?Qu¨¦ puedo hacer con la m¨²sica que compro en Internet?
Las tecnolog¨ªas contra la pirater¨ªa imponen restricciones al uso de las pel¨ªculas, discos o juegos que se descargan de la Red, ofreciendo garant¨ªas al titular de la obra y limitando lo que los consumidores pueden hacer con contenidos que adquirieron legalmente
Frente al ordenador de casa, ha comprado usted una pel¨ªcula de dibujos animados en Internet, pero cuando intenta grabarla en un DVD para que los ni?os lo vean en el coche descubre que no es posible. Una protecci¨®n tecnol¨®gica llamada DRM decide qu¨¦ puede hacer con los contenidos digitales que adquiri¨® leg¨ªtimamente, y aunque como la gran mayor¨ªa de europeos no sepa qu¨¦ son o c¨®mo funcionan estos sistemas, su incorporaci¨®n a todas las formas de entretenimiento digital del futuro puede afectar de forma decisiva al modo en que consume m¨²sica, pel¨ªculas y juegos.
La creaci¨®n y venta de contenidos a trav¨¦s de Internet es uno de los factores de impulso de la sociedad de la informaci¨®n, un mercado que movi¨® un negocio de 2.900 millones de euros en 2004 y en 2005 pudo superar los 3.200, seg¨²n los datos de JPR. Los productores de contenidos creen, en todo caso, que la cifra podr¨ªa ser a¨²n mucho mayor de no existir la pirater¨ªa. Internet, la misma herramienta que les permite distribuir pel¨ªculas, m¨²sica, tonos para el m¨®vil, juegos y todo tipo de software, facilita la copia y distribuci¨®n ilegal.
Ese es el motivo que lleva a la creaci¨®n de sistemas digitales de gesti¨®n de derechos (Digital Rights Management o DRM, en ingl¨¦s), presentes en todos los dispositivos imaginables: CDs, DVDs, descargas en tiendas online, m¨®viles, sistemas de entretenimiento para el sal¨®n que a?aden a la videoconsola herramientas para escuchar m¨²sica, ver pel¨ªculas, comprar en Internet?
Pero estas tecnolog¨ªas pueden crear un conflicto con el consumidor, cuya capacidad para manejar los contenidos que compra se ve reducida por el DRM. En Espa?a, la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual que el Congreso aprob¨® la semana pasada mantiene la posibilidad de que los consumidores realicen una copia privada de los contenidos digitales, pero al mismo tiempo permite al titular de la obra incorporar medidas tecnol¨®gicas de protecci¨®n que dificulten o impidan realizar ese duplicado. La guerra entre medidas antipirater¨ªa y derechos de los usuarios sigue abierta.
Protecci¨®n del contenido y flexibilidad
Los sistemas DRM deciden qu¨¦ podr¨¢ hacer el consumidor con los contenidos que ha adquirido: cu¨¢ntas veces podr¨¢ reproducirlos y en qu¨¦ dispositivos, si podr¨¢ copiarlo o no y en cu¨¢ntas ocasiones, si se permite su transmisi¨®n a otros ordenadores, el cambio a otro formato de archivo distinto del original, la edici¨®n del fichero, etc. Esto provoca una constante lucha entre la protecci¨®n del autor y la flexibilidad que el consumidor requiere para manejar los contenidos por los que ha pagado como mejor el convenga.
Rebecca Jeschke, portavoz del grupo estadounidense Electronic Frontiers Foundation (EFF), se?ala que "cuando los consumidores compran m¨²sica con DRM normalmente est¨¢n logrando mucho menos de lo que creen que est¨¢n pagando. Los productores de contenidos tienen derecho a preocuparse por las operaciones de pirater¨ªa masiva, pero si niegas el derecho a hacer copias de seguridad frustar¨¢s a tus clientes.
Si el problema parec¨ªa acuciante cuando s¨®lo se vend¨ªa m¨²sica en tiendas -y quien quer¨ªa copiar deb¨ªa extraer las canciones del CD y comprimirlas para distribuir las en Internet-, encontrar una soluci¨®n satisfactoria para todas las partes se convierte en algo fundamental en un entorno como el actual, donde los discos se venden ya a trav¨¦s de la Red en forma de archivos digitales. La tienda online de Apple, iTunes super¨® en febrero de este a?o los mil millones de canciones descargadas, y seg¨²n las previsiones de las consultoras Forrester Research y Strategy Analytics, en 2009 la cifra total del mercado se acercar¨¢ a los 4.000 millones de canciones vendidas por esta v¨ªa.
