Medio siglo de la t¨¦cnica para curar corazones que invent¨® un cirujano de Granada y lleg¨® a todo el mundo
Norberto Gonz¨¢lez de Vega invent¨® en 1972 una cirug¨ªa que todav¨ªa hoy se usa por su efectividad y sencillez
A sus 87 a?os, Norberto Gonz¨¢lez de Vega encaja la entrevista telef¨®nica entre sus tardes de golf ¨Dque no perdona ni ante el riguroso terral malague?o, dice su hija Berta¨D y reuniones con sus colaboradores. Ha pasado algo m¨¢s de medio siglo desde que, en 1972, publicara en la revista de la Sociedad Espa?ola de Cardiolog¨ªa una t¨¦cnica novedosa de cirug¨ªa que lleg¨® a todo el mundo, y que todav¨ªa hoy se sigue utilizando, pero el m¨¦dico mantiene la inquietud y la curiosidad que le llevaron a aquel descubrimiento, que a¨²n se considera la mayor aportaci¨®n espa?ola a la cirug¨ªa cardiaca en la historia.
?l la llam¨® ¡°anuloplastia selectiva, regulable y permanente¡±, pero pronto empez¨® a ser conocida como ¡°anuloplastia de De Vega¡±, como es citada por centenares de publicaciones cient¨ªficas desde entonces. El cirujano, retirado desde hace 15 a?os, prefiere poner al interlocutor en contexto antes de comenzar a explicar c¨®mo se le ocurri¨® esa sutura sencilla ¨Dque no simple¨D en una v¨¢lvula del coraz¨®n a la que no se le daba demasiada importancia, aunque luego se demostrara que su dilataci¨®n pod¨ªa costar la vida a personas con enfermedades cong¨¦nitas y otras cardiopat¨ªas.
Se remonta a los primeros pasos de la cirug¨ªa cardiaca en Espa?a. Era estudiante cuando, en 1958, el doctor Gregorio R¨¢bago realiz¨® la primera operaci¨®n cardiaca con circulaci¨®n extracorp¨®rea en Espa?a en la Cl¨ªnica de la Concepci¨®n (lo que hoy es la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz). De Vega hab¨ªa llegado a la capital, se hab¨ªa ido a estudiar desde su Granada natal, advertido por su padre, un prestigioso m¨¦dico en la ciudad, de que si quer¨ªa seguir sus pasos profesionales tendr¨ªa que ser lejos, para no quedar para siempre marcado como ¡°el hijo de don Norberto¡±, y contaminado por el nepotismo y los contactos.
Precisamente curs¨® medicina en aquella cl¨ªnica, y qued¨® fascinado por ese nuevo universo que se abr¨ªa en torno a la cirug¨ªa cardiaca. Dos a?os despu¨¦s de aquel hito, que sali¨® en todos los medios de comunicaci¨®n de la ¨¦poca, ya estaba como estudiante ayudando en sus primeras operaciones de coraz¨®n.
Habla de un mundo muy distinto al actual, en el que se viajaba en Seat 600 a los congresos m¨¦dicos, y en el que el propio m¨¦dico negociaba la compra de burros para practicar las operaciones cardiacas: ¡°Las terneras eran car¨ªsimas, val¨ªan unas 2.500 pesetas. Un d¨ªa, en ?vila, de donde es mi familia, vi un burrito y pregunt¨¦ cu¨¢nto costaba; me dijeron que nada, que no sab¨ªan qu¨¦ hacer con ¨¦l. Le pregunt¨¦ al campesino por cu¨¢nto me podr¨ªa dejar cuatro o cinco, y me dijo que por 500 pesetas¡±.
Entre operaciones con coraz¨®n de burros, perros y practicando en la cocina de su casa ¨D¡±mi mujer es una santa¡±¨D con los de cerdos, De Vega fue a fijarse en la v¨¢lvula tric¨²spide del coraz¨®n, una cavidad a la que los cardi¨®logos quitaban importancia. ¡°Los americanos [Estados Unidos es pionero en cirug¨ªa cardiaca] hab¨ªan decidido que no la ten¨ªa, que si arreglabas las v¨¢lvulas del lado izquierdo [la mitral y la a¨®rtica], solucionabas tambi¨¦n esta, que est¨¢ en el coraz¨®n izquierdo¡±. Pero ¨¦l cada vez ve¨ªa con m¨¢s frecuencia en la consulta y en las autopsias que hac¨ªan que esto no era cierto. Que la insuficiencia tric¨²spide s¨ª pod¨ªa generar graves secuelas, incluso la muerte.
Esta patolog¨ªa se produce hoy en d¨ªa sobre todo por enfermedad cong¨¦nita, pero en aquella ¨¦poca en Espa?a era muy frecuente la fiebre reum¨¢tica, una enfermedad inflamatoria que se puede presentar despu¨¦s de una infecci¨®n con las bacterias estreptococos del grupo A, que hoy est¨¢ pr¨¢cticamente erradicada en los pa¨ªses desarrollados. Generaban una dilataci¨®n de la tric¨²spide que hac¨ªa que saliera m¨¢s sangre de la que deb¨ªa. De Vega explica en qu¨¦ consiste su t¨¦cnica para solucionarlo: ¡°Hay que cerrar ese orificio para cortar el flujo. La cirug¨ªa se basa en una sutura que pasa por el lugar adecuado y sin tocar un sitio muy peligroso que har¨ªa que el enfermo se muriese. Sin tocar eso, se cierra, poco a poco, se va anudando de un extremo y de otro y, bien hecha, dura para siempre, vale tres euros [en materiales] y se hace en 10 minutos¡±.
Dos de las grandes virtudes de esta t¨¦cnica son precisamente su sencillez y su precio. Eso provoc¨® que se extendiera r¨¢pidamente a pa¨ªses en desarrollo, que son los que hoy m¨¢s la siguen empleando. Desde entonces, ha habido variaciones de la t¨¦cnica, y surgido otras, como unos anillos que se colocan en la v¨¢lvula, pero que son m¨¢s caros: entre 2.000 y 3.000 euros.
Hoy en d¨ªa hay cirujanos que prefieren la t¨¦cnica De Vega y otros que se inclinan por los anillos (hay m¨¢s de una veintena en el mercado). ¡°Mucha gente piensa que si no pones la ¨²ltima tecnolog¨ªa no est¨¢s haciendo lo mejor, cuando no tiene por qu¨¦ ser as¨ª¡±, reflexiona Jos¨¦ Luis Pomar, cirujano cardiovascular que ha viajado por todo el mundo y ha visto la gran difusi¨®n que todav¨ªa tiene la t¨¦cnica de De Vega afincado desde los a?os ochenta en la provincia de M¨¢laga. ¡°En pa¨ªses como India le tienen un enorme respeto¡±, se?ala.
De Vega, que insiste en atribuir a su padre y al doctor Jim¨¦nez D¨ªaz buena parte de los m¨¦ritos de lo que ha conseguido, es tambi¨¦n profeta en su tierra. El ¨²ltimo reconocimiento lo recibi¨® este mismo junio, cuando la Sociedad Espa?ola de Cirug¨ªa Cardiovascular y Endovascular (SECCE) le entreg¨® el Premio R¨¢bago 2024 por ese medio siglo de su anuloplastia. ¡°No es normal que un art¨ªculo publicado hace 50 a?os siga vigente¡±, reconoce el galardonado.
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