¡°Los algoritmos son superdifusores de contenido falso, lo dif¨ªcil es hacer viral su correcci¨®n¡±
El primer empleado de Twitter, Evan Henshaw-Plath, que acaba de lanzar la red social alternativa Planetary, asegura que poner l¨ªmites a las grandes tecnol¨®gicas har¨ªa el capitalismo m¨¢s eficaz
Fue el primer empleado y director de tecnolog¨ªa de Twitter, cuando solo era un proyecto de la empresa Odeo. En su cabeza, ser¨ªa una plataforma para coordinar manifestaciones, pero acab¨® convirti¨¦ndose en una enorme red social. Para entonces, Evan Henshaw-Plath ¨Dalias Rabble¨D hab¨ªa vendido sus acciones de Twitter por unos pocos miles de d¨®lares para comprarse un coche de segunda mano con el que irse a recorrer EE UU.
A lo largo de estos a?os, el inform¨¢tico ha estado involucrado en el desarrollo de herramientas para activistas y para la organizaci¨®n de sociedad civil. Ahora acaba de lanzar Planetary, con la que pretende cumplir el sue?o original de Twitter: ser una plataforma descentralizada, abierta, distribuida y sin anuncios donde cada persona gestiona sus datos y los creadores pueden ser recompensados por su trabajo en sus propios t¨¦rminos. Tambi¨¦n trabaja con el cofundador de Twitter Jack Dorsey en la creaci¨®n de un protocolo descentralizado para la nueva generaci¨®n de redes sociales. Durante dos horas y por videoconferencia contest¨® a las preguntas de EL PA?S desde Uruguay, donde reside.
Pregunta. ?Por qu¨¦ Planetary?
Respuesta. La idea se remonta unos 15 a?os, a los or¨ªgenes de Twitter. Al principio, se tom¨® la decisi¨®n de hacer de Twitter un protocolo abierto [el que permite que cualquiera pueda desarrollar nuevas versiones o a?adir herramientas], pero cuando Twitter lanz¨® su plataforma descentralizada en 2008, la tecnolog¨ªa se vino abajo. Se estaba registrando tanta gente que el sistema no aguant¨®. Entonces, la empresa se centr¨® en hacer que funcionara, aunque no fuera mediante un protocolo abierto. Desde entonces, muchos nos hemos planteado: ?Y si tuvi¨¦ramos esa otra alternativa ahora? ?Qu¨¦ pasar¨ªa si Twitter funcionase m¨¢s como ese protocolo abierto en lugar de ser solo una aplicaci¨®n de una empresa? As¨ª que construimos Planetary para mostrar que es posible.
P. ?En qu¨¦ se diferencia de redes sociales centralizadas como Facebook o la propia Twitter?
R. Los sistemas centralizados empoderan menos a los usuarios y son menos innovadores. Menos innovadores porque cualquier nueva caracter¨ªstica debe partir de la empresa, frente a la opci¨®n de que cualquier usuario pueda a?adir y probar cosas sin permiso. Empoderan menos porque desincentivan a la gente a actuar. Las personas no pueden resolver problemas como el acoso por s¨ª mismas, es la plataforma la que decide qu¨¦ cuentas se suspenden y no hay transparencia en ese sistema ni capacidad para implementar otras soluciones.
Adem¨¢s, los usuarios y las comunidades de usuarios tienen muy poco control sobre con qui¨¦n est¨¢n conectados. En TikTok es un proceso fundamentalmente algor¨ªtmico. En Twitter, Facebook e Instagram los usuarios tienen m¨¢s margen, pero estas empresas pueden manipular a tus seguidores sin que puedas decir nada.
Necesitamos incorporar herramientas que cambien esa relaci¨®n de poder. Esto es lo que hacen los sistemas descentralizados, cuya tecnolog¨ªa subyacente empodera a los usuarios. Estos controlan sus relaciones sociales y su identidad, no son solo una cuenta existente en un servidor. Tambi¨¦n pueden utilizar la plataforma para construir su propio sistema. Adem¨¢s, en Planetary estamos desarrollando herramientas para creadores que les permiten habilitar espacios privados cifrados donde puedan definir qui¨¦n est¨¢ en su comunidad, qui¨¦n puede ver su contenido y c¨®mo pagar para unirse a ellos.
P. Hablando de creadores, ?qu¨¦ le parece que algunos youtubers espa?oles se muden a Andorra para no pagar impuestos?
R. Que la gente se escape para evitar pagar impuestos es ventajoso para ellos pero malo para la sociedad. Antes ten¨ªa mucho sentido cobrar impuestos a las personas all¨ª donde viven. Ahora una buena parte de los trabajos no est¨¢n conectados a los espacios geogr¨¢ficos sino a los a los digitales. Por eso necesitamos un sistema digital de impuestos capaz de identificar en qu¨¦ lugares gana su dinero cada persona y en cu¨¢ntos debe pagar. Una plataforma que grave a las personas y a las empresas en todos los sitios donde se est¨¢ desarrollando su actividad econ¨®mica.
