Cuando un libro de matem¨¢ticas casi arruina la vida de una ni?a
Una asesora de IBM y una investigadora de Carnegie Mellon relatan c¨®mo evitar la brecha de g¨¦nero en el ¨¢mbito de las tecnolog¨ªas
Cuando Katia Fisher ten¨ªa 10 a?os, su profesora le dio un libro de matem¨¢ticas avanzadas porque los manuales para su edad se le quedaban cortos. El efecto fue el contrario al esperado. Katia se sinti¨® desplazada, en especial por parte de sus compa?eras. Hoy es asesora de IBM y jefa de la Oficina de Privacidad de Greenspoon Marder. Desde aquel episodio, lucha por reivindicar el espacio de la mujer en el mundo tecnol¨®gico. Seg¨²n los datos del ministerio de Educaci¨®n, las mujeres solo ocupan un 12% de las disciplinas inform¨¢ticas, un 28% de las ingenier¨ªas y un 49% de las carreras de ciencias. Linda Babcock, economista y psic¨®loga de la Universidad Carnegie Mellon, destaca cinco ¨¢mbitos en los que trabajar para evitar la brecha: contrataci¨®n, liderazgo, asignaci¨®n de tareas, evaluaci¨®n y promoci¨®n.
La sensaci¨®n de Fisher cuando fueron reconocidas sus altas capacidades matem¨¢ticas y percibi¨® el rechazo de sus compa?eras y compa?eros se ha aminorado con el tiempo. Acab¨® la Secundaria dos a?os antes que el resto de su clase y sigui¨® adelante, pero a¨²n cree que sigue siendo una rareza. En el ¨¢mbito de las tecnolog¨ªas, seg¨²n resalta Babcock, tres de cada cuatro trabajadores son hombres.
La asesora de IBM conf¨ªa en un progresivo cambio cultural que facilite el acceso de la mujer al ¨¢mbito de la tecnolog¨ªa, pero mientras se avanza en esta transformaci¨®n, la profesora de Carnegie Mellon cree que hay f¨®rmulas para acelerarla. Ambas han participado en un encuentro sobre este aspecto organizado por la empresa de seguridad inform¨¢tica Acronis, entidad que invit¨® a EL PA?S a participar junto a otros medios.
La economista, que forma parte de uno de los m¨¢s destacados centros de investigaci¨®n de EE UU en ciencias de la computaci¨®n y rob¨®tica, cree que el primer ¨¢mbito en el que se puede reducir la brecha de g¨¦nero es en la contrataci¨®n. ¡°Los empleadores tienen prejuicios¡±, admite. En este sentido, aboga por aplicar alguna f¨®rmula para garantizar que las empresas se aproximan al proceso de selecci¨®n sin parcialidad.
¡°Los sesgos no dejan de ser atajos mentales ya que nuestro cerebro debe que tomar decisiones muy r¨¢pido. Trabajamos con mujeres, hombres, generaciones distintas y culturas y formas de pensar diferentes, por lo que somos conscientes del valor de la diversidad y de que los sesgos pueden impactar de forma negativa. Ahora, antes de tomar una decisi¨®n importante siempre pensamos en si podr¨ªa estar o no sesgada¡±, afirma Silvia L¨¢zaro, directora de Comunicaci¨®n Interna, Compromiso y Diversidad de Ferrovial para explicar c¨®mo han recurrido a SHE, una soluci¨®n interactiva desarrollada por Aiwin para detectar y evitar los sesgos.
Babcock tambi¨¦n cree que la mujer no aprovecha las oportunidades de las redes profesionales como los hombres por lo que la carrera por el liderazgo se realiza sin las mismas herramientas. Adem¨¢s, observa prejuicios en la asignaci¨®n de tareas por parte de las empresas y en la asunci¨®n de las mismas por parte de las mujeres. Hay determinadas acciones de las compa?¨ªas que se atribuyen a mujeres por prejuicios. ¡°Generalmente son tareas que no implican promoci¨®n y la mujer suele aceptarlas sin reparos mientras que los hombres las rechazan. No pasa nada por decirle a la direcci¨®n que hay un hombre que podr¨ªa hacerlas mejor¡±, comenta la economista.
Tanto Babcock como Fisher comparten la sensaci¨®n de que hay tambi¨¦n una autolimitaci¨®n de la mujer ante acciones complejas. ¡°No hay que tener miedo. Podemos hacer cualquier tarea por muy complicada que parezca¡±, aconseja la asesora de IBM.
Otros de los ¨¢mbitos en los que se genera la brecha de g¨¦nero es en la evaluaci¨®n, que seg¨²n la investigadora de Carnegie Mellon, se efect¨²a con criterios subjetivos que minusvaloran los logros de las mujeres.
El ¨²ltimo de los campos de actuaci¨®n es la promoci¨®n desde el ¨¢mbito de la direcci¨®n de la empresa. Y no se limita solo a la consideraci¨®n de las candidatas para puestos de responsabilidad sino tambi¨¦n a la actitud en entornos donde las mujeres se encuentran en minor¨ªa. En esas reuniones donde nueve de cada diez asistentes son hombres, Babcock recomienda que el responsable del encuentro facilite que se escuche y se tenga en cuenta la opini¨®n de las tecn¨®logas.
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