Manuel Pedreira, fiscal de menores: ¡°La conciencia que tienen los adolescentes sobre lo ¨ªntimo ha sufrido una distorsi¨®n¡±
El fiscal considera que uno de los factores m¨¢s importantes para que prospere una denuncia por delitos tecnol¨®gicos es que se presente de forma inmediata para poder realizar la trazabilidad
El fiscal de menores Manuel Pedreira, de 53 a?os y nacido en Vitoria, hace autocr¨ªtica sobre la falta de preparaci¨®n de las familias ¡ª¨¦l tiene una hija¡ª para ...
El fiscal de menores Manuel Pedreira, de 53 a?os y nacido en Vitoria, hace autocr¨ªtica sobre la falta de preparaci¨®n de las familias ¡ª¨¦l tiene una hija¡ª para proteger a los menores de los riesgos de Internet. ¡°Tenemos conocimientos, pero nos falta cultura y formaci¨®n digital¡±, admite en una entrevista telef¨®nica con este peri¨®dico desde su despacho, en el Palacio de la Justicia de Vitoria. Cree que la creciente exposici¨®n de los menores a las redes sociales conlleva peligros como la cesi¨®n de su derecho a la intimidad, en un momento en el que les falta madurez para gestionar esa informaci¨®n personal tan valiosa.
Pedreira, que habla de un repunte en el n¨²mero de delitos cometidos por menores de edad en el universo digital, considera que falta concienciaci¨®n sobre las consecuencias, y que igual que los j¨®venes entienden que si rompen una farola en un acto de vandalismo sus padres tendr¨¢n que responder civilmente pagando los desperfectos causados, hay que ofrecer mucha pedagog¨ªa sobre las cuestiones que trascienden los actos f¨ªsicos.
Pregunta. ?Qu¨¦ est¨¢n haciendo los menores en Internet que pueda constituir un delito o infringir la ley?
Respuesta. Hace 20 a?os cuando un menor quer¨ªa amenazar a otro, escrib¨ªa un an¨®nimo y se lo pon¨ªa en la mesa del colegio, o en el buz¨®n. Ahora tiene las redes sociales para poder hacerlo. En estas plataformas se est¨¢n cometiendo delitos contra la libertad, contra la integridad moral, y se est¨¢n usando para amenazar o coaccionar a otros. Me refiero a conductas como llamar a alguien por tel¨¦fono 50 veces durante una noche simplemente con el ¨¢nimo de molestarla, o de interrumpir su sue?o. Estamos viendo tambi¨¦n delitos de extorsi¨®n, a trav¨¦s del uso de la violencia o amenazas se pretende que el otro menor haga entrega de una cantidad de dinero. Tambi¨¦n delitos dentro de un ¨¢mbito tan delicado como la libertad sexual, o bien a trav¨¦s del grooming (adultos que se hacen pasar por menores), o menores que se acercan a otros. Por ejemplo, un adolescente de 17 a?os que intenta aproximarse a otro de 11 a trav¨¦s de las redes sociales para ganarse su confianza y despu¨¦s obtener favores de naturaleza sexual. Estamos viendo delitos de ciberacoso o ciberbullying, donde todo pasa a estar m¨¢s oculto, m¨¢s tapado, y hay m¨¢s dificultad para la averiguaci¨®n de los hechos. O sextorsi¨®n, donde previamente se han obtenido im¨¢genes delicadas enviadas de manera voluntaria y despu¨¦s se utilizan para conseguir nuevas im¨¢genes o encuentros de naturaleza sexual bajo la amenaza de difundirlas. La conciencia que tienen los menores sobre su privacidad, sobre lo ¨ªntimo, ha sufrido un proceso de distorsi¨®n. Esos umbrales de depositar tu confianza en una persona que no conoces est¨¢ generando todos estos escenarios.
P. ?Existe un perfil tipo de agresor y de v¨ªctima entre los menores?
R. Son perfiles diversos. Hay factores que pueden influir, como din¨¢micas inadecuadas en casa que pueden derivar en delitos dentro del ¨¢mbito familiar. Encontramos situaciones de fracaso escolar, dificultades en la construcci¨®n de la persona o del propio desarrollo que influyen. Las v¨ªctimas en las redes pasan a ser m¨¢s vulnerables, y los agresores obtienen perfiles de impunidad porque generan cuentas de correo con identidades falsas para evitar la trazabilidad. En el caso de las v¨ªctimas, hemos detectado que muchas veces son menores que se han expuesto a redes sociales de forma prematura y se relacionan con personas que no conocen.
