La curva ascendente de la sextorsi¨®n en Espa?a: de 1.691 denuncias en 2018 a 4.460 en 2023

El pasado septiembre, un adolescente empez¨® a recibir presiones de alguien que hab¨ªa conocido por redes sociales y a quien hab¨ªa enviado fotos de su cara y de su habitaci¨®n sin imaginar por qu¨¦ se las estaba pidiendo. Despu¨¦s de un tiempo, esa persona le exigi¨® 200 euros a cambio de no difundir entre sus conocidos y sus seguidores en esas redes unas im¨¢genes sexuales suyas, que, aunque lo parec¨ªan, no eran reales. Las hab¨ªa generado con inteligencia artificial a partir de las fotos que el menor le hab¨ªa enviado y partes del cuerpo de otras personas. Es solo un ejemplo de la realidad de miles de v¨ªctimas de sextorsi¨®n en Espa?a, un delito que el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) define como ¡°una forma de chantaje en el que el atacante amenaza a la v¨ªctima para que realice alg¨²n tipo de acci¨®n espec¨ªfica con el fin de no hacer p¨²blicas im¨¢genes o v¨ªdeos con connotaci¨®n sexual¡±.

Seg¨²n los datos del Ministerio del Interior, a los que ha tenido acceso este diario, las denuncias se han casi triplicado en los ¨²ltimos cinco a?os. Hubo 1.691 en 2018, 1.199 en 2019, 1.923 en 2020, 2.649 en 2021, 3.219 en 2022 y 4.460 en 2023. En Espa?a, explican desde el ministerio, al no ser una tipolog¨ªa penal espec¨ªfica, est¨¢ enmarcada dentro de otras infracciones penales, y a?aden tambi¨¦n que ese incremento en las cifras ¡°no siempre refleja un aumento¡± de los hechos.

Como ocurre en otros delitos, como la violencia machista o la violencia sexual, en la ¨²ltima d¨¦cada ha habido una sensibilizaci¨®n social y unos cambios legislativos e institucionales que han ayudado a la ¡°p¨¦rdida del miedo o el reparo a denunciar de las v¨ªctimas¡±. ¡°Es decir, que no siempre el origen de las subidas es un aumento de la sextorsi¨®n, sino que las v¨ªctimas denuncian m¨¢s, y esa es la ¨²nica forma de que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tengan noticia de lo sucedido y lleguen a las estad¨ªsticas¡±, a?aden desde el ministerio.

De ese ascenso en las cifras advierten desde hace varios a?os cuerpos de polic¨ªa y seguridad no solo de Espa?a, sino de todo el mundo. Y aunque puede sucederle a cualquiera, las principales v¨ªctimas son mujeres j¨®venes y menores de ambos sexos, especialmente del masculino. En lugares como Estados Unidos y Reino Unido, las instituciones mantienen el foco puesto, sobre todo, en los ni?os.

En enero de 2023, el FBI public¨® un comunicado en el que hablaban de una ¡°crisis mundial¡± de sextorsi¨®n: ¡°El FBI y nuestros socios internacionales encargados de hacer cumplir la ley emitimos una advertencia conjunta sobre una crisis global de sextorsi¨®n financiera. Nuestras agencias han visto una explosi¨®n de incidentes de ni?os menores de edad en todo el mundo que fueron obligados a enviar im¨¢genes expl¨ªcitas en l¨ªnea y extorsionados por dinero¡±. Y a principios de este a?o, esa misma agencia contabiliz¨® un aumento de m¨¢s del 20% entre octubre de 2022 y marzo de 2023 que respecto al mismo periodo del a?o anterior.

¡°Estos delitos pueden llevar a las v¨ªctimas a autolesionarse y han llevado al suicidio¡±, advert¨ªa la instituci¨®n. Desde octubre de 2021 y hasta marzo del a?o pasado, el FBI y Seguridad Nacional recibieron ¡°m¨¢s de 13.000 informes de sextorsi¨®n sobre menores, con al menos 12.600 v¨ªctimas, principalmente ni?os, y provoc¨® al menos 20 suicidios¡±. Y hasta el Centro Nacional para Ni?os Desaparecidos y Explotados (NCMEC), tambi¨¦n de Estados Unidos, llegaron en 2023 26.718 informes de sextorsi¨®n financiera, frente a los 10.731 de 2022.