Cadena de confianza
?C¨®mo evitar que toda esa m¨²sica acabe en las redes de intercambio de archivos? Desde Apple, l¨ªder en la venta legal de m¨²sica en Internet, se explica que la estrategia es clara desde el principio. La tienda de m¨²sica online iTunes, el software para la gesti¨®n de bibliotecas musicales del mismo nombre, y los reproductores de m¨²sica digital iPod utilizan un mismo sistema DRM, una combinaci¨®n del formato de archivo AAC con la tecnolog¨ªa anticopia FairPlay.
Apple sostiene que esto crea una cadena de confianza que permite a los creadores de contenidos vender sus obras en Internet sin tener que preocuparse por la pirater¨ªa. No existe sistema inviolable, pero en Apple conf¨ªan en que la comodidad que ofrece su servicio frente a las redes de intercambio y descarga ilegal incentive a obtener m¨²sica y v¨ªdeo de forma leg¨ªtima.
Otra de las tecnolog¨ªas de gesti¨®n de contenidos que m¨¢s fuerza est¨¢n ganando en los ¨²ltimos meses es Windows Media DRM 10, la ¨²ltima versi¨®n el sistema desarrollado por Microsoft y que utilizan desde los Media Center -dispositivos para el sal¨®n en los que se pueden reproducir todo tipo de archivos multimedia-, hasta todo tipo de peque?os reproductores port¨¢tiles de MP3.
Myriam Pereira, Product Manager de Windows en Microsoft Ib¨¦rica, explica que su sistema funciona con dos capas de protecci¨®n. Por una parte, el DRM del gigante del software cifra el contenido, mientras que por otra realiza la gesti¨®n de derechos. La primera fase corre de parte del sistema de Microsoft y es casi autom¨¢tica, mientras que en la segunda es el propietario de la obra el que decide qu¨¦ permisos dar¨¢ al usuario. "Cada uno hace lo que quiere", se?ala Pereira. "Limitar la copia, el paso a otro formato, a otro soporte de almacenamiento? Es algo bastante normal, Disney, la MTV, la televisi¨®n por cable de EE UU, los ordenadores, los m¨®viles. Todos usan DRM".
Nuevas v¨ªas de distribuci¨®n
Intel, el mayor fabricante mundial de procesadores, se encuentra en una etapa de transici¨®n desde el mercado profesional al dom¨¦stico, en la que una de sus principales apuestas es VIIV. Se trata de una plataforma, un conjunto de tecnolog¨ªas que permiten construir dispositivos destinados a gestionar todo el entretenimiento digital del hogar del futuro. Estos aparatos ya est¨¢n en el mercado, y permiten grabar una pel¨ªcula en disco duro mientras se escucha la m¨²sica favorita o se navega por Internet. Pero para poder gestionar contenidos hay que dar garant¨ªas a sus propietarios, e Intel ha confiado para ello en la tecnolog¨ªa DRM de Microsoft.
El director de tecnolog¨ªa de Intel Ib¨¦rica, Antonino Albar¨¢n, sostiene que uno de los componentes b¨¢sicos de estos dispositivos "debe ser la tecnolog¨ªa de seguridad", pues para los proveedores de contenidos ese es su principal valor". Los dispositivos VIIV utilizan el sistema operativo Windows Media Center Edition y su correspondiente protecci¨®n DRM. Don MacDonald, vicepresidente de la multinacional, dejaba claro recientemente en la publicaci¨®n electr¨®nica News.com que la compa?¨ªa est¨¢ animando a los productores de contenidos a que permitan transferir los v¨ªdeos y la m¨²sica que vendan a trav¨¦s de VIIV a otros dispositivos. Pero la decisi¨®n final est¨¢ en manos de ¨¦stos.
Consumidores informados
Esa libertad para que sea el propietario de la obra el que decide sobre los derechos que otorga al consumidor est¨¢ creando cierta confusi¨®n en el mercado, sobre todo por la falta de informaci¨®n que se detecta en muchos casos en los productores.