P. ?Cree que las familias son conscientes de que el hecho de que su hijo comparta una imagen falsa de car¨¢cter sexual de otro menor (los llamados deepfakes) supone un delito?
R. Todos sabemos que si golpeamos a otro y le causamos un da?o que requiere tratamiento, como unos puntos de sutura, podemos incurrir en un delito de lesiones. Cuanto m¨¢s se van tecnificando los delitos, cuantos m¨¢s elementos intervienen de complicaci¨®n intelectual o utilizaci¨®n de medios t¨¦cnicos, m¨¢s dif¨ªcil es para la ciudadan¨ªa en general conocer qu¨¦ es delito. ?Qu¨¦ intuimos? Que hay un ataque contra un elemento ¨¦tico: eso no est¨¢ bien. Pero para que algo que no es adecuado se convierta en delito pasa por una descripci¨®n en el C¨®digo Penal. La utilizaci¨®n de inteligencias artificiales ha supuesto una disrupci¨®n en la forma de cometerlos.
P. ?Qu¨¦ factores influyen para que una denuncia de esta naturaleza pueda prosperar?
R. La trazabilidad es clave. Cuando se trata de un delito cometido en el ¨¢mbito tecnol¨®gico, los rastros del mismo, aquellos elementos que nos pueden ayudar a la averiguaci¨®n son muy fr¨¢giles. Si no se han guardado capturas de pantalla o los padres o tutores no han guardado materiales para sustentar la denuncia, se complica la investigaci¨®n. Uno de los factores m¨¢s importantes en los delitos tecnol¨®gicos es que se denuncien de forma inmediata. Muchas veces me preguntan qu¨¦ pasa con el derecho a la intimidad de los menores. Como los adultos, lo tienen, pero el ejercicio de ese derecho es progresivo. No tiene el mismo contenido el derecho a la intimidad de un menor de 10 a?os, que todav¨ªa necesita el acompa?amiento y la tutela de sus progenitores, que el de un menor de 17 a?os. Esas intromisiones pueden estar legitimadas por parte de los padres cuando hay situaciones de riesgo.
P. Si se borran determinados contenidos, ?puede haber problemas para recuperarlos?
R. Tenemos a nuestra disposici¨®n todos los recursos de la Polic¨ªa cient¨ªfica. Es importante que la entrega de los dispositivos digitales se haga cuanto antes para poder hacer las averiguaciones pertinentes. Hay redes sociales en las que hay im¨¢genes de un solo vistazo, mensajes con contenido de naturaleza delictiva que a las 24 horas desaparecen. Nos estamos encontrando familias o docentes de centros escolares que hacen capturas de pantalla con otro tel¨¦fono o fotograf¨ªas para aportar pruebas, pero es importante que podamos tener f¨ªsicamente los elementos (los dispositivos digitales) que constituyen el objeto del delito.
P. ?Le parece suficiente la medida contemplada en el anteproyecto de ley para proteger a los menores del entorno digital de aumentar de 14 a 16 la edad para poder crearse una cuenta en redes sociales?
R. Lo que hace es aumentar la edad con la que el menor puede consentir la cesi¨®n de datos, eso afecta no solo a la creaci¨®n de cuentas en redes, sino a la cesi¨®n de datos de naturaleza personal que hasta ese momento tiene que ser asistida y acompa?ada por sus padres. Lo que me llama la atenci¨®n es que para determinadas cuestiones esa edad va subiendo, pero en otras situaciones no. A los 14 a?os un menor puede otorgar testamento, y a los 12 se contempla una posible modificaci¨®n a la menci¨®n del g¨¦nero en el Registro Civil. Pese a esto, me parece una medida correcta que va en la l¨ªnea de lo que est¨¢n haciendo otros pa¨ªses europeos.