P. ?C¨®mo podr¨ªa crearse un sistema global de recaudaci¨®n eficiente de impuestos como el que plantea?
La tecnolog¨ªa blockchain proporciona transparencia absoluta sobre todas las transacciones financieras de una manera que no pueden hacer los bancos. Puedo ver ad¨®nde fue una moneda en particular y exactamente qui¨¦n la ten¨ªa. Puedo trazar su recorrido. Esto permite automatizar el proceso para recaudar impuestos de manera eficiente en los lugares adecuados. Esto es algo que bien podr¨ªa implementar la Uni¨®n Europea, aunque no creo que vaya a suceder pronto.
P. Dorsey quiere descentralizar Twitter con el proyecto Bluesky. ?Qu¨¦ es y c¨®mo naci¨®?
R. Jack compart¨ªa la visi¨®n inicial de basar Twitter en un protocolo abierto, y en los ¨²ltimos a?os se ha creado un ambiente propicio para ello. BlueSky es un proyecto para construir una nueva generaci¨®n de redes sociales descentralizadas y abiertas que permita la coexistencia de plataformas como Twitter o Planetary sin limitarse a una empresa, donde todos nos beneficiemos de la participaci¨®n de los dem¨¢s. El protocolo no est¨¢ terminado. Somos una red bastante abierta de unas cien personas que participamos en su dise?o. Hay acad¨¦micos, individuos, desarrolladores, representantes de empresas¡ Adem¨¢s de Twitter, gran parte del trabajo lo financia el proyecto Next Generation Internet de la Comisi¨®n Europea.
P. ?Qu¨¦ le parece la decisi¨®n de Twitter y Facebook de sacar a Trump de sus plataformas? ?C¨®mo habr¨ªa gestionado esto una plataforma descentralizada?
R. Dada la configuraci¨®n actual, creo que estas empresas est¨¢n haciendo un buen trabajo en un problema imposible. Hacen lo correcto al prohibir el discurso del odio, pero el mundo que tenemos no es el que deber¨ªamos estar construyendo. Las plataformas digitales son como los centros comerciales: cuando est¨¢s en ellos sientes que est¨¢s en un espacio p¨²blico y abierto pero en realidad es propiedad de una corporaci¨®n que decide qu¨¦ est¨¢ permitido hacer all¨ª. Debemos dejar de pedirles a estas empresas que sean mejores polic¨ªas y en su lugar construir y dise?ar herramientas en la esfera p¨²blica que ayuden a las personas a gobernarse a s¨ª mismas y a castigar a los usuarios por comportamientos antisociales.
Necesitamos herramientas de automoderaci¨®n que permitan a las comunidades en cada plataforma prohibir por s¨ª mismas ese tipo de comportamiento. Tenemos que empoderar a los usuarios para que sean ellos quienes definan cu¨¢les son las normas sociales en los espacios sociales online, con qu¨¦ procesos transparentes contar¨¢n para alertar sobre su violaci¨®n y qu¨¦ sanciones se impondr¨¢n. Adem¨¢s, debe poder haber niveles graduales de castigo, no solo blanco o negro.
P. ?Cree que es posible el autogobierno online?
R. Eso es la democracia, y como tal deber¨ªamos gobernar nuestros espacios digitales. La forma de trasladarlo al mundo online es construir las leyes en la tecnolog¨ªa subyacente para empoderar a las personas a construir regulaciones sobre lo que es un comportamiento aceptable y cu¨¢les son las consecuencias. Esto no acabar¨¢ con los problemas pero nos dar¨¢ una mejor estructura para gestionarlos.
Una buena met¨¢fora es la planificaci¨®n urbana. El dise?o de las ciudades da forma al comportamiento humano. Si sustituyes carreteras por plazas, cambiar¨¢n las interacciones en esos espacios. Lo que estamos construyendo con sistemas digitales es algo similar a indicar por qu¨¦ calles pueden pasar los coches y por cu¨¢les no, por d¨®nde van las personas o qui¨¦n tiene voz en lo que sucede en estos espacios. ?Qui¨¦n puede responder a mis publicaciones? ?Cualquiera puede velas? ?A qui¨¦n puedo delegar la toma de este tipo de decisiones?
