En el fondo, el 'caso Google' no va sobre la intimidad
Las empresas de Internet entregan de forma habitual informaci¨®n personal en respuesta a ¨®rdenes judiciales y citaciones
El Departamento de Justicia estadounidense acudi¨® hace poco a los tribunales para intentar obligar a Google -con diferencia el mayor motor de b¨²squeda de Internet del mundo- a entregar el equivalente a una semana de b¨²squedas. La medida, a la que Google se opone, ha alarmdo a sus usuarios, enfurecido a los defensores del derecho a la intimidad, cambiado los h¨¢bitos de b¨²squeda de los internautas y abierto un debate subre cu¨¢nta intimidad se pude esperar en la Red.
Pero este caso no tiene casi nada que ver con la intimidad. Se centra, por el contrario, en cuestiones serias pero rutinarias sobre secretos comerciales y procedimiento civil.
Como demostraron hace poco las revelaciones sobre la vigilancia llevada a cabo por la Agencia Nacional de Seguridad y las investigaciones secretas amparadas en la Ley Patri¨®tica, la Administraci¨®n p¨²blica est¨¢ recogiendo activamente informaci¨®n para combatir el terrorismo.
Incluso en las causas penales ordinarias y en los pleitos civiles, las empresas de Internet, Google incluida, entregan de forma habitual informaci¨®n personal en respuesta a ¨®rdenes judiciales y citaciones.
Pero "esta citaci¨®n concreta no plantea preguntas serias sobre el derecho a la intimidad", afirma Timothy Wu, profesor de Derecho en la universidad de Columbia. "Estos registros son totalmente inconexos. Meras ristras de palabras".
En una amplia justifiaci¨®n de sus razones para incumplir la citaci¨®n, un abogado de Google declar¨® al Departamento de Justicia en octubre que obedecer ser¨ªa malo para el negocio. "Google objeta", escribi¨® el abogado Ashok Ramani, "porque cumplir con la solicitud podr¨ªa poner en peligro sus secretos comerciales m¨¢s preciados".
La carta de cinco p¨¢ginas de Ramani s¨®lo mencionaba la intimidad una vez, al final de la cuarta p¨¢gina, y principalmente en el contexto de la percepci¨®n m¨¢s que de la realidad. "Si Google accediera a la solicutd, indicar¨ªa que est¨¢ dispuesta a revelar informaci¨®n sobre qui¨¦n usa sus servicios", escrib¨ªa. "Esa es una percepci¨®n que Google no puede aceptar".
Hasta los aliados de Google rechazan los argumentos jur¨ªdicos basados en el derecho a la intimidad. La Uni¨®n Estadounidense por las Libertades Civiles, por ejemplo, afirm¨® que presentar¨ªa documentos para apoyar a Google, pero no bas¨¢ndose en el derecho a la intimidad.
"No es probable que presentemos ese argumento, afirma Aden J. Fine, uno de los abogados de la Uni¨®n. Las cuestiones que plantea la nueva citaci¨®n, aunque numerosas, son bastante t¨¦cnicas, seg¨²n el profesor Wu. "El argumento jur¨ªdico aqu¨ª es cu¨¢l es el criterio de importancia de las citaciones", dice. "Es interesante para los especialistas en procedimiento, y nadie m¨¢s".
Otros motores de b¨²squeda como Yahoo, America Online y MSN han cumplido con la misma citaci¨®n del Departamento de Justicia, que tambi¨¦n exig¨ªa una muestra aleatoria de un mill¨®n de direcciones de Internet. Todas las empresas dijeron que no estaban en juego cuestiones relacionadas con el derecho a la intimidad.
Un portavoz del Departamento de Justicia, Brian RoehrKasse, se mostraba de acuerdo. "En nuestras solicitudes establecimos espec¨ªficamente", dice, "que no quer¨ªamos los nombres, ni cualquier otra informaci¨®n relativa a los usuarios de Google".
Esto no quiere decir que las situaciones para buscar registros referentes a indiv¨ªduos sean inconcebibles. Google mantiene informaci¨®n que podr¨ªa usarse de ese modo, y una citaci¨®n podr¨ªa exigirla. Pero en este caso, no. El problema de la citaci¨®n, dice Fine, es m¨¢s general. "Es un ejemplo m¨¢s de c¨®mo la Administraci¨®n excede sus l¨ªmites", declara.
El principal argumento de Google es que podr¨²an ponerse en peligro secretos comerciales "muy relacionados con el derecho de propiedad". Marc Rotenberg, director general del Centro de Informaci¨®n sobre el Derecho a la Intimidad Electr¨®nica, un grupo defensor de las libertades civiles que frecuentemente ha criticado a Google, afirma que el de los secretos comerciales es un argumento serio.
En otros contextos, Google y otras empresas de Internet afirman que protegen con celo el derecho a la intimidad. Pero en sus pol¨ªticas de intimidad reconocen que atender¨¢n las solicitudes v¨¢lidas de litigantes p¨²blicos y privados.
La pol¨ªtica de Google, por ejemplo, es que puede compartir la informaci¨®n personal de los usuarios si "cree de buena fe" que revelarla "es razonablemente necesario para satisfacer cualquier ley, normativa, proceso judicial o solicitud p¨²blica de obligado cumplimiento". Nicle Wong, defensora general asociada de Google, se?alaba en una entrevista que la empresa "cumple con los procesos judiciales v¨¢lidos".
De acuerdo con una sentencia emitida en 2004 por un tribunal federal de Virginia, America Online responde por s¨ª sola a unas 1.000 ¨®rdenes judiciales penales cada mes. AOL, Google y otras empresas de Internet tambi¨¦n reciben citaciones en causas de divorcio, difamaci¨®n, fraude y otros tipos de causas civiles. Con limitadas excepciones, la ley obliga a cumplirlas.
Rotenberg considera que los registros de b¨²squedas en Internet, si se recogen y relacionan con indiv¨ªduos concretos, podr¨ªan dar lugar a una profunda invasi¨®n de la intimidad. "Es como la sombra de los pensamientos que tienes en la cabeza: tus intereses, tus deseos, tus pasatiempos, tus temores", dice.
La situaci¨®n es m¨¢s complicada fuera de EE UU. Las empresas de Internet cumplen con las leyes locales, como tienen que hacer para ejercer una actividad comercial en el extranjero. Yahoo, por ejemplo, proporcion¨® informaci¨®n que ayud¨® a CHina a condenar a 10 a?os de c¨¢rcel a un periodista acusado de filtrar secretos de Estado a un sitio de Internet extranjero.
En todo caso, la actual citaci¨®n a Google, afirman los expertos jur¨ªdicos, ha suscitado un importante debate, independientemente de que los hechos relacionados con la causa sea o no v¨¢lidos.
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