Las dos caras de la irrupci¨®n tecnol¨®gica en la vida de los mayores
Cada vez m¨¢s personas de edad avanzada tienen acceso a la red y a los dispositivos electr¨®nicos, pero todav¨ªa m¨¢s de la mitad est¨¢ al margen de la sociedad digital
En la puerta de un centro comercial de Ciudad Lineal (Madrid), Leonor del Prado, de 81 a?os, maneja un m¨®vil antiguo Alcatel, de esos con las teclas grandes. Trata de llamar a una familiar, pero no lo logra. ¡°Es que me hace bip, bip, bip y no me deja hablar¡±, se resigna. En el mismo barrio pasea Jos¨¦ Antonio Mora, de 78 a?os. Se mete el smartphone en el bolsillo. ¡°Lo uso mucho, y adem¨¢s lo manejo bastante bien¡±, asegura. Dice que le parece muy c¨®modo para los tr¨¢mites del banco, pedir citas m¨¦dicas y comprar billetes de transporte. Relaciones con la tecnolog¨ªa tan distintas como estas muestran las dos caras de la brecha digital existente entre las personas mayores.
No poder aprovechar las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnolog¨ªas supone una mayor vulnerabilidad al aislamiento social y una reducci¨®n de la autoestima, alertan los expertos
Las estad¨ªsticas reflejan que cada vez m¨¢s personas mayores de 60 a?os tienen acceso a la red en Espa?a. Un 49,1% de los ciudadanos de entre 65 y 74 a?os de edad utiliz¨® Internet en los tres meses anteriores a la realizaci¨®n de la encuesta del INE sobre el tema de este a?o. En 2013, lo hab¨ªa hecho solo un 21,9%. Pero m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n mayor a¨²n est¨¢ al margen de la ola digital que embiste la sociedad contempor¨¢nea. Y las dificultades para incorporarse a esta transformaci¨®n aumentan en el medio rural, se?alan los expertos consultados. No poder aprovechar las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnolog¨ªas supone una mayor vulnerabilidad al aislamiento social y una reducci¨®n de la autoestima, alertan.
Hace tres a?os, Lola Guzm¨¢n, madrile?a de 77 a?os, conoci¨® a Estefan¨ªa de R¨¦gil, fundadora del proyecto de acercamiento de los ancianos a las nuevas tecnolog¨ªas eMayores. Guzm¨¢n, extrabajadora en un taller de confecci¨®n y ama de casa, ya pose¨ªa un smartphone, pero no sab¨ªa muy bien c¨®mo utilizarlo. Gracias a las clases semanales con De R¨¦gil, se le abri¨® un abanico de nuevas posibilidades. Ahora se comunica con sus familiares con llamadas y correos electr¨®nicos, manda mensajes de texto y audios de Whatsapp, es activa en Facebook, busca recetas en Google, da ¨®rdenes a la asistente virtual, disfruta de juegos como Bubble y pone a prueba su memoria con algunas aplicaciones que ayudan a mantener activa la mente.
De R¨¦gil explica que uno de sus objetivos principales es apoyar a los mayores en mantener independencia. "Yo quiero ser aut¨®noma, y si no lo soy me desespero", deja claro la alumna. ¡°Mi inter¨¦s es ayudarles a ser ciudadanos digitales, que es lo que la sociedad nos solicita¡±, asegura la profesora.
¡°Cuando eres mayor puedes salir menos, tu mundo se reduce, tus hijos ya no viven en la puerta de al lado¡±, subraya Mayte Sancho, psic¨®loga y experta en envejecimiento. ¡°Poder disponer de ordenador, Skype o un tel¨¦fono da much¨ªsima vida y previene situaciones de soledad¡±, observa. La reducci¨®n de la brecha digital entre los m¨¢s ancianos le parece una noticia positiva. ¡°En un futuro que est¨¢ a la vuelta de la esquina, la tecnolog¨ªa va a ser una v¨ªa de resoluci¨®n de problemas de todo tipo, sobre todo en materia de salud, acceso a recursos y orientaci¨®n¡±, asegura.
