Julieta Kirkwood, democracia en el pa¨ªs y en la casa
Refundadora del feminismo en Chile, esta soci¨®loga estudi¨® y desarroll¨® los nudos de la subordinaci¨®n estructural que no hab¨ªan sido resueltos con la batalla ganada por el sufragio femenino
Hoy es un gran momento para recordar a Julieta Kirkwood, mujer latinoamericana que me ha inspirado a lo largo de mi carrera profesional y en el ¨¢mbito personal. No alcanz¨® a terminar por mano propia el ¨²ltimo de sus libros, Ser pol¨ªtica en Chile: las feministas y los partidos, una de las obras mayores de las ciencias sociales latinoamericanas, pero si dej¨® lista la dedicatoria. Dec¨ªa all¨ª Julieta Kirkwood: ¡°Tengo ganas de salir a la calle con carteles y encontrarme en multitudes para cambiar la vida¡±.
Cruz¨® la muerte con brutal precocidad. En abril de 1985. Apenas tres d¨ªas antes de partir hab¨ªa cumplido 49 a?os. Y si embargo, ese tr¨¢nsito breve fue fecundo. Las semillas de su reflexiones se?eras sobre la condici¨®n de la mujer y el potencial transformador del feminismo siguen alimentando en Am¨¦rica Latina a generaciones nuevas de activistas de la igualdad de g¨¦nero.
Se aventur¨® en las memorias silenciadas de las precursoras del feminismo chileno, dio voz a la historia invisible de la lucha emancipadora que irrumpi¨® en el primer tercio del siglo XX hasta alcanzar, en 1947 el derecho a voto para la mujer. Una de sus m¨¢ximas: ¡°No hay democracia sin feminismo¡± impuls¨® la convicci¨®n de ¡°nada sobre nosotras sin nosotras¡±.
No se detuvo all¨ª. Refundadora del feminismo en Chile, soci¨®loga y socialista, Julieta Kirkwood estudi¨® y desarroll¨®, desde la academia y la militancia, los nudos de la subordinaci¨®n estructural que no hab¨ªan sido resueltos con la batalla ganada por el sufragio femenino. Teji¨® su obra provocadora, urgente y necesaria, en plena dictadura de Pinochet. All¨ª fragu¨® los argumentos por encarar, no en diferido si no al mismo tiempo, el desaf¨ªo por la recuperaci¨®n de la democracia y el fin de la opresi¨®n que que las mujeres padec¨ªan y padecen en la pol¨ªtica, la cultura, la sociedad y la econom¨ªa.
Dec¨ªa Julieta que ¡°las mujeres, al reconocer y reclamar sus derechos, reclaman desde la igualdad, por la democracia (...) la rebeld¨ªa o contestaci¨®n femenina surge cuando hay una ¡®toma de raz¨®n¡¯ o de ¡®conciencia de la contradicci¨®n¡¯ entre los principios universales de igualdad te¨®rica propuestos por la organizaci¨®n social, y las vivencias concretas de la desigualdad experimentada entre los sexos¡±. Los movimientos de mujeres de Am¨¦rica Latina, de los m¨¢s organizados, activos y protag¨®nicos del orbe, cuyos esfuerzos han alumbrado instrumentos internacionales de avanzada, y cuyas integrantes han animado las movilizaciones m¨¢s masivas y trascendentales, tienen en la obra de Kirkwood cimientos firmes y en sus ideas y propuestas parte indispensable de su arsenal m¨¢s efectivo.
Su pensamiento adem¨¢s exhibe uno de los rasgos irrefutables de los cl¨¢sicos, trasciende generaciones y sus palabras, a casi cuatro d¨¦cadas de su adi¨®s, resuenan con fuerza en las voces de muchas de esas j¨®venes rebeldes que se encuentran en nuestras calles con multitudes para cambiar la vida hoy.