu¨¢les no, sino m¨¢s bien en un continuo. De ah¨ª la complejidad de estas evaluaciones¡±, a?ade Gonz¨¢lez L¨®pez-Valc¨¢rcel.
Medir la aportaci¨®n en salud de las nuevas terapias ha sido solo uno de los dos objetivos del estudio. El otro es comprobar si este beneficio es tenido en cuenta por el Ministerio de Sanidad a la hora de decidir si financia o no un nuevo tratamiento. La conclusi¨®n de los investigadores es que, en general, las decisiones del Ministerio de Sanidad s¨ª est¨¢n alineadas con el beneficio cl¨ªnico. Entre los f¨¢rmacos financiados con fondos p¨²blicos, este es relevante en el 56,5% de los casos y no lo es en el 43,5%. Los porcentajes se invierten de forma notable ¡ª31,1% y 68,9%, respectivamente¡ª entre los rechazados por Sanidad. La ganancia en supervivencia de los tratamientos incorporados a la sanidad p¨²blica son tambi¨¦n m¨¢s elevadas ¡ª4,9 meses de media¡ª, que en las que no ¡ª2,9 meses¡ª.
¡°Hemos comprobado que existe una relaci¨®n entre financiaci¨®n p¨²blica y beneficio cl¨ªnico, lo que es positivo. Pero, por otra parte, hemos visto que las ganancias en supervivencia general son muchas veces modestas y que todav¨ªa hay una parte importante de f¨¢rmacos financiados por la sanidad p¨²blica cuyo beneficio cl¨ªnico no alcanza el umbral para ser considerado relevante¡±, explica el investigador principal del estudio, Pelayo Nieto, del servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital Santa B¨¢rbara (Puertollano, Ciudad Real).
Estos resultados son similares a los obtenidos en investigaciones realizadas en pa¨ªses de nuestro entono, explica Eduardo L¨®pez Briz, coordinador del grupo G¨¦nesis de evaluaci¨®n de medicamentos de la Sociedad Espa?ola de Farmacia Hospitalaria (SEFH). ¡°El trabajo nos muestra la realidad en Espa?a. La pregunta es c¨®mo debemos interpretar los resultados. Podemos ver la botella medio llena o medio vac¨ªa, pero lo cierto es que debemos avanzar hacia un mejor uso de los recursos p¨²blicos. Y esto pasa por dotarnos como pa¨ªs de una estructura evaluadora s¨®lida para tomar estas decisiones con criterios de calidad cient¨ªfica¡±, afirma.
Josep Tabernero, director del Vall d¡¯Hebron Instituto de Oncolog¨ªa (VHIO), coincide en que el futuro pasa por m¨¢s evaluaci¨®n. Y por una mayor flexibilidad de las farmac¨¦uticas a la hora de fijar los precios. ¡°No tiene sentido que los medicamentos tengan hoy un solo precio. Tienen que adaptarse a las diferencias socioecon¨®micas de cada pa¨ªs y a la situaci¨®n de cada paciente. El efecto de un medicamento es distinto si se administra en una fase u otra de la enfermedad. Si das un solo precio, siempre est¨¢s pagando igual y mal. Con las herramientas inform¨¢ticas de las que disponemos, casi estamos en disposici¨®n de medir el valor que un f¨¢rmaco aporta a cada paciente y fijar un precio que se ajuste a este valor¡±, defiende.
Los autores destacan otra carencia, en su opini¨®n muy importante, que han hallado en las investigaciones: la escasa atenci¨®n que la calidad de vida de los enfermos recibe en los ensayos. ¡°Nuestro estudio revela que la calidad de vida solo fue considerada como variable secundaria en el 39,6% de las indicaciones. Y solo en el 10,2% de los casos se obtiene una mejora¡±, recoge el art¨ªculo.
Para C¨¦sar Rodr¨ªguez, vicepresidente de la SEOM, hay una raz¨®n t¨¦cnica que lo explica: el dise?o de los ensayos cl¨ªnicos. ¡°Hay una correlaci¨®n hist¨®rica: los recientes tienden a mostrar mayor beneficio. Esto se debe a que los antiguos no daban datos sobre la calidad de vida u otras variables incluidas valoradas en la escala de la ESMO y ahora esto les penaliza. Pero esto es algo en lo que se est¨¢ avanzando y que los onc¨®logos hace tiempo que pedimos que se incorpore a las herramientas de evaluaci¨®n. Lo realmente importante es establecer f¨®rmulas para que aquellas terapias con un beneficio cl¨ªnico claro y demostrado en los ensayos tengan una v¨ªa preferente para su incorporaci¨®n en la sanidad p¨²blica¡±, sostiene.
Las f¨®rmulas de pago por resultados ¡ªpor las que la sanidad p¨²blica abona la totalidad del tratamiento solo si este cumple con los objetivos cl¨ªnicos¡ª es otra de las medidas ensayadas en los ¨²ltimos a?os para que el dinero abonado por un medicamento se ajuste al valor terap¨¦utico que aporta. Este sistema fue introducido en Espa?a en 2019, aunque todav¨ªa es poco frecuente (menos de una decena de f¨¢rmacos lo utilizan).
La patronal farmaindustria recuerda que esta f¨®rmula puede ser de utilidad ¡°cuando se percibe incertidumbre¡± en los resultados y que es algo que ¡°las empresas aceptan desde hace a?os, pero debe ser la administraci¨®n la que determine en qu¨¦ casos es necesario llegar a acuerdos de este tipo para ganar tiempo¡±.
Sobre los resultados de eficacia de los nuevos tratamientos, la entidad se?ala un reciente informe del profesor de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) Frank R. Lichtenberg demuestra que estos ¡°han conseguido aumentar la esperanza de vida de pacientes con c¨¢ncer en Espa?a 2,77 a?os entre 1999 y 2016¡å. Seg¨²n otros datos de la SEOM, la supervivencia neta a cinco a?os tras el diagn¨®stico de un c¨¢ncer logr¨® una ligera mejora entre 2016 y 2021 en Espa?a al pasar del 52% al 55% en hombres y del 59% al 62% en mujeres. En estos cinco a?os, el gasto en tratamientos oncol¨®gicos en Espa?a se duplic¨® hasta alcanzar los 3.110 millones de euros.
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