Los riesgos del ¡®sharenting¡¯: tengo tres a?os y me sigue en redes m¨¢s gente que a ti
Los expertos recalcan los riesgos de subir im¨¢genes de los hijos a internet, piden que se proteja su huella digital
Una ecograf¨ªa anunci¨® que exist¨ªa y las felicitaciones y los me gusta se agolparon; luego, una foto en el hospital, tras el parto; en las vacaciones, chapoteando en la piscina. Y bailando en una boda. Incluso aquel d¨ªa que provoc¨® un desastre en la cocina, o cuando se cay¨® y lloraba y re¨ªa a la vez. Tambi¨¦n cuando tuvo que ingresar en el hospital, por nada grave menos mal, pero menudo susto se llevaron los padres y sus seguidores en redes sociales. Este ni?o no tiene nombre porque puede ser cualquiera. Pongamos que tiene tres a?os, aunque es solo un ejemplo. Su vida entera est¨¢ en internet, en un perfil p¨²blico. Cu¨¢l es su nombre, qu¨¦ edad tiene, qui¨¦n es su familia, c¨®mo suena su voz, a qu¨¦ colegio va, c¨®mo viste, qu¨¦ le gusta comer, c¨®mo son sus berrinches. Su identidad digital no la ha creado ¨¦l y su huella digital escapa a su control. Le sigue m¨¢s gente, a trav¨¦s de los perfiles de sus padres, que a muchos lectores de este art¨ªculo.
Esto es lo que se conoce como sharenting, la acci¨®n de los padres de compartir en redes im¨¢genes de sus hijos. La psic¨®loga educativa Vanesa de la Cruz resume el panorama citando dos informes de hace ya unos a?os: ¡°El 81% de los ni?os tiene presencia en internet antes de cumplir los seis meses, seg¨²n un estudio de la empresa de seguridad inform¨¢tica AVG. Otro estudio de la Universidad de Michigan concluye que el 56% de los padres considera que hay progenitores que comparten fotograf¨ªas que podr¨ªan resultar vergonzosas a sus hijos¡±. De la Cruz, que trabaja para la Fundaci¨®n Fad Juventud, coordina el proyecto Educaci¨®n Conectada, que forma a las familias en educaci¨®n digital.
Las redes se han adherido a nuestra vida y, cuenta De la Cruz, ¡°muchas veces las familias no son conscientes de que comparten informaci¨®n que escapa a su control¡±. C¨®mo convivir y disfrutar de la tecnolog¨ªa sin incrementar los peligros para los menores es el quid de la cuesti¨®n. A partir de los 14 a?os ellos est¨¢n facultados legalmente para dar su consentimiento sobre qu¨¦ fotos pueden subirse y cu¨¢les no. Hasta entonces, deciden sus padres.
¡°Deben ser conscientes de que las im¨¢genes pueden acabar saliendo incluso de un perfil privado, por ejemplo si las ponen en su estado de WhatsApp. Los ni?os pueden ser vulnerables a una suplantaci¨®n de identidad, a convertirse en memes y ser acosados por sus compa?eros, a terminar en bancos de im¨¢genes con fines sexuales¡ Pero no solo eso: al contar su vida privada, sus intimidades est¨¢n en las redes¡±, alerta. ¡°Compartir im¨¢genes no es un derecho de los padres¡±, zanja, y recalca que si encima son figuras p¨²blicas, ¡°todo se eleva a la en¨¦sima potencia, con el a?adido de que los ni?os est¨¢n expuestos a mensajes de odio, y eso puede afectar seriamente a su autoestima¡±.
Willow Smith, la hija de los actores Will Smith y Jada Pinkett Smith, declar¨® en 2017 a la revista digital Girlgaze lo siguiente: ¡°Crecer y tratar de descubrirte a ti misma¡ Mientras las personas sienten que tienen alg¨²n tipo de derecho a saber lo que est¨¢ pasando en tu vida es insoportablemente terrible, la ¨²nica manera de superarlo es enfrent¨¢ndose con eso¡±. Entonces ten¨ªa 17 a?os. ¡°No puedes cambiar tu cara. No puedes cambiar a tus padres. No puedes cambiar ninguna de esas cosas. As¨ª que siento que la mayor¨ªa de los ni?os como yo terminan en una espiral de depresi¨®n, mientras el mundo lo presencia a trav¨¦s de sus m¨®viles; burl¨¢ndose y haciendo bromas y memes¡±, a?adi¨®. Basta abrir un momento Instagram para ver ni?os. A todas horas. V¨ªdeos, fotos y cientos de miles de me gusta y comentarios.
Mar¨ªa L¨¢zaro, autora del libro Menores y redes sociales, cree que la diferencia con la exposici¨®n de hijos de famosos e influencers hace a?os con lo que sucede ahora es que ¡°en redes la audiencia se multiplica por mil y ese alcance es permanente, antes sal¨ªas en televisi¨®n pero luego no se pod¨ªa disponer de esa imagen, ahora se amplifica y queda indeleble¡±.
