Una mujer denuncia una sumisi¨®n qu¨ªmica durante una convenci¨®n de una gran inmobiliaria en Santander
La v¨ªctima relat¨® ante la Polic¨ªa Nacional de Zaragoza c¨®mo despert¨® a las ocho de la ma?ana del s¨¢bado 15 de junio desnuda y sin saber c¨®mo hab¨ªa llegado a su habitaci¨®n de hotel, dio despu¨¦s positivo en coca¨ªna y benzodiacepinas que ella no consumi¨® voluntaria ni conscientemente
¡°Habitualmente no bebe alcohol, pero esa noche, como algo excepcional, sobre la una de la madrugada, se bebi¨® un cubata de ron con Coca-Cola, no recordando nada m¨¢s de esa noche. Lo siguiente que recuerda es que a las 8.00 del d¨ªa 15 escuch¨® la puerta de su habitaci¨®n cerrarse, una persona desconocida hab¨ªa salido de su habitaci¨®n. Se percat¨® de que se encontraba desnuda en la cama (algo inusual, ya que ella duerme con pijama), dolor vaginal, marcas en las mu?ecas como de haber sido sujetada con fuerza y una moradura en el muslo derecho¡±.
Esto es parte de la denuncia que Mar¨ªa ¡ªun nombre al azar para proteger su identidad¡ª interpuso ante la Polic¨ªa Nacional de Zaragoza el 20 de junio a las 10.30 junto a un amigo que trabaja con ella y que tambi¨¦n declar¨®. Este diario ha tenido acceso a ambos documentos. Lo hicieron despu¨¦s de volver de una convenci¨®n en Santander con su empresa, una gran inmobiliaria con sedes en toda Espa?a, el fin de semana anterior. Fue all¨ª, en la madrugada del viernes 14 al s¨¢bado 15, cuando ocurri¨®. El domingo ella dio positivo en un autotest en coca¨ªna y benzodiacepinas, drogas que ella no consumi¨® ni voluntaria ni conscientemente. Volvi¨® a dar ese positivo d¨ªas despu¨¦s, en el hospital. La polic¨ªa ha encontrado a la persona con la que Mar¨ªa estuvo, no le han dicho qui¨¦n era, pero s¨ª ¡°que ¨¦l afirm¨® que el acto fue consentido¡±.
Mar¨ªa est¨¢ en la veintena y lleva dos semanas intentando recordarlo todo. Despu¨¦s de convivir con una laguna casi completa cuatro d¨ªas, el pasado mi¨¦rcoles record¨® que alguien la tiraba sobre la cama, un pu?etazo y un bofet¨®n. Y de nuevo un apag¨®n de la noche en la que ocurri¨®.
Ese viernes 14 de junio Mar¨ªa y su amigo llegaron a Santander sobre las 15.00. Aunque la convenci¨®n empezaba el s¨¢bado, esa noche la empresa ten¨ªa una fiesta en un local. Sobre las 21.00 pasaron por un bar a tomar algo con otro compa?ero de trabajo, ¡ªella, una Coca-Cola¡ª, y entre las diez y media y las once llegaron al Ros¨¦, una discoteca en ese punto de encuentro nocturno que es la plaza del Ca?ad¨ªo. All¨ª estaban ¡°el resto de compa?eros de trabajo de la oficina¡± en la que estaban empleados ambos, en Zaragoza, y ¡°tambi¨¦n trabajadores de otras oficinas de Espa?a¡±, se lee en la declaraci¨®n de su amigo.
Al entrar al Ros¨¦ fueron a pedir, Mar¨ªa ese ¨²nico ¡°ron cola¡±, y se fueron con el resto. Sobre la una menos veinte, su amigo recuerda verla ¡°con la misma copa¡± del principio. Le pregunt¨® ¡°?no te la bebes?¡±, ella contest¨® que sab¨ªa ¡°a colonia¡± y le ofreci¨® probarla. ?l dio un sorbo, en su declaraci¨®n pone que le supo ¡°raro¡± y pens¨® que era ¡°garraf¨®n¡±. Media hora despu¨¦s, cansado, le pregunt¨® si estaba bien y, al ella responderle que s¨ª y, ¡°qued¨¢ndose tranquilo¡± porque estaba con otros compa?eros, se march¨®. Le envi¨® un mensaje minutos despu¨¦s: ¡°Ll¨¢mame cuando llegues¡±.