P. ?Han visto una relaci¨®n entre el aumento de delitos por parte de los menores y el mal uso de los dispositivos digitales?
R. El acceso a contenidos inadecuados en Internet ha normalizado muchas cosas. Si observas vivencias y tolerancia frente a situaciones de violencia y crees que eso es normal, tu umbral de respuesta frente a la violencia de terceros ser¨¢ diferente. Contenidos como la pornograf¨ªa hacen mucho da?o. Lo m¨¢s importante es el acompa?amiento que se hace al menor, no solo con los l¨ªmites y las herramientas de control parental, sino c¨®mo les estamos ense?ando a gestionar su derecho al honor, a la imagen y a la intimidad. ?Lo estamos haciendo publicando en nuestrras propias cuentas como adultos todo tipo de fotograf¨ªas familiares? ?Estamos haciendo una exhibici¨®n de nuestra intimidad? ?Es ese el mensaje que est¨¢ recibiendo el menor? Esto, de momento, no lo vamos a poder legislar, pero ya hay casos judicializados. Hay sentencias del Tribunal Supremo en las que ha habido una condena expresa a los padres por la sobreexposici¨®n de los menores en las redes.
P. Ese acompa?amiento, ?puede prevenir posibles delitos digitales en el futuro?
R. Si tanto desde la familia como desde aquellos lugares en los que se trabaja con menores les acompa?amos en esa interiorizaci¨®n del concepto de intimidad, probablemente piense una, dos o tres veces qu¨¦ tipo de fotograf¨ªas va a enviar, o va a aprender a analizar qu¨¦ trascendencia puede tener en su vida, a futuro, aquello que quiere compartir. En ocasiones, los adultos obviamos ense?ar el concepto de memoria digital a los ni?os, y es necesario que tomen conciencia de que en el momento en el que haces clic, autom¨¢ticamente, lo que has publicado pasa a un espacio p¨²blico.
P. Seg¨²n la memoria de la Fiscal¨ªa de la Comunidad de Madrid, dentro de los infractores menores de edad, ha subido el n¨²mero de menores de 14 a?os. ?Qu¨¦ tipo de medidas se est¨¢n adoptando para trabajar con los menores inimputables?
R. En ?lava tambi¨¦n hemos tenido un repunte de delitos cometidos por menores de 14. Podr¨ªamos pensar que se ha dado en delitos de menor entidad como peque?os hurtos o peque?as agresiones, pero la realidad es que tambi¨¦n se ha producido en delitos de calado como robos con violencia, delitos contra la libertad sexual o contra la integridad moral (ciberacoso, ciberbullying, coacciones). Estos menores necesitan una respuesta. El acompa?amiento es esencial, a trav¨¦s de la ley de infancia del Pa¨ªs Vasco que entr¨® en vigor en febrero, esa respuesta se diferencia en cuanto a delitos ordinarios y, especialmente, delitos contra la libertad sexual. Dado el aumento de estos ¨²ltimos, la propia ley ya contempla un acompa?amiento en el crecimiento psicosexual del menor.
R. ?Est¨¢n los ciudadanos, los centros escolares, y las asociaciones cumpliendo con el deber de comunicar situaciones de violencia o riesgo para los menores tal y como contempla la ley de Infancia (LOPIVI)?
R. S¨ª ha habido un aumento en el n¨²mero de comunicaciones. Desde el punto de vista ciudadano, hemos recibido alguna, por ejemplo, por parte de miembros de comunidades de vecinos alertando de que un menor podr¨ªa estar en situaci¨®n de riesgo de violencia. Tambi¨¦n ha ido despegando desde los centros educativos, pero todav¨ªa es una comunicaci¨®n de naturaleza t¨ªmida. No hemos recibido ninguna comunicaci¨®n sobre la existencia de contenidos inadecuados en redes, cuando la ley tambi¨¦n establece como obligatoria esa comunicaci¨®n para aquellos que trabajan con menores. Desde la fiscal¨ªa podemos solicitar a trav¨¦s de la Agencia Espa?ola de Protecci¨®n de Datos el bloqueo inmediato de esas p¨¢ginas, de hecho lo puede solicitar cualquier particular. No hay que tener miedo a utilizar ese recurso. En esto podemos mejorar.