Sobreexponer su intimidad
Aunque L¨¢zaro ampl¨ªa el foco y habla de todos los ni?os, no solo de los que tienen padres conocidos. ¡°El problema es doble: por un lado queremos ense?ar a nuestros hijos a que no se sobreexpongan en redes cuando somos nosotros los primeros que lo hemos hecho, y adem¨¢s les hemos arrebatado a ellos la posibilidad de que decidan y gestionen su huella digital¡±. Ella es tajante: ¡°La recomendaci¨®n ser¨ªa no compartir fotos, y si lo hacemos, que sea respetando su intimidad, por ejemplo, de espaldas¡±. Invita a involucrar a los ni?os en las decisiones. ¡°Cuando le empiezas a preguntar si quiere que compartas la foto, sorprende que empiecen a decir que no, especialmente cuando llegan a la preadolescencia¡±.
Un reciente an¨¢lisis de la Universidad Oberta de Catalunya alertaba sobre los peligros del sharenting, citando otros estudios. Como el de la Universidad de Valencia que revela que el 72% del material incautado a agresores sexuales duales que han sido condenados (es decir, ped¨®filos que adem¨¢s abusan f¨ªsicamente de los menores) eran im¨¢genes no er¨®ticas ni sexualizadas de ni?os total o parcialmente desnudos que proven¨ªan de fuentes comerciales o ¨¢lbumes familiares. Fotograf¨ªas normales, de escenas de la vida cotidiana. O el informe EU Kids Online, que revela que el 89% de las familias espa?olas comparte alrededor de una vez al mes contenidos de sus hijos en Facebook, Instagram o TikTok.
Una campa?a de la Fundaci¨®n Anar ¡ªcuyo fin es la defensa de los derechos de los menores¡ª para concienciar a los padres lo ejemplifica con el caso ficticio de Marina, una ni?a cuyos padres habr¨¢n subido 200 fotos y v¨ªdeos a internet en su primer a?o de vida. Ser¨¢n m¨¢s de 2.000 cuando tenga 13. Una madre que prefiere dar un nombre ficticio, pongamos Almudena, cuenta que ella ha pasado de no subir nunca una foto en la que se viera la cara de sus hijos, que ahora tienen nueve a?os, a asegurarse de que en su perfil privado en redes solo haya personas que conoce y de las que se f¨ªa y convertirlo en un ¡°¨¢lbum de fotos¡±.
Entretanto, un d¨ªa descubri¨® una imagen de sus ni?os tomada en una sesi¨®n de fotos familiar en una p¨¢gina web. ¡°La hab¨ªan colgado sin autorizaci¨®n¡±, recuerda el susto. ¡°No quiero ni rastrear, prefiero no saber si est¨¢ en alg¨²n lado m¨¢s. Pero un d¨ªa me di cuenta de que quiero tener recuerdos con mis hijos, de su vida en el colegio y las actividades con sus amigos. Taparles el rostro es como robarles la identidad. Yo hablo con ellos y me dicen si les parece bien que suba las fotos¡±, explica. Aunque reconoce que le ¡°horroriza¡± ver algunas publicaciones de amigas, ¡°incluso han compartido im¨¢genes de sus hijos hospitalizados¡±.
Los padres de Marina subir¨¢n unas ?200 fotos suyas a redes sociales durante su primer a?o de vida.
— Fundaci¨®n ANAR (@FundacionANAR) May 17, 2023
A los trece tendr¨¢ m¨¢s de 2.000. Por un #SharentingResponsable.
Protege su ?huella digital.
Consejos para proteger en rrss: https://t.co/vQJNZcXmsx pic.twitter.com/YlcQdmVoH7
L¨¢zaro razona que ¡°a los ni?os les podr¨¢ condicionar, o no, tener toda su vida en redes¡±, pero que se exponen a una realidad a la que no debieron enfrentarse los adultos. A ella no le constan en Espa?a casos de hijos que hayan emprendido acciones legales contra sus progenitores por haber sobreexpuesto su vida en redes, pero cita ejemplos en Austria y en Italia. ¡°Tambi¨¦n hay base legal para que la Fiscal¨ªa act¨²e si considera que los padres est¨¢n menoscabando el inter¨¦s del menor al compartir su vida cotidiana en redes sociales, pero la verdad es que ahora mismo no est¨¢ interviniendo¡±, se?ala.
En Espa?a no hay norma espec¨ªfica en este ¨¢mbito, pero s¨ª hay leyes aplicables. Eduardo Esteban, que dirige la Unidad Especializada de Menores de la Fiscal¨ªa General del Estado, cita las leyes de protecci¨®n civil del derecho al honor, intimidad familiar y personal y a la propia imagen, de 1982, y de protecci¨®n jur¨ªdica del menor, de 1996. Adem¨¢s de una instrucci¨®n de 2006 de la Fiscal¨ªa que deben cumplir los fiscales y ¡°detalla c¨®mo se debe actuar cuando hay una colisi¨®n¡± entre estos derechos de los menores y el derecho a la informaci¨®n, indica Esteban. ¡°Tambi¨¦n es aplicable a redes sociales¡±, contin¨²a. En la instrucci¨®n se precisa que estos derechos de los ni?os est¨¢n ¡°hiperprotegidos¡± por el ordenamiento jur¨ªdico.