El uso m¨¢s pol¨¦mico de DRMs de los ¨²ltimos meses es el de la discogr¨¢fica Sony-BMG, que a finales de 2005 se vio obligada a retirar del mercado m¨¢s de cuatro millones y medio de CDs que, para impedir la copia de las canciones, incorporaba un sistema DRM llamado Extended Copy Proteccion (XPC) que causaba graves problemas de seguridad en el PC de los consumidores. Los discos incorporaban una peque?a advertencia que dec¨ªa que estaban protegidos, pero ni se dec¨ªa de qu¨¦ manera ni c¨®mo iba a afectar la reproducci¨®n de un CD al ordenador en que se reprodujera.
Desde Electronic Frontiers Foundation, que ha presentado una demanda colectiva en EE UU por este caso, Rebecca Jeschke se?ala que los productores de contenidos "deben dar una clara informaci¨®n sobre lo que el DRM permite o no permite. El secretismo fue un gran problema en la debacle de Sony BMG, y afect¨® negativamente a muchos de los artistas que ni siquiera sab¨ªan que ese software formaba parte de su disco, por no mencionar a los consumidores que no sab¨ªan que el CD estaba instalando programas en su ordenador".
Estudios recientes afirman adem¨¢s que la transparencia sobre la protecci¨®n de las obras en formato digital deber¨ªa partir de una informaci¨®n clara sobre su existencia y funcionamiento. El informe de la Fundaci¨®n France Telecom Ocio Digital: el rey de los contenidos se?ala que tan s¨®lo un 14% de los europeos que han manejado contenidos de v¨ªdeo sabe en qu¨¦ consisten estas tecnolog¨ªas, mientras que un 62% nunca ha o¨ªdo hablar de ellos.
Tambi¨¦n en el m¨®vil
El estudio de France Telecom repasa tambi¨¦n la situaci¨®n de la distribuci¨®n de contenidos a trav¨¦s de tel¨¦fonos m¨®viles. La descarga de m¨²sica -ya sean canciones o tonos de llamada- a trav¨¦s de estos dispositivos ha supuesto en 2005 el 40% de las descargas de m¨²sica digital, seg¨²n los datos de la Federaci¨®n Internacional de Productores de M¨²sica (IFPI, en sus siglas en ingl¨¦s). Pero una vez ha pagado por la canci¨®n que deseaba, en consumidor puede desear transferirla a su ordenador o al reproductor port¨¢til de MP3, y ah¨ª entra de nuevo en juego el sistema DRM de cada compa?¨ªa.
Vodafone explica que los contenidos que distribuye a sus clientes est¨¢n protegidos por un sistema est¨¢ndar acordado por la Open Mobile Alliance -OMA, una organizaci¨®n que agrupa a las principales marcas del sector- llamado DRM R1. ?ste no deja que se transfiera la m¨²sica o los v¨ªdeos a otros dispositivos "porque el sistema no permite hacerlo con total seguridad". En todo caso, la operadora se?ala que est¨¢ trabajando para permitir que el usuario pueda mover la m¨²sica "entre diferentes dispositivos autentificados por el usuario". Si la tecnolog¨ªa que prepara la operadora se parece a la desarrollada por Apple en iTunes, el consumidor podr¨¢ identificar un n¨²mero determinado de ordenadores en los que podr¨¢ escuchar la m¨²sica por la que ha pagado.
Un portavoz de la operadora comenta que lograr el equilibrio entre la flexibilidad para el usuario y la seguridad para quien produce el contenido "es el objetivo de Vodafone y estamos trabajando para que las demandas de unos no se contrapongan a las necesiades de seguridad de los proveedores de contenidos".
Telef¨®nica M¨®viles tambi¨¦n proporciona m¨²sica protegida por el est¨¢ndar OMA DRM R1, que no permite reenviar el contenido adquirido a otros aparatos. Juan Carlos R. Galindo explica desde la direcci¨®n de comunicaci¨®n de la operadora espa?ola que adem¨¢s, "en los terminales que disponen de la aplicaci¨®n mPlay se est¨¢ utilizando el DRM propietario Melodeo, que aprobaron todas las discogr¨¢ficas".
Menos bater¨ªa
Un ¨²ltimo aspecto pol¨¦mico de las tecnolog¨ªas DRM se refiere al aumento del consumo de energ¨ªa que puede comportar su uso en reproductores port¨¢tiles. El portal especializado en m¨²sica digital MP3.com se?ala en un estudio sobre las bater¨ªas de estos dispositivos que el uso de Windows Media DRM 10 en la renacida Napster y la tienda de m¨²sica online de Real Networks, Rhapsody, "no s¨®lo ralentiza el funcionamiento de reproductor sino que tambi¨¦n le resta tiempo de bater¨ªa".
