Nostalgia para 'jugones'
THQ y Javier Ortiz repasan la historia de los videojuegos en la exposici¨®n 'De los Marcianitos a Cars', inaugurada hoy en Madrid
Han pasado m¨¢s de 30 a?os desde que Pong, la primera m¨¢quina recreativa de ¨¦xito, hiciera su aparici¨®n en un bar de San Francisco (EE UU). En su pantalla se disputaban partidos de tenis de una forma muy b¨¢sica: una l¨ªnea divide en dos la pantalla, y dos barras que se mueven verticalmente intentan golpear un puntito que representa la pelota. Pero el invento es el primer paso para revolucionar el entretenimiento moderno, pues supune el arranque para la creaci¨®n de una industria cuyos ingresos se equiparan hoy en d¨ªa a los del cine. 'De los Marcianitos a Cars', una exposici¨®n inaugurada hoy en Madrid, repasa la historia de estas m¨¢quinas.
EP3: La historia de los botones |
Las m¨¢s de 40 consolas que se exponen desde hoy y hasta el pr¨®ximo 10 de julio en el vest¨ªbulo de los cines Kin¨¦polis de Madrid, incluyen tanto dispositivos para lugares p¨²blicos, como consolas de sal¨®n o dispositivos port¨¢tiles.
Todas las m¨¢quinas presentes en la muestra -impulsada por la compa?¨ªa de videojuegos THQ con motivo del lanzamiento del juego 'Cars', inspirado en la ¨²ltima pel¨ªcula de Pixar- forman parte de la colecci¨®n privada del juguetero madrile?o Javier Ortiz, que se?ala que le tiene especial cari?o a las consolas port¨¢tiles, las Game Watch, entre las que hay una enorme variedad de juegos. Peque?os dispositivos que desde los a?os ochenta permiten a cualquiera llevar el entretenimiento digital siempre encima.
Ortiz, que colecciona videoconsolas desde hace 18 a?os, se?ala que fue m¨¢s dif¨ªcil conseguir fue la Nintendo Entertainment System, una m¨¢quina conocida como NES y que tiene un car¨¢cter casi m¨ªtico entre los m¨¢s 'jugones', pues es la primera consola dom¨¦stica que se hizo realmente popular. Fue lanzada al mercado en 1972, poco despu¨¦s de la Odisey, primera consola dom¨¦stica de EE UU, seg¨²n explican desde THQ.
Ambas necesitan ser conectadas al televisor de casa para funcionar, como otros dispositivos para juegos que llegaron despu¨¦s, como el Commodore 64, el Amstrad, o el Spectrum de 16k. Para cargar programas y juegos, este peque?o ordenador lanzado al mercado en 1982 utilizaba cintas de casete, lo que permiti¨® la aparici¨®n de uno de los fen¨®menos que m¨¢s han castigado a esta industria casi desde su nacimiento: la pirater¨ªa. Bastaban dos grabadoras para copiar un juego de una cinta a otra, en las que sonaba un caracter¨ªstico pitido cada vez que el juego se cargaba.
Sega Master System, Megadrive, Saturn, Nintendo 64? Todas las ¨¦pocas de la historia del videojuego est¨¢n representadas en la muestra. Entre los juegos que funcionan en ellas -todas est¨¢n operativas-, Javier Ortiz dice sentir una especial debilidad por Zelda, una larga saga de t¨ªtulos producida por el japon¨¦s Shigeru Miyamoto que arranc¨® en 1986 en la NES, y que ha estado presente en todas las plataformas de Nintendo desde entonces.
La exposici¨®n 'De los marcianitos a Cars' est¨¢ ligada a la presentaci¨®n, tambi¨¦n hoy, del videojuego 'Cars', desarrollado por Rainbow Studios basado en la pel¨ªcula del mismo nombre creada durante los ¨²ltimos dos a?os por los estudios Disney Pixar. El del largometraje de animaci¨®n ha sido dirigido por John Lasseter (responsable de otros dos ¨¦xitos de la compa?¨ªa, Toy Story y Bichos). Tanto el juego como la pel¨ªcula cuentan una historia que se desarrolla en Radiador Springs, una peque?a ciudad del coraz¨®n de Am¨¦rica, situada a orillas de la m¨ªtica Ruta 66. Sus habitantes, unos simp¨¢ticos coches con vida propia, ver¨¢n alterada su tranquilidad con la llegada de McQueen, un pretencioso b¨®lido de carreras.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.