Pero no lo hizo. Mar¨ªa se despert¨® a las ocho de la ma?ana del s¨¢bado sin recordar c¨®mo hab¨ªa llegado hasta su habitaci¨®n de hotel, a unos cuatro minutos andando de la discoteca. Le envi¨® un mensaje a las 8.26: ¡°Ni puta idea de c¨®mo llegu¨¦ ni cu¨¢ndo¡±. Y envi¨® uno m¨¢s en respuesta a otro que hab¨ªa recibido de un compa?ero a la 1.46: le enviaba a ella su propio n¨²mero de tel¨¦fono. Cuando lo vio, a las 8.40, ella le contest¨® ¡°???¡±. No obtuvo respuesta.
¡°Muy confundida¡±, se levant¨®, se duch¨® y baj¨® a desayunar con su amigo. Solo a ¨¦l le cont¨® el apag¨®n de alrededor de siete horas que ten¨ªa. Se fueron a la playa y, seg¨²n cont¨® su amigo a la polic¨ªa, fue ah¨ª cuando ella se dio cuenta de que ten¨ªa m¨¢s moratones ¡°que desconoc¨ªa en qu¨¦ momento¡± se hab¨ªa hecho. Fue entonces cuando preguntaron a algunos compa?eros de trabajo si recordaban haber visto o haber estado con Mar¨ªa. Nadie se acordaba.
El s¨¢bado pas¨® el d¨ªa en la convenci¨®n y cuando se encontr¨® con el compa?ero que le hab¨ªa enviado su propio n¨²mero y le pregunt¨® por qu¨¦, ¨¦l contest¨® ¡°que no recordaba el motivo, ya que iba muy borracho¡±. Ella no le crey¨®, porque fue ¡°muy esquivo¡± al responder, y lo que Mar¨ªa s¨ª cree ¡°es que alguien le pidi¨® su tel¨¦fono y por error se lo envi¨® a ella¡±, a?ade la denuncia.
Ya por la noche, Mar¨ªa y su amigo fueron a dar una vuelta, ¡°tranquilos¡±. El domingo volvieron a Zaragoza sobre las seis y media de la tarde y decidieron ir a comprar los ¡°dos test multipanel de orina¡±, unas pruebas para detectar distintas drogas ¡ªentre ellas anfetaminas, benzodiacepinas, coca¨ªna o ¨¦xtasis¡ª, que pueden comprarse en farmacias. ¡°Positivo en coca¨ªna y benzodiacepinas, sustancias que ella no consume¡±, se lee en su denuncia.
Ese mismo domingo vio que ten¨ªa un cargo en el banco de seis euros del pub donde hab¨ªan estado, sin recordar tampoco haber pagado nada con la tarjeta. Al comprobar sus llamadas vio que hab¨ªa recibido una esa madrugada, a la 1.41, de un tel¨¦fono que no tiene en la agenda: no la recuerda. Respondi¨® a esa llamada a las 2.08: tampoco lo recuerda. Y a las 4.01 ten¨ªa una llamada perdida de otro n¨²mero: tampoco lo tiene guardado, tampoco lo recuerda. Lo que ¡°s¨ª sabe¡± es que son ¡°trabajadores de la ciudad de Zaragoza, ya que est¨¢ en un grupo de WhatsApp de la empresa con ellos¡±, consta en la denuncia.
El lunes, Mar¨ªa y su amigo fueron a trabajar y le contaron al jefe de su oficina lo que hab¨ªa ocurrido. ¡°Si est¨¢is bien y llegasteis al hotel no quiero saber nada m¨¢s de estas cosas, mucho cuidado con armar un esc¨¢ndalo que estas cosas no est¨¢n bien vistas aqu¨ª. Quietecita¡±, fue la respuesta de ese hombre.
Ella pas¨® dos d¨ªas sin recordar nada m¨¢s. Hasta el mi¨¦rcoles, cuando se acord¨® de que despert¨® porque alguien sali¨® de su habitaci¨®n y dio un portazo. En ese momento decidi¨® que ten¨ªa que ir al hospital y a denunciar. Esa misma tarde, fue a las urgencias del Universitario Lozano Blesa, donde activaron el protocolo de violencia sexual. El hospital dio parte a la UFAM (Unidades de Atenci¨®n a la Familia y Mujer) de la polic¨ªa y los agentes, al forense de guardia. Le hicieron las pruebas pertinentes y le tomaron la declaraci¨®n que al d¨ªa siguiente fue a firmar a comisar¨ªa.
