¡°Dignidad es que te den un bote de garbanzos y tengas una olla para poder cocinarlos¡±

Cuesta llegar al despacho de Leticia L¨®pez-Cotelo (Madrid, 36 a?os) porque la direcci¨®n que manda para hacer la entrevista conduce a la imponente iglesia de los Jer¨®nimos de Madrid. ¡°S¨ª, s¨ª, es aqu¨ª, esp¨¦rame que bajo¡±, dice. ¡°Es alucinante, ?verdad?¡±, cuenta por los pasillos de la trasera del templo hasta llegar al espacio que C¨¢ritas le cedi¨® hace a?os y que es hoy la sede de su proyecto. Un proyecto que se llama ACompartir y que cre¨® en 2013, un banco de productos no alimentarios y de primera necesidad que las empresas no han llegado a vender y que donan a colectivos vulnerables a trav¨¦s de ONG. ¡°Soy muy lanzada, y si algo me llega al coraz¨®n, voy a por ello¡±, cuenta. L¨®pez-Cotelo habla muy r¨¢pido, abre mucho los ojos y cuenta con entusiasmo que todo empez¨® al acabar la carrera de Empresariales internacionales en ICADE. Encontr¨® trabajo en el departamento de marketing y comunicaci¨®n de Microsoft y, tras cuatro veranos en Per¨² como voluntaria, descubri¨® en directo todos los niveles de la pobreza. ¡°Ten¨ªa que hacer algo al respecto¡±, cuenta. Y, claro, se lanz¨®.

Pregunta. Habla de otras realidades, de distintos niveles de pobreza, y c¨®mo ese contexto le sirvi¨® para crear su proyecto¡­

Respuesta. Porque en Espa?a quiz¨¢ la gente no se muere de hambre, pero hay pobres y tienen muchas otras necesidades. Pens¨¦: si existen los bancos de alimentos, ?por qu¨¦ no va a existir un banco de productos invendidos?

P. ?Invendidos?

R. S¨ª, ya s¨¦ que no est¨¢ en la RAE, pero es nuestra palabra, la que nos define (sonr¨ªe). Invendidos son excedentes, productos obsoletos, defectuosos, fin de stock¡­ lo que las empresas no han vendido. Vi que en otros pa¨ªses esto ya exist¨ªa, en Estados Unidos, Reino Unido, Francia¡­ hablamos con estos ¨²ltimos para ver c¨®mo lo ten¨ªan organizado y nos lanzamos a montarlo en Espa?a. Y ya llevamos once a?os. Al final esto es algo que funciona gracias a la log¨ªstica pura y dura. Y todas las empresas tienen productos que no consiguen vender y millones de personas, 12,3 concretamente en Espa?a en riesgo de exclusi¨®n social, que las necesitan. ?C¨®mo me iba a quedar parada sabiendo que eso existe?

P. ?C¨®mo funciona ACompartir?

R. Servimos de enlace para empresas y ONG para llegar a la gente que lo necesita. Las compa?¨ªas nos llaman y nos dicen: tengo 300 pal¨¦s, un cami¨®n, ?qui¨¦n se lo puede llevar? As¨ª que nosotros tiramos de log¨ªstica, un almac¨¦n en Illescas el que podemos recibir tres camiones, cinco, lo que haga falta. Trabajamos con 200 empresas y 583 organizaciones sociales con las que colaboramos por toda Espa?a, y desde que nacimos hemos movido unos 45 millones de euros en productos, casi 3.000 toneladas de material y hemos llegado a unos dos millones de personas. Nos comprometemos a que esos productos no sean comercializados, deben entregarlo gratuitamente a los beneficiarios o bien utilizarlos para sus proyectos, ya sean comedores sociales, casas de acogida, residencias de ancianos¡­

P. Si tuviera que definir una vida digna en varios productos ser¨ªa¡­

R. La dignidad es salir a la calle aseado para buscar un trabajo como lo hacemos el resto, tranquilos y seguros. Llevar los dientes limpios, por ejemplo. La ducha, la toalla, la pasta de dientes y el cepillo. Poder lavar la ropa y tener detergente, pagar la electricidad de la lavadora, comprar el material escolar a tus hijos, un juguete en Navidad. Que te den un bote de garbanzos y tengas olla para cocinarlos. Eso y mucho m¨¢s es la dignidad. Por eso atendemos a todo tipo de perfiles y necesidades. Recuerdo lo mucho que me impact¨® el caso de una ONG que atiende a mujeres v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero y trata, lo importante que era y es para ellas el maquillaje. Es algo a lo que no hab¨ªa prestado atenci¨®n hasta ese momento, no lo consideraba un producto b¨¢sico hasta que compruebas lo mucho que les mejora la autoestima. Pintarte los labios y ponerte los tacones que antes no te dejaban. Eso es un subid¨®n, es volver a ser t¨². Hay historias preciosas detr¨¢s de cada producto.

P. Productos que hasta hace poco a las empresas les compensaba m¨¢s destruir que donar. ?Qu¨¦ efectos ha tenido la ley de residuos de 2022?

R. Es que cuando lo contaba no se lo cre¨ªa nadie y es algo de lo que no se hablaba hasta hace poco. Para nosotros lo mejor de esta ley es que elimina el IVA de las donaciones, que es algo que llev¨¢bamos pidiendo mucho tiempo, pero Hacienda no lo ve¨ªa. No entend¨ªamos por qu¨¦ estaba gravado un producto si lo donabas y en cambio si lo exportabas o lo destru¨ªas no ten¨ªa impacto fiscal. Por eso les compensaba deshacerse de esos excedentes en vertederos e incineradoras. Era completamente surrealista.

P. ?C¨®mo se ve en el futuro? Dice que es optimista, pero¡­

R. Ojal¨¢ llegara un punto en el que no tuvi¨¦ramos que existir, porque eso significar¨ªa que no hay pobres, las empresas venden absolutamente todo y lo hacen perfecto. Bendito sea ese d¨ªa.