En Reino Unido, la l¨ªnea de ayuda contra la pornovenganza alertaba el pasado abril de que la sextorsi¨®n sigue siendo una de las razones predominantes por las que reciben llamadas, fueron el 34% de las denuncias recibidas en 2023, y esos ¡°casos aumentaron un 54% en comparaci¨®n con 2022¡å. Y en Italia existe un grupo en la polic¨ªa espec¨ªfico para combatirla creado en 2015 ante el aumento de estas denuncias y las consecuencias que este delito tiene para las v¨ªctimas: ¡°una pesadilla de chantajes, constantes solicitudes de dinero y amenazas¡± que tambi¨¦n en ese pa¨ªs acaba, a veces, en suicidio.

Europol, desde hace varios a?os, recomienda que ¡°no se utilice el t¨¦rmino sextorsi¨®n, ya que no transmite que el acto en cuesti¨®n implique abuso y explotaci¨®n sexual de un ni?o, con consecuencias extremadamente graves para la v¨ªctima¡±, y considera que ¡°deber¨ªa utilizarse la expresi¨®n m¨¢s precisa: coerci¨®n sexual y extorsi¨®n de ni?os en l¨ªnea¡±. Algo que la agencia califica como ¡°uno de los nuevos fen¨®menos delictivos de la era digital¡± y que ¡°se ve facilitado por la expansi¨®n tecnol¨®gica, la creciente cobertura de internet y la disponibilidad generalizada de dispositivos m¨®viles¡±.

Un delito tambi¨¦n enmarcado en la violencia machista

Cuando las v¨ªctimas son menores y los perpetradores, adultos, esa agencia supranacional ha encontrado dos objetivos principales en quienes cometen los delitos: el inter¨¦s sexual en esos ni?os, donde la motivaci¨®n es obtener material o un encuentro sexual en persona, o un inter¨¦s econ¨®mico [la llamada sextorsi¨®n financiera], para lucrarse econ¨®micamente con el chantaje. Pero existen adem¨¢s otros prop¨®sitos, que dependen de qui¨¦n sea el delincuente y qui¨¦n sea la v¨ªctima. Por ejemplo, cuando se da en parejas o exparejas, donde lo que se busca es el da?o o el control de las v¨ªctimas y que se enmarca dentro de la violencia machista.

Stribor Kuric, investigador de la Fundaci¨®n Fad Juventud, explica que en los ¨²ltimos a?os sus an¨¢lisis reflejan ¡°un incremento en las formas de violencia que tienen que ver con el control en la pareja¡±. Aunque no tienen datos concretos sobre sextorsi¨®n, s¨ª cuentan con algunos relacionados: ¡°En cuanto a la preocupaci¨®n por la publicaci¨®n de contenido sexual sin consentimiento, lo afirman el 42,8% de las mujeres y el 31,5% de ellos. El acoso sexual online preocupa al 34,2% de ellas y al 15% de hombres. El 40% de ellas evita subir contenidos por miedo a ser insultadas o acosadas, frente al 33,7% de los hombres, y el 46,2% de mujeres y el 35% de hombres reciben contenido sexual sin consentimiento. Vemos una brecha de g¨¦nero clara en estas cuestiones¡±.

En esa fundaci¨®n, junto a la Universidad Complutense de Madrid, est¨¢n ahora haciendo una investigaci¨®n sobre violencia sexual digital que publicar¨¢n en los pr¨®ximos meses: ¡°Sobre la violaci¨®n de la privacidad, compartir im¨¢genes sexualizadas sin consentimiento, el da?o a la reputaci¨®n que suponen esos actos o las amenazas de extorsi¨®n sexual. Creemos que es un tema fundamental porque conocemos los discursos en torno a la violencia de g¨¦nero en el ¨¢mbito online, donde se fraguan espacios mis¨®ginos y antifeministas que se acaban diseminando y afectando al imaginario social de los j¨®venes¡±. Hay, adem¨¢s, algo clave a lo que Kuric hace referencia para poner contexto a lo que est¨¢ sucediendo: ¡°Las llamadas affordances, es decir, lo que te permiten hacer los dispositivos y c¨®mo surgen a trav¨¦s de esas posibilidades nuevas formas de violencia que antes de este ecosistema hubieran sido imposibles¡±.

El tel¨¦fono 016 atiende a las v¨ªctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del d¨ªa, todos los d¨ªas del a?o, en 53 idiomas diferentes. El n¨²mero no queda registrado en la factura telef¨®nica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. Tambi¨¦n se puede contactar a trav¨¦s del correo electr¨®nico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el n¨²mero 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al tel¨¦fono de la Fundaci¨®n ANAR 900 20 20 10. Si es una situaci¨®n de emergencia, se puede llamar al 112 o a los tel¨¦fonos de la Polic¨ªa Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicaci¨®n ALERTCOPS, desde la que se env¨ªa una se?al de alerta a la Polic¨ªa con geolocalizaci¨®n.