Todav¨ªa existen barreras
Pero las barreras que se interponen entre las personas con m¨¢s edad y el acceso al mundo digital en muchos casos son todav¨ªa evidentes. A Lola Guzm¨¢n, por ejemplo, le cuesta manejar la pantalla t¨¢ctil de su m¨®vil. ¡°Se me borran las letras y tardo mucho en escribir¡±, asegura. A veces, la memoria le falla, y no recuerda c¨®mo acceder a algunas funciones. Si le aparece alg¨²n ¡°mensaje raro¡± cuando usa el ordenador, prefiere dejarlo y no volver a tocarlo. Y tiene que ¡°dar la lata¡± a su profesora para que la ayude a arreglarlo, seg¨²n cuenta.
¡°A los mayores se les pide que manejen una tecnolog¨ªa que les ha llegado, pero vienen de un mundo anal¨®gico¡±, destaca De R¨¦gil. La fundadora del proyecto eMayores cree que las dificultades aumentan si los ancianos ¡°empiezan a tener ciertas discapacidades difusas, como problemas de visi¨®n o audici¨®n¡±. En su opini¨®n, no tener en cuenta estos aspectos puede marginalizarlos con respecto a los m¨¢s j¨®venes.
Para David Cierco, director general de Red.es, la agencia p¨²blica encargada de impulsar la agenda digital en Espa?a, una de las barreras m¨¢s grandes es la dificultad de acceso a los contenidos de Internet. ¡°Tanto desde el punto de vista p¨²blico como privado, no hay muchos contenidos web que ellos vean ¨²tiles y adaptados a sus necesidades¡±, observa. Mayte Sancho destaca que este problema puede agudizarse a la hora de cumplir acciones requeridas por la administraci¨®n p¨²blica. ¡°Hacer un tr¨¢mite puede ser terrible. Se llega a echar horas por una tonter¨ªa¡±, sostiene.
Esas barreras hacen que, en muchos casos, las personas mayores renuncien a relacionarse con las tecnolog¨ªas, seg¨²n esta experta. ¡°Muchos creen que eso ya no es para su mundo y su generaci¨®n, que es una cosa muy dif¨ªcil. Y no se acercan a ello por el miedo a la frustraci¨®n y al fracaso¡±, considera.
Ganas de incorporarse a la sociedad digital
Sancho opina que se podr¨¢ reducir m¨¢s la brecha tecnol¨®gica si se hace un esfuerzo para ¡°simplificar las tecnolog¨ªas¡±. Cierco cree que ser¨¢ determinante el hecho de que cada vez m¨¢s los mayores quieren aprovechar de las oportunidades de la red para comunicar, informarse y acceder a servicios. ¡°Tienen la misma ilusi¨®n de aprender que una persona joven¡±, asegura.
Las ganas no les faltan a los cuatro participantes del taller de Tablets y Smartphones del centro de mayores Principe de Asturias en Madrid, uno de los cursos de nuevas tecnolog¨ªas para ancianos organizados por el Ayuntamiento. La m¨¢s joven de las alumnas tiene 69 a?os, la m¨¢s mayor 85. Todos van con m¨®vil y una libreta. La profesora, Sandra Alonso, reparte unas tablets e indica el ejercicio del d¨ªa: acceder a PlayStore, cada uno a trav¨¦s de su cuenta; buscar, descargar y abrir la aplicaci¨®n de EL PA?S.
Una hora y media despu¨¦s, todos han conseguido completar la tarea. Jos¨¦, exflorista jardinero de 83 a?os que prefiere no dar su apellido, est¨¢ especialmente interesado en descubrir las posibilidades que ofrece la app. ¡°?Esto es como leer un peri¨®dico? ?Y d¨®nde voy a encontrar lo que va usted a escribir? ¡°, pregunta.
El acceso a las tecnolog¨ªas para los mayores, m¨¢s dif¨ªcil en las zonas rurales
La brecha tecnol¨®gica es m¨¢s amplia en el mundo rural. Seg¨²n un informe de 2016 del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) basado en datos del INE, el a?o anterior en centros urbanos con m¨¢s de 100.00 habitantes hab¨ªa al menos un 40% de hogares de mayores conectados a Internet. En pueblos con menos de 10.000, el porcentaje se situaba 15 puntos por debajo. Pese a que la digitalizaci¨®n del pa¨ªs avance r¨¢pidamente, esta diferencia todav¨ªa existe. "Hay muchos pueblos que ni siquiera tienen acceso a Internet, o que tienen un acceso muy dif¨ªcil, a lo mejor con solo un par de ordenadores en el Ayuntamiento", destaca la experta en envejecimiento Mayte Sancho.
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