Los titulares del derecho al honor, intimidad y la propia imagen siempre son los menores. El consentimiento, por tanto, deber¨¢n prestarlo ellos mismos si sus condiciones de madurez lo permiten, y en resto de sus casos ser¨¢n sus dos progenitores o tutores. En cualquier caso, la ley de protecci¨®n de datos establece que es a partir de los 14 a?os cuando un menor puede prestar su consentimiento en lo relacionado al tratamiento de sus datos personales.
Convenios de divorcio
Esteban explica que ¡°los padres no tienen una libertad absoluta para disponer de la imagen de sus hijos¡±. Si hay intromisi¨®n de sus derechos la Fiscal¨ªa puede actuar incluso si consta el consentimiento del adolescente o de sus representantes legales. ¡°Cada a?o [en la Unidad Especializada de Menores de la Fiscal¨ªa General del Estado] tenemos unas cuantas actuaciones porque un medio ha publicado algo, y actuamos de oficio¡±, detalla Esteban. ¡°En redes sociales es m¨¢s complicado, y exponer la cotidianeidad de los ni?os puede ser abusivo¡±, prosigue.
Aunque no hay una regla general que indique cu¨¢l es el l¨ªmite, depende de la casu¨ªstica. ¡°Si tenemos conocimiento a trav¨¦s de la polic¨ªa o una denuncia, actuamos. Si el fiscal entiende que la publicaci¨®n en redes sociales de esa imagen del menor, o de unos hechos que le afectan, es contraria a sus intereses, presentar¨¢ una demanda contra los padres y les podr¨¢ pedir incluso indemnizaciones¡±, se?ala.
Ahora bien, precisa por un lado que las redes, ¡°por definici¨®n, son inabarcables¡± y, por otro, que los ni?os, como miembros de la sociedad, ¡°tienen derecho a participar en un acto social, como por ejemplos un cumplea?os familiar, y a que se le d¨¦ publicidad. Si no, en redes no habr¨ªa ninguna imagen de un ni?o¡±.
Regulaci¨®n y concienciaci¨®n
La abogada de familia Carmen Varela dice que ¡°si los dos padres est¨¢n de acuerdo, normalmente nadie act¨²a, salvo que haya un caso muy flagrante¡±. Es con los divorcios o separaciones cuando llegan los problemas. Tanto el padre como la madre, que ejercen la patria potestad, tienen que estar de acuerdo con la difusi¨®n de im¨¢genes de los ni?os. ¡°Ya lo estamos recogiendo en los convenios reguladores. Y, si no hay nada acordado, cuando un progenitor no est¨¢ de acuerdo, env¨ªa un requerimiento al otro para que retire la imagen. La mayor¨ªa lo hace. En los casos en los que no, se recurre a un juez, que debe decidir qu¨¦ hacer¡±. Ella cree que convendr¨ªa regular espec¨ªficamente c¨®mo proteger el uso de la imagen de los menores por parte de los progenitores en las redes e incluso en los medios.
En lo que todos los consultados est¨¢n de acuerdo es en que hace falta m¨¢s concienciaci¨®n. Cristina, madre de un ni?o de seis a?os que usa un nombre ficticio, cuenta que ella tiene muchas dudas sobre c¨®mo educar a su hijo en un entorno en el que las redes son omnipresentes. ¡°Creo que hay una edad para existir en internet y de momento quiero que la huella del ni?o en el mundo digital sea la m¨ªnima posible. Por eso, solo paso sus fotos a un grupo de WhatsApp familiar en el que hemos pactado que no pueden salir de ah¨ª¡±.
Lo primero que recomienda Nacho Guadix, responsable de educaci¨®n y derechos digitales de Unicef, es informarse sobre la pol¨ªtica de privacidad de las redes sociales. Muchas familias, dice, ¡°se dejan llevar irreflexivamente¡±, ¡°se comparten im¨¢genes por orgullo y necesidad de propio reconocimiento o por generar un contenido atractivo¡±. ¡°Apenas el 13% de los padres de adolescentes de 12 a 16 a?os limitan los contenidos que ven sus hijos en internet. Esto nos hace ver la poca peligrosidad que las familias ven a esta pr¨¢ctica¡±, concluye. Por ello llama a aumentar la sensibilizaci¨®n. ¡°Hay riesgos a futuro que nos cuesta incluso identificar. Por ejemplo, con la inteligencia artificial. No se trata de vivir en una caverna, no estamos por la prohibici¨®n total, pero es bueno preguntarnos qu¨¦ ganan ellos al publicar la imagen. En el momento en que no sea una ventaja, mejor no publicarla. Y cuando lo hagamos, que sea lo m¨¢s descontextualizada posible, sin dar informaci¨®n de d¨®nde est¨¢ el colegio o el parque al que va. Los pederastas tienen s¨²per claro c¨®mo tirar del hilo¡±.
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