Otra revista electr¨®nica especializada en tecnolog¨ªa, CNET.com prob¨® un reproductor de la marca Creative con archivos MP3 sin protecci¨®n, y la bater¨ªa dur¨® 16 horas, pero si lo que se reproduc¨ªan eran canciones protegidas con el DRM de Microsoft la autonom¨ªa del dispositivo se rebajaba a 14 horas. MP3.com encontr¨® diferencias similares en pruebas realizadas con reproductores de Archos, iRiver, e incluso el iPod de Apple.
"Para un autor una obra es como su hijo y la tecnolog¨ªa DRM permite que verlo en la Red bajo determinadas normas"
Sidney Borja, Director de Gesti¨®n de Contenidos Audiovisuales de la Sociedad Digital de Autores y Editores (SDAE), defiende la tecnolog¨ªa DRM porque permite "al autor tener derechos sobre su obra". Borja afirma que "la tecnolog¨ªa DRM pone reglas al negocio, permite que el contenido no est¨¦ abierto".
Para el director de la SDAE, dos son las caracter¨ªsticas del nuevo sistema. "Tiene dos acepciones. Una que es muy extendida que se refiere al sistema que utilizan los principales fabricantes de software (Microsoft, Apple).Que permite ver un contenido bajo pago. Se digitaliza el contenido y se codifica para acceder al contenido de una forma controlada. En el caso de una pel¨ªcula o video se codifica de tal forma que tan s¨®lo se pueda ver en Windows Media Player. La codificaci¨®n permite incorporar las reglas del negocio. Desde d¨®nde se puede ver hasta las horas. En 48 horas, por ejemplo, se puede desactivar el contenido. La segunda acepci¨®n tiene un significado m¨¢s amplio. Es una herramienta que permite la administraci¨®n digital de derechos. Permite que todo lo que se emite genere informes y se conozca cu¨¢ndo y d¨®nde se ha utilizado, es como un tatuaje". Seg¨²n Borja, los autores cuentan con derechos que antes no ten¨ªan. "Se garantiza a la obra sus derechos, el autor puede decidir que se vea seg¨²n sus reglas. Una obra es como un hijo y el DRM permite verlo en la Red bajo determinadas normas".
El director de la SDAE pide que se pague el contenido aunque ¨¦ste s¨®lo se pueda utilizar bajo unas reglas. "Hay un problema de mentalidad, la gente est¨¢ acostumbrada a bajarse cosas de la Red gratis y luego no dice nada cuando va al cine y paga. Hay que cambiar esa mentalidad", concluye.
"Es c¨®mo si te compras un coche y s¨®lo vale para una carretera"
Claudio Feijoo, Ingeniero de Telecomunicaci¨®n y Doctor Ingeniero de Telecomunicaci¨®n por la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, es uno de los autores del informe "La explotaci¨®n de los contenidos audiovisuales en la transici¨®n a los medios digitales". Una de las conclusiones de este estudio es que "los expertos apuestan por un nuevo modelo de contenidos audiovisuales menos defensivo y m¨¢s innovador". Feijoo se?ala que la tecnolog¨ªa DRM debe "avanzar". "Hay una cuesti¨®n principal que hay que resolver: es muy cerrada, encierra al usuario. Si la tecnolog¨ªa DRM s¨®lo te permite ver el contenido es una plataforma hay que avisarlo en la etiqueta. Si s¨®lo te permite verlo en determinados lugares o tiempo hay que preguntarse por el precio. ?Cu¨¢nto vale? El precio tendr¨¢ que tener una relaci¨®n con el n¨²mero de usos. Es c¨®mo si te compras un coche y s¨®lo vale para una carretera", aclara.
Aunque no todo es negativo. Feijoo afirma que el sistema es una oportunidad muy grande. "No s¨®lo protege los contenidos, tambi¨¦n abre un nuevo modelo de negocio enorme y m¨¢s flexible. No todo es blanco o negro, hay una zona gris. Si te compras un DVD y est¨¢s interesado en verlo una o dos veces, la tecnolog¨ªa DRM permite que el contenido desaparezca tras verlo, hay nuevos modelos de negocio". El ingeniero recalca que "el sistema actual es muy burdo y no funciona porque requiere que se pongan de acuerdo creadores, industria y todo el mundo. Aunque el usuario lo que quiere es sencillez. Para eso hay que explotar los contenidos con nuevos modelos de negocio y crear formas de proteger los contenidos menos complicadas".
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