Por muy malos que sean los sistemas centralizados, son mejor que nada
P. ?El mundo ser¨ªa mejor sin sustituy¨¦ramos las redes sociales centralizadas por alternativas descentralizadas?
R. Una de las cosas que la gente olvida es que el Estado autoritario de los ecosistemas de redes sociales centralizados nos protege de muchas maneras. Nos referimos a Silicon Valley como algo libertario y supercapitalista, pero en realidad es una combinaci¨®n de eso y de una especie de modelo europeo de socialdemocracia donde el Estado tiene un papel activo en el bien de la sociedad. Si nos deshacemos de ellos por completo y no reconocemos ese trabajo, daremos paso a una sociedad [digital] sin el equivalente al Estado que trabaja para incentivar el comportamiento prosocial. Ser¨ªa como abolir el Gobierno, y ya sabemos c¨®mo acaba si no lo reemplazas con otras instituciones; la gente regresa a los clanes y las milicias.
Por muy malos que sean los sistemas centralizados, son mejor que nada. Para sustituirlos por plataformas descentralizadas necesitamos construir alternativas viables mediante reglas tecnol¨®gicas e instituciones sociales que hagan un mejor trabajo en regular el comportamiento social.
P. ?C¨®mo combatir el discurso del odio en internet?
R. Podemos hacer que sea m¨¢s f¨¢cil o m¨¢s dif¨ªcil encontrar la informaci¨®n o las comunidades conspiracionistas. Podemos hacer que no tengan p¨¢ginas destacadas; etiquetarlos como grupos de odio o hacer que sean menos accesibles. Las herramientas tecnol¨®gicas deben ser mejores, pero creo que esto es un problema de personas. Se trata de conexi¨®n social. Por eso, debemos dificultar el flujo hacia estas comunidades. Las personas que se unen a ellas lo hacen porque encuentran all¨ª un sentido de pertenencia que aporta un significado a sus vidas. Por eso la forma de combatirlas es mediante inclusi¨®n y protecci¨®n: sacar a las personas de ah¨ª a trav¨¦s del sentido de la comunidad y de brindarles significado de una manera que no sea intolerante y da?ina.
P. ?Y qu¨¦ hacer contra la pandemia de la desinformaci¨®n digital?
R. El problema con la desinformaci¨®n online es que no hemos aprendido a leer los medios digitales, a interpretar lo que es real y lo que no lo es. Hemos desarrollado formas de etiquetar los bulos y hacerlos visibles, pero necesitamos mejores herramientas para definir y debatir qu¨¦ es la desinformaci¨®n. Necesitamos comunidades de personas comprometidas con ello y encontrar una manera de financiar el trabajo que hacen peque?as organizaciones neutrales de verificadores sin ¨¢nimo de lucro. No puede ser que esto se sustente en voluntarios.
Por otra parte, los gobiernos deben estar dispuestos a participar en los debates y lugares donde se est¨¢ llevando a cabo la desinformaci¨®n. Por ejemplo, en torno a las vacunas contra la COVID-19 se hacen declaraciones formales en los canales oficiales pero no en los lugares donde sucede la conversaci¨®n de manera informal. No est¨¢n donde est¨¢n las personas.
P. ?Cree que hay que intervenir en los algoritmos que facilitan la viralizaci¨®n de la desinformaci¨®n?
R. Los algoritmos son superdifusores de contenido falso, y es muy dif¨ªcil conseguir la propagaci¨®n viral de su correcci¨®n. Debemos crear un sistema mediante el cual las personas puedan publicar las correcciones y estas se muestren junto con la publicaci¨®n original cuyo contenido sea falso. Son problemas de dise?o complicados, pero creo que se puede resolver.
P. O se podr¨ªa simplemente no priorizar ning¨²n tipo de contenido¡
R. Todos los que tomaron la decisi¨®n de hacer las cosas menos virales y menos atractivas perdieron. Nadie volver¨¢ a tomar esa decisi¨®n porque el resultado es que la gente dejar¨¢ de usar la herramienta. Ese es uno de los problemas m¨¢s dif¨ªciles. Es casi una presi¨®n evolutiva.
P. ?Es importante la privacidad online?
R. Sin duda. Nos da libertad para tener diferentes versiones de nosotros mismos. Deber¨ªamos tener derecho a tener una cena o un chat con amigos sin que el mundo entero est¨¦ escuchando nuestra conversaci¨®n. La forma de hacerlo es a trav¨¦s de la encriptaci¨®n. Necesitamos herramientas tecnol¨®gicas para elegir qu¨¦ nivel de privacidad queremos: que se nos permita cerrar las puertas y tirar de las cortinas de nuestras ventanas en el espacio digital.