Los resultados de la bioqu¨ªmica, a los que este diario ha tenido acceso, dieron los mismos positivos que su autotest: coca¨ªna y benzodiacepinas. De las marcas que ten¨ªa cuando se despert¨® el s¨¢bado, desnuda, le queda un morado ¡°en fase de resoluci¨®n de 4x2 cm¡± en el muslo derecho.
En la denuncia consta que ella ¡°desconoce con qui¨¦n estuvo ni qui¨¦n la acompa?¨® a su habitaci¨®n, pero quiere dejar constancia que en el caso de haber tenido relaciones sexuales con alguien esa noche, no han sido consentidas¡±.
Este lunes, Mar¨ªa, acompa?ada de su amigo, volvi¨® a la UFAM. Hab¨ªa recordado algo m¨¢s, c¨®mo ¡°alguien la hab¨ªa cogido del brazo, la tir¨® en la cama, la sujet¨® con fuerza y, cuando ella se defendi¨® dando una patada, ¨¦l respondi¨® con un pu?etazo y un bofet¨®n¡±. La UFAM no le permiti¨® ampliar esa declaraci¨®n y le comunic¨® que ¡°ya hab¨ªan localizado a la persona con quien se fue por testigos, sin indicar qui¨¦n era. Dijeron que ¨¦l afirm¨® que el acto fue consentido, y sugirieron que probablemente el caso se archive¡±.
Mar¨ªa es una de tantas mujeres que un d¨ªa se despiertan y no saben qu¨¦ pas¨®, pero saben que pas¨® algo. Cu¨¢ntas, se desconoce: la bolsa oculta de violencia sexual en Espa?a se estima en el 90%. Las ¨²ltimas cifras facilitadas por el Ministerio de Interior a este diario de agresiones sexuales con y sin penetraci¨®n en las que el medio empleado han sido drogas o f¨¢rmacos reflejan una subida: 28 en 2015, 33 en 2016, 43 en 2017, 50 en 2018 y 59 en 2019. En 2020, a pesar de los confinamientos y las restricciones por la pandemia, fueron 39. En 2021 fueron 64, en 2022 se registraron 160; y el pasado a?o, hasta junio, 136.
Advierten agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, psic¨®logas, abogadas y expertas que, si la violencia sexual de la que se es consciente ya presenta unas tasas bajas de denuncia por lo que representa para las v¨ªctimas, lo son a¨²n m¨¢s en aquellas ocasiones en las que las mujeres ni siquiera saben qu¨¦ pas¨®. El que ¡°s¨ª recuerda es el cuerpo¡±, dec¨ªa hace unos meses a este peri¨®dico Violeta Garc¨ªa, psic¨®loga experta en violencia sexual de la Asociaci¨®n de Asistencia a Mujeres Agredidas Sexualmente de Catalu?a: ¡°El cuerpo tiene su propia memoria. Cosas que te pasan y que no puedes colocar ni darles sentido, pero tu cuerpo es la cinta de v¨ªdeo donde se ha grabado eso, no solo es mi memoria declarativa la que se encarga de narrar lo que me ha ocurrido: pesadillas, emociones intensas o flashbacks pueden aparecer¡±. Pero la incomprensi¨®n muchas veces de c¨®mo opera la memoria en estas v¨ªctimas, alertan las expertas, hace a¨²n m¨¢s dif¨ªcil para ellas los procesos de denuncia y, en su caso, los judiciales.
El tel¨¦fono 016 atiende a las v¨ªctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del d¨ªa, todos los d¨ªas del a?o, en 53 idiomas diferentes. El n¨²mero no queda registrado en la factura telef¨®nica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. Tambi¨¦n se puede contactar a trav¨¦s del correo electr¨®nico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el n¨²mero 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al tel¨¦fono de la Fundaci¨®n ANAR 900 20 20 10. Si es una situaci¨®n de emergencia, se puede llamar al 112 o a los tel¨¦fonos de la Polic¨ªa Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicaci¨®n ALERTCOPS, desde la que se env¨ªa una se?al de alerta a la Polic¨ªa con geolocalizaci¨®n.
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