Por ejemplo, dos amantes que no est¨¢n en el mismo espacio se env¨ªan fotos como forma ¨ªntima de conectarse a distancia. T¨¦cnicamente, si esos intercambios son encriptados es como estar en un dormitorio con la puerta cerrada. Pero la tecnolog¨ªa hace que la violaci¨®n de la privacidad sea muy f¨¢cil. Eso es enormemente da?ino. Vemos a personas suicidarse debido a estas cosas. Es un problema muy serio que perjudica m¨¢s a las personas m¨¢s desfavorecidas.
P. Ah¨ª entran tambi¨¦n los menores. ?C¨®mo protegerles?
R. Es un proceso gradual. Un ni?o de tres a?os tiene diferentes necesidades de privacidad que uno de 15. Los padres deben contar con herramientas para tutelar a sus hijos en la vida digital como lo hacen en la vida f¨ªsica, pero que permitan a los ni?os tener cierta autonom¨ªa y privacidad. Esto se ve especialmente con los ni?os LGTBIQ. Internet les permite llegar a un mundo m¨¢s amplio y obtener apoyo y validaci¨®n sin que sus padres puedan observar todo lo que hacen.
P. Se critica a menudo el modelo de negocio basado en anuncios microsegmentados como causa de muchos de estos problemas. ?Otros modelos son posibles?
R. Los anuncios personalizados son in¨²tiles y est¨¢n mal orientados. Hoy me han mostrado publicidad de ropa interior para la menstruaci¨®n¡ Por otra parte, los incentivos de las plataformas y de los anunciantes a menudo no est¨¢n alineados. Sospecho que nos moveremos a mercados basados en relaciones entre los creadores y los anunciantes, y no entre las plataformas y los anunciantes. Estos no comprar¨¢n los anuncios de Facebook sino la posibilidad de que se publiquen en los muros o perfiles de un creador en particular en diferentes plataformas. La gente est¨¢ pagando por la inclusi¨®n y la conexi¨®n, no por el contenido en s¨ª. Por otra parte, vamos hacia modelos de suscripci¨®n. Redes como Twitter ya ganan mucho dinero con cosas que no son anuncios. Mi conjetura es que el objetivo a largo plazo es diversificar los ingresos lejos de la publicidad.
Los monopolios tecnol¨®gicos est¨¢n perjudicando a la innovaci¨®n, porque sus recursos ilimitados pueden destruir a nuevos rivales
P. En la UE y en EEUU hay abiertas investigaciones por conductas anticompetitivas contra Facebook, Google, Apple o Amazon. Hay quienes sugieren dividir estas empresas o nacionalizarlas. ?Qu¨¦ opina?
R. Creo que es importante distinguir entre el conjunto de personas involucradas en startups y tecnolog¨ªa y las pocas grandes empresas que dominan el mercado. Los accionistas de Google, Facebook, Apple, Microsoft y Amazon y sus ejecutivos quieren que esas empresas sigan teniendo un poder desproporcionado. Los monopolios tecnol¨®gicos est¨¢n perjudicando a la innovaci¨®n, porque tener empresas con recursos ilimitados puede destruir a nuevos rivales.
Desde Planetary, lo que m¨¢s me preocupa es el poder de Google Play y de la App Store de Apple. Definen lo que puedes cobrar, lo que puedes decir y reglas incre¨ªblemente detalladas sobre c¨®mo deben funcionan las aplicaciones que quieran tener acceso a esas plataformas y a los consumidores. Por eso es necesario poner l¨ªmites a estos gigantes, y ello har¨ªa m¨¢s eficaz el capitalismo de Silicon Valley, al abrir el mercado. Si la UE define el marco regulatorio, Silicon Valley tendr¨¢ que seguirle.
P. ?Siendo as¨ª, podr¨ªa una aplicaci¨®n como Planetary competir con Facebook o Twitter?
R. Es m¨¢s complicado tener su efecto de red. En un sistema centralizado es posible realizar cambios radicales mucho m¨¢s r¨¢pido, mientras que en un ecosistema de redes sociales descentralizado puedes probar muchas m¨¢s cosas a la vez. Nadie ve a WordPress como un gigante pero lo es, solo que descentralizado. Es una plataforma enorme y poderosa que incluye una gran parte de las p¨¢ginas de todo el mundo, y es de c¨®digo abierto.
En los ecosistemas descentralizados hay muchas empresas y muchos creadores. La posibilidad de que cada uno de ellos tenga ¨¦xito es menor, pero la posibilidad de que todo el ecosistema contin¨²e evolucionando es alta. Una vez que decides hacia d¨®nde vas, no vas tan r¨¢pido, pero se exploran m¨¢s cosas y, cuando una funciona, no muere. No podr¨ªa pasar lo que le sucedi¨® a Farmville y Zynga, unos juegos que fueron muy populares en Facebook que desaparecieron porque la red social decidi¨® cambiar sus reglas. Facebook facilit¨® que crecieran y que murieran igual de r¨¢pido.
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